sábado, 21 de mayo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Sábado 5 de Pascua

Hechos 16,1-10



REFLEXIÓN

Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él.

El buen decir de los hermanos es una base para la selección de los ministros. No se da suficiente relieve a este dato silencioso en la formación de la tradición, sino que se le supone o menosprecia.

Ordinariamente la conducta que se espera no se comenta mucho hoy en nuestras sociedades mediáticas. Más bien lo contrario.

Eso nos lleva a darle poco valor a la buena fama. Más bien la mala fama, el escándalo es el pan de cada día, con la consiguiente descalificación de la marcha de la historia y el supuesto fracaso del designio de salvación.

Por contribuir al avance del anti reino, o el entorpecimiento del crecimiento del reino, se ha de ver en esa actitud una estrategia del mal espíritu.

Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego

Incongruencia de Pablo? Por un lado niega la obligación de circuncidar a los gentiles. Pero también busca complacer a los sectores judíos en este caso. Se habrá tomado en cuenta la opinión de Timoteo o se le habrá impuesto la circuncisión? Son consideraciones políticas o evangélicas? O es que hay coyunturas en que las unas y las otras son inseparables, y siempre se prestarán a discusión?

La estrategia misionera de la naciente comunidad, incluído Pablo, fue enfocarse en los creyentes judíos, para predicarles a Jesús el judío crucificado, ahora vivo.

Un colaborador de Pablo llamado Timoteo, sin haberse circuncidado, no habría podido ir a la sinagoga a predicar a Jesús.

La entrada masiva de gentiles vino después, cuando el rechazo de los judíos se consolidó.

En el inicio Pablo actuaba como los judíos cristianos, que tomaban como modelo el trato que los judíos daban a sus conversos  gentiles.

Las circunstancias históricas del ingreso cada vez mayor de gentiles en el camino lo irá haciendo evolucionar en este punto.

Eran tiempos de transición y la novedad no tenía modelos para tomar decisiones.

comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen

Se iba dando una jerarquía y organigrama. Como todo grupo y comunidad que proyecta para el futuro y se institucionaliza aunque sea mínimamente.

Hoy se escuchan fuertes clamores a propósito de las jerarquías y organigramas de las iglesias, de unas más que otras, porque se piensa que han perdido la sencillez, igualdad  y el testimonio de fraternidad de los inicios.

No se soporta la prepotencia de los que asumen la vocería de los cielos porque los desafiará la vocería de la tierra.

Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia

intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió

Las intervenciones del Espíritu de Dios pueden ser de múltiples formas para guiarnos en el cumplimiento de su voluntad, que debemos acatar de buen grado, creyendo que Èl conduce la historia de salvación en la única historia.

La fe de la comunidad del autor de Hechos se centra en la contemplación de las misiones de la comunidad como dirigidas por un actor principal: el Espíritu de Jesús.

Se vive así una pascua permanente porque el Señor crucificado y Glorificado vive en la fraternidad y su servicio al reino.

Pablo tuvo una visión

Pueden ser iluminaciones íntimas que dan claridad sobre decisiones a tomar. Pueden ser sentires profundos para afectarse en algún sentido más que en otro.

"Ven a Macedonia y ayúdanos."

La visión pastoral del apóstol de Jesús es integral, porque apunta a la necesidad humana de salvación, para lo cual hay que entablar una lucha de liberación de los males y esclavitudes que nos oprimen.

Nada de lo humano le es ajeno, en contra de enfoques que reducen el ministerio.

Salmo responsorial: 99



REFLEXIÓN

servid al Señor con alegría

La alegría en el servicio evangélico es señal del buen espiritu. Llevar una existencia apagada y triste, aparte de una prueba del Señor, puede convertirse en un desafío para superar el amor y propio interés.

La alegría se va dando al irse desprendiendo de todo lo que ata.

Es la compañía de quien camina ligero de equipaje.

La alegría y el gozo en el servicio al designio del reino debe ser el indicador apropiado que nos convenza de mantenernos en el camino.

Atraviesa incluso la depresión o tristeza emocional que nos causa nuestra debilidad y el estado del mundo, enseñoreado ilusoriamente por el anti reino.

su pueblo y ovejas de su rebaño

Si algo queda de la revelación de Dios a su pueblo de su etapa nómada, fue el sentido de pastoreo que los unía: un líder que no se parece a ningún otro y una su comunidad unida que lo rodea y se apoya en él como su epicentro.

