sábado, 13 de noviembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

SÁBADO 32 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Sabiduría 18,14-16;19,6-9



REFLEXIÓN

Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo.

La satisfacción de la venganza cumplida o de la justicia, que es la venganza más razonable.

Nos rasgamos las vestiduras porque se pueda apelar a la venganza, pero ni nos sonrojamos cuando se menciona la compensación, la indemnización.

Como si por ser dinero en vez de ojo por ojo, fuera menos venganza.

Las verdadera justicia que viene del cielo en la palabra de Jesús es el perdón de los enemigos.

Salmo responsorial: 104



REFLEXIÓN

se acordaba de la palabra sagrada / que había dado a su siervo Abrahán

Es la situación ideal: dejar en sus manos el equilibrio de las cosas, la justicia de la injusticia que nos acarreamos.

Incluyendo el perdón para el que según el Señor lo merece.

Confiar en su juicio más completo y perfecto que el nuestro.

Lucas 18,1-8



REFLEXIÓN

para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse

El desánimo sobre la escucha del Señor a la oración ronda con frecuencia. Es una actividad de paciencia y desalojo paulatino del egoísmo y egocentrismo. Un proceso de criba que nos confronta con nuestra realidad auténtica, que el Espíritu nos invita a aceptar.

"Hazme justicia frente a mi adversario."

Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.""

Por cálculo de interés el humano llega a hacer justicia al vulnerable. Cuánto más debemos esperar si el Señor hace justicia por misericordia. Y nosotros, a nuestra vez.

Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar

De los humildes y pobres suele proceder una actitud de espera confiada, frente a los reveses de la fortuna en sus vidas. Superan la desesperación con un suspiro que los alivia por la esperanza de justicia.

Y aunque el Señor parece tardar para cumplirles, no desmayan en su espera.

Dan así una lección y testimonio a cualquier evangelizador, que así resulta evangelizado.

Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"

Más que Jesús, se pregunta el evangelista frente a la fe que vacila en su comunidad del siglo I, cuando se alarga la venida del Señor. De verdad vendrá?

Y entretanto mueren sin verlo y son perseguidos sin ver su justicia.

La empresa de la fe a medida que pasa el tiempo y no viene el Señor definitivamente, es una tarea fuerte y demanda toda la paciencia disponible, y por eso es motivo de la bienaventuranza de aquellos que sin ver creyeron.

Aun el designio de la Palabra guarda su reserva frente al azar de nuestra libertad.

De ahí la inmensa tarea de cooperar en la propagación de la verdad, que es el ágape fraterno.

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BEATO CARLO

GRATUIDAD DEL PADRE Y ACCIÓN DE GRACIAS CON JESÚS

 De la homilía de un autor del siglo segundo
(Caps. 18,1-20, 5: Funk I,167-171)

PRACTIQUEMOS EL BIEN, PARA QUE AL FIN NOS SALVEMOS

Seamos también nosotros de los que alaban y sirven a Dios, y no de los impíos, que
serán condenados en el juicio. Yo mismo, a pesar de que soy un gran pecador y de que no
he logrado todavía superar la tentación ni las insidias del diablo, me esfuerzo en practicar
el bien y, por temor al juicio futuro, trato al menos de irme acercando a la perfección.
Por esto, hermanos y hermanas, después de haber escuchado la palabra del Dios de
verdad, os leo esta exhortación, para que, atendiendo a lo que está escrito, nos salvemos
todos, tanto vosotros como el que lee entre vosotros; os pido por favor que os arrepintáis
de todo corazón, con lo que obtendréis la salvación y la vida. Obrando así, serviremos de
modelo a todos aquellos jóvenes que quieren consagrarse a la bondad y al amor de Dios.
No tomemos a mal ni nos enfademos tontamente cuando alguien nos corrija con el fin de
retornarnos al buen camino, porque a veces obramos el mal sin darnos cuenta, por
nuestra doblez de alma y por la incredulidad que hay en nuestro interior, y porque
tenemos sumergido el pensamiento en las tinieblas a causa de nuestras malas tendencias.
Practiquemos, pues, el bien, para que al fin nos salvemos. Dichosos los que obedecen
estos preceptos; aunque por un poco de tiempo hayan de sufrir en este mundo,
cosecharán el fruto de la resurrección incorruptible. Por esto, no ha de entristecerse el
justo si en el tiempo presente sufre contrariedades: le aguarda un tiempo feliz; volverá a
la vida junto con sus antecesores y gozará de una felicidad sin fin y sin mezcla de tristeza.

