sábado, 29 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

San Pedro y San Pablo apóstoles(29 de junio)

Hechos 12,1-11



REFLEXIÓN

oraba insistentemente a Dios por él

Orar insistentemente no equivale a    desconfiar de la intervención del Señor. Es una mudanza contra la propia desconfianza, para que no se                                                            apodere de. nuestra profundidad.

Mantiene despierta la esperanza. Nos ubica en el misterio de la libertad del Señor, y en la aceptación creciente de su amor salvífico, al que hemos sido llamados a servir.

Orar con insistencia, como la viuda al juez injusto, como el desesperado a quien tiene la solución. Esa insistencia e intensidad en la oración es una de las manifestaciones de la comunidad                                  fraterna operativa. Rompe su inercia, sus límites propios y confinados, y exterioriza solidaridad espiritual. El mayor bien está en expresar -los orantes- el amor transformador que caracteriza sus existencias.

se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda

El ángel del Señor es el Señor que                nos ilumina como ninguno. El ángel que se disfraza de luz intenta engañarnos como si fuera el Señor.

Nuestro itinerario es caminar entre                              luces, unas del Señor y otras de su                           imitador. Si caminamos buscando el bien, el amor, la justicia, la                                fraternidad.

Ignacio de Loyola en sus ejercicios espirituales nos provee de criterios para ayudarnos a distinguir con ayuda del Espíritu la autenticidad de la iluminación del Señor.

Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no  realidad.

La intervención salvífica del Señor en nuestra historia puede ser                                        de tal magnitud que la realidad que                                             estamos acostumbrados a gestionar pierde suslímites y consistencia, y somos invitados a entrar en otra dimensión de las cosas, personas y acontecimientos.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en miboca; / mi alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y sealegren

Los humildes son aquellos cuya actitud de fe los hace capaces deesperanza a pesar de la adversidad                                                   y vivir al límite de sus defensas.

Yo consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas mis ansias

La fe orante nos va calmando y serenando a su tiempo para darnosperspectivas alternas a las que nos  llevan a la desesperación. El sujetoorante se va transformando en sujeto creyente.

Un beneficio más que sicológico, una serenidad basada en su conducción, un abandono surgido del    dejarse llevar.

2Timoteo 4,6-8.17-18



REFLEXIÓN

Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es  inminente

El último momento de cualquier circunstancia mortal es propicio para recoger nuestras débiles y últimas fuerzas en el esfuerzo de la entrega de fe y esperanza, tal como Jesús nos enseñó en el Huerto.

He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe

Es el momento de sabernos fieles en el sentido de que hemos luchado por el reino de amor y justicia que                             inició Jesús de Nazareth.

Y que deploramos no haber sido más íntegros.

Por lo que pedimos de su misericordia que nos perdone.

Mateo 16,13-19



REFLEXIÓN

Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de losprofetas.

El sondeo muestra diversidad de opiniones y expectativas. Es la mirada desde afuera y sin mayor compromiso.

"Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

La confesión de Pedro es la expresión de un conocimiento diferente, formado al calor de la   convivencia y el Espíritu.

Se nos insta a personalizar y trascender en la confesión que hagamos en nuestra existencia sobre                                           Jesús de Nazareth.

Porque muchos pueden decir, pero    es importante que yo diga, que yoconfiese, que rubrique con mi energía vital mi adhesión a Jesús.

Con una fuerza tal que deposite en                                           ella el peso de lo absoluto, hasta donde unyo contingente es capaz.

Por lo tanto con una confesión contingente declaro mi adhesión a Jesús como un absoluto radical, un   radical trascendente.

Esa fuerza, cuando se da en la existencia, es proclamada y bendita                                        como inspirada por el amor del Espíritu de Dios en nosotros.

porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre  que está en el cielo

Más que una confesión dogmática y                                      antes de ella es una confesión de fe, que se construye desde la vivencia humana de Pedro sobre su maestro.

Si la confesión dogmática de un credo aleja sus raíces de esta convicción vivencial, se convierte en una fórmula institucional equiparable a una ley queno salva.

sobre esta piedra edificaré

En eso es líder Pedro: en la vivencia y la convivencia de la fe,que proclama en una confesión a                           Jesús como Hijo del Dios vivo.

Un verdadero Pedro es el que resiste el embate de la discrepancia contra la fe, tal como                                             es expresada.Puede no ser popular pero cuenta                                                            con la fortalezadel Señor.