El amor de un pastor por sus ovejas es tierno, atento a las viscitudes de cada una, dispuesto a socorrer, curar, alimentar, proteger.

Y sus ovejas aunque estén paciendo, o caminando en el sendero, están atentas y ojo avizor sobre la ubicación de su pastor, que es su punto de referencia.

Es el Señor nuestro punto de referencia existencial, estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos?

Le pertenecemos y cuida de nosotros para llegar bien al final del camino.

El Señor es bueno

Es importante concienciar la bondad del Señor, para lograr esa existencia libre de ataduras que perseguimos.

No nos espera lo malo sino lo bueno si servimos al Señor.

Y en todo caso lo malo no prevalecerá.

su fidelidad por todas las edades

su fidelidad se aprecia más en el contraste con la fragilidad humana y la frecuente infidelidad que entre unos y otros nos servimos, causando daño y perjuicio.

Juan 15,18-21



REFLEXIÓN

Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia

Pensaría Jesús que al decirnos esto nos sería más fácil sobrellevar ese odio?

Quizás no en ese sentido, sino en el grado de conciencia y visión que nos es accesible cuando le seguimos: no debiéramos sorprendernos de esa hostilidad contra los creyentes y su comunidad. Eso significa tener parte con Él.

Jesús nos desarma porque señala que no saben lo que hacen, mientra nosotros reaccionamos frente a ese odio pensando que sí lo saben.

Esa es nuestra diferencia y allí hay un trabajo que hacer: hacer las obras del Padre para que sepan lo que hacen.

Así será el Padre quien siga revelándolo.

Lo que nos puede afligir y militar contra la alegría de caminar con el Señor bueno, es el odio del mundo en cuanto al valor que intentamos encarnar.

La fe debe aceptar el reto de mirar más allá de esa confrontación y acechanza para mantenerse en bondad y alegría.

No debemos permitir que la tristeza que acarrea ese odio se enseñoree sobre nosotros, y ponga palos en la rueda de nuestro avance.

Alegrarse porque ese odio y persecución, aún sutil, es como un mensajero de predilección en el seguimiento de Jesús.

Mirar a Jesús, seguramente conlleva sentir su fortaleza al avanzar, porque enfrentó y asumió ese odio sin devolver mal por mal, antes bien por mal.

Otro motivo de aliento para superar el desfallecimiento que se apodera de nosotros por los fracasos en la existencia y en la misión es el acompañamiento que nos hace Jesús, que fue odiado del anti reino.

Algún género de persecución por los valores del reino es señal de elección por parte de Jesús.

todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió

Detrás de esa persecución u hostilidad se encuentra la incapacidad de reconocer a Jesús y en él al Padre.

La discusión sobre Jesús actual, el histórico, el de las religiones, entraña una decisión de fe sobre la identidad de Jesús, como portador del Padre.

Y nosotros somos parte de ese testimonio, por nuestra confesión de Jesús.

Es la misión en la que acompañamos a Jesús en su pueblo: dar a conocer el Padre, para que no lo sigan ignorando ni tampoco la salvación que nos ofrece.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Sábado V semana del Tiempo Pascual

San Agustín Comentario a los salmos 148,1-2

Toda nuestra vida presente debe discurrir en la alabanza de Dios, porque en ella consistirá la alegría sempiterna de la vida futura; y nadie puede hacerse idóneo de la vida futura, si no se ejercita ahora en esta alabanza. Ahora, alabamos a Dios, pero también le rogamos. Nuestra alabanza incluye la alegría, la oración, el gemido. Es que se nos ha prometido algo que todavía no poseemos, y, porque es veraz el que lo ha prometido, nos alegramos por la esperanza; mas, porque todavía no lo poseemos, gemimos por el deseo. Es cosa buena perseverar en este deseo, hasta que llegue lo prometido; entonces cesará el gemido y subsistirá únicamente la alabanza.

REFLEXIÓN

Nuestra alabanza aún no puede ser completamente a-interesada, a-motivada, sobre aquello no resuelto, que requiere ayuda y cooperación de Dios. Seríamos insensatos frente la obra de Dios no completa, y nuestras aún débiles fortalezas. Aún es propio vanagloriarse de no poder, para que nos ayuden a poder. Esa regla paulina es aún vigente.