Tampoco ha de hacernos vacilar el ver que los malos se enriquecen, mientras los
siervos de Dios viven en la estrechez. Confiemos, hermanos y hermanas: sostenemos el
combate del Dios vivo y lo ejercitamos en esta vida presente, con miras a obtener la
corona en la vida futura. Ningún justo consigue en seguida la paga de sus esfuerzos, sino
que tiene que esperarla pacientemente. Si Dios premiase en seguida a los justos, la
piedad se convertiría en un negocio; daríamos la impresión de que queremos ser justos
por amor al lucro y no por amor a la piedad. Por esto, los juicios divinos a veces nos
hacen dudar y entorpecen nuestro espíritu, porque no vemos aún las cosas con claridad.
Al solo Dios invisible, Padre de la verdad, que nos ha enviado al Salvador y Autor de
nuestra incorruptibilidad, por el cual nos ha dado también a conocer la verdad y la vida
celestial, a él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 12 de noviembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

VIERNES 32 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Sabiduría 13,1-9



REFLEXIÓN

Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo.

Cada generación vuelve a ser tentada de negación del Creador y su intervención creadora en el universo: en su firmamento, la tierra, los animales, el clima, el universo microscópico.

El conocimiento de los ritmos, frecuencias y detalles hace autosuficientes en el conocimiento de todo y así concluir que no es obra de nadie divino.

Admirados con nuestra capacidad investigadora nos arrogamos la autoría como si conocer fuera hacer, y dominar ciertas secuencias de la vida fuera ser creador.

sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo

En base a sus cálculos hay quienes afirman que no hay más que esto conocido.

Otros por fe afirman que el Creador existe y que tiene un proyecto para nosotros, y lo que se ve es parte de ello.

se descubre por analogía el que les dio el ser

La analogía es la semejanza que construimos a partir de lo creado. Para unos es mero constructo por la necesidad de nominar y adjudicar el desconocimiento sobre un autor.

Para otros son señales que hablan de una entrega a través de lo creado. Se trata de un lenguaje amoroso que habla del cuidado que alguien mantiene sobre nuestra vida.

Este pre-conocido es ya una revelación gratuita a la que especificará mejor otra revelación por su palabra en palabras humanas.

Y como todo es mediado a través del ser humano tiene el valor de la ambigüedad y la ambivalencia pero no de la evidencia irrefutable.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?

No es legítimo pronunciar un juicio sobre el extravío, porque las intenciones las conoce el Señor. Sólo nos queda anhelar que puedan arribar a una definición, no sólo de conocimiento sino de vida, quienes ahora no cuentan con el Creador.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz, / a toda la tierra alcanza su pregón / y hasta los límites del orbe su lenguaje

Esto nos dice el Espíritu que habla en el salmista y que ora en nosotros con gemidos inenarrables: que el Señor habla sin hablar, sin pronunciar; y su voz resuena con su lenguaje propio. Podemos disponernos a escuchar, si acallamos nuestro ruido perturbador.

Lucas 17,26-37



REFLEXIÓN

Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre

El lenguaje apocalíptico habla de irrupción violenta e imprevista en la vida humana, y hace memoria de momentos míticos que aparecen en el Génesis, como imágenes del último día.

Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva

También en momentos de siniestro y desgracia vale lo mismo para conservar la vida, no volverse a buscar nada, y preguntarse por qué unos sí fallecen mientras otros sobreviven.

Es posible que las fuentes del evangelista estén reflejando una realidad posterior a Jesús, pero más cercana a la comunidad de Lucas: la invasión romana bajo Tito a Jerusalén para poner fin a la resistencia del gobierno Zelota.

Y para los creyentes cristianos, dentro y fuera de ese teatro de horror sangriento, significara la catástrofe un acontecimiento relacionado con el rechazo de Jesús.

Hoy nos cuesta hacer ese tipo de relación, porque de la bondad del evangelio del Reino nos hace suponer que no se puede desprender un daño pretendido para nadie.

Aunque del evangelio no, pero de su interpretación por los seres humanos sí.

El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará.

De cuál pérdida de vida se trata? De la que se gasta por el Reino. Es la que más hay que cuidar.

Hay algo superior a la muerte y por eso hay que relativizarla y trascenderla.

Todo esto nos invita en el Espíritu a solicitar sobretodo la misericordia del Todo Amor.

