sábado, 6 de abril de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Cirilo de Jerusalén Catequesis de Jerusalén 22, Mystagogica 4,1.3-6.9 

Nuestro Señor Jesucristo, en la noche en que iban a entregarlo tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomad, comed; esto es mi cuerpo». Y, después de tomar el cáliz y pronunciar la acción de gracias, dijo: «Tomad, bebed; ésta es mi sangre». Si fue él mismo quien dijo sobre el pan: Esto es mi cuerpo, ¿quién se atreverá en adelante a dudar? Y si él fue quien aseguró y dijo: Esta es mi sangre, ¿quién podrá nunca dudar y decir que no es su sangre? Por lo cual estamos firmemente persuadidos de que recibimos como alimento el cuerpo y la sangre de Cristo. 

REFLEXIÓN

Se plantea, para quien lo ose negar, que se trata de la identidad del Jesús histórico, que en el pan y vino se hace cuerpo y sangre, en una mesa que reúne para alimentar, para servir alimentos. El escenario de una comida persuade que la identidad tiene que ver con alimentación. 

Pues bajo la figura del pan se te da el cuerpo, y bajo la figura del vino, la sangre; para que al tomar el cuerpo y la sangre de Cristo, llegues a ser un solo cuerpo y una sola sangre con él. Así, al pasar su cuerpo y su sangre a nuestros miembros, nos convertimos en portadores de Cristo. Y como dice el bienaventurado Pedro, nos hacemos partícipes de la naturaleza divina. 

REFLEXIÓN

Tomarlo como alimento nos implica en un proceso, conocido por demás, de asimilación, pero a la inversa. Haciéndose nosotros como alimento, compartimos una identidad glorificada, y en él somos divinidad.

En otro tiempo Cristo, disputando con los judíos, dijo: Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tenéis vida en vosotros. Pero como no lograron entender el sentido espiritual de lo que estaban oyendo, se hicieron atrás escandalizados, pensando que se les estaba invitando a comer carne humana. 

REFLEXIÓN

Más bien entendieron a la perfección y por eso se escandalizaron. Lo del sentido espiritual no es para escamotear la realidad, sino trascendente, transignificado, más allá del uso ordinario pero sin evacuar lo real. Un especie de antropofagia, sin la cual no hay participación.

En la antigua alianza existían también los panes de la proposición: pero se acabaron precisamente por pertenecer a la antigua alianza. En cambio, en la nueva alianza, tenemos un pan celestial y una bebida de salvación, que santifican alma y cuerpo. Porque del mismo modo que el pan es conveniente para la vida del cuerpo, así el Verbo lo es para la vida del alma. No pienses, por tanto, que el pan y el vino eucarísticos son elementos simples y comunes: son nada menos que el cuerpo y la sangre de Cristo, de acuerdo con la afirmación categórica del Señor; y aunque los sentidos te sugieran lo contrario, la fe te certifica y asegura la verdadera realidad. La fe que has aprendido te da, pues, esta certeza: lo que parece pan no es pan, aunque tenga gusto de pan, sino el cuerpo de Cristo; y lo que parece vino no es vino, aún cuando así lo parezca al paladar, sino la sangre de Cristo; por eso ya en la antigüedad, decía David en los salmos: El pan da fuerzas al corazón del hombre y el aceite da brillo a su rostro; fortalece, pues, tu corazón comiendo ese pan espiritual, y da brillo al rostro de tu alma. Y que con el rostro descubierto y con el alma limpia, contemplando la gloria del Señor como en un espejo, vayamos de gloria en gloria, en Cristo Jesús, nuestro Señor, a quien sea dado el honor, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

REFLEXIÓN

Vendrán otras categorías en la filosofía tomista a formular la transustanciación como la clave ideológica. Sin embargo no terminará con ello la discusión, y habrá que recurrir a la imposición dogmática. Lo cual tampoco hace unidad.

viernes, 5 de abril de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Viernes de la octava de Pascua

Hechos 4,1-12



REFLEXIÓN

indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran la resurrección de los muertos por el poder de Jesús

En sus inicios la comunidad cristiana comenzó siendo perseguida y acosada, sobretodo por el establecimiento saduceo que impugnaba la resurrección. Un grupo opuesto a Jesús por el poder que éste fue adquiriendo a sus ojos, pero también por la doctrina sacada de las escrituras sobre la vida después de la muerte.

Pero los fariseos se le unieron por su rechazo a las pretensiones mesiánicas de Jesús de Nazareth, según el redactor del evangelio. 

Los hostigaban por realizar su anuncio fundamental y ejercer la función de docencia y exhortación para la conversión. Pero los creyentes los confrontaban con las obras buenas, inspirados por su Mesías. 

La comunidad cristiana, a su vez pasando el tiempo, cayó y cae eventualmente en la tentación de ser perseguidora, cuando la prepotencia en vez de la tolerancia, ha sido su modo estable de proceder.