Por razón de estos dos tiempos –uno, el presente, que se desarrolla en medio de las pruebas y tribulaciones de esta vida, y el otro, el futuro, en el que gozaremos de la seguridad y alegría perpetuas–, se ha instituido la celebración de un doble tiempo, el de antes y el de después de Pascua. El que precede a la Pascua significa las tribulaciones que en esta vida pasamos; el que celebramos ahora, después de Pascua, significa la felicidad que luego poseeremos. Por tanto, antes de Pascua celebramos lo mismo que ahora vivimos; después de Pascua celebramos y significamos lo que aún no poseemos. Por esto, en aquel primer tiempo nos ejercitamos en ayunos y oraciones; en el segundo, el que ahora celebramos, descansamos de los ayunos y lo empleamos todo en la alabanza. Esto significa el Aleluya que cantamos.

REFLEXIÓN

Los tiempos litúrgicos son escenarios de realidades que contribuyen a vivificar en nosotros etapas y pasos de un proceso de liberación-salvación. Echamos mano de lo que conocemos para codificar en ellos simbólicamente dimensiones mistéricas. Así nuestra memoria se nutre, y aún nuestro sueño converge en un único rumbo.

En aquel que es nuestra cabeza, hallamos figurado y demostrado este doble tiempo. La pasión del Señor nos muestra la penuria de la vida presente, en la que tenemos que padecer la fatiga y la tribulación, y finalmente la muerte; en cambio, la resurrección y glorificación del Señor es una muestra de la vida que se nos dará.

REFLEXIÓN

Jesús de Nazareth glorificado es la insignia que encabeza la peregrinación a través de los tiempos: el antes y el después. Con Él en la avanzada no nos perdemos, ni desviamos, si mantenemos en Él nuestra mirada de fe.

Ahora, pues, hermanos, os exhortamos a la alabanza de Dios; y esta alabanza es la que nos expresamos mutuamente cuando decimos: Aleluya. «Alabad al Señor», nos decimos unos a otros; y así, todos hacen aquello a lo que se exhortan mutuamente. Pero procurad alabarlo con toda vuestra persona, esto es, no sólo vuestra lengua y vuestra voz deben alabar a Dios, sino también vuestro interior, vuestra vida, vuestras acciones. En efecto, lo alabamos ahora, cuando nos reunimos en la iglesia; y, cuando volvemos a casa, parece que cesamos de alabarlo. Pero, si no cesamos en nuestra buena conducta, alabaremos continuamente a Dios. Dejas de alabar a Dios cuando te apartas de la justicia y de lo que a él le place. Si nunca te desvías del buen camino, aunque calle tu lengua, habla tu conducta; y los oídos de Dios atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que nuestros oídos escuchan nuestra voz, así los oídos de Dios escuchan nuestros pensamientos.

REFLEXIÓN

La congruencia en  la alabanza, y no  la compartimentación y reducción. Vivimos en el borde del caos social porque la incredibilidad en las buenas palabras nos ha ganado para la desconfianza y la rebeldía.

viernes, 20 de mayo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 5 de Pascua

Hechos 15,22-31



REFLEXIÓN

convertidos del paganismo

Se dice en una palabra, pero paganismo representa muchas corrientes actualmente, que tienen de común la superación, es su intención, de la hegemonía cristiana.

Se dan en el proceso de secularización como caldo de cultivo.

que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo

se trata de una dedicación a lo largo de la duración de la vida, aunque es posible que en diferentes modalidades, estados y estilos de vivir.

no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación

En lo que se insiste es en abstenerse de lo relacionado con el sistema idolátrico del templo pagano.

La fornicación está situada en ese contexto de prostitutas del templo.

Hoy diríamos de cualquier templo-dinero, a cuyo cobijo se generan las fornicaciones y sus hijuelas: lucro, codicia, autoafirmación y autojustificación. Un sistema cerrado de los sin Dios.

Para los creyentes gentiles que habrían de mostrar su rompimiento con los ídolos, no era fácil porque el templo pagano no involucraba sólo vida religiosa, sino vida pública y social.

Para ellos era un cierto morir al mundo en sus centros de sociabilidad e intercambio.

Salmo responsorial: 56




REFLEXIÓN

Te daré gracias ante los pueblos, Señor

Nosotros hoy no tenemos que mostrar a los judíos que seguir a Cristo no es idolatría.

En realidad en la vida común nos da igual lo que piensen ellos en particular.

Pero sí nos debe importar que el mundo sienta que no somos cómplices de idolatría.

Lo cual puede tener su costo en nuestra red social en general.

Juan 15,12-17



REFLEXIÓN

"Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Constituir un signo vivo para el mundo, forjado con amor mutuo, amistad, donación de la vida. Es decir: fraternidad.