Vivir es una bendición, que solo tiene un sentido, y llegado el momento esa vida logra un acceso a una mejor calidad, entregándola por fe en quien la entrego antes: Jesús de Nazareth.

"Donde se reunen los buitres, allí está el cuerpo."

Una frase enigmática, que hay que mirar en el contexto de la desolación de la guerra y la muerte.

Los escuchas sienten la inquietud del aviso y la ubicación del desastre.

La respuesta puede querer significar que tal acontecimiento será notorio en su mortandad y se darán cuenta, como cuando los buitres se amontonan sobre los despojos.

Esta es una imagen muy fuerte para la cultura judía de entonces, porque un cadáver habría que sepultarlo para hacer una obra buena, con alguien que merece su descanso en el sheol.

Y en la guerra y los seísmos, con una mortandad generalizada, no hay muchas posibilidades de proceder al entierro de los cadáveres.

Por lo tanto se da una profanación generalizada, un escándalo. Tantos y tantas vagan buscando, escarbando, para encontrar a sus relativos desaparecidos.

Los creyentes cristianos dan al Hijo de hombre, Jesús, el significado del final de la historia. Después de él la muerte y la vida tienen otro sentido.

Cuando suceda nos daremos cuenta. Y la única preparación posible es preocuparse de salvar la vida que no termina, salvar el Reino.

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BEATO CARLO

 
SU MADURA INMADUREZ AGRACIADA BRILLÓ Y DIO TESTIMONIO
PERSUADIENDO HACIA EL PADRE PORQUE NOS DEJÓ CONOCER SU AMOR

De la homilía de un autor del siglo segundo
(Caps. 15,1-17, 2: Funk 1,161-167)

CONVIRTÁMONOS A DIOS, QUE NOS LLAMA

Creo que vale la pena tener en cuenta el consejo que os he dado acerca de la
continencia; el que lo siga no se arrepentirá, sino que se salvará a sí mismo por haberlo
seguido y me salvará a mí por habérselo dado. No es pequeño el premio reservado al que
hace volver al buen camino a un alma descarriada y perdida. La mejor muestra de
agradecimiento que podemos tributar a Dios, que nos ha creado, consiste en que tanto el
que habla como el que escucha lo hagan con fe y con caridad.
Mantengámonos firmes en nuestra fe, justos y santos, para que así podamos
confiadamente rogar a Dios, pues él nos asegura: Clamarás al Señor, y te responderá:
"Aquí estoy." Estas palabras incluyen una gran promesa, pues nos demuestran que el

Señor está más dispuesto a dar que nosotros a pedir. Ya que nos beneficiamos todos de
una benignidad tan grande, no nos envidiemos unos a otros por los bienes recibidos. Estas
palabras son motivo de alegría para los que las cumplen, de condenación para los que las
rechazan.
Así, pues, hermanos, ya que se nos ofrece esta magnífica ocasión de arrepentirnos,
mientras aún es tiempo convirtámonos a Dios, que nos llama y se muestra dispuesto a
acogernos. Si renunciamos a los placeres terrenales y dominamos nuestras tendencias
pecaminosas, nos beneficiaremos de la misericordia de Jesús. Daos cuenta que llega el día
del juicio, ardiente como un horno, cuando el cielo se derretirá y toda la tierra se licuará
como el plomo en el fuego, y entonces se pondrán al descubierto nuestras obras, aun las
más ocultas. Buena cosa es la limosna como penitencia del pecado; mejor el ayuno que la
oración, pero mejor que ambos la limosna; el amor cubre la multitud de los pecados, pero
la oración que sale de un corazón recto libra de la muerte. Dichoso el que sea hallado
perfecto en estas cosas, porque la limosna atenúa los efectos del pecado.
Arrepintámonos de todo corazón, para que no se pierda ninguno de nosotros. Si hemos
recibido el encargo de apartar a los idólatras de sus errores, ¡cuánto más debemos
procurar no perdernos nosotros que ya conocemos a Dios! Ayudémonos, pues, unos a
otros en el camino del bien, sin olvidar a los más débiles, y exhortémonos mutuamente a
la conversión.

jueves, 11 de noviembre de 2021

BEATO CARLO

EN LA CARNE DE CARLO CONOCIÓ EL ESPIRITU DE JESÚS 
 
De la homilía de un autor del siglo segundo
(Caps. 13, 2-14, 5: Funk 1,159-161)