Ahora la víctima sobrevive en el testimonio de sus seguidores, y la doctrina de vida se arraiga. Han fracasado sus planes. La vida también en este aspecto ha triunfado sobre las maquinaciones del poder aun religioso.

La vida accesible a todos, sobretodo a los que no pensaron tener acceso a ella: los humildes.

"¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso?"

El cuestionamiento que procede del poder es intimidante y se requiere una fortaleza del Espíritu para resistir y mantenerse en pie.

Muchas causas, aun no religiosas, gozan de una inspiración similar, porque algunos activistas logran hacer frente por ese ideal a las persecuciones, cárcel, torturas y hasta la muerte.

Pedro, lleno de Espíritu Santo, respondió

Pedro cuenta con el Espíritu que asesora la defensa por la que se mantiene el mensaje de salvación.

El don del Espíritu útil para la brecha, la trinchera donde se lucha por el Reino de la vida. 

Los testigos de Jesús dan fe que el Reino de Dios, el Reino de los cielos se ha transformado en el Reino de la vida, la vida plena.

ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno

Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular

En la existencia auténtica cristiana del reino es importante vivenciar, dejar sentir, la convicción de ser piedra de desecho, de publicano en la ultima banca del templo, de invitado que se ubica en un sitio modesto, de pequeño con el que se identifica el Señor.

Se trata de una transformación desde dentro, que desdeña las glorias de este mundo, los reconocimientos y halagos, por apreciar la identidad de pobre, que da a entender la gloria de Dios y su señorío.

La pobreza y pequeñez es la confesión a favor del Señor de la vida, quien realiza el designio del Reino en forma inescrutable.

Otro modo de entender la historia, la historia de los que han recuperado la esperanza en Jesús. Por eso su nombre es insustituíble en la historia de salvación.

Salmo responsorial: 117



REFLEXIÓN

La piedra que desecharon los arquitectos / es ahora la piedra angular

Que lo pequeño se goce y gloríe en el Señor

Es el Señor quien lo ha hecho,

Cuando el Señor interviene a favor del pequeño muestra que existe como poder salvador y con amor gratuito y desinteresado.

El reino del Señor Jesús no es de este mundo. Más bien relativiza el poder y vanagloria mundanas.

sea nuestra alegría y nuestro gozo

Nuestro gozo radica también, además de la intervención del Señor, en nuestra participación de este triunfo.

Tal como los votantes que se ven favorecidos en una elección por el triunfo de su candidato, tienen expectativas sobre cómo les afectará positivamente esa victoria.

Juan 21,1-14



REFLEXIÓN

Jesús se apareció otra vez

Las visitas del Señor son un don de su libertad y amor. No se atesoran, se agradecen. Son como un vaso de agua fresca bajo un sol abrasador. Son un aliento que reanima en la fatiga del caminar. Son una cercanía cálida que pacifica nuestro estrés.

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada.

Parece un dejá vu. Todo vuelve a empezar. La rutina de trabajo impone su realidad, porque hay que comer. Puede hasta pensarse si todo lo de Jesús no fue sino un sueño maravilloso, pero sueño al fin.

Las penurias y preocupaciones del afán cotidiano y la existencia en pobreza vuelven a tomar protagonismo, como el agua se cierra en popa tras la apertura de proa.

Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor."

Según el evangelio de Juan, uno es el que lleva la responsabilidad de la comunidad: Pedro, y otro es el amado del Señor. Y éste vive el carisma de la intuición amorosa de la cercanía del Señor. Esta intuición no está ligada necesariamente a la responsabilidad por el rebaño, pero le sirve para conocer dónde está el Señor.

El ideal sería que funcionaran en colaboración como se muestra en el evangelio de Juan, pero sucede que muchas veces funcionan disociados, cuando el poder del responsable se cierra sobre sí mismo y se endurece en sus propios intereses.

No necesariamente el ungido, desde los tiempos de Israel, tenía en sí el don de la sabiduría y el discernimiento. Son carismas que pueden ubicarse esparcidos en la comunidad, y hacemos bien en respetar el espacio en el que se expresen.

Los demás discípulos se acercaron en la barca

Los del montón, los no protagónicos, los no agraciados con ciertos carismas: ni la intuición joanéa, ni la impulsividad petrina. Pero también de ellos se ocupa la Palabra, también ellos tienen lugar en ese Reino nuevo.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Las fuentes del ciclo de encuentros de resurrección no son tímidas en contar la cantidad de encuentros. Más bien son pródigas. De tanto convencer no convencen mucho? O, es difícil callar la evidencia y debe enumerarse para hacer sentir la abundancia de cercanía y presencia del Señor y la vida nueva?