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San Pedro y San Pablo apóstoles(29 de junio)

Hechos 12,1-11

El ángel que aparece en este momento crucial puede ser toda persona, animal o cosa que surge inédita y inesperadamente para aportar una salida a la encrucijada del creyente, del apóstol. Allí en eventos como éste se fundamenta nuestra esperanza de salvación oportuna e histórica, y la práctica de la oración incesante como Comunidad Eclesial que nos va transformando en creyentes auténticos.

Salmo responsorial: 33

Vivir la realidad del acompañamiento oportuno del Señor, que libra de angustias y temores, es importante para nuestra estabilidad de creyente en nuestro peregrinar por valles y llanuras.

2Timoteo 4,6-8.17-18

Cómo se puede anticipar que nos librará de todo riesgo en nuestro peregrinar? Haciendo fuerza en lo que ha sido hasta el momento su intervención en nuestra historia. Esta memoria agradecida es nuestro capital de sentido para mantenernos en marcha y vigilantes hasta el fin.

Mateo 16,13-19

El carácter único de este relato, diferente a los otros sinópticos, lo convierte en una bienaventuranza , felicidad o puesta en marcha, para la misión de la comunidad y su líder Roca, y sus líderes apóstoles de mantener en el tiempo la buena nueva de Jesús, contra cualquier poder, abriendo y cerrando con sabiduría el más allá.Pero no es cualquier revelación sino para los que se guían por Espíritu y no por carne y sangre.

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA


 
De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 295, 1-2. 4. 7-8: PL 38, 1348-1352)


ESTOS MÁRTIRES, EN SU PREDICACIÓN, DABAN TESTIMONIO DE LO QUE HABÍAN VISTO

El día de hoy es para nosotros sagrado, porque en él celebramos el martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo. No nos referimos, ciertamente, a unos mártires desconocidos. A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. Estos mártires, en su predicación, daban testimonio de lo que habían visto y, con un desinterés absoluto, dieron a conocer la verdad hasta morir por ella.

San Pedro, el primero de los apóstoles, que amaba ardientemente a Cristo, y que llegó a oír de él estas palabras: Y yo te digo que tú eres Pedro. Él había dicho antes: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Y Cristo le replicó: «Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Sobre esta piedra edificaré esta misma fe que profesas. Sobre esta afirmación que tú has hecho: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, edificaré mi Iglesia. Porque tú eres Pedro.» «Pedro» es una palabra que se deriva de «piedra», y no
al revés. «Pedro» viene de «piedra», del mismo modo que «cristiano» viene de «Cristo».

El Señor Jesús, antes de su pasión, como sabéis, eligió a sus discípulos, a los que dio el nombre de apóstoles. Entre ellos, Pedro fue el único que representó la totalidad de la Iglesia casi en todas partes. Por ello, en cuanto que él solo representaba en su persona a la totalidad de la Iglesia, pudo escuchar estas palabras: Yo te daré las llaves del reino de los cielos. Porque estas llaves las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única. De ahí la excelencia de la persona de Pedro, en cuanto que él representaba la universalidad y la unidad de la Iglesia, cuando se le dijo: Yo te entrego, tratándose de algo que ha sido entregado a todos. Pues, para que sepáis que la Iglesia ha recibido las llaves del reino de los cielos, escuchad lo que el Señor dice en otro lugar a todos sus apóstoles: Recibid el Espíritu Santo. Y a continuación: Quedan perdonados los pecados a quienes los perdonéis; quedan retenidos a quienes los retengáis.

En este mismo sentido, el Señor, después de su resurrección, encomendó también a Pedro sus ovejas para que las apacentara. No es que él fuera el único de los discípulos que tuviera el encargo de apacentar las ovejas del Señor; es que Cristo, por el hecho de referirse a uno solo, quiso significar con ello la unidad de la Iglesia; y, si se dirige a Pedro con preferencia a los demás, es porque Pedro es el primero entre los apóstoles.

No te entristezcas, apóstol; responde una vez, responde dos, responde tres. Venza por tres veces tu profesión de amor, ya que por tres veces el temor venció tu presunción. Tres veces ha de ser desatado lo que por tres veces habías ligado. Desata por el amor lo que habías ligado por el temor.

A pesar de su debilidad, por primera, por segunda y por tercera vez encomendó el Señor sus ovejas a Pedro.