LA IGLESIA VIVA ES EL CUERPO DE CRISTO

Dice el Señor: Todo el día, sin cesar, ultrajan mi nombre entre las naciones; y también
en otro lugar: ¡Ay de aquel por cuya causa ultrajan mi nombre! ¿Por qué razón ultrajan el
nombre de Dios? Porque nuestra conducta no concuerda con lo que nuestros labios
proclaman. Los paganos, en efecto, cuando escuchan de nuestros labios la palabra de
Dios, quedan admirados de su belleza y sublimidad; pero luego, al contemplar nuestras
obras y ver que no concuerdan con nuestras palabras, empiezan a blasfemar, diciendo que
todo es fábula y mentira.
Cuando nos oyen decir que Dios afirma: Si amáis sólo a los que os aman no es grande
vuestro mérito, pero grande es vuestra virtud si amáis a vuestros enemigos y a quienes os
odian, se llenan de admiración ante la sublimidad de estas palabras; pero luego, al
contemplar cómo no amamos a los que nos odian y que ni siquiera sabemos amar a los
que nos aman, se ríen de nosotros, y con ello el nombre de Dios es blasfemado.

Así, pues, hermanos, si cumplimos la voluntad de Dios, perteneceremos a la Iglesia
primera, es decir, a la Iglesia espiritual, que fue creada antes que el sol y la luna; pero, si
no cumplimos la voluntad del Señor, seremos de aquellos de quienes afirma la Escritura:
Vosotros convertís mi casa en una cueva de bandidos. Por tanto, procuremos pertenecer a
la Iglesia de la vida, para alcanzar así la salvación.
Creo que no ignoráis que la Iglesia viva es el cuerpo de Cristo. Dice, en efecto, la
Escritura: Creó Dios al hombre; hombre y mujer los creó, el hombre es Cristo, la mujer es
la Iglesia; ahora bien, los escritos de los profetas y de los apóstoles nos enseñan también
que la Iglesia no es de este tiempo, sino que existe desde el principio; en efecto, la Iglesia
era espiritual como espiritual era el Señor Jesús, pero se manifestó visiblemente en los
últimos tiempos para llevarnos a la salvación.
Esta Iglesia que era espiritual se ha hecho visible en la carne de Cristo, mostrándonos
con ello que, si nosotros conservamos intacta esta Iglesia por medio de nuestra carne, la
recibiremos en el Espíritu Santo, pues nuestra carne es como la imagen del Espíritu, y
nadie puede gozar del modelo si ha destruido su imagen. Todo esto quiere decir,
hermanos, lo siguiente: Conservad con respeto vuestra carne, para que así tengáis parte
en el Espíritu. Y, si afirmamos que la carne es la Iglesia y el Espíritu es Cristo, ello significa
que quien deshonra la carne deshonra la Iglesia, y este tal no será tampoco partícipe de
aquel Espíritu, que es el mismo Cristo. Con la ayuda del Espíritu Santo, esta carne puede,
por tanto, llegar a gozar de aquella incorruptibilidad y de aquella vida que es tan sublime,
que nadie puede explicar ni describir, pero que Dios ha preparado para sus elegidos.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

MIÉRCOLES 32 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Sabiduría 6,1-11



REFLEXIÓN

Escuchad, reyes, y entended; aprendedlo, gobernantes

prestad atención, los que domináis los pueblos y alardeáis de multitud de súbditos

el poder os viene del Señor, y el mando, del Altísimo:

Este reconocimiento del poder como prestación de lo alto se puede confesar como creencia y acción de gracias.

Pero no tiene espacio en la concepción del estado laicista, de moda hoy como fruto de la visión secularista del mundo, de la cultura consumista y la globalización economicista.

Se levantan voces de protesta, orquestada y amplificadas por los medios que denuncian medidas neoliberales, corrupción en las finanzas públicas y privadas, capital sin arraigo ni compromiso solidario.

Pueden ser los signos de la oferta de un nuevo orden, aún lejano y sin configurar.

Sin embargo, tampoco en estos movimientos se da una confesión sobre la autoridad como don del Señor, y más bien se pueden identificar tendencias de una lucha de poder para servirse de él.

Lo irónico es que también en los estados teocráticos de diferentes signos, el poder aliena tanto, que sus detentores, aunque den gracias y reconozcan el don, no logran servir en vez de dominar.