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1517467898108862465?s=20&t=HhbxmbKigc2KeU9jOtVDAg

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Hechos 4,1-12

Salmo responsorial: 117

Juan 21,1-14

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Cirilo de Jerusalén Catequesis de Jerusalén 21, Mystagogica 3,1-3 

Bautizados en Cristo y revestidos de Cristo, habéis sido hechos semejantes al Hijo de Dios. Porque Dios nos predestinó para la adopción nos hizo conformes al cuerpo glorioso de Cristo. Hechos, por tanto, partícipes de Cristo (que significa Ungido), con toda razón os llamáis ungidos; y Dios mismo dijo de vosotros: No toquéis a mis ungidos. Fuisteis convertidos en Cristo al recibir el anticipo del Espíritu Santo: pues con relación a vosotros todo se realizó en símbolo e imagen; en definitiva, sois imágenes de Cristo.

REFLEXIÓN

Semejanza e imagen se relacionan a la creación del primer hombre. Ahora conforme a otro modelo, un modelo humano glorificado, del cual el primero era un anuncio. Todo lo que importa y significa la creación del Génesis, logra su total desvelamiento en la creación pascual, con la posesión del Espíritu de Cristo, todo en símbolo.

 Por cierto que él, cuando fue bautizado en el río Jordán, comunicó a las aguas el fragante perfume de su divinidad y, al salir de ellas, el Espíritu Santo descendió substancialmente sobre el como un igual sobre su igual. Igualmente vosotros, después que subisteis de la piscina, recibisteis el crisma, signo de aquel mismo Espíritu Santo con el que Cristo fue ungido. De este Espíritu dice el profeta Isaías en una profecía relativa a sí mismo, pero en cuanto que representaba al Señor:  el Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren. Cristo, en efecto, no fue ungido por los hombres ni su unción se hizo con óleo o ungüento material, sino que fue el Padre quien lo ungió al constituirlo Salvador del mundo, y su unción fue el Espíritu Santo tal como dice San Pedro: Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, y anuncia también el profeta David: Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; cetro de rectitud es tu cetro real. Has amado la justicia y odiado la impiedad: por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. Cristo fue ungido con el óleo espiritual de la alegría, es decir, con el Espíritu Santo, que se llama aceite de júbilo, porque es el autor y la fuente de toda alegría espiritual, pero vosotros, al ser ungidos con ungüento material, habéis sido hechos partícipes y consortes del mismo Cristo. 

REFLEXIÓN

Lo que sucede con Cristo en su bautismo, es para desentrañar nuestro proceso de filiación como cristificación. Las características sobresalientes de este proceso es la alegría y la fortaleza. La alegría en la fortaleza o la fortaleza alegre. Porque mientras seamos símbolo, hemos de peregrinar, y mantener con fortaleza la alegría de la filiación

Por lo demás no se te ocurra pensar que se trata de un simple y común ungüento. Pues, de la misma manera que, después de la invocación del Espíritu Santo, el pan de la Eucaristía no es ya un simple pan, sino el cuerpo de Cristo, así aquel sagrado aceite, después de que ha sido invocado el Espíritu en la oración consecratoria, no es ya un simple aceite ni un ungüento común, sino el don de Cristo y fuerza del Espíritu Santo, ya que realiza, por la presencia de la divinidad, aquello que significa. Por eso, este ungüento se derrama simbólicamente sobre la frente y los demás sentidos, para que mientras se unge el cuerpo con un aceite visible, el alma quede santificada por el Santo y vivificante Espíritu.

REFLEXIÓN

Los elementos aceite y pan se transforman para significar sus propiedades redimensionadas espiritualmente

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Jueves de la octava de Pascua

Hechos 3,11-26



REFLEXIÓN

¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud?

Quién es el amo y quién el servidor? Pedro es la muestra de la lealtad evangélica: un paradigma de todos los servidores en adelante. 

Se trabaja en nombre de Jesucristo, quien por su Espíritu, que se distribuye desde su exaltación, lleva adelante la extensión del Reino, mediante los siervos creyentes en él.

ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo

La glorificación de Jesús de Nazareth implica una responsabilidad de sus paisanos en esa generación. 

Es probable por la política de sus dirigentes, quienes formularon el dilema: o el reino de Jesús o la aniquilación romana.

Se han dado casos en la historia reciente de tales manejos, como en el caso guerras apoyadas por el grueso de la población, debido a la propaganada de sus políticos.

Se han dado casos incluso de genocidios horrendos e infames de los civiles, supuestamente enemigos, en nombre del patriotismo y la religión.

Sin llegar al extremo del antisemitismo, otra muestra de racismo, no se puede ocultar que la dirigencia del momento que entregó a Jesús a Pilato, estuvo apoyada por turbas, manipuladas o no, que orquestaron su muerte.

Actualmente estas palabras no son unánimemente entendidas como en otros tiempos. Las claves de interpretación se han diversificado. 