En un solo día celebramos el martirio de los dos apóstoles. Es que ambos eran en realidad una sola cosa, aunque fueran martirizados en días diversos. Primero lo fue Pedro, luego Pablo. Celebramos la fiesta del día de hoy, sagrado para nosotros, por la sangre de los apóstoles. Procuremos imitar su fe, su vida, sus trabajos, sus sufrimientos, su testimonio y su doctrina.

viernes, 28 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

VIERNES 12 DE TIEMPO ORDINARIO

Año par

2Reyes 25, 1-12



REFLEXIÓN


Incendió el templo, el palacio real y las casas de Jerusalén, y puso fuego a todos los palacios

Una destrucciòn total donde pagan justos por pecadores: así es la guerra. Justicia indiscriminada y violenta. Cúmulo de daños, perversidades, locura caótica. Terror que se difunde como onda expansiva y letal.

De la clase baja dejó algunos como viñadores y hortelanos

Son la clase que no vale socialmente, excepto como mano de obra sustituíble. Sin mayor valor ni dignidad, con poco que aportar para una recontstrucción. Es la piedra que todos desehechan. Propicia para la intervención de Dios que muestra su Gloria desde lo pequeño.

Salmo responsorial: 136



REFLEXIÓN


Allí los que nos deportaron / nos invitaban a cantar; / nuestros opresores, a divertirlos: / "Cantadnos un cantar de Sión."

Cantar para los opresores, como los músicos prisioneros que tocaban para los prisioneros que llegaban a los campos de concentración Nazis. Así salvaban momentáneamente sus vidas.

Mateo 8,1-4



REFLEXIÓN

al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente. En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme." Extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero, queda limpio." Y en seguida quedó limpio de la lepra

Jesús, parecido a Moisés pero superior, porque la lepra y los leprosos podían ser declarados impuros, si enfermaban, o puros si sanaban, pero no había prescripción para sanar.

Al sanarlo Jesús sacaba del encierro o liberaba del exilio al desdichado leproso, y así podía ser certificado por la ley para regresar a la comunidad.

Jesús no puso una ley aparte, sino que intervino para dar salud, que además significaba una salvación social, porque la Ley no tuvo más alternativa que declararlo puro y dejarlo volver a la comunidad.

Al otorgarle salud y salvación social, también lo liberó de la etiqueta pública de pecador, a la que se había hecho merecedor por ser leproso, porque toda enfermedad era efecto del pecado.

Así establece el relato de la Palabra la superioridad de Jesús sobre Moisés.

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VIERNES 12 DE TIEMPO ORDINARIO

Año par

2Reyes 25, 1-12

Salmo responsorial: 136

Mateo 8,1-4

Baja del monte de las bienaventuranzas el Nuevo Moisés y atiende un descartado de la sociedad religiosa que lo tiene por impuro y pecador. La fe en él es balbuciente, pero inicia su proceso de entrega a Jesús, quien le confirma que lo puede curar y lo quiere curar. Jesús lo habilita para incluirse en la sociedad y recuperar la vida social, y cumplir la ley que pretende cuidar la pureza de la vida.

SAN CARLO ACUTIS

BEATO CARLO

 

De las Homilías de san Gregorio de Nisa, obispo.
(Homilía 6 Sobre las bienaventuranzas: PG 44, 1266-1267)


LA ESPERANZA DE VER A DIOS

La promesa de Dios es ciertamente tan grande que supera toda felicidad imaginable. ¿Quién, en efecto, podrá desear un bien superior, si en la visión de Dios lo tiene todo? Porque, según el modo de hablar de la Escritura, ver significa lo mismo que poseer; y así, en aquello que leemos: Que veas la prosperidad de Jerusalén, la palabra «ver» equivale a tener. Y en aquello otro: Que sea arrojado el impío, para que no vea la grandeza del Señor, por «no ver» se entiende no tener parte en esta grandeza.

Por lo tanto,
el que ve a Dios alcanza por esta visión todos los bienes posibles: la vida sin fin, la incorruptibilidad eterna, la felicidad imperecedera, el reino sin fin, la alegría ininterrumpida, la verdadera luz, el sonido espiritual y dulce, la gloria inaccesible, el júbilo perpetuo y, en resumen, todo bien.