La responsabilidad de la ausencia o debilitamiento de esa creencia tiene asidero parcialmente en las religiones organizadas, quienes han ejercido frecuentemente el poder como dominación y no como servicio.

Así a la tentación de opresión que late en la raza humana se suma la falta de testimonio eficaz de quienes han hecho mal uso del poder, en nombre de una creencia o ideología con apariencia de santa.

a los encumbrados se les juzga implacablemente.

No siempre, ni suficientemente en este mundo, lo cual es una realidad frustrante, que clama justicia y una vida más, para que se den cuentas y se afronte la responsabilidad.

A los más humildes se les compadece y perdona

Las víctimas de algún tipo de poder opresivo son dignas de compasión y tolerancia en sus debilidades y faltas. Incluso en sus réplicas de prepotencia, según su grado de sensibilidad y conciencia.

En alguna forma todos formamos parte de alguna cadena de opresión que nos da un porcentaje de victimización.

Pero hacer de esta pre-condición un derecho o licencia para hacer daño es reprobable.

Quién sabrá entonces administrar tal justicia proporcionada a la responsabilidad? Entendemos cotidianamente que nosotros no vemos esa justicia por ningún lado, sino meros atisbos, esbozos y ensayos.

Salmo responsorial: 81



REFLEXIÓN

"Proteged al desvalido y al huérfano, / haced justicia al humilde y al necesitado, / defended al pobre y al indigente, / sacándolos de las manos del culpable."

No se los debe sacar sin que la víctima aprenda a reconocer en sí mismo el mecanismo que lo llevará a replicar en otros el daño sufrido.

Como víctimas de una u otra suerte hemos de aprender que en el reino la justicia no es un derecho que se presta a la exigencia de activistas, insaciables en su venganza, sino un don que nos transforma en pacificadores que conviven en fraternidad.

Lucas 17,11-19



REFLEXIÓN

"Jesús, maestro, ten compasión de nosotros."

Por su actividad: hechos y palabras, Jesús era llamado en muchas formas.

Pero renuente a llamarse con algún título preferencial, excepto el que aparece en el texto que habla de la confesión de Pedro.

"Id a presentaros a los sacerdotes".

De qué le hubiera servido a los leprosos estar sanos por la intervención sanadora de Jesús, sin la declaratoria de sanidad por parte de los funcionarios que los reintegraba a la convivencia social?

Un poco debiéramos reflexionar sobre este modo de actuar como un paradigma social: lo que se intenta curar y reversar es la enfermedad, el daño, el pecado, no el orden capaz de reconocer la sanación. Se trata de restituir la autonomía de la creación.

La agitación social también requiere ser discernida a fin de determinar su sentido final: lo que aporta es destrucción o sanación de la convivencia?

Como nos enseña Ignacio de Loyola en las reglas de discernimiento de espíritus, la consolación, en cuanto soplo del Espíritu, es un proceso que ha de ser vigilado en el principio, medio y fin, para certificar que ha desembocado en una verdadera transformación y no la ha desviado el enemigo por el camino.

Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias

La prioridad, alabada por Jesús al leproso curado, estuvo en volverse a agradecer antes que llegar al sacerdote que declaraba limpio, con lo cual se reintegraría a la sociedad.

Esta prioridad aparece por diferentes partes en los evangelios: la prioridad del Reino, la prioridad de los pecadores arrepentidos, la prioridad de la misericordia sobre los sacrificios del templo, la prioridad del ser humano sobre el sábado. La prioridad del Señor sobre el Estado benefactor, porque éste lo es como don y tarea, no como atributo absoluto e indiscutible.

Este era un samaritano

Lucas escoge un símbolo de heterodoxia para los judíos y así dar a entender lo bien que viene agradecer la sanación, que está al alcance de todos.

Una lección para nosotros sobre quiénes, de verdad, advierten el paso del Señor en su vida y lo agradecen.

No son necesariamente los publicitados paradigmas de perfección y ortodoxia.

Una viejita que enciende una vela en la capilla semioscura de una iglesia, pero no asiste a la misa dominical, por cuidar a su hijo postrado, alaba y da gracias al Señor quizá más sinceramente, que los que cumplen tenaz pero rutinariamente el precepto.

¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?" Y le dijo: "Levántate, vete; tu fe te ha salvado

Alguien que no es del círculo íntimo nos enseña más que los de dentro del círculo íntimo de Jesús.

