sábado, 23 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Sábado 16 de tiempo ordinario

Jeremías 7, 1-11



REFLEXIÓN

Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, y habitaré con vosotros en este lugar.Si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones, si juzgáis rectamente entre un hombre y su prójimo, si no explotáis al forastero, al huérfano y a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este lugar, si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal, entonces habitaré con vosotros en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres, desde hace tanto tiempo y para siempre.

Los cristianos nos enorgullecemos de haber superado la creencia del templo como lugar exclusivo de la habitación del Señor.

Incluso la presencia sacramental en el santísimo, para muchos de nosotros no motiva ala visita asidua al Señor.

Más bien manifestamos en las nuevas generaciones que el Señor está dentro de nosotros, que sólo hay que caer en cuenta de la presencia automática del Señor.

La voz del profeta, la Palabra nos quiere sacudir de ese conformismo: sin conducta y acciones justas no hay presencia ni convivencia.

La paradoja y escándalo de un continente bautizado cristiano en su mayoría, que mantenga la injusticia en sus acciones, como se mantiene la fe mágica en la presencia del Señor, es lo que nos debe inquietar.

No os creáis seguros con palabras engañosas, repitiendo: 'Es el templo del Señor, el templo del Señor, el templo del Señor.'

Por qué no tenemos verdadera seguridad en nada. Tu palabra enfatiza que sólo tú eres la seguridad. Y eso en la práctica, no se siente siempre, sino que nos asalta la duda, el temor, la incertidumbre.

Quizás por nuestra poca fe. Quién se encarga que nuestra fe permanezca y se mantenga sólida, o de pie?

Si tú no vienes a socorrernos aún en la fe que debemos tenerte, no permaneceremos.

Estar contigo es como lo contrario de estar en el mundo de hoy, que subraya la autonomía y la seguridad en uno mismo, sin subsidios.

Estar contigo es aceptar la dependencia de tu amor y que te necesitamos siempre.

Pero aun en esto según nuestro siglo, podemos resultar tan disminuídos que nos alejamos del ideal de un ser humano digno.

Es entonces una calle sin salida? Es otro modo de ser humano? Es otro sentido de dignidad? Está pasado de moda, e indigno de nosotros como seres humanos esta alianza de protección contigo?

O más bien tenemos que abrirnos a una comprensión y significado sin estrenar, que nos será revelado por ti oportunamente?

Ven Señor Jesús.

entonces habitaré con vosotros en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres, desde hace tanto tiempo y para siempre

Porque la Tierra Prometida lo es en la medida que el bienestar está de acuerdo con los términos del Señorío de Dios.

Es leche y miel con el Señor. Si no es así el bienestar es una trampa degenerativa.

¿Creéis que es una cueva de bandidos este templo que lleva mi nombre?

Jesús expulsó del templo a los que comerciaban.

Sería una reducción hipócrita centrarse exclusivamente en el mecanismo del poder del mercado. Como si la denuncia al mercado nos librara de la hipocresía de actuar dolosamente e invocar al Señor con aires de justicia en su templo.

El pasaje evangélico que narra cómo Jesús de Nazareth expulsa a los mercaderes del templo, es una activación de la profecía de Jeremías, y según eso, el motivo de su acción no sería sólo lo que atañía a los comerciantes, sino también a toda presunción de seguridad de los creyentes sobre la presencia del Señor a pesar de sus iniquidades.

Porque la presencia del Señor ocurre mientras nos esforzamos en el proceso de realización del reino de justicia y amor.

Mientras proclamamos con la voz y las acciones la novedad de Jesús.

Salmo responsorial: 83



REFLEXIÓN

Dichosos los que viven en tu casa, / alabándote siempre. / Dichosos los que encuentran en ti su fuerza; / caminan de baluarte en baluarte

El paralelismo de este verso del salmo nos ayuda a ampliar el sentido de la presencia del Señor, ya que la alabanza se hace sinónimo de caminar, por lo que quedarse en la alabanza verbal, como indicio de la presencia del Señor, es ignorar que sólo es cumplida cuando actuamos la voluntad del Señor.

Si no, es otro género de hipocresía.

Mateo 13, 24-30



REFLEXIÓN

mientras la gente dormía,

dormir no es un lujo que puede permitirse la gente del Reino. Estar siempre alerta es lo recomendable.

"Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?"

