Sábado 9 de tiempo
ordinario
Año Impar
Tobías 12,1.5-15.20
REFLEXIÓN
Manifestad a todos las obras del Señor como él se merece, y
no seáis negligentes en darle gracias
En
nuestra generación impactan las encuestas que otorgan al ateísmo confeso un
lugar progresivamente en crecimiento.
Aunque
no se llegue hasta eso muchos, pero muchos, en estos tiempos de la depresión en
auge, son los que miran el mundo y la realidad más como un vaso medio vacío,
que a medio llenar.
La
sabiduría de la Palabra, sin embargo, nos invita a dar gracias al Señor, y
reconocer su intervención favorable y salvífica. Porque haciendo eso, los
creyentes gozamos de buena salud espiritual, manifestada en la esperanza de
hacer vida la bendición inicial de la Creación: Y vio que todo era bueno.
Más hacer hacer limosnas que atesorar dinero. La limosna
libra de la muerte y expía el pecado. Los que hacen limosna se saciarán de
vida. Los pecadores y los malhechores son enemigos de sí mismos
Se
nos da una clave para el gozo y serenidad de la conciencia: la limosna. Porque
dar gracias por lo bueno conlleva compartirlo. Dar gracias y dar limosna,
pertenecen a la misma dinámica de la relación con el Señor.
La
limosna se ha menospreciado porque como todo lo que hacemos, es susceptible de
erosión y caricatura. Así, no son pocos los que miran la misma como una droga
tranquilizadora de la conciencia, ante los grandes desafíos de la iniquidad
estructural.
Sin
embargo, la limosna como gesto de solidaridad, no tiene porque pertenecer a esa
perversión.
Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al
servicio de Dios y tienen acceso ante el Señor de la gloria
La
inclusión de seres intermediarios entre la divinidad altísima y los humanos
terrenales es un motivo cultural, fuera de Israel, patria de la Palabra de
Dios.
Cuando
ésta lo asume no implica necesariamente un intermediario. Sino que más bien
purga este sentido en favor de una cercanía de la presencia amistosa y
favorable del Señor innombrable.
Sin
embargo son muchos los que se dedican al culto de los ángeles, y hasta se pone
de moda en nuestros tiempos.
Como
todo recurso de la vida espiritual, hay que someterlo al discernimiento, para
que al principio, medio y fin del proceso del pensamiento, todo sea bueno,
justo y con amor de ágape.
Interleccional: Tobías 13,2-8
REFLEXIÓN
Él azota y se compadece, / hunde hasta el abismo y saca de
él, / y no hay quien escape de su mano
Hasta
Jesús de Nazareth y sus seguidores, no se reafirma y confirma, con la vivencia
de la resurrección, que el Señor Altísimo como Padre, es el único bueno pero
libérrimo. De este misterio o enigma somos partícipes como hijos.
Por
lo tanto no es exacto figurárselo como un caprichoso hacedor de todo, que
impredeciblemente nos somete a aflicciones para luego cuando estamos a punto de
desaparecer, devolvernos la alegría de la salvación.
Su
testigo, Jesús de Nazareth, puso la carne en el asador de la cruz a favor del
misterio de bondad del Padre.
Por
lo tanto los males e injusticias en el mundo, innegables e inexcusables, no son
pruebas de una deficiente divinidad, y argumentos de su negación, sino el
clamor del Padre bueno, atestiguado por Jesús de Nazareth, para que no durmamos
en paz si nos olvidamos de la solidaridad y la justicia.
Yo le doy gracias en mi cautiverio, / anuncio su grandeza y
su poder / a un pueblo pecador
Es
como parte del testimonio de Jesús de Nazareth, quien en su agonía dio gracias,
no obstante su dolor.
La
carta a los hebreos nos dice que aprendió obediencia en esa coyuntura, no en el
sentido de quien se denigra sino como el que asume proactivamente la mente del
que ordena y se goza con su visión, más allá del propio dolor.
El
dolor de la pérdida y el sufrimiento pueden actuar como una invitación del Amor
Increado a ascender a su comunión para participar de su Designio sobre el mundo.
Marcos 12,38-44
REFLEXIÓN
"¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con
amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de
honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto
de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa."
La
utilización de la suma vulnerabilidad de la persona como es la conciencia que
se entrega a alguien de confianza con la esperanza de salvación, la condena
Jesús.
Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando
dinero
Jesús
un hombre analítico en busca de los hechos reales que configuren la
significatividad de la Palabra que revela el designio del Padre.
muchos ricos
echaban en cantidad; se acercó una viuda
pobre y echó dos reales.
Pero
los hechos para hacerse significativos deben analizarse con criterio, que es el
aporte de la Palabra para nuestra comprensión.
Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las
ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero
ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir
Así
es la limosna que no degenera en caricatura, sino que hace presente la
solidaridad genuina.
Muchas
veces los creyentes de una confesión religiosa hacen mofa de otros que
practican el diezmo, porque se ha prestado al enriquecimiento de los
dignatarios y compromete bienes que pertenecen a los herederos en las familias.
Como
toda realidad histórica la práctica del diezmo puede pervertirse y ser mal
usada. Pero muchos que la practican, aun fuera de la propia confesión o grupo,
dan testimonio de una verdadera entrega en la limosna, porque dan de lo que
necesitan para vivir.
Más
bien los que no lo practicamos podemos estarnos defendiendo de la interpelación
que nos ofrece tal testimonio para
urgirnos a dar limosna de corazón.
Este
es el Dios juez y Padre de Jesús: el que salva el amor humano capaz de
despojarse de sí mismo para darse a Él.
El pobre
y la pobre amados por el Señor, en toda la gama de sus expresiones son los que
viven su carencia en tal forma que ganan libertad de entrega al Señor y los
hermanos.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1667491704411176962?s=20
COMPARTIR LA PALABRA
Tobías 12,1.5-15.20
En los ejercicios espirituales de San Ignacio de
Loyola se dan unos criterios para la recta distribución de limosnas, que ayudan
al ejercitante en su fe y amor solidario, para usar de sus recursos con
discreción de espíritus, y lograr el objetivo bíblico del ágape fraterno.
Interleccional: Tobías 13,2-8
Dar gracias en el cautiverio es encontrar sentido de
salvación en medio de la disfunción de la realidad, cuando nada parece encajar
y se sufre por la humillación, el absurdo y el sinsentido. Dar gracias es un don
precioso que puede ser el antídoto para las fuerzas que impulsan al tentado de
suicidio.
Marcos 12,38-44
Jesús salva
la buena intención de salida en el corazón humano, animándola a ir a mayores
horizontes, para gloria de su Padre. El magis de la vulnerable e invisible
viuda que ofrenda su subsistencia para un bien común, es el desafío a nuestra
instalación, escepticismo, y desolación que prefiere su hacer nada en vez de
colaborar según sus fuerzas. Que prefiere el amor propio a la Gloria de Dios.