sábado, 5 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Sábado después de Ceniza

Isaías 58,9b-14



REFLEXIÓN

Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía

La zona de desarrollo próximo ha sido establecida por la Palabra de este oráculo, en el contexto de los exilados en Babilonia.

No obstante el tenor consolador en general de este profeta, se plantean exigencias de conversión para ver tiempos mejores.

Se exige una solidaridad con el necesitado de tiempo completo, no esporádica. Porque hasta que un hambiento sacie su hambre ha de invertirse mucho más esfuerzo que dar un mendrugo, sin menospreciar tampoco este gesto.

Se exige por tanto una mayor radicalidad en la entrega solidaria.

Por otro lado hemos de llegar a aceptar que no son condiciones para cumplir satisfactoriamente al cien por ciento. Porque la indigencia, por una u otra razón, no cesa.

Sin el Dios de las causas imposibles será muy difícil remontar la cuesta.

Este es el designio del Señor. Su programa de convivencia, Koinonia. Es el camino de la recreación. Es remontar la historia de iniquidad y transformarla en amor justiciero al estilo del Siervo.

Por eso el Siervo Jesús es hallado como la clave: su estilo concreto vivencial del Padre y existencial de servicio es la clave.

La comunidad eclesial hace sus gestos, continúa gestando y gesticulando, animada con el Espíritu del Señor Jesús, este designio en medio del mundo.

Desde esta trinchera en la que nos hemos ubicado, por error y acierto, por nuestra poca sabiduría, seguimos urgidos para mantener en el horizonte de la vivencia y en el curso de la existencia, el designio en clave del Siervo y como miembro de la comunidad convocada.

Acontecimientos que van sucediendo nos halan hacia áreas más abiertas a ese designio y menos domésticas y privadas.

Quizás al final que se acerca debamos preguntarnos: qué, cómo y cuanto hice por el designio en el mundo que me tocó existir?

manantial de aguas cuya vena nunca engaña

Un mundo como el nuestro, tan obsesionado por las aguas renovables, requiere un símbolo fuerte como el que nos presenta la profecía. El mundo no contaminado es también el fruto de una transformación de la inquidad por el amor justiciero en clave del Siervo Jesús. Cuando la comunidad eclesial inicial etiquetó a Jesús como Siervo, se debió a una fe que reconocía e identificaba a Jesús como el transformador de la existencia para todos.

E hicieron todo lo que estaba a su alcance por participar de su Espíritu y transmitirlo.

Si la transformación anhelada se realiza definitivamente en continuidad de lo conocido o zarpando a lo nuevo desconocido, no lo sabemos en definitiva, porque la Palabra da pistas en ambos sentidos.

Podríamos decir que lo conocido ayuda a proyectar lo desconocido, con reservas.

La reserva escatológica.

reconstruirás viejas ruinas, levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas, restaurador de casas en ruinas.  

Nos habla de cómo a Él le interesan nuestros  proyectos porque podremos reconstruir, restaurar, volver a levantar.

Es una dimensión ausente en el agnóstico o en el ateo: la de un ser amoroso al que le importamos y le importa que lo busquemos en sí y su prestigio.

de buscar tu interés, de tratar tus asuntos

La Palabra comunica un Señor que busca relación desinteresada, o más bien interesada en Él, su honra, su gloria.

Porque la santidad no está en el tiempo ni en el espacio por sí mismos sino en alejarse del propio amor, querer, e interés para alabar, glorificar y amar al Señor, dueño de todo.

Salmo responsorial: 85



REFLEXIÓN

salva a tu siervo, que confía en ti

Esta experiencia tiene tres marchas o fuerzas. Dos hacia delante, una hacia atrás.

La fuerza solicitada en base a la confianza depositada en el Señor, ha de irse ganando por la profundidad de la entrega a Él en su voluntad, en su proyecto y designio.

También ha de irse ganando en el desprendimiento de lo que estorba en esa dirección, de los apegos a las realidades que no son el Señor ni su designio.

También es posible retractarse o pausarse y echar para atrás en la entrega, provisionalmente o definitivamente.

Su tolerancia y acompañamiento compasivo en nuestras marchas es su compromiso, para que no se pierda la oveja, siquiera una, nunca.

soy un pobre desamparado

De riquezas, de amores, de seguridad, que aún no se resuelve a confiar del todo, porque seguimos teniendo miedo.

Señor, escucha mi oración, / atiende a la voz de mi súplica

Más que nada aquella oración en la que buscamos fortalecer nuestra confianza en las fuerzas que el Señor nos aporta para realizar una solidaridad más radical.