A pesar de ir con fe suficiente para ser curados, no completaron el proceso con acción de gracias, para una salvación completa, que consiste en el reconocimiento de Jesús de Nazareth en nombre de su Padre.

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BEATO CARLO

EN LA ÉPOCA EN QUE SU DESARROLLO HUMANO SE ABRÍA AL GOZO DE LOS SENTIDOS SUPO CONVIVIR CON EL GOZO DEL ESPÍRITU

 De la homilía de un autor del siglo segundo
(Caps. 10, 1-12,1; 13, 1: Funk 1, 157-159)

PERSEVEREMOS EN LA ESPERANZA

Hermanos míos, hagamos la voluntad del Padre que nos ha llamado y esforcémonos
por vivir ejercitando la virtud con el mayor celo; huyamos del vicio, como del primero de
nuestros males, y rechacemos la impiedad, a fin de que el mal no nos alcance. Porque, si
nos esforzamos en obrar el bien, lograremos la paz. La razón por la que algunos hombres
no alcanzan la paz es porque se dejan llevar por temores humanos y posponen las
promesas futuras a los gozos presentes. Obran así porque ignoran cuán grandes
tormentos están reservados a quienes se entregan a los placeres de este mundo y cuán
grande es la felicidad que nos está preparada en la vida eterna. Y, si ellos fueran los

únicos que hicieran esto, sería aún tolerable; pero el caso es que no cesan de pervertir a
las almas inocentes con sus doctrinas depravadas, sin darse cuenta que de esta forma
incurren en una doble condenación: la suya propia y la de quienes los escuchan.
Nosotros, por tanto, sirvamos a Dios con un corazón puro, y así seremos justos;
porque, si no servimos a Dios y desconfiamos de sus promesas, entonces seremos
desgraciados. Se dice, en efecto, en los profetas: Desdichados los de ánimo doble, los que
dudan en su corazón, los que dicen: "Todo esto hace tiempo que lo hemos oído, ya fue
dicho en tiempo de nuestros padres; hemos esperado, día tras día, y nada de ello se ha
realizado." ¡Oh insensatos! Comparaos con un árbol; tomad, por ejemplo, una vid: primero
se le cae la hoja, luego salen los brotes, después puede contemplarse la uva verde,
finalmente aparece la uva ya madura. Así también mi pueblo: primero sufre inquietudes y
tribulaciones, pero luego alcanzará la felicidad.
Por tanto, hermanos míos, no seamos de ánima doble, antes bien perseveremos en la
esperanza, a fin de recibir nuestro galardón, porque es fiel aquel que ha prometido dar a
cada uno según sus obras. Si practicamos, pues, la justicia ante Dios, entraremos en el
reino de los cielos y recibiremos aquellas promesas que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el
hombre puede pensar.
Estemos, pues, en todo momento en expectación del reino de Dios, viviendo en la
caridad y en la justicia, pues desconocemos el día de la venida del Señor. Por tanto,
hermanos, hagamos penitencia y obremos el bien, pues vivimos rodeados de insensatez y
de maldad. Purifiquémonos de nuestros antiguos pecados y busquemos nuestra salvación
arrepintiéndonos de nuestras faltas en lo más profundo de nuestro ser. No adulemos a los
hombres ni busquemos agradar solamente a los nuestros; procuremos, por el contrario,
edificar con nuestra vida a los que no son cristianos, evitando así que el nombre de Dios
sea blasfemado por nuestra causa

martes, 9 de noviembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

MARTES 32 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Sabiduría 2,23-3,9



REFLEXIÓN

Dios creó al hombre para la inmortalidad

Vale la pena detenerse en la ponderación de esta afirmación.

Tiene la debilidad en estos tiempos más inclinados al canon hebreo como único exclusivamente inspirado, de ubicarse entre los textos que provienen de la relación de judíos de la diáspora con el helenismo de Alejandría.

Tiene la sombra de ser más una reflexión filosófica que revelada por la palabra. Y así entre Primer y Nuevo Testamento se abre una brecha entre minimalistas hebreos y maximalistas griegos.

En todo caso no se puede desarraigar el tema y preocupación por la inmortalidad del alma,  de la vida eterna, y el don de la vida por parte del Dios vivo y por supuesto el testimonio sobre la resurrección de Jesús.

lo hizo a imagen de su propio ser

la vida de los justos está en manos de Dios

La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz.

Se trata de una certeza de fe, no de ciencia

Es más, la ciencia no puede ni debe decir algo sobre lo que no tiene cómo evidenciar.

