PALABRA COMENTADA
Sábado 1 de Cuaresma
Deuteronomio 26,16-19
REFLEXIÓN
Hoy te manda el Señor, tu Dios, que cumplas estos mandatos y decretos
Frente a nosotros la vida diaria cotidiana que se da hoy. El hoy es nuestro capital de trabajo e inversión único. Podrá haber temores pasados, expectativas futuras. En todas ellas el anti-reino se cuela para fastidiar el hoy.
Así que debo concienciar que hoy, todos los días hay un hoy, se da un mandato misión del Señor que no tiene que ver con sus intereses egoístas, sino con nuestros intereses de salvación. Los mandatos son para nuestra felicidad, renovados hoy.
Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma
No es el espíritu de los tiempos actuales guardar y cumplir preceptos con el corazón y el alma.
Lo que aparece mediáticamente es la protesta, la rebelión, el desafío contra toda autoridad instituída.
Está de alza el agnosticismo que equivale a proceder igual con la autoridad divina.
Es decir, si existe, no se puede saber ni conocer, porque cualquier representante institucional de una divinidad es sospechoso de corrupción.
Queda un vacío que hay que llenar, porque el corazón y el alma tienden a la obediencia, así sea en parte de su afectado corazón, por los repetidos infartos que aportan las circunstancias de la existencia.
No es verdad que seamos todo independencia, autonomía, autodeterminación, porque con frecuencia al deliberar, con lo que los determinismos nos dejan de libertad, miramos en todas direcciones para buscar una señal que nos ayude a decidir sin equivocarnos.
En esa búsqueda cualquier fuente parece adquirir sentido: horóscopos, esoterismo, ocultismo, religiones primitivas con pocas instituciones conocidas, el territorio quimérico de la inspiración u oráculo de la divinidad y otras.
Y así el tejido de la opinión común que fragua una identidad, se va deshilachando en diversidades de incomunicación: la babel rediviva. La muerte de la comunión.
Parece oportuno resaltar como cierta la Palabra sobre los preceptos y su obediencia o desobediencia. Una vía conduce a la vida, otra a la muerte.
Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone
Hoy también, el hoy de cada día, nos renovamos en la intención y voluntad de compromiso con el Señor y su mandato.
Eso sí podemos hacer: renovar diariamente el compromiso de aceptar su mandato.
Siempre y cuando no nos desanimemos por las infidelidades de ayer, y el pesimismo de mañana. Porque sólo tengo el hoy.
guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho
En la historia bíblica de Israel se dieron bendiciones y maldiciones, si así se pueden llamar sus logros y fracasos.
Pero es más complicado que eso, porque los inocentes que también contribuían con su rectitud a los logros, tomaban parejo en los fracasos. Y para ellos sólo hubo un consuelo: la Palabra que les ayudaba a reconciliarse con su situación crucificada, el gozo de entenderla y aceptarla en tales condiciones, y la promesa de un futuro mejor. Ellos aprendieron a seguir viviendo en rectitud, a pesar del abandono al que eran sometidos por las circunstancias adversas.
Y muchos aprendieron, nos lo pone la Palabra como ejemplo, a desvincular la voluntad salvífica del Señor de esas aciagas circunstancias.
Toda una conversión de una divinidad a otra.
Salmo responsorial: 118
REFLEXIÓN
Ojalá esté firme mi camino, / para cumplir tus consignas
El camino son las circunstancias que se van presentando en mi caminar. Su firmeza, como don del Señor, consiste en la favorabilidad para guardar los preceptos. No siempre es así.Y por eso necesitamos su favor para que en cualquier circunstancia estemos firmes.
Pero firme es también la calidad de nuestro caminar, cuando nuestra convicción se mantiene en la fidelidad a su voluntad.
Esa disposición interna también requiere su auxilio para que nuestra debilidad no prevalezca.
Quiero guardar tus leyes exactamente, / tú, no me abandones
No ser abandonados en el sentido que nos da la Palabra a los fracasos de la existencia, no obstante nuestra conducta obediente.
Nos enseña que siempre estamos lejos de ser perfectos como el Señor, pero que su misericordia nos ama como somos y nos perfecciona en la docilidad a su designio.
Mateo 5,43-48
REFLEXIÓN
Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen
Somos sacramentos del amor del Padre cuando llegamos al extremo del amor al enemigo. En esa coyuntura la cultura introyectada en nosotros, con sus valores de autoafirmación malentendida nos sugiere la revancha y el castigo a la insolencia.
Así que perdonar y amar al enemigo es más bravío que no hacerlo y desquitarse, porque voy en contra de mí mismo. Entonces acepto morir para dar vida.
Debo pues mirar de frente la humillación que sentiré por ser considerado tonto y débil, aun por los más allegados.
Los cristianos de la comunidad de Mateo sentían y vivían la persecución en varios sentidos. Ellos eran los más apegados y parecidos a los judíos, en sus costumbres y prácticas. No entendian que en su comunidad latía algo nuevo y que la persecución por aceptar a Jesús de Nazaret era el síntoma doloroso del alumbramiento a una novedad.
Sus perseguidores eran más que victimarios, eran sus parteros. Maduraban la separación y el destete de la comunidad mateana de su matriz judío palestina.
que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Su guía buscaba alentarlos a convertirse aún más, para ser como el Padre que no discrimina.
¿qué premio tendréis?
Lo que viene en nuestro auxilio para fortalecernos es el convencimiento del reconocimiento que nos hará el Señor. Humillarnos al amar al enemigo es depositar un tesoro donde no se perderá: en el Señor.
La sicología actual diría que eran unos infantiles buscando premios. Pero tener acceso a la comunión con el Padre no es poca cosa, aunque no seamos tan adultos y maduros como para no buscarla.
sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto
Es nuestra marca e identidad. Pertenecemos a una familia que busca tener la calidad del Padre, así como Jesús lo hace.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1502604747794259970?s=20&t=xfBAOLmOcBPZ54_DLKKvSg
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Deuteronomio 26,16-19
Salmo responsorial: 118
Mateo 5,43-48