Lucas 5,27-32



REFLEXIÓN

Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos

No lo vio arrepentido ya, sino en el ejercicio de su iniquidad: esquilmando a los paisanos, arrancando sus magros recursos, sin asco ni piedad. No era en ese momento alguien para canonizar.

El ver de Jesús de Nazaret no se detiene ante el que obra mal, sino que es capaz de hacer brotar un cambio de vida, de ese caos. El renueva el mundo corrupto o corruptible en sus agentes de opresión, incluso.

Un mensaje posible en la insistencia de Jesús de operar cambios en los actores de iniquidad y volverlos a sí, es mostrar el poderío sobre el mal y la estructura de dominación que oprime y aleja del Señor.

Es una forma de plastificar la eficacia del Reino de Dios, con un avance imparable, y derrochando amor por los enemigos del designio del Señor.

La mirada de Jesús va más allá de la etiqueta que clasifica al publicano en su odioso oficio de recaudar impuestos, de hacer presente al imperio, que oprime a este pueblo sometido hace ya mucho tiempo.

Hay un potencial de cambio a otro nivel en este publicano. Hay que darle la oportunidad. Eso hizo Ignacio con Francisco:le propuso un designio que retara su ambición a otro nivel

Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió

Pudo no hacerlo, y quedarse sentado sin escuchar la invitación. Es una forma de dramatizar la construción del Reino, enfocando también el poder humano de decir sí o no.

Sería tan inmediato ese proceso de dejarlo todo para seguimiento, como nos hace sentir el relato? Probablemente no, al menos tal como lo vivenciamos en nuestra existencia.

Es más, nos levantamos para seguir al Siervo Jesús y regresamos por nuestras antiguas posesiones. Somos ambivalencia pura a pesar de nuestros buenos deseos. La radicalidad en la entrega no es lo común, sino en pocos. El común hacemos un lento aprendizaje. Y debemos tener como asistencia del Espíritu no dejar dormir el proceso del todo.

"¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?"

Porque la maledicencia sobre el Reino recurre a las circunstancias maliciosamente y temerariamente interpretadas. Es el juicio del mundo que condena según las apariencias.

Los otros eran pecadores, otros etiquetados como lumpen contaminante. Cómo despertar el potencial de la escoria? El potencial para el seguimiento?.

"No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan."

Tampoco sirve de mucho a un enfermo dejar de cumplir el tratamiento, aunque se declare necesitado de médico.

Son realidades inter relacionadas: declararse enfermo, acudir al médico, seguir el tratamiento.

Porque si el tramiento consiste en una solidaridad dedicada al necesitado, pero lo llevamos con poco compromiso, cuándo dejaremos de estar enfermos?

Según esto, los criticones, por ser justos o considerarse así, debían estar en lo mismo: sanando enfermos y perdonando pecadores. Pero más bien los han ubicado en un gheto, discriminando y condenando.

El justo en el reino que se construye es un pecador perdonado, que no olvida sus raíces y cómo llegó la salvación a su existencia.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1500065886044143619?s=20&t=IHL10SeV0ji_3quz6U1_Kg

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Del Tratado de san Ireneo, obispo, Contra las herejías (Libro 4. 13--14, 1: SC 100,534-540)


NUESTRA AMISTAD CON DIOS


Nuestro Señor, aquel que es la Palabra de Dios, primero nos ganó como siervos de Dios, mas para liberarnos después, tal como dice a sus discípulos: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; os he llamado amigos, porque todo cuanto me ha comunicado el Padre os lo he dado a conocer. Y la amistad divina es causa de inmortalidad para todos los que entran en ella.

Así, pues, en el principio Dios plasmó a Adán, no porque tuviese necesidad del hombre, sino para tener en quien depositar sus beneficios. Pues no sólo antes de la creación de Adán, sino antes de toda creación, el que es la Palabra glorificaba a su Padre, permaneciendo en él, y él, a su vez, era glorificado por el Padre, como afirma él mismo: Glorifícame tú, Padre, con la gloria que tenía junto a ti antes que el mundo existiese.

Y si nos mandó seguirlo no es porque necesite de nuestros servicios, sino para que nosotros alcancemos así la salvación. Seguir al Salvador, en efecto, es beneficiarse de la salvación, y seguir a la Luz es recibir la luz. Pues los que están en la luz no son los que iluminan a la luz, sino que la luz los ilumina y esclarece a ellos, ya que ellos nada le añaden, sino que son ellos los que se benefician de la luz.