La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto

Esta sabiduría se asemeja mucho a la tontería de la cruz de Pablo.

Efectivamente, nuestra sabiduría que espera vida, y por eso se conduce con rectitud ahora no obstante las penas, es una tontería para el mundo. Es una tontería que evita la viveza de la injusticia.

Pero la viveza que lleva a la injusticia en quien apenas sobrevive, se puede decir que es un acto primitivo de fe en la vida, que se quiere conservar, aunque debe dar el paso a una vida con los demás, a quienes no se debe dañar.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

su alabanza está siempre en mi boca

De gratis, sin estar seguros de nada, tontamente fiados del Señor, a los ojos no creyentes.

Los creyentes alabando sin parar son para el mundo una invitación y un ánimo para mirar y buscar un sentido ulterior.

El reto consiste en contrastar la alabanza de la boca con las obras en los creyentes. Porque las malas obras dañan y echan al traste tal invitación.

Lucas 17,7-10



REFLEXIÓN

¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"?

Toda una revolución, que el dueño le sirva al empleado, por amor.

¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?

"Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.""

Lo diría Jesús en sí mismo cuando hacía la misión de su Padre: soy un pobre siervo, he hecho lo que tenía que hacer?

Algo puede colegirse de lo que responde al Bautista cuando lo bautiza. Que hay que hacerlo para cumplir con toda justicia.

Y lo que responde a Pedro cuando lava sus pies. Lo que hago ahora no lo entiendes pero lo entenderás después.

El “tengo que” en muchos momentos más que un destino inexorable, implica una dinámica amorosa que deconstruye valores tenidos por únicos y que establecen divisiones, jerarquías, castas, sometimientos, discriminaciones, rechazos y demás, para construir un orden nuevo, una comunidad nueva, un ágape donde unos a otros nos sirvamos, y gocemos con la condescendencia.

Se le puede sugerir a una madre abnegada o un padre providente, que sienta haber hecho lo suficiente y que ya no debe hacer más, o más bien los padres amorosos dejarán de sentir la carga a pesar de los trabajos emprendidos por el bien de los hijos? Lo cual puede prestarse a abuso de ellos. Pero ni eso sienten.

Hay algo en la paternidad y maternidad que implica la siembra de una fraternidad en la dedicación al servicio mutuo.

Con estas palabras Jesús nos echa abajo toda especulación y expectativa sobre un reconocimiento jerárquico o ministerial por lo que hacemos.

Ni padres, ni madres, ni educadores, ni gobernantes, ni eclesiásticos desde el punto de vista del reino de la salvación, tienen fundamento para ninguna exigencia de reconocimiento de gloria.

Porque en esta dimensión todo es servicio y acción de gracias.

Lo interesante es que Jesús lava los pies de los criados y revela a un Padre que recibe jubiloso a los siervos convertidos en amigos de su hijo.

Otra lógica que rompe con la nuestra basada en jerarquías.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1458030444058923015?s=20

BEATO CARLO

 
De la homilía de un autor del siglo segundo
(Caps. 8,1=9,11: Funk 1,152-156)

EL ARREPENTIMIENTO DE UN CORAZÓN SINCERO

Hagamos penitencia mientras vivimos en este mundo. Somos, en efecto, como el barro
en manos del artífice. De la misma manera que el alfarero puede componer de nuevo la
vasija que está modelando, si le queda deforme o se le rompe, cuando todavía está en sus
manos, pero, en cambio, le resulta imposible modificar su forma cuando la ha puesto ya
en el horno, así también nosotros, mientras estamos en este mundo, tenemos tiempo de

