Sábado 5 de tiempo ordinario
1Reyes 12,26-32;13,33-34
REFLEXIÓN
¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de
Egipto!
Cuando
una instancia de poder obliga a tener como absoluto una idea, un
acontecimiento, una memoria y demás, y su objetivos no son salvìficos sino mantener
y expandir su poder, hace una proclama como la de Jeroboam.
La
Palabra como espada de dos filos, hacia otros y hacia así, muestra como en
escáner el modo humano corrupto de proceder:las intenciones egoístas de
aprovechamiento y acumulación de poder sobre todo.
La
Palabra sirve a un juicio permanente, vivo, actual, dinámico pero de
conciencias,en donde se gesta las decisiones que salvan o pierden, y que
generan corrientes edificantes o caóticas.
La
Palabra puede ser objeto de estudio cultural, folklórico, lingüístico,
literario, y cualquier ciencia puede atreverse con ella. Estos abordajes no
deben cubrir ni atenuar ni camuflar su aporte fundamental:el juicio del Señor
para la conversión y salvación de muchos.
Este proceder llevó al pecado a la dinastía de
Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
Un
juicio de la Palabra que no aporta evidencias pero que anima a creer que la
causa profunda de la destrucción de organizaciones sociales de cualquier tipo,
como construcción meramente humanal, está originada por la desviación de la
fidelidad al Señor.
Salmo responsorial: 105
REFLEXIÓN
hemos cometido maldades e iniquidades
Y como
los que transmitimos el juicio de la Palabra somos palabra falible humana,
tenemos que confesar y reconocer que no somos dignos de transmitirlo, que
debemos convertirnos constantemente al mensaje de salvación, pero que no
podemos inhibirnos de transmitir, porque es una misión ineludible.
Se olvidaron de Dios, su salvador
El
olvido de reconocer al Señor su salvación en nuestra liberación, llevó a muchos
testigos de su misericordia a manifestar en sus escritos el dolor por el olvido
del Señor y su misericordia.
Marcos 8,1-10
REFLEXIÓN
no tenían qué comer
Jesús de
Nazaret probó la carencia de comida, el hambre actual y en el horizonte, cuando
se siente la angustia de no saber de dónde vendrá una posible comida. Porque en
la hambruna de muchos congéneres además de la fatiga y el dolor del hambre
fisiológica, se junta la desesperanza de alcanzar una fuente de alimento
estable.
"Me da lástima de esta gente; llevan ya
tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en
ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde
lejos."
Pero su
calidad humana lo lleva a preocuparse más del desfallecimiento de la gente que
lo sigue que de sí mismo.El reino es empatía con la necesidad de salvación
humana en todos los niveles. Y esto significa además incluir las relaciones que
contribuyen a su humanidad como los animales y la fuentes renovables.
¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en
despoblado, para que se queden satisfechos?" Él les preguntó:
"¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron: "Siete.
Ante una
realidad de escasez que llama a la impotencia, Jesús incita la búsqueda de
soluciones desde nosotros mismos, superando la dependencia que reduce nuestra
creatividad, y que fomenta la actitud cómoda que espera que todo se lo den.
La gente comió hasta quedar satisfecha, y de
los trozos que sobraron llenaron siete canastas
Porque
incluso los que todo lo recibieron ayudaron a recoger los sobrantes que
llenaron las canastas.Es decir que primaba el espíritu de cooperación entre
todos.
tomó los siete panes, pronunció la acción de
gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran
Jesús
como Hijo del Padre aportó lo que en aquel momento sabía que era insustituíble:
multiplicar milagrosamente la comida.El Señor Dios aportó en la acción de
gracias del hijo lo que sabía necesitaban sus hijos hambrientos.
Por eso
estamos llamados a calmar la hambruna humana que desencadena nuestros errores
con actitudes de cooperación y dando espacio al Padre para que con nosotros de
comida a sus hijos.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1492466693922250759?s=20&t=J0qkEDBPqB-oL1WJ-oEo9A