La exculpación de Pilatos para algunos es por el oportunismo de los cristianos en dejar bien parados a los romanos.

La calificación para otros de Barrabás no es la de asesino sino la de un guerrillero que luchaba por la independencia de Judea del poder romano. Otro tanto para el Imperio por parte de los cristianos.

Y así los cristianos según otros han desencadenado en la historia un desprestigio para los judíos al hacerlos únicos responsables de la muerte de Jesús.

Ha dejado de ser entonces la Palabra un mensaje fiel en el que podemos fundar nuestra lealtad y fe? Hemos de depurar según las claves de nuestro tiempo y su capacidad crítica las palabras o el texto en el que viene envuelto el mensaje?

matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos

Porque el Dios viviente, por quien apostó Jesús, es la vida misma que no puede ser extinguida, a pesar de los fuegos fatuos de la muerte.

Si observamos la vida mortal, en cuyo entorno nos ubicamos, da muestras y señales de afianzamiento y persistencia, más allá de las debilidades y enfermedades.

Temprano se reconoce a Jesús una posición eminencial en el universo religioso: autor de la vida. Hay detalles en estos discursos en los que resuenan las especulaciones del Logo, que luego se leerán en el evangelio de Juan.

Este es el compromiso público que fundamenta el nuestro: los testigos que dan su vida por lo que creen y atestiguan. Son la cabeza de una procesión de siglos de testimonio, que motivan el propio nuestro, si no en sangre, al menos en existencia densa de fe en Jesús.

No obstante la controversia de las interpretaciones, se afirma lo fundamental: la intervención de Dios en Jesús a través de su Resurrección.

La muerte de Jesús cuya causalidad es polémica y debatida, ha sido desacreditada como hecho terrible debido al poder de matar, venga de donde venga.

En Jesús Resucitado toda potencialidad de la muerte planeada, dirigida, ejecutada por hombres poderosos y ambiciosos ha sido descalificada como impotente en definitiva ante la vida que viene de Dios.

Hay una dimensión de vida sobreabundante que sobrepuja toda pretensión de muerte y su energía corrupta.

éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud

La fraternidad que se formó desde la muerte y resurrección de Jesús asume con plena conciencia su legado: una fe capaz de sanar en todo sentido, carnal y espiritualmente.

En esta convicción descansa nuestra fe, esperanza y amor para quienes tienen la misión de transformar la existencia.

Como se transformó la del paralítico curado por Pedro y Juan.

sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo

Las consecuencias de tal atribución de responsabilidad por parte de una fuente cristiana fue lamentable, porque muchas generaciones judías fueron estigmatizadas posteriormente por ese crucificado, llevando así una herencia opresiva.

Y todo eso a pesar de que Jesús los había perdonado en su patíbulo, porque no sabían lo que se hacían.

Este atenuante borra la malicia de toda culpabilidad, que se da objetivamente, pero no en la libertad de acción completa. Es el consuelo ante el juicio justo del Señor. Y es el consuelo que fundamenta la esperanza de su misericordia. No es como el caso de la ley cuya ignorancia no excusa.

Este mensaje e intervención relativiza la posible mala voluntad de otros actores. Porque la vida que viene de Dios y su Resucitado es también perdón de culpas.

su Mesías tenía que padecer

Los mesías pululan y salen hasta debajo de las piedras. Sólo hay que observar la historia.

Pero todos están interesados además por acrecentar su poder.

Por eso el mesías del Señor debía mostrar que entregaba su vida voluntaria y pacíficamente.

Por eso no se puede tomar a la ligera la Escritura, porque la palabra del Señor se cumple. Y si se cumplió en una realidad como la del padecimiento de su ungido, una realidad que le tocaba tan de cerca, cómo no se cumplirá en los anuncios que se hicieron sobre la salvación de la creación.

arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados

Arrepentirse y convertirse, a ver si…

Ya no hay que apelar a un organismo o estructura que dispense el perdón de los pecados.

Los reformados tuvieron una intuición genial: repudiaron los intermediario para administrar y vender el perdón. 

Sólo que descubrieron que volvían a organizar el perdón en otra estructura, y ese carisma era sofocado en otros ritos.

Parece ineludible la institucionalización de un carisma, sólo que debe servirlo y no sofocarlo.

Así no es posible un perdón sin conversión. Ésta será garantía de un arrepentimiento sincero y comprometido, como no puede fabricarlo ningún rito externo.

Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."

Es una condición básica de la nueva alianza. En complicidad con el pecado se esteriliza la vida y el perdón del Señor.

Salmo responsorial: 8



REFLEXIÓN

¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,

Y respetes su decidir?

Uno se maravilla que el Señor se autolimite en su poder frente al poder de decisión humana.

