Sábado
11 de tiempo ordinario
Año Par
2Crónicas 24, 17-25
REFLEXIÓN
Habéis abandonado al Señor, y él os abandona
Pecar es irnos de la esfera de
influencia del Señor. En respeto de nuestra libertad nos sigue para que
volvamos, pero no fuerza.
No podía ser de otra forma si
somos a su imagen y semejanza: libres.
El rey Joás, sin tener en cuenta los beneficios recibidos de
Yehoyadá, mató a su hijo, que murió diciendo: "¡Que el Señor juzgue y
sentencie!"
El comportamiento humano ingrato
es un misterio. El endurecimiento del corazón para sostenerse en un decisión es
comprensible, pero suicida. Así como nunca entenderemos en el fondo, a alguien
que atentó contra su vida, necesitamos dejar en el Señor el juicio y el perdón.
el Señor le entregó un ejército enorme, porque el pueblo
había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así se vengaron de Joás.
Pensar en juntar estas dos
cosas: derrota y abandono de Dios, no es compatible para nuestro tiempo, cuya
imagen del Señor es la bondad total. Es un rasgo revelado por el Espíritu en la
cultura que ayuda a nuestra relación de fe.
Pero hay que pensar también que,
cuando se consuma un estilo de vida contrario a sus mandatos, se da una
infelicidad, un vacío, una soledad por atreverse a quebrantar valores
apreciados por otros.
Quién
es pueblo? En el AT el pueblo se desviaba a una con sus dirigentes. Hoy en base
al NT el pueblo es el que tiene razón: la voz del pueblo absolutamente es la
voz de Dios.? Otra veleidad del dogmatismo laico que anhela la seguridad y
bendición de la divinidad en algo que se pueda evidenciar, para huir de la
sumisión al misterio.
Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no le dieron
sepultura en las tumbas de los reyes.
Se pronuncia un juicio histórico
final sobre la suerte del rey renegado. Será inspirado? LO inspirado es que aun
a pesar de las condenaciones históricas humanas, falta la definitiva del juicio
trascendente de Dios, que no se expresa
absolutamente por humanos, no obstante nuestras eventuales pretensiones.
Salmo responsorial: 88
REFLEXIÓN
Sellé una alianza con mi elegido
Jesús es la otra cara de la
medalla de la ingratitud y el abandono del Señor. Ha aparecido en nuestra
tierra un leal, un fiel, alguien agradecido al Padre que se recrea en sus
mandatos, hasta el extremo de cumplirlos en el Espíritu que fueron
pronunciados.
"Te fundaré un linaje perpetuo, / edificaré tu trono
para todas las edades."
Por
y para el pueblo, es el designio de Dios, aun contra el pueblo rebelde.
"Castigaré con la vara sus pecados / y a latigazos sus
culpas; / pero no les retiraré mi favor / ni desmentiré mi fidelidad."
A su revelación debemos la
comprensión fundamental sobre la misericordia del Señor y sus pruebas, como
gestos de amor para llamarnos cabe sí.
El
pueblo es corregido para que se convierta, no para que se aniquile.
La
revisión del Estado que se hace hoy, se mueve
más hacia el capital, institucionalmente, que hacia la protección del
Estado hacia los trabajadores.
Por
los cambios sociales actuales vemos que los trabajadores no son los únicos que
deben ser protegidos.
Pero
las medidas neoliberales no ayudan a proteger a nadie de los pequeños.
Aunque sospechemos que sus voceros no lo
son tanto y lucran de ellos.
Mateo 6,24-34
REFLEXIÓN
Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o,
al contrario, se dedicará al primero y
no hará caso del segundo
Es importante que la propia
experiencia de adulterar una relación nos abra la comprensión sobre la
necesidad de ser leales a un solo Señor, un solo amor, sin coqueteos ni
devaneos.
Pero
una cosa es la debilidad como llamamiento a la fuerza del Señor para que venga
en nuestro auxilio, y otra muy diferente es ponerse a su servicio, dejar que
nos domine, abandonar la lucha.
No podéis servir a Dios y al dinero
Millones de personas, miles de
estructuras por ellas alimentadas y soportadas viven del principio contrario:
que se puede servir a Dios y al dinero.
Cualquiera de los sistemas
económicos, incluso los que muestran alguna solidaridad, mantienen su pretensión
de posesión y acumulación de riqueza: de codicia.
El
afán de lucro es una de nuestras más glamorosas debilidades, de todos los
tiempos.
Hoy
reviste la forma de inversión volátil, que llega como depredador a una economía
necesitada y levanta vuela inmediatamente que surge una crisis, dejando ruina y
miseria, sin preocuparse de reparación alguna.
Tantos
lugares quedan arrasados económicamente después de la visita de esas grandes
inversiones.
No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o
beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la
vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni
siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los
alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de
agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
Se dice que gran parte de la
población moderna sufre de agobio y depresión. El horizonte vital está habitado
por temores y riesgos. Crisis es una palabra común y frecuentada en nuestro
discurso.
Será que abrir una ventana a la
dimensión de la Providencia y al sentido de que Alguien vela por nuestras vidas
será alienante? No será importante hacerlo, aun por fines de salud mental al
menos?
Un
texto de una armonía sublime, que inspira el abandono en el Señor y sería el
antídoto del estrés, que nos asedia y asfixia a cada paso, en el mundo agitado
de hoy.
Una
llamada a dejarse cuidar por el Señor, experimentando al Padre que nos ama a
cada paso en nuestra existencia.
Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se
quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de
poca fe?
Una pretensión de solución cuasi
final moderna, es el tribunal de derechos humanos, al que se acude cuando todos
los otros tribunales han fracasado en fallar a favor de nuestros supuestos
derechos.
Quizás debíamos incluir también
la pretensión de una instancia trascendente que da un valor absoluto a nuestra
vida y defiende mejor que nadie nuestros derechos humanos: el Padre de Jesús de
Nazareth. Solo que se requiere fe.
Buscar
sobre todo a Jesús y su estilo de vida, su cosmovisión, sus actitudes, su
testimonio, su fe en el Padre, su amor a los pequeños.
Es
un expresión viva para inspirar el sentido del valor de la persona.
Que
a los ojos de Dios es más preciosa que lo más precioso de la creación, a la que
ya hizo hermosa.
Pero
es sólo abierta para la fe, esta visión de la persona y su nobleza, gloria y
dignidad.
Sobre todo buscad el
reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no
os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día
le bastan sus disgustos.
La justicia del Reino de Dios no
es para el más allá, sino desde ahora. Ni es para que otros hagan, sino para
que la hagamos todos. Se trata de construir la fraternidad.
Se
nos aclara cuál es la ley de la gravedad del universo evangélico y de la
Palabra de Dios: el reino de Dios y su justicia.
La
justicia del Reino no se identifica con ningún ejercicio de justicia inventado
por nosotros, sino que es un horizonte respecto del cual toda justicia humana
debe seguir perfeccionándose.
Incluso
la justicia del derecho canónico eclesiástico, de cualquier confesión
religiosa.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1538131164153712640?s=20&t=qZZMDdmR6xn5G7MQg-Zy_Q