sábado, 7 de enero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Sábado Después de Epifanía

1Juan 5,14-21



REFLEXIÓN

si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.

Es lo crucial:según su voluntad.

Alinearse con “hágamos tu voluntad” del Padrenuestro, que figura entre las primeras peticiones que nos recomienda Jesús al enseñar a sus discípulos a orar, parece sencillo, piadoso, normal.

Sin embargo esta alineación no siempre coincide con nosotros mismos, nuestro destino, nuestro sentido de vida, nuestras aspiraciones.

Nosotros somos para nosotros mismos nuestros propios adversarios, porque en muchas ocasiones, si lo advertimos, hemos anhelado lo que no nos convenía, y de concedérsenos nos hubiera llevado a peores momentos.

Y al contrario cantidades de veces respiramos aliviados constatando que a pesar de haber sido frustrados en nuestros deseos, la evolución de las cosas nos ha favorecido y librado.

Y se cumple aquello en que los amados del Señor de los males reciben bienes.

Esta es la magia blanca vs. La magia negra: la que consiste en la acción del Espíritu a favor de sus creyentes para protegerlos de un verdadero daño.

No se trata de la feria de los deseos irresponsables, como los cuentos de la lámpara de Aladino.

Deseamos y necesitamos que Él nos escuche, entendemos que está dispuesto a hacerlo siempre, pero nuestra actitud de fe es importante.

El proceso de oración Ignaciana, entre otros, concede enorme importancia a la colaboración humana, a la que compromete para ir purificando la intención del deseo o la necesidad, así en lo personal como en colectivo.

La purificación tiene sentido a la luz de las ciencias humanas, que nos indican la multiplicidad y polivalencia de las motivaciones de la conducta humana.

En esto cabe entonces la purificación para que avancemos más allá de nuestro propio amor, querer e interés.

Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte

Hay que matizar la presencia y persistencia del pecado en nuestra existencia humana, si damos fe a la revelación bíblica.

Nuestro tiempo ha reaccionado en contra de la omnipresencia pecaminosa en el conjunto de nuestra realidad humana, la cual hacía inclinarnos a una visión pesimista y derrotista.

Pero de paso está borrando la conciencia de pecado que permitiría reconocer la injusticia propia y reparar las víctimas.

Este difuminación está en la base de la poca estima por la vida humana que se ha instalado en nuestra civilización de la muerte.

Sin embargo no debemos vivir con la condenación a flor de labios como si la injusticia no pudiera ser reparada y la conversión de las conciencias no fuera posible.

Aparece una cierta gradación o gradualidad en el camino que lleva a la perdición.

Esto implica el proceso de lucha que entraña la existencia humana, la que hace su caminar en medio de decisiones que muchas veces conllevan injusticias.

Hay que preguntarse si todo pecado no denota algún género de injusticia.

sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero

No es lo mismo que el agnosticismo exprese una desconfianza de cualquier divinidad porque tendemos a idolizar, que decir la imposibilidad humana de conocer al verdadero Dios.

Contra esto últmo nos defiende la Palabra.

estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo

Hoy no está bien desentenderse de la búsqueda humana de la verdad que salva, por apoyarnos en sentido triunfalista en nuestra fe católica en JesuCristo.

Porque está búsqueda merece respeto y comprensión, aunque sintamos que nuestra verdad es plena y no hemos de buscar más allá.

En esto hay un sentido de solidaridad que es una acción de gracias por habernos permitido encontrarlo, y un sentido de misión fraterna que promueve el encuentro plural e intercultural para que todos seamos uno.

Salmo responsorial: 149



REFLEXIÓN

un cántico nuevo

Renovado, vuelto a cantar lo que siempre cantamos con nuevo sentido.

el Señor ama a su pueblo / y adorna con la victoria a los humildes

Lo importante no es el pecado sino el amor que hace todo bien y el perdón que nos recupera para el amor, si somos lo suficientemente humildes para aceptarlo.

Juan 3,22-30



REFLEXIÓN

"Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado delante de él."

Él tiene que crecer, y yo tengo que menguar

Saber ubicarse en el plan de salvación y por ello ser feliz, es la gran sabiduría.

Permite desembarazarse de preocupaciones artificiales y artificiosas.

Da paso a una mayor concentración y eficacia.

Hace posible nuestra unificación e integración.

Repercute en comunidades fraternas de amor mutuo y solidaridad.

En un mundo como el nuestro en el que un valor supremo es el protagonismo y hacérse con el poder para dominar, incluso inconfesadamente, el testimonio vivencial y existencial de Juan Bautista es un testimonio del seguimiento de Jesús.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1611690814140305409?s=20&t=TUXmT_xgUirOMXMKbQoB1Q

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Pedro Crisólogo Sermón 160

Aunque en el mismo misterio del nacimiento del Señor se dieron insignes testimonios de su divinidad, sin embargo, la solemnidad que celebramos manifiesta y revela de diversas formas que Dios ha asumido un cuerpo humano, para que nuestra inteligencia, ofuscada por tantas obscuridades, no pierda por su ignorancia lo que por gracia ha merecido recibir y poseer. Pues el que por nosotros quiso nacer no quiso ser ignorado por nosotros; y por esto se manifestó de tal forma que el gran misterio de su bondad no fuera ocasión de un gran error. Hoy el mago encuentra llorando en la cuna a aquel que, resplandeciente, buscaba en las estrellas. Hoy el mago contempla claramente entre pañales a aquel que, encubierto, buscaba pacientemente en los astros. Hoy el mago discierne con profundo asombro lo que allí contempla: el cielo en la tierra, la tierra en el cielo, el hombre en Dios, y Dios en el hombre; y a aquel que no puede ser encerrado en todo el universo incluido en un cuerpo de niño. Y, viendo, cree y no duda; y lo proclama con sus dones místicos: el incienso para Dios, el oro para el Rey, y la mirra para el que morirá. Hoy el gentil, que era el último, ha pasado a ser el primero, pues entonces la fe de los magos consagró la creencia de las naciones. Hoy Cristo ha entrado en el cauce del Jordán para lavar el pecado del mundo. El mismo Juan atestigua que Cristo ha venido para esto: Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Hoy el siervo recibe al Señor, el hombre a Dios, Juan a Cristo; el que no puede dar el perdón recibe a quien se lo concederá.

REFLEXIÓN
Para la catequesis patrística, es evidente que los signos anuncian un cumplimiento, y casi automáticamente se debe dar una lectura de asentimiento a la divinidad en Jesús de Nazareth. Hoy no vivimos la lectura con esa ecuación o igualdad. Tenemos otra mentalidad en general poco dispuesta a ver amigablemente la divinidad, porque más bien hemos acumulado muchos reclamos, por los cuales no queremos darle entrada a su salvación prometida. La fe que opera esta visión requiere ser solicitada ferviente y humildemente para ser recuperada.