En nuestro afán de coherencia de la fe que profesamos y buscando conducirnos de acuerdo al designio del Señor, hemos de topar con la iniquidad mezclada con el bien en el mundo, en la realidad, aun en nuestro obrar de buena fe.

Es posible que reaccionemos, una vez caigamos en cuenta, llenos de celo para aniquilar ese mal, condenando y ejecutando su destrucción.

Sin embargo el juicio no es nuestra misión, sino la alerta. Porque el juicio está en manos del Señor a su debido tiempo.

Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: 'Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero

Sin embargo el crecimiento de la cizaña es imparable.

La esperanza es que tiene su hora para ser eliminada.

Sólo podemos discernirla mientras llega esa hora, para que no malogre el trigo.

La discusión y debate entre los que disciernen lo que es o no cizaña puede llegar hasta la división y la formación de partidos o bandos.

En la historia de las iglesias y agrupaciones religiosas es común la discrepancia entre los asociados y miembros hasta llegar a la intolerancia y el cisma.

Por eso una voz que asuma el carisma de autoridad es importante para ofrecer un punto de referencia y orientación, para guiarse y mantenerse unidos en la misión del discernir en el reino de Dios.

Es importante desarrollar y mantener la capacidad autocrítica para no caer en el dogmatismo, que paradójicamente niega libertad después de haber exigido libertad de expresión.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Sábado, XVI semana

San Juan Crisóstomo Homilías sobre II Corintios 13,1-2

Sentimos el corazón ensanchado. Del mismo modo que el calor dilata los cuerpos, así también la caridad tiene un poder dilatador, pues se trata de una virtud cálida y ardiente. Esta caridad es la que abría la boca de Pablo y ensanchaba su corazón. «No os amo sólo de palabra –es como si dijera–, sino que mi corazón está de acuerdo con mi boca; por eso, os hablo confiadamente, con el corazón en la mano». Nada encontraríamos más dilatado que el corazón de Pablo, el cual, como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su amor, sin que por ello se dividiera o debilitara su amor, sino que se mantenía íntegro en cada uno de ellos. Y ello no debe admirarnos, ya que este sentimiento de amor no sólo abarcaba a los creyentes, sino que en su corazón tenían también cabida los infieles de todo el mundo.

REFLEXIÓN

Un amor apostólico como el de Pablo, y muchos otros que lo seguirán, es incansable en sus gestos, acciones, sacrificios, que acompañan palabras sentidas y con sentido. Un testimonio que hace mella en nuestra credibilidad y nos inclina al contagio del buen obrar, convirtiéndonos a su vez en esforzados amantes de otros y otras, sin buscar reservarse a nadie con exclusividad.

Por esto, no dice simplemente: «Os amo», sino que emplea esta expresión más enfática: «Nos hemos desahogado con vosotros, sentimos el corazón ensanchado; os llevamos a todos dentro de nosotros, y no de cualquier manera, sino con gran amplitud». Porque aquel que es amado se mueve con gran libertad dentro del corazón del que lo ama; por esto, dice también: Dentro de nosotros no estáis encogidos, sois vosotros los que estáis encogidos por dentro. Date cuenta, pues, de cómo atempera su reprensión con una gran indulgencia, lo cual es muy propio del que ama. No les dice: «No me amáis», sino: «No me amáis como yo», porque no quiere censurarles con mayor aspereza. Y, si vamos recorriendo todas sus cartas, descubrimos a cada paso una prueba de este amor casi increíble que tiene para con los fieles. Escribiendo a los romanos, dice: Tengo muchas ganas de veros; y también: Muchas veces he tenido en proyecto haceros una visita; como también: Pido a Dios que alguna vez por fin consiga ir a visitaros. A los gálatas les dice: Hijos míos, otra vez me causáis dolores de parto; y a los efesios: Por esta razón, doblo las rodillas por vosotros; a los tesalonicenses: ¿Quién sino vosotros será nuestra esperanza, nuestra alegría y nuestra honrosa corona? Añadiendo, además, que los lleva consigo en su corazón y en sus cadenas. Asimismo escribe a los colosenses: Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y por todos los que no me conocen personalmente; busco que tengáis ánimos; y a los tesalonicenses: Como una madre cuida de sus hijos, os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas. Dentro de nosotros no estáis encogidos, dice. Y no les dice solamente que los ama, sino también que es amado por ellos, con la intención de levantar sus ánimos. Y da la prueba de ello, diciendo: Tito nos habló de vuestra añoranza, de vuestro llanto, de vuestra adhesión a mí.

viernes, 22 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Santa María Magdalena

Cantar de los cantares 3, 1-4



REFLEXIÓN

Así dice la esposa: “En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi alma: lo busqué y no lo encontré.