Del mismo modo, el servir a Dios nada le añade a Dios, ni tiene Dios necesidad alguna de nuestra sumisión; es él, por el contrario, quien da la vida, la incorrupción y la gloria eterna a los que lo siguen y sirven, beneficiándolos por el hecho de seguirlo y servirlo, sin recibir de ellos beneficio alguno, ya que es en sí mismo rico, perfecto, sin que nada le falte.

La razón, pues, por la que Dios desea que los hombres lo sirvan es su bondad y misericordia, por las que quiere beneficiar a los que perseveran en su servicio, pues, si Dios no necesita de nadie, el hombre, en cambio, necesita de la comunión con Dios.

En esto consiste la gloria del hombre, en perseverar y permanecer en el servicio de Dios. Por esto el Señor decía a sus discípulos: No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, queriendo indicar que no eran ellos los que lo glorificaban al seguirlo, sino que, siguiendo al Hijo de Dios, él los glorificaba a ellos. Por esto añade: Quiero que ellos estén conmigo allí donde yo esté, para que contemplen mi gloria.

viernes, 4 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes después de Ceniza

Isaías 58,1-9ª



REFLEXIÓN

denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.

Gobernantes y gobernados tienen sus propios pecados y la Palabra hecha voz los denuncia a todos, sin excepción.

Pueblo y Casa de Jacob pueden referirse al grueso de la población y a sus gobernantes. Las denuncias que actualmente escuchamos, y son de temas objetivamente importantes y con señalamientos enérgicos, se centran exclusivamente en los gobernantes. Como si la dinámica de corrupción pudiera afectarse con uno de los extremos, cuando la complicidad es de todos: mandantes y mandados.

Es como ausencia de autocrítica de la sociedad, y de los denunciantes que pertenecen a la misma, con lo que se levantan suspicacias sobre su sinceridad.

La denuncia bíblica se muestra más libre, imparcial e independiente a favor de los más débiles y vulnerables, que son los afectados, y perjudicados siempre por la corrupción.

El efecto sobre los que nada pueden muestra la malicia de la iniquidad. Los siempre aplastados, siguen siendo los más aplastados.

Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios

Aparentemente, por el protocolo que emplean, parecen, pero no son. Solo simulan querer conocer al Señor.

Quizás sociedades seculares menos pródigas en expresiones de fervor y menos confesionales en sus leyes y prácticas, sean más justas y equitativas.

Somos de una simulación sutil, acudiendo al Señor para vivir la ficción de una conversión que no se resuelve en hechos tangibles. Nuestra hipocresía no es superficial sino constitutiva, equizofrénica.

Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad

Es preferible enfocarse primero en la conducta justa con los hermanos, pero todos, aun fuera de nuestro círculo acostumbrado de carne y sangre, pensamiento y cultura.

No que los ritos y los símbolos no tengan valor. Son necesarios, más por nosotros que por el Señor, quien no vive de ellos.

Nos recuerdan y traen la memoria la importancia de mantenernos leales en la conducta a la confesión expresada para que no se convierta en palabra vana.

Hoy vemos como una sed ardiente por la congruencia. Una desesperación por encontrar rectitud, que se expresa en tonos acusatorios y en burlas de lo sagrado y respetable.

No nos gusta porque parece injusta y mentirosa en algunos casos, pero la podemos tomar en cuenta como señales que llaman renovadamente a la conversión que se muestra en la congruencia vivida.

¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor?

Lo mismo se puede decir, transfiriendo el mensaje a la práctica externa y sin congruencia, de los sacramentos, repetidos incesantemente.

En la primera corintios Pablo reprende las eucaristías prostituidas por la comilona y la borrachera, y por la discriminación de los que menos tienen.

Es como un eco de estas expresiones de ayuno y penitencia que se desarrollan en medio de escándalos y peleas.

Las cosas buenas, los medios aptos pueden ser pervertidos durante su ejecución.

Como nos alerta Ignacio de Loyola sobre el proceso del pensamiento que de bueno puede parar en menos bueno y en francamente malo.

Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.

Desde la observación de los fenómenos sociales de masas actuales, se puede sentir que avanza una tendencia clamorosa a la queja, denuncia y señalamiento de situaciones de opresión e injusticia.

Los cepos que creamos y mantenemos con nuestra iniquidad activa y omisión pasiva

romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana

Le damos tantas vueltas en consultas y estudios. Las reuniones de alto, medio y bajo nivel para hacer acuerdos no cesan. Multiplicamos las declaraciones, cuyo costo en séquito, viajes, alojamiento y esplendor resulta una paradoja.

Pero no brilla nuestra luz, porque actuamos individual y colectivamente como segundos binarios: damos algo pero nos reservamos más. Manipulamos.