Un mundo nuevo de relaciones, que generará consecuencias nuevas, un nuevo reino, un nuevo eón, donde los pequeños son felices.

Amor de agape: predilección, estima, razonable.

a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

Un Espíritu alienta para ir a este conocimiento.

La amistad con Jesús es transparente por iniciativa de él: sabemos qué hay que hacer y cómo vivir para seguirlo y permanecer con él.

y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure

Todo esto nos acarrea una misión: ir y dar fruto. Pero con la vida que llevamos. Mostrando. Significando. Plasmando.

Amor de elección para dar fruto.

Amor de responsabilidad

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BEATO CARLO

 

De los Sermones del beato Isaac, abad del monasterio de Stella
                               (Sermón 42: PL 194, 1831-1832)


PRIMOGÉNITO DE MUCHOS HERMANOS

Así como la cabeza y el cuerpo forman un solo hombre, así también el Hijo de la Virgen y sus miembros elegidos forman un solo hombre y un solo Hijo del hombre. Dice la Escritura: El Cristo íntegro y total lo forman la cabeza y el cuerpo, ya que todos los miembros juntos forman un solo cuerpo, el cual, junto con la cabeza, constituye un solo Hijo del hombre, un solo Hijo de Dios, por su unión con el Hijo de Dios en persona, el cual, a su vez, es un solo Dios por su unión con la divinidad.

Por tanto, todo el cuerpo unido a la cabeza es Hijo del hombre e Hijo de Dios, y aun Dios. De ahí aquellas palabras: Padre, quiero que sean uno, como nosotros somos uno.

Así pues, según este famoso texto de la Escritura, no existe el cuerpo separado de la cabeza, ni la cabeza separada del cuerpo; ni existe el Cristo total, cuerpo y cabeza, separado de Dios.

De manera que todo el conjunto, por su unión con Dios, es un solo Dios; pero el Hijo de Dios está unido con Dios por naturaleza, y el Hijo del hombre está unido con el Hijo de Dios de manera personal, mientras que su cuerpo lo está de un modo místico. Por consiguiente, los miembros de Cristo, unidos espiritualmente a él por la fe, pueden afirmar con todo derecho que son ellos también lo mismo que es él, Hijo de Dios y Dios. Pero él lo es por naturaleza, los miembros por comunicación; él lo es en plenitud, los miembros por participación; finalmente, él es Hijo de Dios por generación, los miembros lo son por adopción, tal como está escrito: Habéis recibido espíritu de adopción filial, por el que clamamos: «¡Padre!»

Según este espíritu, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios, para que el primogénito de muchos hermanos pudiera enseñarnos a decir: Padre nuestro, que estás en el cielo. Y en otro lugar dice el Señor: Subo a mi Padre y a vuestro Padre.

Por el mismo Espíritu por el cual el Hijo del hombre nació del seno de la Virgen como cabeza nuestra, nosotros renacemos en la fuente bautismal como hijos de Dios y como cuerpo del Hijo del hombre. Y, así como él nació inmune de pecado, así también nosotros renacemos por el perdón de nuestros pecados.

Del mismo modo que en la cruz cargó sobre su cuerpo de carne con los pecados de todo el cuerpo, así quiso también que a su cuerpo místico, por la gracia de la regeneración, no le fuese imputado pecado alguno, como está escrito: Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Este hombre dichoso es sin duda el Cristo íntegro, el cual, en cuanto que su cabeza es Dios, él mismo perdona los pecados; en cuanto que la cabeza del cuerpo es un Hijo del hombre, nada tiene personalmente que se le pueda perdonar; y, en cuanto que el cuerpo de la cabeza son muchos, nada se imputa.

Él mismo es justo por sí mismo y se justifica a sí mismo. Él mismo es Salvador y salvado; cargó en su cuerpo sobre el leño los pecados de los cuales limpia a su cuerpo por medio del agua. Ahora continúa salvando por el leño y por el agua, como Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo, los cuales cargó sobre sí mismo, como sacerdote y sacrificio, y como Dios que, ofreciendo su propia persona a sí mismo, por sí mismo se reconcilió a sí consigo mismo, y con el Padre y el Espíritu Santo

jueves, 19 de mayo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 5 de Pascua

Hechos 15,7-21



REFLEXIÓN

dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros

El criterio de novedad para la comunidad y los apóstoles se constituyó en la participación del Espíritu, en una forma cotidiana y vivencial, de manera que se le concebía como el actor principal en la expansión de la fe, mediante las maravillas de Dios que daba a conocer.

pues ha purificado sus corazones con la fe.