Periodos de búsqueda desde la adolescencia

Y se encontró? Relativamente, parcialmente, provisionalmente, precariamente.

Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad: “¿Visteis al amor de mi alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma."

Una vez se trascienda algún último límite, frontera, paso, umbral o situación, esta búsqueda ha de encontrar el amor de nuestra vida.

Qué puede significar el anhelo de buscar, si no hay quién, en algún lado y momento, se deje encontrar?

La búsqueda fundamental y nuclear de nuestra existencia-el amor personal y exclusivo- no da suficiente fruto.

La búsqueda no se calma ni da tregua, no obstante la cadena de frustraciones e insuficiencias, porque el paradigma inscrito en lo más profundo, es siempre más deconstructivo. Nada de lo creado es suficientemente pleno.

Un canto bíblico de la Palabra, tomando como expresividad el amor humano, con sus goces y angustias.

Se nos muestra más la tendencia encarnacionista de la revelación de Dios, que busca hacer latir en fibra de corazón humano, de hombre y mujer, la energía de amor que Él es.

Todos podemos pasar por experiencia semejante, en búsqueda de nuestra alma gemela, y hemos escuchado historias de logro y de frustración, sobre esa búsqueda.

En nuestro diálogo filial el Señor parece esperar de nosotros una definición radical: que caigamos en cuenta que Él es la verdadera alma gemela.

Pero esta empresa cuesta y duele tanto, que si Él mismo no viene a acompañarnos en el proceso de enamorarnos, no daremos con una solución definitiva.

En este proceso nos ayudan los místicos que han expresado ese  calor amoroso y su insaciable sed por el Señor, para alentarnos en nuestra propia correspondencia.

Salmo responsorial: 62, 2-6.8-9



REFLEXIÓN

mi alma está unida a ti, / y tu diestra me sostiene

La unión es la última etapa de la identificación con alguien, porque lo sentimos propio y lo suyo es mío, y lo mío suyo.

Por la contemplación para alcanzar amor nos enteramos que en este lance mi correspondencia es desde mi tamaño y en lo que buenamente soy y tengo.

Para la identificación se requiere autenticidad.

tú nos embrujaste, y nos dejaste esta ansia, pero te escondes y nos esquivas.

Tarda que nos encuentres aptos para ti.

Tu gracia vale más que la vida

Toma tiempo darse cuenta de ello. Es tu gracia la protagonista.

mi alma está unida a ti,

Es lo que queda por vivir: la unión, por ahora trabajosa, fatigosa, en penuria.

Cuando entramos en este recinto espiritual se densifica tu presencia, por tu palabra.

Por las lecturas ha aparecido la eucaristía como algo más que conquistar para un mejor sentido de logro en el itinerario.

Es la eucaristía nuestro don cristiano, algo cumbre junto a la presencia de la Palabra.

Un paso más en dirección a la unión de corazón, de voluntad, de ser.

Porque la inquietud que has grabado en nuestro centro no cesa de pastorearnos, aunque tropecemos, nos detengamos o nos desvíemos.

Juan 20,1.11-18



REFLEXIÓN

dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús

Como querubines en el arca de la alianza, que eran recuerdos de una presencia que fue.

Como las reliquias hablan del pasado, no del presente.

ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús

Una situación previa a la iluminación del Espíritu y su don de la gracia. La penumbra de quien se dispone a una revelación.

Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!

Nos llama por el nombre, para que le correspondamos y lo nombremos a su vez.

Suéltame, que todavía no he subido al Padre

La consumación de la búsqueda todavía tardará.

ve a mis hermanos y diles

Entretanto la misión prosigue nutriéndose del amor que nos está entregando.

María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto

Lo hizo a pesar de que sabía que su testimonio era de una excluída de la sociedad patriarcal.