Nuestro poder es por exclusiva generosidad del Señor: no lo tendrias sino se te hubiera dado, le dijo Jesús a Pilato.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, / lo coronaste de gloria y dignidad, / le diste el mando sobre las obras de tus manos, / todo lo sometiste bajo sus pies

Es Jesús de Nazareth convertido en prototipo de humanidad renovada, el coronado de gloria, por encima de ángeles, dominaciones y potestades.

No debe dar pie en la Humanidad actual a una presunción de superioridad que conlleve la explotación y abuso de la creación, y al antropocentrismo que elimina los otros dominios. Porque la Humanidad actual, hombres y mujeres, no son la Humanidad nueva en plenitud, sino en proceso.

Lucas 24,35-48



REFLEXIÓN

"¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo

Se trata de un relato de aparición del resucitado que insiste en un doble aspecto: no se reconoce a Jesús inicialmente, pero es el mismo Jesús que siempre conocieron.

Él no es un fantasma sino una realidad.

Un fantasma como imagen de alguien que sin pertenecer a este mundo, porque ha muerto, interviene en él con una especie de vitalidad, más conmemorativa de muerte que de vida, y con trazas de nuestras condiciones de vida y no como declarativa de otra distinta. 

Lucas está descartando este modelo para el Jesús Resucitado.

Estos elementos deben formar parte de nuestra fe actual. Un realismo no una ilusión. Un contacto con Jesús que se mantenga en su identidad verdadera.

Se trata de una experiencia espiritual y humana que se da por iniciativa del Padre, quien nos llama al encuentro con su Hijo. Él nos revela a Jesús muerto y resucitado.

La transformación de toda la realidad sin excluir partes es lo propio de la nueva vida. No se pierde lo que hemos sido para bien.

Él lo tomó y comió delante de ellos

Se ha comentado que esta insistencia por parte del redactor tiene que ver con el tipo de lector del evangelio, en el origen.

Se habla de una mezcla de judíos helenistas, aquellos que se habían educado en la diáspora en medio de una cultura griega, y paganos.

Para la cultura helena del entorno, lo sobrenatural era fanasmagórico, solo una apariencia.

La experiencia de Jesús resucitado, según el autor no va por ese camino.

El texto opta por la continuidad de Jesús de Nazareth ahora resucitado.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras

Se nos induce a poner la iluminación de fe propia de nuestra conversión en proceso, al servicio de la Palabra, que es la regla máxima de la fe.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras

Es uno de los mensajes reiterativos y básicos para los primitivos creyentes y en ellos para nosotros: una mente nueva para leer las escrituras y vivirlas.

el perdón de los pecados a todos los pueblos,

De esta nueva vida se desprende la oportunidad de regeneración que tenemos todos.

Vosotros sois testigos de esto

Este es el otro mensaje y uno de los objetivos pastorales de la escritura y el evangelio: convertirnos, transformarnos en testigos del resucitado.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1517105165400260608?s=20&t=duXuVHwNzkj3GOZahVEsew

https://x.com/motivaciondehoy/status/1775851002022801814?s=20

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Hechos 3,11-26

Salmo responsorial: 8

Lucas 24,35-48

jueves, 4 de abril de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Cirilo de Jerusalén Catequesis de Jerusalén 20, Mystagogica 2,4-6 

Fuisteis conducidos a la santa piscina del divino bautismo, como Cristo desde la cruz fue llevado al sepulcro. Y se os preguntó a cada uno si creíais en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Después de haber confesado esta fe salvadora, se os sumergió por tres veces en el agua y otras tantas fuisteis sacados de la misma: con ello significasteis, en imagen y símbolo, los tres días de la sepultura de Cristo. Pues así como nuestro Salvador pasó en el seno de la tierra tres días y tres noches, de la misma manera vosotros habéis imitado con vuestra primera emersión el primer día que Cristo estuvo en la tierra, y, con vuestra inmersión, la primera noche. Porque como el que anda durante el día lo percibe todo, del mismo modo en vuestra inmersión, como si fuera de noche, no pudisteis ver nada; en cambio al emerger os pareció encontraros en pleno día; y en un mismo momento os encontrasteis muertos y nacidos, y aquella agua salvadora os sirvió a la vez de sepulcro y de madre.

REFLEXIÓN

La catequesis mistagógica, pedagogía del misterio, nos da pistas mediante alusiones a imágenes y símbolos, de realidades ocultas a la evidencia de nexos causales positivos, históricos, legales, lógicos.

Más se acerca la poesía, como dicho que invoca realidades y las presenta por gratificaciones estéticas, que se nos hacen presentes y amadas.

Incluso el rito bautismal occidental para infantes, muestra tres chorros de agua sobre su cabecita, invitándonos a traer a la memoria la inmersión y emersión, entrada de muerte en el agua y salida de vida por el Espíritu, todo bajo el conjuro de la Palabra, que no pasa, como la humana.