El bautismo será una muestra y símbolo de la pertenencia al nuevo pueblo, pero la fe va más allá y sin ese bautismo de agua purificará los corazones creyentes.

Hay desde entonces una primacía de la intención del corazón sobre la formalidad del rito en la dispensación de la gracia y la misericordia del Señor.

Es la dimensión carismática de los sacramentos.

creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús

Es el primer artículo de un Credo de Salvación Redentiva.

Credo en el sentido de nuestra fe operativa, la cual se dinamiza por el Espíritu Santo logrando una conciencia de salvados por gracia, gratuitamente en el nombre del Señor Jesús.

También abarca un sentido de inclusión total e irrestricta de salvación para todo quien acepte al Señor Jesús.

El debate sobre cómo se cristaliza esa conciencia del nombre sobre todo nombre: si exclusiva o plural, puede hacer una caricatura de la expresión universal de salvación:”lo mismo ellos que nosotros”.

Lo primero es reconocer la primacía de Jesús, el que salva, y lo secundario es cómo esa realidad llega a todo hombre y mujer de este mundo.

La ignorancia de lo secundario no puede anular lo primero y esencial: el nombre de Jesús que nos salva a todos.

Se trata del primado en boca de Pedro de la gracia y amor del Padre por medio de Jesús, sobre la obligación que confiera el derecho de la ley.

Con el tiempo el primado de Pedro ha encallado en el derecho canónico más que en la gracia y amor.

Pero de tiempo en tiempo envía mensajeros y señales el Padre para retomar el rumbo. Y en esto muestra más amor si cabe

no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios

la tolerancia y el respeto a los de fuera de la cultura de fe propia es una marca de fábrica del Espíritu de la comunidad cristiana.

que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación y que no coman sangre ni animales estrangulados

No obstante se precisa un mínimo para la pertenencia a una comunidad que camina en la historia con una identidad visible, y para proteger los valores que ella cultiva.

Se precisa también un talante conciliador que condesciende con la cultura de fe de otros hermanos, aunque no sea la propia, y no vaya contra la propia conciencia.

Porque durante muchas generaciones, en la sinagoga de cada ciudad, han leído a Moisés todos los sábados y lo han explicado

En lo dicho por Santiago se recoge la situación que venía del judaísmo en el que los no judíos provenientes de la gentilidad se inscribían como prosélitos, obligándose a la circuncisión y toda la ley, o como temerosos de Dios: meros simpatizantes sin obligaciones.

Todavía no se refleja la situación novedosa de Pablo quien debió decidir, basado en este precedente, no imponer las prácticas judías a los convertidos al camino.

La odiosidad que despertó Pablo se refiere al papel de mediador que para los judeo-cristianos tenía el judaísmo.

Más sin embargo Pablo no descartó del todo la religión de los Padres, manteniendo su valor como una referencia de la promesa de salvación y como herederos también del reino.

Hoy en la revalorización del Jesús histórico y del Jesús judío, se quiere hacer justicia al olvido de ese rol judeo-cristiano en la historia de salvación del camino cristiano.

Eso no debe, por otro lado, minusvalorar el camino paulino de la conversión gentil, como menos vinculado con el Jesús de la historia.

Estas confrontaciones vuelven a dar vida a antiguas divisiones y acepción de personas: gentiles y judíos.

Salmo responsorial: 95



REFLEXIÓN

Cantad al Señor un cántico nuevo

Se trata de la novedad del Espíritu, que ha de ser discernida, para que el amor sea puro.

Hay que animarse a un canto a la novedad del camino cristiano que se desembaraza de cualquier estructura legal que inhiba la caridad y el ágape.

cantad al Señor, toda la tierra

sus maravillas a todas las naciones

Cualquier género de exclusión está inspirado por el anti-reino.

Juan 15,9-11



REFLEXIÓN

permaneced en mi amor.

Permanecer en el amor en el tiempo parece más allá de las fuerzas humanas normales en este tiempo de bienes desechables.

El cambio, la novedad, salir de la rutina, evitar el aburrimiento de lo mismo parecen señales propias de la cultura globalizada actual.

Militan contra los procesos que implican fidelidad, asiduidad, constancia, perseverancia, paciencia, tolerancia en el tiempo y los conflictos.

Jesús nos da muestra de su permanencia en el amor del Padre a quien se vio servir los años de su ministerio hasta el final de cruz.