Y así el Señor elige testigos informales para transmitir suavemente su mensaje. Se escogió, como dice Pablo, lo débil para confundir lo fuerte.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 


SANTA MARÍA MAGDALENA

De las homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los evangelios 

María Magdalena, cuando llegó al sepulcro y no encontró allí el cuerpo del Señor, creyó que alguien se lo había llevado y así lo comunicó a los discípulos. Ellos fueron también al sepulcro, miraron dentro y creyeron que era tal como aquella mujer les había dicho. Y dice el evangelio acerca de ellos; Los discípulos se volvieron a su casa. Y añade, a continuación: Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. 

Lo que hay que considerar en estos hechos es la intensidad del amor que ardía en el corazón de aquella mujer, que no se apartaba del sepulcro, aunque los discípulos se habían marchado de allí. Buscaba al que no había hallado, lo buscaba llorando y, encendida en el fuego de su amor, ardía en deseos de aquel a quien pensaba que se lo habían llevado. Por esto, ella fue la única en verlo entonces, porque se había quedado buscándolo, pues lo que da fuerza a las buenas obras es la perseverancia en ellas, tal como afirma la voz de aquel que es la Verdad en persona: El que persevere hasta el final se salvará. Primero lo buscó, sin encontrarlo; perseveró luego en la búsqueda, y así fue como lo encontró; con la dilación, iba aumentando su deseo, y este deseo aumentado le valió hallar lo que buscaba. 

Los santos deseos, en efecto, aumentan con la dilación. Si la dilación los enfría, es porque no son o no eran verdaderos deseos. Todo aquel que ha sido capaz de llegar a la verdad es porque ha sentido la fuerza de este amor. Por esto dice David: Mi alma tiene sed de Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Idénticos sentimientos expresa la Iglesia cuando dice, en el Cantar de los cantares: Estoy enferma de amor; y también: Mi alma se derrite. Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? Se le pregunta la causa de su dolor con la finalidad de aumentar su deseo, ya que, al recordarle a quién busca, se enciende con más fuerza el fuego de su amor. Jesús le dice: «¡María!» Después de haberla llamado con el nombre genérico de «mujer», sin haber sido reconocido, la llama ahora por su nombre propio. Es como si le dijera: «Reconoce a aquel que te reconoce a ti. Yo te conozco, no de un modo genérico, como a los demás, sino en especial». María, al sentirse llamada por su nombre, reconoce al que lo ha pronunciado, y, al momento, lo llama: «Rabboni», es decir: «Maestro», ya que el mismo a quien ella buscaba exteriormente era el que interiormente la instruía para que lo buscase.

jueves, 21 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 16 de tiempo ordinario

Jeremías 2, 1-3. 7-8. 12-13



REFLEXIÓN

Recibí esta palabra del Señor

En la concatenación cotidiana de lecturas y reflexiones podemos bajar imperceptiblemente la sensibilidad de la conciencia suficientemente crítica o madura, y caer en el automatismo que asume esta actividad como inspirada.

Debemos ponernos en alerta y en guardia contra esa presunción, porque sabemos que somos un campo de fuerzas y no todas movidas por la pureza de intención, o dicho de otra forma: por el amor de ágape, fraternal.

Hoy en día se puso de moda la certificación, la acreditación de unas organizaciones por otras de mayor éxito, eficacia y calidad.

Nosotros en nuestro vivir corriente ansiamos una especie de acreditación para vernos con crédito suficiente en lo que emprendamos. También en nuestras expectativas de sentido y significado de la existencia, anhelamos vernos acreditados, justificados.

Por eso creemos que la palabra que leemos es la Palabra inspirada por Dios y la moción que sentimos al calor de ella, es también inspirada por su Espíritu.

Así nos lo confirma Ignacio en las reglas de discernimiento de los ejercicios espirituales, pero en conciencia crítica: abriéndose a la posibilidad del auto-hetero-engaño, y de la búsqueda egoísta del propio interés.

Los profetas como Jeremías plasmaron sus oráculos y también sus seguidores, como si de la voz de Dios se tratase.

Pero las circunstancias concretas e históricas de la entrega de esa voz y palabra, con sus malosentendidos, incomprensiones y persecuciones, ponían a prueba la fortaleza de esa presupuesta inspiración.

Así nosotros en nuestro peregrinar de fe, sólo podremos ir convenciéndonos y convenciendo de su inspiración a la Palabra, en la medida que vivamos y atravesemos con esa fe las contingencias adversas y desafiantes de la existencia.