 Por eso os cuadra admirablemente lo que dijo Salomón, a propósito de otras cosas: Tiempo de nacer, tiempo de morir; pero a vosotros os pasó esto en orden inverso: tuvisteis un tiempo de morir y un tiempo de nacer, aunque en realidad un mismo instante os dio ambas cosas, y vuestro nacimiento se realizó junto con vuestra muerte. ¡Oh maravilla nueva e inaudita! No hemos muerto ni hemos sido sepultados, ni hemos resucitado después de crucificados, en el sentido material de estas expresiones, pero, al imitar estas realidades en imagen hemos obtenido así la salvación verdadera. 

REFLEXIÓN

Se trata de la Imitatio: copia o aproximación a  un original, en este caso Jesús de Nazareth. La copia en una etapa de la antigua retórica, que debe producir un discurso no plagiado sino propio, pero que arranca con la copia.

Cristo sí que fue realmente crucificado y su cuerpo fue realmente sepultado y realmente resucitó; a nosotros, en cambio, nos ha sido dado, por gracia, que, imitando lo que él padeció con la realidad de estas acciones, alcancemos de verdad la salvación. ¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión de sus dolores. No piense nadie, pues, que el Bautismo fue dado sólamente por el perdón de los pecados y para alcanzar la gracia de la adopción, como en el caso del bautismo de Juan, que confería sólo el perdón de los pecados; nuestro bautismo, como bien sabemos, además de limpiarnos del pecado y darnos el don del Espíritu es también tipo y expresión de la Pasión de Cristo. Por eso Pablo decía: ¿Es que no sabéis que los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo Jesús fuimos incorporados a su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte.

REFLEXIÓN

Tipo o figura, que representa misteriosamente, como en anticipo, de forma incompleta.

miércoles, 3 de abril de 2024

BEATO CARLO

BEATO CARLO

De una Homilía pascual de un autor antiguo
                (Sermón 35, 6-9: PL 17 [edición 1879], 696-697)


CRISTO AUTOR DE LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA

El apóstol Pablo, recordando la dicha de la salvación restaurada, exclama: Del mismo modo que por Adán la muerte entró en el mundo, así también por Cristo ha sido restablecida la salvación en el mundo; y también: El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo es del cielo.

Y aun añade: Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, esto es, del hombre viejo, pecador, seremos también imagen del hombre celestial, esto es, del reconocido por Dios, del redimido, del restaurado. Esforcémonos, por tanto, en conservar la salvación que nos viene de Cristo, ya que el mismo Apóstol dice: Primero, Cristo, esto es, el autor de la resurrección y la vida; después, los de Cristo, esto es, los que, imitando el ejemplo de su vida íntegra, tendrán una esperanza cierta, basada en la resurrección del Señor, de la futura posesión de la misma gloria celestial que él posee, como dice el mismo Señor en el Evangelio: El que me sigue no perecerá, sino que pasará de la muerte a la vida.

Así, pues, la pasión del Salvador es la salvación de la vida humana. Para esto quiso morir por nosotros, para que nosotros, creyendo en él, viviéramos para siempre. Quiso hacerse como nosotros en el tiempo, para que nosotros, alcanzando la eternidad que él nos promete, viviéramos con él para siempre.

Éste, digo, es aquel don gratuito de los misterios celestiales, esto es lo que nos da la Pascua, esto significa la ansiada solemnidad anual, éste es el principio de la nueva creación.

Por esto los neófitos que la santa Iglesia ha dado a luz mediante el baño de vida hacen resonar los balidos de una conciencia inocente con sencillez de recién nacidos. Por esto unos castos padres y unas madres honestas alcanzan por la fe una nueva e innumerable progenie.

Por esto, bajo el árbol de la fe, brilla el resplandor de los cirios en la fuente bautismal inmaculada. Por esto los que han nacido a esta nueva vida son santificados con el don celestial y alimentados con el solemne misterio del sacramento espiritual.

Por esto la comunidad de los fieles, alimentada en el regazo maternal de la Iglesia, formando un solo pueblo, adora al Dios único en tres personas, cantando el salmo de la festividad por excelencia: Éste es el día en que actuó el Señor: sea él nuestra alegría y nuestro gozo.