hacer penitencia y debemos arrepentirnos con todo nuestro corazón de los pecados que
hemos cometido mientras vivimos en nuestra carne mortal, a fin de ser salvados por el
Señor. Una vez que hayamos salido de este mundo, en la eternidad, ya no podremos
confesar nuestras faltas ni hacer penitencia.
Por ello, hermanos, cumplamos la voluntad del Padre guardemos casto nuestro cuerpo,
observemos los mandamientos de Dios, y así alcanzaremos la vida eterna. Dice, en efecto,
el Señor en el Evangelio: Si no fuisteis de fiar en lo menudo, ¿quién os confiará lo que vale
de veras? Porque os aseguro que el que es de fiar en lo menudo también en lo importante
es de fiar. Esto es lo mismo que decir: "Guardad puro vuestro cuerpo e incontaminado el
sello de vuestro bautismo, para que seáis dignos de la vida eterna".
Que ninguno de vosotros diga que nuestra carne no será juzgada ni resucitará;
reconoced, por el contrario, que ha sido por medio de esta carne en la que vivís que
habéis sido salvados y habéis recibido la visión. Por ello, debemos mirar nuestro cuerpo
como si se tratara de un templo de Dios. Pues, de la misma manera que habéis sido
llamados en esta carne, también en esta carne saldréis al encuentro del que os llamó. Si
Cristo, el Señor, el que nos ha salvado, siendo como era espíritu, quiso hacerse carne para
podernos llamar, también nosotros, por medio de nuestra carne, recibiremos la
recompensa.
Amémonos, pues, mutuamente, a fin de que podamos llegar todos al reino de Dios.
Mientras tenemos tiempo de recobrar la salud, pongámonos en manos de Dios, para que
él, como nuestro médico, nos sane; y demos los honorarios debidos a este nuestro
médico. ¿Qué honorarios? El arrepentimiento de un corazón sincero. Porque él conoce de
antemano todas las cosas y penetra en el secreto de nuestro corazón. Tributémosle, pues,
nuestras alabanzas no solamente con nuestros labios, sino también con todo nuestro
corazón, a fin de que nos acoja como hijos. Pues el Señor dijo: Mis hermanos son los que
cumplen la voluntad de mi Padre.

lunes, 8 de noviembre de 2021

PALABRA COMENATADA

 

LUNES 32 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Sabiduría 1,1-7



REFLEXIÓN

Amad la justicia, los que regís la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con corazón entero.

No puede coexistir el pecado auténtico y la sabiduría, que entraña el razonamiento, el corazón: el todo íntegro.

 

Una pide la otra: la sabiduría pide pensar correctamente del Señor, en la historia, la cultura y la fe.

Cuando la reflexión teológica busca entender y comprender el misterio de Dios se encuentra en un proceso de justicia, porque busca entender correctamente el Señor.

En este proceso, tan valioso, como las propias reflexiones, a la luz de las experiencias, circunstancias y los entornos propios individuales y sociales, encontramos la tradición eclesial que la transmisión nos ofrece. La misma no coincide ni se identifica, siempre y necesariamente, con una tradición eclesiástica particular en tiempo o lugar.

Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían

Porque la revelación se hace a los de corazón puro, a los sencillos y humildes. A los que son poca cosa para el mundo.

Salmo responsorial: 138



REFLEXIÓN

Todas mis sendas te son familiares.

Si alguien nos conoce es el Señor, Padre Nuestro.

allí me alcanzará tu izquierda, / me agarrará tu derecha

La preferencia bíblica es la diestra. Pero aquí son las dos: izquierda y derecha.

Una señal para abrir los oídos a las dos tendencias dominantes que se pelean la hegemonía del poder total humano y se descalifican mutuamente.

Lucas 17, 1-6



REFLEXIÓN

"Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños

Otra traducción puede ser:

Es inevitable que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vienen!

Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeños.

El escándalo como el tropiezo, activa el mecanismo de la trampa que cae sobre una víctima incauta. Porque no es un tropiezo cualquiera, sino el que intencionalmente se pone para dañar.

Pequeño también se le llama al de poca  dignidad en el mundo, quien no pesa mayor cosa a la hora de las decisiones que le pueden afectar.

Los pueblos empobrecidos son pequeños escandalizados a quienes se ha puesto tropiezo para creer en la vida como bendición de Dios, y por consiguiente tropiezan en la fe.

El escándalo o tropiezo en la fe se concreta en todo aquello que desune o tiende a desunir  la comunidad de fe en la vida de Dios.

No se suele enfatizar mucho como parte de la ética neotestamentaria, la responsabilidad por la unión de la comunidad, de fraternidad, que tenemos todos los creyentes.

El escándalo no es solamente este u otro mal proceder, los cuales pueden ir tomando importancia según las circunstancias históricas, sino todo lo que abierta o sutilmente divida una comunidad de ágape.

Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás."

El perdón restituye o regenera el tejido social y las relaciones humanas, si hay arrepentimiento y voluntad de reparación.

Supera la venganza.

Es nacer de nuevo.

"Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería"

"Auméntanos la fe".

Lo que resta es seguir pidiendo que aumentes nuestra fe, para llegar a su perfección, como la que señala la Palabra de Jesús de Nazareth.

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