Los sacerdotes no preguntaban: '¿Dónde está el Señor?', los doctores de la ley no me reconocían, los pastores se rebelaron contra mí, los profetas profetizaban por Baal, siguiendo dioses que de nada sirven.

Cómo puede la fe acreditarse, justificarse como inspirada con tales conductas indignas personales y colectivas?

No solo blasfemamos con la palabra sino también con nuestras acciones y omisiones.

Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes, aljibes agrietados, que no retienen el agua

La belleza literaria de este versículo es su único comentario y reflexión.

Salmo responsorial: 35



REFLEXIÓN

en ti está la fuente viva

Con la abundancia de contaminación de las fuentes de agua, se echa de menos las fuentes de agua viva como un bien preciado.

Nuestra contaminación ambiental es una metáfora de nuestra corrupción social. Alcanzaremos a reciclarnos y regenerarnos en espíritu, para volver al gozo del agua viva pura?

De parte del Señor de la vida sí, porque es la fuente de la eterna juventud. De parte nuestra no sabemos.

Mateo 13, 10-17



REFLEXIÓN

Por qué les hablas en parábolas?

se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no

Una concesión que aboga el primado del don de Dios.

Suena horrible a nuestros oídos igualitarios de hoy. Es como discriminar: unos sí y otros no. Cómo compaginarlo con el relato sencillo de las parábolas, apto para el público común?

Hay que tener en cuenta las necesidades propias de las comunidades en las que brota el relato del evangelista para no sentirnos tan desobordados por la paradoja:

transparencia del anuncio de salvación vs. Selectividad y elitismo.

Quizá en el proceso de fe de las comunidades no faltaron quienes creían tener asegurado el sentido correcto del mensaje evangélico y prescindían de la comunión fraterna.

Entonces al cabo ellos eran los que no entendían el verdadero sentido. Porque la Palabra como don del Padre se ha entregado a la fe que se plenifica en comunidad de fe.

Y como partícipe de esa comunidad de fe se encuentra el aporte del magisterio apostólico. El cual también puede perder el rumbo del sentido verdadero si se desgaja de la comunidad fraterna.

Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene

Una ley de la conservación de la energía que funciona hacia su aumento, no su disminución, a partir del tener fe.

está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo les cure.

Terrible pero posible

Entender las parábolas, como antiguamente la profecía de los profetas, require convertirse al amor fraterno.

¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron."

La bienaventuranza o felicidad de vivir la fe como don y tarea.Porque la buena nueva es felicidad para los que la conquistan.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Jueves, XVI semana

San Ambrosio Comentario sobre los salmos 43,89-90:

¿Por qué nos escondes tu rostro? Cuando estamos afligidos por algún motivo nos imaginamos que Dios nos esconde su rostro, porque nuestra parte afectiva está como envuelta en tinieblas que nos impiden ver la luz de la verdad. En efecto, si Dios atiende a nuestro estado de ánimo y se digna visitar nuestra mente, entonces estamos seguros de que no hay nada capaz de oscurecer nuestro interior. Porque, si el rostro del hombre es la parte más destacada de su cuerpo, de manera que cuando nosotros vemos el rostro de alguna persona es cuando empezamos a conocerla, o cuando nos damos cuenta de que ya la conocíamos, ya que su aspecto nos lo da a conocer, ¿cuánto más no iluminará el rostro de Dios a los que él mira? En esto, como en tantas otras cosas, el Apóstol, verdadero intérprete de Cristo, nos da una enseñanza magnífica, y sus palabras ofrecen a nuestra mente una nueva perspectiva. Dice, en efecto: El Dios que dijo: «Brille la luz del seno de la tiniebla» ha brillado en nuestros corazones, para que nosotros iluminemos, dando a conocer la gloria de Dios, reflejada en Cristo. Vemos, pues, de qué manera brilla en nosotros la luz de Cristo. Él en efecto, el resplandor eterno de las almas, ya que para esto lo envió el Padre al mundo, para que, iluminados por su rostro, podamos esperar las cosas eternas y celestiales, nosotros que antes nos hallábamos impedidos por la oscuridad de este mundo. ¿Y qué digo de Cristo, si el mismo apóstol Pedro dijo a aquel cojo de nacimiento: Míranos? Él miró a Pedro y quedó iluminado con el don de la fe; porque no hubiese sido curado si antes no hubiese creído confiadamente. Si ya el poder de los apóstoles era tan grande, comprendemos por qué Zaqueo, al oír que pasaba el Señor Jesús, subió a un árbol, ya que era pequeño de estatura y la multitud le impedía verlo. Vio a Cristo y encontró la luz, lo vio y él, que antes se apoderaba de lo ajeno, empezó a dar lo que era suyo