¿De qué día se trata? De aquel que nos da el principio de vida, que es el origen y el autor de la luz, esto es, el mismo Señor Jesucristo, quien afirma de sí mismo: Yo soy el día; quien camina de día no tropieza, esto es, quien sigue a Cristo en todo llegará, siguiendo sus huellas, hasta el trono de la luz eterna; según aquello que él mismo pidió al Padre por nosotros, cuando vivía aún en su cuerpo mortal: Padre, quiero que todos los que han creído en mí estén conmigo allí donde yo esté; para que, así como tú estás en mí y yo en ti, estén ellos en nosotros.

martes, 2 de abril de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA



 Martes de la octava de Pascua

San Anastasio de Antioquía, Sermón 4,1-2 39 

Después que Cristo se había mostrado, a través de sus palabras y sus obras, como Dios verdadero y Señor del universo, decía a sus discípulos, a punto ya de subir a Jerusalén: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los gentiles y a los sumos sacerdotes y a los escribas, para que lo azoten, se burlen de él y lo crucifiquen. Esto que decía estaba de acuerdo con las predicciones de los profetas, que habían anunciado de antemano el final que debía tener en Jerusalén. Las sagradas Escrituras habían profetizado desde el principio la muerte de Cristo y todo lo que sufriría antes de su muerte; como también lo que había de suceder con su cuerpo, después de muerto; con ello predecían que este Dios, al que tales cosas acontecieron, era impasible e inmortal; y no podríamos tenerlo por Dios, si, al contemplar la realidad de su encarnación, no descubriésemos en ella el motivo justo y verdadero para profesar nuestra fe en ambos extremos; a saber, en su pasión y en su impasibilidad; como también el motivo por el cual el Verbo de Dios, por lo demás impasible, quiso sufrir la pasión: porque era el único modo como podía ser salvado el hombre. Cosas, todas éstas, que sólo las conoce él y aquellos a quienes él se las revela; él, en efecto, conoce todo lo que atañe al Padre, de la misma manera que el Espíritu sondea la profundidad de los misterios divinos. El Mesías, pues, tenía que padecer, y su pasión era totalmente necesaria, como él mismo lo afirmó cuando calificó de hombres sin inteligencia y cortos de entendimiento a aquellos discípulos que ignoraban que el Mesías tenía que padecer para entrar en su gloria. Porque él, en verdad, vino para salvar a su pueblo, dejando aquella gloria que tenía junto al Padre antes que el mundo existiese; y esta salvación es aquella perfección que había de obtenerse por medio de la pasión, y que había de ser atribuida al guía de nuestra salvación, como nos enseña la carta a los Hebreos, cuando dice que él es el guía de nuestra salvación, perfeccionado y consagrado con sufrimientos. Y vemos, en cierto modo, cómo aquella gloria que poseía como Unigénito, y a la que por nosotros había renunciado por un breve tiempo, le es restituida a través de la cruz en la misma carne que había asumido; dice, en efecto, san Juan, en su evangelio, al explicar en qué consiste aquella agua que dijo el Salvador que manaría como un torrente de las entrañas del que crea en él. Decía esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado; aquí el evangelista identifica la gloria con la muerte en cruz. Por eso el Señor, en la oración que dirige al Padre antes de la pasión, le pide que lo glorifique con aquella gloria que tenía junto a él, antes que el mudo existiese.

lunes, 1 de abril de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Lunes de la octava de Pascua

Hechos 2,14.22-23



REFLEXIÓN

enteraos bien de lo que pasa

La palabra ofrece una visión de la realidad más allá de la mera apariencia, y que llama a nuestro obsequio de obediencia de fe, incluso contra nuestras repugnancias y simplificaciones.

os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis.

Estamos en las primeras etapas de la reflexión sobe Jesús de Nazaret, antes de una cristología sistemática. Por qué y para qué se dio la misma? No parece que se puedan eliminar los intereses particulares y las ambiciones personales, las cuales tejen la historia que vivimos. Pero también el Espíritu trabaja en la misma para purificar y que se refleje la voluntad salvífica, el designio del Padre en el Hijo. Incluso la purificación adopta formas que podemos intentar excluir porque viene de corrientes contrarias, contradictorias, contestatarias, que son como un azote de la credulidad y la ideología.

La estela del barco permite conocer su movimiento y dirección. El buen o mal crédito entre la gente permite saber de la calidad de las personas.

Sin embargo se dan ambigüedades, ambivalencias, contradicciones y disparidades en lo que a crédito y fama respecta, entre los seres humanos.

Jesús de Nazareth hizo el bien, tuvo buen crédito-a ello se refiere Pedro- pero tuvo detractores, indiferentes, y gente que ni se enteró.

En esta forma Jesús vivió una de sus parábolas: la semilla de la que nace un árbol que se va haciendo grande. Porque Jesús escenificó el Reino en sí mismo y así se plasmó la identidad entre Reino y Jesús confesada por sus seguidores.

Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz

El designio que se menciona existe como destino inexorable en otras mentalidades, como lo que está escrito. En Jesús se nos revela como voluntad amorosa del Padre. 

No es un Dios lejano e indiferente en su Olimpo. Sino un Padre que busca darnos la salvación, que es más que la felicidad, en medio de la libertad de sus criaturas y la malignidad del adversario.

En la trama más profunda existe un designio del que todos participamos como actores. Y aún no quererlo es participar también.