Así nos pide permanecer en él y no movidos por cualquier viento de cambio.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor

“Entole” en griego podría traducirse con mayor sentido para nuestra mentalidad actual como: objetivos.

Así más que obediencia rígida prohibitiva y negativa, lo que el Señor pide es identificarse con su causa, designio, proyecto.

Alcanzar y lograr los objetivos de su misión: la proclamación del Reino, las bienaventuranzas o felicidades del mismo: Pobreza, misericordia, compasión, búsqueda de la justicia, asumir la persecución que se deriva, purificar el corazón.

En pastoral los creyentes deberían ser movilizados hacia los objetivos del reino, y permanecer en el logro de ellos, lo cual garantiza el amor de Jesús, y en él el del Padre.

para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud

Permanecer al modo de Jesús de Nazareth en los objetivos del Reino, del amor del Padre, acarrea alegría y gozo.

Pero “in crescendo”: progresivamente plenificándose.

En un proceso encarnado en historia: eventos y acontecimientos.

En un proceso discerniente: separando valores del reino de anti-valores del anti-reino.

La señal es el gozo y la alegría.

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BEATO CARLO



 De los Tratados de san Gaudencio de Brescia, obispo
(Tratado 2: CSEL 68, 26. 29-30)

 

LA EUCARISTÍA ES LA PASCUA DEL SEÑOR

 

Uno solo murió por todos, el mismo que ahora en cada una de las asambleas cristianas, por el sacramento del pan y del vino, nos rehace con su inmolación, por la fe en él nos da la vida y, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio, consagra a los que ofrecen esta oblación.

 

Ésta es la carne y la sangre del Cordero, pues aquel pan bajado del cielo afirma: El pan que yo voy a dar es mi carne ofrecida por la vida del mundo. Y con razón su sangre es significada por el vino, ya que, al afirmar él mismo en el Evangelio: Yo soy la vid verdadera, manifiesta con suficiente claridad que el vino es su sangre ofrecida en el sacramento de su pasión; en este sentido el patriarca Jacob había profetizado de Cristo: Lava su ropa en vino y su túnica en sangre de uvas. En efecto, él lavó con su propia sangre la vestimenta de nuestro cuerpo que había tomado sobre sí como una vestidura.

 

El mismo Creador y Señor de la naturaleza, el que hace salir el pan de la tierra, convirtió el pan en su propio cuerpo (porque podía hacerlo y así lo había prometido); y el que había convertido el agua en vino convirtió después el vino en su sangre.

 

Es la Pascua del Señor, dice la Escritura, esto es, el paso del Señor; no tengas por cosa terrena lo que ha sido convertido en algo celestial por obra de aquel que pasó a esa materia y la ha convertido en su cuerpo y sangre.

 

Lo que recibes es el cuerpo de aquel pan bajado del cielo y la sangre de aquella vid sagrada. En efecto, al dar a sus discípulos el pan y el vino consagrados, les dijo: Esto es mi cuerpo; ésta es mi sangre. Creamos, pues, en aquel en quien hemos puesto nuestra confianza: el que es la verdad en persona no puede engañarnos.

 

Por esto, cuando hablaba a la multitud de comer su cuerpo y beber su sangre, y la multitud murmuraba desconcertada: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién es capaz de aceptarlas?, queriendo Cristo purificar con fuego celestial estos pensamientos que, como antes he dicho, han de ser evitados, añadió: El espíritu es el que da vida; la carne no vale nada. Las palabras que yo os he dicho son espíritu y vida.

miércoles, 18 de mayo de 2022

 

Miércoles 5 de Pascua

Hechos 15,1-6



REFLEXIÓN

unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse

Los grupos que toman la vocería y claman por encima de otros creen que así serán más tomados en cuenta sobre sus posturas y convicciones.

No estamos libres en cada comunidad de tales representatividades, y es parte de nuestra pedagogía del discernimiento controlarnos y controlarlos, con paciencia y tolerancia.

Las reacciones violentas en asuntos de creyentes son más índices de debilidad, que de fortaleza en la fe.

La violencia y la imposición no son buenas consejeras.

Qué se hace para lograr ese grado de serenidad y objetividad, que no se confunda con la renuncia a sus valores más apreciados? El aporte de la espiritualidad es muy importante: una espiritualidad para la pastoral.

algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia

En èpocas de contaminación afectivo-conceptual como la que vivimos, paradójicamente, en momentos de exultación comunicacional mediática, incluídos internet y redes sociales, el recurso a la consulta con la autoridad o responsables superiores debiera aumentar, si a la vez estos responsables tienen conciencia y sensibilidad de lo que se les solicita y la coyuntura contextual.