REFLEXIÓN

Como nadie puede subsistir sin la luz del rostro de Dios iluminado sobre nosotros, en la aparente oscuridad, así el Espíritu nos vuelve a Cristo que ilumina con su rostros el misterio del Padre Dios, y lo  ilumina por las buenas obras de sus enviados . De ahí que cuando afligidos por la oscuridad clamamos que nos ha escondido su rostro, hagamos el esfuerzo de buscar en la fraternidad la luz que echamos de menos.

miércoles, 20 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 16 de tiempo ordinario

Jeremías 1, 1. 4-10



REFLEXIÓN

"Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles."

Fundamento teológico bíblico para respetar la vida humana desde la concepción.

Frente a esto la opinión de que el ser humano sólo se muestra como tal dentro del útero cuando adquiere una configuración humana, porque antes es sólo un amasijo de células.

Y todavía más, que la intervención contra el embrión, en quien ya se reconoce configuración humanoide si representa algún grado de riesgo para la madre.

No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte

Somos cobardes y cómodos en defender nuestra posición en puntos debatibles.

Cuando por lo menos se puede hacer pensar en otros enfoques alternativos.

Mira: yo pongo mis palabras en tu boca

Esta calidad de fe nos falta cuando debemos exponer la buena nueva del reino.

No sólo en los ámbitos clericales sino sobretodo en los laicos.

Salmo responsorial: 70



REFLEXIÓN

A ti, Señor, me acojo: / no quede yo derrotado para siempre; / tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo

El debate por la verdad es como un juicio, que puede quedar en una mera victoria de palabras y agudezas, pero no en hacer pensar la posición alternativa contraria.

Mateo 13, 1-9



REFLEXIÓN

Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.

Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó de seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.

Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.

El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.

El que tenga oídos que oiga

No debía sembrar con más cuidado, todo en tierra buena? El sembrador hace lo que puede.

Pero el redactor parece enfocarse sobretodo en la contingencia de lo sembrado, de lo que no se puede escapar a nadie: la responsabilidad de dar fruto.

Procurar dar fruto como buena tierra, aunque no sea el cien por ciento, es una motivación para el crecimiento del reino.

A dar fruto!!!

El que tenga oídos que oiga

Conocemos del Reino por la realidad a nuestro alcance, vivida cotidianamente.Las faenas comunes nos iluminan los significados más trascendentes.

La parábola del sembrador y las clases de semillas y tierras, nos ilustra sobre la diversidad de actitudes para el reino.

Diversidad en la acogida, diversidad en el compromiso y diversidad en el resultado.

Estamos bastante lejos de una realidad única, unívoca, exclusiva. Sino más bien diversa, rica en matices y abierta a la libertad y generosidad humana.

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BEATO CARLO



Del libro de la Imitación de Cristo (Libro 2, 1-6)

 

EL REINO DE DIOS ES PAZ Y ALEGRÍA EN EL ESPÍRITU SANTO

 

Conviértete a Dios de todo corazón, despréndete de este mundo miserable y tu alma encontrará la paz; pues el reino de Dios es paz y alegría en el Espíritu Santo. Cristo vendrá a ti y te dará a probar su consuelo, si le preparas una digna morada en tu interior.

 

Toda su gloria y hermosura está en lo interior, y allí se complace. Tiene él un frecuente trato con el hombre interior, platica dulcemente con él, lo consuela suavemente, le infunde una paz profunda y tiene con él una familiaridad admirable en extremo.

 

Ea, pues, alma fiel, prepara tu corazón a este Esposo, para que se digne venir a ti y habitar en ti. Pues él dice:

 

Si alguno me ama guardará mi palabra, y vendremos a fijar en él nuestra morada. De modo que hazle en ti lugar a Cristo. Si posees a Cristo, serás rico y con él te bastará. Él será tu proveedor y fiel procurador en todo, de manera que no tendrás necesidad de esperar en los hombres.

 

Pon en Dios toda tu confianza y sea él el objeto de tu veneración y de tu amor. Él responderá por ti y todo lo hará bien, como mejor convenga.