Tal y tan grande es, en efecto, la felicidad prometida que nosotros esperamos; pero, como antes hemos demostrado, la condición para ver a Dios es un corazón puro, y, ante esta consideración, de nuevo mi mente se siente arrebatada y turbada por una especie de
vértigo, por la duda de si esta pureza de corazón es de aquellas cosas imposibles y que superan y exceden nuestra naturaleza. Pues si esta pureza de corazón es el medio para ver a Dios, y si Moisés y Pablo no lo vieron, porque, como afirman, Dios no puede ser visto por ellos ni por cualquier otro, esta condición que nos propone ahora la Palabra para alcanzar la felicidad nos parece una cosa irrealizable. ¿De qué nos sirve conocer el modo de ver a Dios, si nuestras fuerzas no alcanzan a ello? Es lo mismo que si uno afirmara que en el cielo se vive feliz, porque allí es posible ver lo que no se puede ver en este mundo. Porque, si se nos mostrase alguna manera de llegar al cielo, sería útil haber aprendido que la felicidad está en el cielo. Pero, si nos es imposible subir allí, ¿de qué nos sirve conocer la felicidad del cielo sino solamente para estar angustiados y tristes, sabiendo de qué bienes estamos privados y la imposibilidad de alcanzarlos? ¿Es que Dios nos invita a una felicidad que excede nuestra naturaleza y nos manda algo que, por su magnitud, supera las fuerzas humanas?

No es así. Porque Dios no creó a los volátiles sin alas, ni mandó vivir bajo el agua a los animales dotados para la vida en tierra firme. Por tanto, si en todas las cosas existe una ley acomodada a su naturaleza, y Dios no obliga a nada que esté por encima de la propia naturaleza, de ello deducimos, por lógica conveniencia, que no hay que desesperar de alcanzar la felicidad que se nos propone, y que Juan y Pablo y Moisés, y otros como ellos, no se vieron privados de esta sublime felicidad, resultante de la visión de Dios; pues, ciertamente, no se vieron privados de esta felicidad ni aquel que dijo: Ahora me aguarda la corona merecida, que el Señor, justo juez, me otorgará, ni aquel que se reclinó sobre el pecho de Jesús, ni aquel que oyó de boca de Dios: Te he conocido más que a todos. Por tanto,
si es indudable que aquellos que predicaron que la contemplación de Dios está por encima de nuestras fuerzas son ahora felices, y si la felicidad consiste en la visión de Dios, y si para ver a Dios es necesaria la pureza de corazón, es evidente que esta pureza de corazón, que nos hace posible la felicidad, no es algo inalcanzable. Los que aseguran, pues, tratando de basarse en las palabras de Pablo, que la visión de Dios está por encima de nuestras posibilidades se engañan y están en contradicción con las palabras del Señor, el cual nos promete que, por la pureza de corazón, podemos alcanzar la visión divina.

jueves, 27 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 12 de tiempo ordinario

Año Par

2Reyes 24, 8-17



REFLEXIÓN

sólo quedó la plebe

Sólo quedaron los indigentes(dallah), los que no tenían valor para los vencedores, ni representaban ningún riesgo de oposición.

Éstos eran los invisibles de ese tiempo y lugar, con los cuales no era posible construir algo que valiera la pena. Los dejados a su suerte.

Pero son mencionados en la Palabra porque ella les da memoria y actualidad. Son el desafío de todo tiempo, para caer en cuenta que la tarea de humanización no ha concluído.

La dignidad se las aporta la Palabra porque nos recuerda su existencia y suerte. No por algún utilitarismo, sino por gracia, por amor que busca compartir la vida. Amor responsable.

Salmo responsorial: 78



REFLEXIÓN

tu compasión nos alcance pronto, / pues estamos agotados

Hay momentos muy difíciles, de extrema gravedad, tal como la imagen del salmo en los que no tenemos otra voz, otro sonido que pueda salir de nuestra garganta sino la de pedir, gemir por la compasión del Señor.

Mateo 7,21-29



REFLEXIÓN

"No todo el que me dice: "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo

Porque decir y hacer es lo propio del Reino.

"Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados."

Aquél día equivale al día final. Es un código profético antiguo.

Un día de ajustar cuentas, de verdadera transparencia y no la caricatura a la que estamos habituados en nuestra demagogia.

Entonces muchos quedaremos sorprendidos porque con nuestro esfuerzo y ambición creíamos configurar una realidad buena para nosotros y los demás.

Pero es que la búsqueda egocéntrica de los propios objetivos que se camuflan de voluntad de Dios nunca cesa.

Es el núcleo de la experiencia ignaciana transmitida en los ejercicios: la búsqueda incansable e insobornable de la voluntad de Dios.

Una búsqueda que aporta signos y evidencias de salirse del círculo egocéntrico para buscar un bien mayor siempre.