A la consulta pertinente es a lo que siempre debemos inclinarnos, porque nos da oportunidad de moderar y madurar nuestra opinión, así como de fundamentar las estrategias de respuesta.

Algunos pronunciamientos altisonantes e impositivos son más un clamor y urgencia de ser escuchados, y esto puede y debe concederse. Lo cual no es lo mismo que aceptar todo lo que se grita.

algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, intervinieron, diciendo: "Hay que circuncidarlos y exigirles que guarden la ley de Moisés."

La claridad que logra Pablo en su reflexión sobre la calidad y la extensión de la intervención salvadora de Jesús el Señor, se da en un proceso difícil entre bandos y divisionismo de judíos, judeocristianos, judíoshelenos, gentiles prosélitos del judaísmo y cristianos gentiles.

Es un cuadro propio de una babel.

Tiene sentido el texto inicial de Hechos con la venida del Espíritu Santo y cómo todas las nacionalidades escuchaban en sus lenguas el mismo mensaje.

Quizás más un anhelo que una realidad.

 

En todo tiempo y lugar se dan enfoques diversos y algunos encontrados.

Incluso la elección de un Papa cuenta con corrientes de adeptos a una u otra figura. Hasta que se produce el consenso o la mayoría representativa.

Nuestro proceso de fe por ser humano pero inspirado por el Espíritu requiere someterse y abrirse a la realidad de las diversas tendencias. Escucharlas y examinarlas no es sinónimo de claudicar, sino de discernir.

Más bien nuestro tiempo se muestra reacio a la escucha de las voces que parecieran diferentes, sucumbiendo a la tentación del integrismo fundamentalista.

Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto.

La palabra y el Espíritu empujan la historia hacia adelante con novedades que superan tradiciones que se van viendo desfasadas por la realidad.

El cambio sobreviene desde la misma realidad, pero se autoriza mediante un proceso de deliberación, oración y negociación, buscando lo que sea el designio del Señor, más que sólo la propia comodidad o proyecto.

Pablo hubiera podido afincar su liderazgo con una decisión unilateral. Naturalmente tenía una posición menor como apóstol en ese momento y quizás no era estratégico.

Pero decidió consultar con los demás apóstoles. Era el estilo de deliberación en comunidad y no de decisiones aisladas.

En la Historia de la Iglesia hemos asistido a varios tipos de liderazgo. Unos que prefieren el rompimiento con la comunidad. Otros prefieren acatar la autoridad.

No podemos juzgar porque se invoca la objeción de conciencia, que sólo Dios juzga.

Pero el efecto de la división es duro de sobrellevar para las comunidades, que dejan de dar el testimonio que necesita el mundo de unidad y diálogo no solo como valor de fe sino de desarrollo humano.

Hay quienes incluso de buena fe solo miran desde sus costumbres y tradiciones. En la actualidad se aprecia más el cambio de costumbres para nuevas tradiciones.

El evangelio habla de una combinación hecha por el que verdaderamente sabe.

Es la discreción, el sentido común, el reconocimiento de la sabiduría de las anteriores generaciones y las nuevas circunstancias.

Ignacio de Loyola con sus ejercicios espirituales y en ellos las reglas de discernimiento aportó algo fundamental, aunque no era algo totalmente nuevo, a la vida espiritual: el examen intencional, constante y cotidiano para pulsar el Espíritu y según ello tomar decisiones agradables al Señor.

Las nuevas circunstancias llevarían a Pablo a desentenderse de ciertas regulaciones mosaicas y reconocer que en otras tradiciones y culturas también inspiraba el Espíritu.

Curiosamente los fariseos que fueron la mentalidad más avanzada en tiempos de Jesús, se rezagaban en una rigidez y fundamentalismo una vez fueron ingresando los gentiles al camino.

Salmo responsorial: 121



REFLEXIÓN

"Vamos a la casa del Señor"

Al acercarse el final natural de la vida, la aproximación del mundo nuevo definitivo, que es la casa del Padre, debe ser un valor creciente para la fe.

En Jesús vivo que nos ha acompañado desde el bautismo, esta esperanza de vida nueva y definitiva debiera llenarnos de gozo con la convicción serena de la nueva realidad de la que haremos parte en breve tiempo.

Será una bendición poder exclamar esta alegría en la hora del tránsito definitivo.