Pero Dios lo resucitó

Este grito y anuncio es nuestra base o plataforma de sentido para una existencia luminosa. Es la luz al final del túnel, es la bahía para la tormenta. El enclave de tierra firme en medio de la ciénaga. La roca inconmovible sobre la cual asentarse y alabar.

Se revoca en Jesús, primer hombre nuevo, la sentencia del viejo Adán. La muerte actúa pero no domina.

mi carne descansa esperanzada

La fe en la resurrección, cuando es vida y dinámica, penetra y desciende hasta los últimos habitáculos del cuerpo y el alma. Produce una certeza y una serenidad que se dejan sentir, en un profundo descanso de la tensión existencial.

no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia

Se trata de un canto que podemos hacer nuestro, ahora con Jesús a la cabeza.

permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy.

El advenimiento del fin en el Jesús glorificado, es escatología realizada, fin del mundo anticipado. Prolepsis. Y lo nuestro? Un compartir de lo mismo? Un transitorio final que ha de ratificarse?

Así nosotros probaremos el sepulcro, pero confiados en participar de la vida que ya es plena en Jesús Resucitado.

Dios resucitó a este Jesús, de lo cual todos nosotros somos testigos

El testimonio humano en la corriente histórica de la tradición, que nos entrega la buena noticia de la llegada del Reino en Jesús Resucitado, es crucial para nuestro sentido de vida personal y social.

ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado

Porque Jesús aún glorificado sigue siendo para el mundo, fuente de Espíritu. No es egocéntrico victorioso. Sino la cabeza de un nuevo cuerpo.

La buena nueva ahora se reparte a manos llenas por el Espíritu, allí donde nos reunimos en su nombre.

Salmo responsorial: 15



REFLEXIÓN

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; / mi suerte está en tu mano

En una cultura apegada a la tierra como lo más sagrado, y el vínculo con los predecesores, a quienes se recuerda para que sigan viviendo, un lote es  el patrimonio y herencia por excelencia.

Decir eso y sentirlo del Señor es declararse única y exclusivamente arraigados en Él, de quien se espera absolutamente todo en la vida, y se descarta cualquier explicación basada en la coincidencia o la mera suerte.

Jesús de Nazareth es para nosotros un maesto y guía en esta experiencia absoluta de Dios, pues él orientó su vida con el Padre como su lote, copa y suerte.

y mi carne descansa serena

Ya la muerte no es el descanso eterno, sino la vida en Jesús Resucitado.

Me enseñarás el sendero de la vida, / me saciarás de gozo en tu presencia, / de alegría perpetua a tu derecha

Porque tuve hambre y me diste de comer, sed…, enfermo…, preso…

Mateo 28,8-15



REFLEXIÓN

impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo(apangello: anunciar enfatizando la fuente y autoridad de la noticia)

La Palabra subraya que se trata de una revelación, no del anuncio de una noticia cualquiera, de una mera información.

Lo que hay que decir, anunciar, dar cuenta, reportar o comunicar es de tal calibre que merece ser recibido con fe, con el obsequio y rendición de la buena voluntad de una persona. Y esto puede darse en diferentes niveles y calidades.

"Alegraos."

Es la petición que hacemos al Señor como fruto de la cuarta semana de los ejercicios de S.Ignacio. Porque la alegría por la bendición de otro es un don que nos despoja del amor propio, querer e interés. Nos perfecciona en el amor solidario que no descansa sino en el bien de otro.

"No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán."

Se organiza la familia de Jesús, la fraternidad universal de hombres y mujeres nuevos. No se debe temer ya el dominio definitivo de la muerte. Es un saludo que toma nuevo significado: El Señor, su beneplácito, esté con uds.

Ahora como nunca antes se ofrece la benevolencia de Dios en el mismo Señor Jesús glorificado.

Y por tanto esta experiencia destierra cualquier temor o fobia. No a un encuentro con una divinidad antropomórfica, que encarna nuestros propios temores ocultos.

No al temor existencial que surge de nuestra conciencia de seres limitados y destinados a morir algún día.

Se pide que este anuncio que viene de Dios sea recibido con una fe que destierre cualquier temor que interfiera con el gozo.

"Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais.”

En paralelo con la narración del paraíso en el Génesis, donde la felicidad de la primera pareja fue atacada por la insidia de la serpiente, que plantó la duda sobre las buenas intenciones de Dios, así en el mismo momento que se anuncia la vida nueva en la resurrección se asoma la insidia de la teoría de la conspiración, para dar una explicación alternativa y maliciosa.

Porque el anti-reino no puede descansar en sus ataques ante la inminencia de su fin. Ya la muerte dejó de ser su victoria.

Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

Hasta hoy y no solo entre los judios.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1516016164966735886?s=20&t=Jhx0fpmLVQg6FqDvHZKT9g

https://x.com/motivaciondehoy/status/1774761499191291940?s=20

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Hechos 2,14.22-23

Salmo responsorial: 15

Mateo 28,8-15