Hay quienes se casan con un eslogan que representa un bien solidario, pero sin discernir su proceso en la vida, se pervierte en letra muerta y marchita.

no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca

Cimentarse en la roca, en la piedra, en Cefas o Pedro, es para muchos en nuestro tiempo, y en todo tiempo anterior, una aberración y casi una idolatría. Porque ningún hombre es Dios.

No dan espacio a la consideración que una persona puede poseer el carisma de la verdad salvadora sólida, aun a pesar de sus inconsistencias y limitaciones.

Detrás de esa repugnancia, se encuentra, con mucha probabilidad, la resistencia a modificar las costumbres y conductas que son señaladas como no evangélicas.

Y para sentirse fuertes en su rechazo se aglutinan en una sola mediática voz de rebeldía para exaltar toda transgresión y resistencia.

Es como una suerte de anti-evangelio, que se va infiltrando silenciosamente en las categorías mentales de la población hasta la apostasía.

se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca

Decir y hacer la voluntad del Señor configura la solidez del Reino.

Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

En su momento el evangelista transmitió una nueva Torá o enseñanza de Jesús. 

Tan prestigiosa y acendrada sonaba en su proclamación que se guardó como un legado para todos los que le quisieran seguir.

Así judeocristianos y cristianos gentiles en la autoridad evidenciada por Jesús de Nazareth, poseemos una nueva Torá, un nuevo Principio y fundamento.

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Jueves 12 de tiempo ordinario

Año Par

2Reyes 24, 8-17

Salmo responsorial: 78

Mateo 7,21-29

SAN CARLO ACUTIS

BEATO CARLO



 De las Homilías de san Gregorio de Nisa, obispo.
(Homilía 6 Sobre las bienaventuranzas: PG 44, 1263-1266)

 

DIOS ES COMO UNA ROCA INACCESIBLE

 

Lo mismo que suele acontecer al que desde la cumbre de un alto monte mira algún dilatado mar, esto mismo le sucede a mi mente cuando desde las alturas de la voz divina, como desde la cima de un monte, mira la inexplicable profundidad de su contenido.

Sucede, en efecto, lo mismo que en muchos lugares marítimos, en los cuales, al contemplar un monte por el lado que mira al mar, lo vemos como cortado por la mitad y completamente liso desde su cima hasta la base, y como si su cumbre estuviera suspendida sobre el abismo; la misma impresión que causa al que mira desde tan elevada altura a lo profundo del mar, la misma sensación de vértigo experimento yo al quedar como en suspenso por la grandeza de esta afirmación del Señor: Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Dios se deja contemplar por los que tienen el corazón purificado. Nadie ha visto jamás a Dios, dice san Juan; y Pablo confirma esta sentencia con aquellas palabras tan elevadas: A quien ningún hombre vio ni puede ver. Esta es aquella piedra leve, lisa y escarpada, que aparece como privada de todo sustentáculo y aguante intelectual; de ella afirmó también Moisés en sus decretos que era inaccesible, de manera que nuestra mente nunca puede acercarse a ella por más que se esfuerce en alcanzarla, ni puede nadie subir por sus laderas escarpadas, según aquella sentencia: Nadie puede ver al Señor y seguir viviendo.

Y, sin embargo, la vida eterna consiste en ver a Dios. Y que esta visión es imposible lo afirman las columnas de la fe, Juan, Pablo y Moisés. ¿Te das cuenta del vértigo que produce en el alma la consideración de las profundidades que contemplamos en estas palabras? Si Dios es la vida, el que no ve a Dios no ve la vida. Y que Dios no puede ser visto lo atestiguan, movidos por el Espíritu divino, tanto los profetas como los apóstoles. ¿En qué angustias, pues, no se debate la esperanza del hombre? Pero el Señor levanta y sustenta esta esperanza que vacila. Como hizo en la persona de Pedro cuando estaba a punto de hundirse, al volver a consolidar sus pies sobre las aguas.

Por lo tanto, si también a nosotros nos da la mano aquel que es la Palabra, si, viéndonos vacilar en el abismo de nuestras especulaciones, nos otorga la estabilidad, iluminando un poco nuestra inteligencia, entonces ya no temeremos, si caminamos cogidos de su mano. Porque dice: Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

miércoles, 26 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 12 de tiempo ordinario

Año Par

2Reyes 22, 13; 23, 1-3



REFLEXIÓN

el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro cumpliendo lo prescrito en él

Se dice que el hallazgo del libro que confirmaba la Alianza antigua y la rememoraba, fue una estratagema real para tener poder y hacer reformas. 