 

No tienes aquí ciudad permanente. Dondequiera que estuvieres serás extranjero y peregrino; jamás tendrás reposo si no te unes íntimamente a Cristo.

 

Pon tu pensamiento en el Altísimo y eleva a Cristo tu oración constantemente. Si no sabes meditar cosas sublimes y celestes, descansa en la pasión de Cristo, deleitándote en contemplar sus preciosas llagas. Sufre por Cristo y con Cristo, si quieres reinar con Cristo.

 

Si una sola vez entrases perfectamente al interior de Jesús y gustases un poco de su ardiente amor, no te preocuparías ya de tus propias ventajas o desventajas; más bien te gozarías de las humillaciones que te hiciesen, porque el amor de Jesús hace que el hombre se menosprecie a sí mismo.

martes, 19 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Martes 16 de tiempo ordinario

Miqueas 7, 14-15. 18-20



REFLEXIÓN

a las que habitan apartadas en la maleza

Por qué esa intensidad de la Palabra con el tema de los descarriados, los pecadores, los pobres, los enfermos, los fuera de la ley?

Tienen en común ser personas a quienes no alcanza la bendición del Señor, su felicidad, su designio.

Muchos de los que han caído en esa situación son responsables de las decisiones que les hicieron postrarse. Es que el Señor ampara la irresponsabilidad?

Mas bien el Señor es amor trascendente, un misterio de amor. Y misteriosamente nos enseña algo sobre el amar, cuando se muestra enfocado en los débiles, los vulnerables, los excluídos, sean o no responsables.

Porque si bien es cierto que en muchas historias de pobreza hay responsabilidades, también hay injusticias, opresión, corrupción, falta de solidaridad de los que permiten que existan esas lacras.

El amor de la Palabra obsesivo con la oveja perdida es un declaración de amor por aquél que necesita un valedor, un defensor, un amparo, un solidario, un prójimo: alguien que se aproxime y haga propia la desdicha del desventurado.

¿Qué Dios como tú, que perdonas el pecado y absuelves la culpa al resto de tu heredad? No mantendrá por siempre la ira, pues se complace en la misericordia

Porque el amor del Señor está en las antípodas del resentimiento y el señalamiento perpetuo de culpa.

Es interesante que en nuestro mundo lo que abunda en una investigación y en una denuncia es el señalamiento de culpa. Es como si cada uno estuviera más dispuesto a linchar que a reparar.

Pero la realidad que señala la Palabra es otra. Busca la dignificación de todos, en particular de los humillados. Y con ello nos recuerda que el juicio definitivo lo hace Él.

Salmo responsorial: 84



REFLEXIÓN

has frenado el incendio de tu ira.

El Señor nos inspira respeto porque no se deja llevar por su comprensible enojo sino que opta por el perdón y la reconciliación.

Todo un paradigma para nuestra fraternización.

¿No vas a devolvernos la vida, / para que tu pueblo se alegre contigo? /

Y la vida nos devolverá porque es la resurrección y la vida: al modo de Lázaro o al modo de Jesús de Nazareth.

Mientras no sucedió el acontecimiento pascual de Jesús, estábamos en la humanidad a oscuras sobre nuestra mortalidad. En él se inició una iluminación sobre la nueva vida y ya el tránsito no es incierto para el que cree. Por eso fe y vida se relacionan.

Mateo 12, 46-50



REFLEXIÓN

El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre

La familia de la Palabra, que cumple la voluntad del padre, rebasa toda familia humana, de cualquier tipo.

Se trata de la familia del amor universal desde los débiles.

Jesús es modelo y paradigma de tal novedad.

Tal familiaridad se compone de miembros que llegan desde los cuatro puntos cardinales del Espíritu, y en sus interacciones e interrelaciones tejen una fraternidad nueva.

Jesús es el hombre histórico que apuesta por el reino del Padre cada instante de su existencia y así nos señala la coherencia y densidad de una vida alternativa a la común.

En este relato rompe con sus ataduras familiares no por repudio sino por superación. Jesús expone la supremacía de la Palabra para convocar un nuevo género de familiaridad, de fraternidad.

Es como si dijera: hermanos seremos siempre en el único Padre. Los padres y hermanos de carne y sangre son figura de un mundo que pasa. El vínculo imperecedero como hermanos es nuestra escucha de la Palabra.

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