Sin miedo, con esperanza, aceptar que nuestra morada terrenal se deshaga.

en ella están los tribunales de justicia

Pero cuál justicia: meramente humana?.

Cuando el Vaticano optó por su multisecular procedimiento secretista y ocultista, en previsión de un mayor daño por escándalo, hizo lo adecuado?

Fue suficientemente sensible a las víctimas? Fue más bien protector de sus miembros jerárquicos sacerdotes, religiosos, obispos, cardenales o papas?

Falló el discernimiento del bien verdadero según Dios? O hicieron lo correcto a pesar del anatema mediático?

Juan 15,1-8



REFLEXIÓN

A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto

Una cosas es podar y otra arrancar. Esto último sólo es potestad del labrador, ni siquiera de la vid.

La poda pueden ser las tribulaciones en las que se procesa el reino.

La poda es para dar más fruto. Las circunstancias limitantes y dolorosas de la existencia podemos verlas bajo esta perspectiva alentadora.

El Padre nos ama para dar más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado

También las palabras de la Palabra limpia. Escucharla asiduamente con el corazón de publicano infunde un perdón asentado que se  refleja en el estilo de vida.

Caer en cuenta que la Palabra purifica como el sacramento. La Palabra es el núcleo del sacramento, porque desde ella fue instituído. Lo que se da en la dramatización sacramental está inspirado por la Palabra que en ella alienta e inspira.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada

Cómo pudo Juan reflexionar tan abundantemente estas palabras recordadas como de Jesús, pero que sólo él publicó?

Mediante un vivir más que los otros y vivenciar a Jesús, con un carisma de sabiduría diferente al de los otros apóstoles y discípulos.

Mediante un acumular experiencias de persecuciones, divisiones heréticas y otras mentalidades y culturas le permitió a su intuición amorosa sintetizar y converger hacia una reflexión única e inspiradora.

En sus palabras Jesús es el único y no puede ser vivenciado igual por nadie, porque de su multiforme riqueza nos apropiamos todos por fe.

Jesús el único, como Dios el único.

Y este hombre que compartió tanto afecto e intimidad con Jesús, debió posponer su encuentro definitivo y morir de edad avanzada, según una tradición y su evangelio.

Porque así sirvió mejor al amor que lo eligió.

Así realizó la unión con Jesús de la parábola de la viña: con él todo se puede hacer, sin él nada.

Como el trabajo dignifica y da sentido al hombre, dar fruto da sentido y dignifica la fe.

En la escucha permanente se da la permanencia al Jesús Palabra y en esperanza se fructifica.

luego los recogen y los echan al fuego, y arden

Hoy no se tolera un pensamiento así. Más bien es como un dogma popular que nadie arde. Y todos se perdonan.

Lo cierto es que se arde de amor, se quiera o no.

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BEATO CARLO


 
De la Carta a Diogneto
(Cap. 5-6: Funk 1, 317-321)

 

LOS CRISTIANOS EN EL MUNDO

 

Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto. Su sistema doctrinal no ha sido inventado gracias al talento y especulación de hombres estudiosos, ni profesan, como otros, una enseñanza basada en autoridad de hombres.

 

Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho.

 

Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida.

Los judíos los combaten como a extraños y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar el motivo de su enemistad.

 

Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo. El alma, en efecto, se halla esparcida por todos los miembros del cuerpo; así también los cristianos se encuentran dispersos por todas las ciudades del mundo. El alma habita en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; los cristianos viven en el mundo, pero no son del mundo. El alma invisible está encerrada en la cárcel del cuerpo visible; los cristianos viven visiblemente en el mundo, pero su religión es invisible. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido de ella agravio alguno, sólo porque le impide disfrutar de los placeres; también el mundo aborrece a los cristianos, sin haber recibido agravio de ellos, porque se oponen a sus placeres.

 

El alma ama al cuerpo y a sus miembros, a pesar de que éste la aborrece; también los cristianos aman a los que los odian. El alma está encerrada en el cuerpo, pero es ella la que mantiene unido el cuerpo; también los cristianos se hallan retenidos en el mundo como en una cárcel, pero ellos son los que mantienen la trabazón del mundo. El alma inmortal habita en una tienda mortal; también los cristianos viven como peregrinos en moradas corruptibles mientras esperan la incorrupción celestial. El alma se perfecciona con la mortificación en el comer y beber; también los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan importante es el puesto que Dios les ha asignado, del que no les es lícito desertar.