Así analizado, no hay libro de la Palabra que no haya visto la publicación como algo político, relacionado con el poder. 

No podía ser de otro modo si la mayoría de las ediciones y publicaciones eran hechas por escribas al servicio de las cortes y los templos. 

Incluso las que hacían los movimientos seguidores de profetas y escribían sus oráculos, eran aprovechados posteriormente por el poder de turno para favorecer sus políticas.

Se trata de una Palabra atrapada en la urdimbre del cálculo de poder de la palabra humana? O su poder trasciende ese cálculo y produce el efecto del designio del Señor aun a pesar de la palabra humana? 

Desde la perspectiva inmanente cerrada a la trascendencia de fe, la Palabra es solo palabra.

Hoy vivimos una “primavera” de la comunicación de masas mediante las redes de comunicación social. 

Las protestas para defender derechos y denunciar abusos se multiplican globalmente. Son como los seguidores de los profetas y literalmente lo  que se dice al oído se escucha desde las terrazas.

Ya el poder establecido no es la única voz global que pueda mantener cautiva la audiencia en su vestigio de verdad.

Hasta aquí la elegía. Porque la Palabra en la que creemos también ha de mostrar su independencia y libertad del posible cálculo de estas redes sociales, poder público anónimo de turno.

Por eso requerimos de la autocrítica como servicio de liberación de la Palabra de cualquier cálculo y de cualquier poder. Otro estilo de política contra-política: una meta-política.

selló ante el Señor la alianza, comprometiéndose a seguirle y cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y con toda el alma, cumpliendo las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. 

El pueblo entero suscribió la alianza. 

Se trata del compromiso del pueblo para guardar la Alianza. Ese es el efecto buscado de la Palabra acogida: cumplir. 

Así Jesús, Palabra encarnada, visibilizó en su existencia el cumplimiento del Reino de su Padre.

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

Inclina mi corazón a tus preceptos, / y no al interés

Ignacio de Loyola sostiene en sus Ejercicios que tanto se adelantará en la vida del Espíritu cuanto nos apartemos de todo amor, querer e interés, de todo cálculo de poder.

dame vida con tu justicia

La vida de la justicia se alcanza mediante una caridad discernida.

Mateo 7,15-20



REFLEXIÓN

"Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis".

En nuestro discernimiento cotidiano de hechos y personas debemos contar con criterios como el que nos ofrece esta Palabra evangélica. Mirar la calidad de frutos de un individuo u obra nos puede anticipar la calidad de persona que es.

Pero atravesamos una época compleja de enorme confusión de buenos y malos frutos, simultáneamente en el mismo sembrado.

Hemos de echar mano de otro criterio evangélico que nos dice no arrancar la mala hierba, para no arrancar también el fruto. 

No podemos precipitarnos en juzgar, sino madurar en sabiduría, para que la Palabra muestre el superávit o el déficit de la buena voluntad del corazón.

Alguien que sabe de agricultura o mínimamente de plantas, ve que si una fruta es buena, el árbol o planta es bueno.

También el panorama puede hacerse complejo, en intrincado trenzado de lo bueno y lo malo: árboles que dan algunos frutos buenos, pero no todos.

Tal complejidad requiere una discernimiento espiritual que pondere y sopese el verdadero bien, el más urgente, el más universal, el más generoso y solidario.

Y una voluntaria purificación de todo apego y egoísmos detectado como injustificado y dañino para sí y para otros.

Por eso las escuelas clásicas de espiritualidad encomiaban el sacrificio asceta, para mantener una tendencia a la prontitud en tal purificación purgativa.

Con la mentalidad actual hedonista, que mira el sufrimiento como el mal por definición, se ha echado a pique la estrategia de alerta para detectar nuestra injusticia y proceder e extirparla. 

Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos

Una relación fuera de ley de Dios, puede dar pie a buenas acciones. Pero también colateralmente a injusticias y sufrimiento a otros. Puede ser escándalo para la fe y el amor. Puede producir víctimas.

Entonces: ese árbol será bueno? Es el problema de la justificación, que sólo se resuelve en la misericordia del Señor, confiando en su justo juicio.

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Miércoles 12 de tiempo ordinario

Año Par

2Reyes 22, 13; 23, 1-3

Salmo responsorial: 118

Mateo 7,15-20