domingo, 30 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 13 de tiempo ordinario

Sabiduría 1,13-15;2,23-24



REFLEXIÓN

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo los vivientes

En medio de una reflexión mayoritaria y dominante sobre el Señor como causa única de todo, aparece un modo de pensar distinto, que exceptúa de su dominio una realidad radical: la muerte.

El proceso de teología viviente que cada uno lleva a cabo mientras vive de fe, se expone a diferentes momentos de lucidez y el contorno del misterio, quizá no el misterio mismo, va apareciendo en su peso específico para el sentido de la propia vida.

El Señor como nuestros mayores está sujeto a percepciones variables que se van consolidando mientras ingresamos en la madurez. Entonces somos capaces de conjugar y sopesar aspectos que percibimos menos felices con los más positivos.

Como el pensamiento de sabiduría bíblica requerimos de condiciones de posibilidad para lograr ese balance. Entre esas condiciones hemos de contar las decepciones de nuestras expectativas y el aprendizaje que la gloria del Señor es nuestra gloria, no nuestra competencia.

las criaturas del mundo son saludables

ni el abismo impera en la tierra

Una perspectiva constructiva, contra la apariencia contraria de una corriente dominante del caos, es don del Señor. No se mantiene sino por esperanza.

Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella.

Como en los mejores ejemplo del totalitarismo se trata de un partido único.

Salmo responsorial: 29



REFLEXIÓN

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado / y no has dejado que mis enemigos se rían de mí

Los que se ríen de uno pueden ser contados como enemigos, si dejamos en sus manos nuestra autoimagen y autoestima.

La sustentación del Espíritu nos convierte en impermeables en cuanto a la persistencia en la misión y la obra buena, aunque vivamos el resquemor de la burla y el menosprecio.

2Corintios 8,7.9.13-15



REFLEXIÓN

sido rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza

La pobreza y la miseria humanas no tienen a la generosidad por causa sino al egoísmo de los congéneres. 

El empobrecimiento voluntario o aceptado por el reino es una vocación de generosidad para compartir los bienes del reino con otros.

Una es la pobreza como defecto y la otra como virtud. Una distribuye el daño, la otra el bien.

Muchos entusiasmados e indignados con la pobreza colectiva buscan honestamente la justicia para mejorar la pobreza defecto. Pero en el camino pierden la generosidad y se alían al egoísmo opresor.

Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar.

La igualdad por la que se esfuerza la fe cristiana es fruto de generosidad no de revancha. Nace de dentro de la  conversión, no de una estructura totalitaria.

La igualdad es hoy una bandera que concita a millones y como la paz puede tener significados prácticos diversos. 

En todo caso no puede ser una igualdad a costa de la desigualdad, cosa común en nuestro modo común de emparejar las realidades.

"Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba."

El maná y su realización en Jesús eucaristía son el trasunto y paradigma del único Designio para la fraternidad, la igualdad, y el compartir que a todos nos da para no necesitar.

Marcos 5,21-43



REFLEXIÓN

"Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva."

Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría.

El impulso de fe es variado y depende del empuje del Espíritu en nuestro espíritu. Como en estos pasajes, la fe puede impulsar a tocar y ser tocado como expresión de intensa esperanza de curación.

No siempre es así. En otros momentos, sucesivos quizá, se enseñorea la actitud de espera que la gloria de la voluntad del Señor se haga sentir.

Debemos estar abiertos a estos tiempos de la fe más activos o más pasivos y receptivos.

"Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?"

"No temas; basta que tengas fe."

Porque en ciertos momentos la fe es tan proactiva que cruza los límites de lo desconocido y se fía del Señor aun en lo aparentemente imposible. Es la entrega última y generosa al designio del Señor.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1409105838581690368?s=20

motivaciondehoy


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Domingo 13 de tiempo ordinario

Sabiduría 1,13-15;2,23-24

Hay que ir expulsando al Envidioso de nuestra existencia, para que se erradique el miedo a la muerte, y a los daños de la enferemedad y la miseria que tienden a postrarnos y hacernos poco generosos.

Salmo responsorial: 29

Con esa intervención de Jesús experimentada en salud y bienestar de vida nuestra lengua se libera para su alabanza y acción de gracias

2Corintios 8,7.9.13-15

La generosidad para la mejor distribución de la riqueza y el bienestar es una muestra de amor, fundada en Jesús que generosamente se entregó a dar vida para siempre, superando la maldita muerte.

Marcos 5,21-43

Tanto en el diálogo con la mujer que padecía el flujo de sangre, como con el líder de la sinagoga, Jesús se focaliza en la fe que lo tiene a El como la fuente y el origen de la sanación y resurrección. Su misión es de salud y vida, de bienestar y amistad con Él y su Padre, cuyo plan Creador y Redentor ejecuta. La centralidad de Jesús no es tanto para la vanidad del protagonismo, sino para la verdad de la salvación y su logro. Nuestra religiosidad puede aferrarse a conductas que pasan por mágicas y supersticionsas, pero se liberan si conducen y se animan por una fe y confianza en Jesús, su misión ,su reino y se establece así una relación de profundidad

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