Parece claro. Por qué no aprenderemos.? Por qué una revolución, si bien logra alguna mejorías, encalla en un programa similar de opresión? A qué se debe que las víctimas, ya en el poder, se conviertan en verdugos?

Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy.""

Para algunos efectos, en esperanza por ahora.

Salmo responsorial: 50



REFLEXIÓN

Misericordia, Dios mío, por tu bondad

Porque no atinamos a salir de este laberinto de complicidad en el que nos hallamos pertrechados.

Pensar que tal situación deviene hasta en patologías de salud mental, porque cómo negar que trastornos de todo tipo tienen en su raíz la insuficiencia en asumir la propia responsabilidad frente a la realidad que nos circunda.

por tu inmensa compasión borra mi culpa

Purifica mi intención, nuestra intención. Ayúdanos a lograr el bien integral.

limpia mi pecado.

Aspirar a ser limpios en tal forma que ya no seamos más verdugos, ni nos transformemos en ellos.

Pues yo reconozco mi culpa

Reconozco que mi intención todavía no es pura

tengo siempre presente mi pecado

Esta forma mía de rehuir el compromiso del reino. Soy un evasor permanente en potencia y en acto.

un corazón quebrantado y humillado, / tú no lo desprecias

Quebrantamiento y humillación, por voluntad propia o venida de otras circunstancias, son verdaderas torturas para el Ego y sus ínfulas, para la conciencia de clase y sus proyectos, para la dominancia prepotente ubicada en los círculos de poder más altos y refinados, así como en las voluntades de poder individuales, que pasan por ser una inocente superación y realización, quizá a costa de otros más débiles.

Mateo 9,14-15



REFLEXIÓN

¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?"

Con todo y la predicación de Juan, sus discípulos no habían quebrado con el liderazgo de Moisés, que era el oficial. Lo de Jesús era muy novedoso y movía el piso de las antiguas creencias.

pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos?

Uno de los recursos de Ignacio en los ejercicios para disponerse a salir de la desolación, como ausencia del novio, es el ayuno y la mortificación.

No es que se active algún automatismo, de manera que si se ayuna desaparece la desolación. Sino que ayunar y hacer penitencia nos elevan el sentido del compromiso de la conciencia por un cambio de actitud, que puede impedir la presencia del novio.

Porque novio, como presencia del Espíritu de Jesús entre nosotros, está ofrecido en la fidelidad del Señor y su Palabra.

Somos nosotros los que lo perdemos de vista con frecuencia, y nos confundimos.

Vivir a plenitud el reino es vivir la actualidad de un festín de bodas, con el novio incluído.

Por lo tanto, hemos de trabajar con mayor intensidad para mantenernos en esa presencia y de tanto en tanto ayunar para recobrarla.

Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.

Sin embargo el novio no se ha ido del todo. Permanece su Espíritu. Nuestro ayuno no es de duelo, sino la memoria de la pobreza, como forma de solidaridad.

Es el señor Jesús resucitado un novio llevado? Nos pone en situación de ayuno? O más bien en el proceso de ir resucitando con Él, porque nos encontramos vivencialmente con momentos de separación y momentos de cercanía?

Entonces el ayuno nuestro después de que Jesús fue resucitado no tiene el mismo sentido de luto, porque el vive para siempre y nosotros estamos llamados a hacerlo con Él.

Es más, no debe haber ayuno. Si acaso un llamado a la reflexión y profundización del proceso de muerte y resurrección en nuestras vidas.

Somos bautizados que vamos haciendo una existencia de muerte y resurrección en Jesús, y nuestro ayuno forma parte de esa dinámica de transformación para la nueva vida.

El ayuno que nos pide la tradición eclesial nos recuerda siempre que el hombre viejo no ha muerto, en todo caso agoniza. A pesar de los triunfalismos progresistas.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1499709506569314311?s=20&t=BuRoZdzc7EPz-IaSZZn23g

BEATO CARLO

 De las Homilías del Pseudo-Crisóstomo

(Suplemento, Homilía 6, Sobre la oración: PG 64, 462-466)
LA ORACIÓN ES LUZ DEL ALMA


Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios, ya que por ella nos ponemos en contacto inmediato con él; y, del mismo modo que nuestros ojos corporales son iluminados al recibir la luz, así también nuestro espíritu, al fijar su atención en Dios, es iluminado con su luz inefable. Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche.

Conviene, en efecto, que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, como el cuidado de los pobres o las obras útiles de beneficencia u otros cuidados cualesquiera, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios, de modo que nuestras obras, como condimentadas con la sal del amor de Dios, se conviertan en un manjar suavísimo para el Señor de todas las cosas. Y también nosotros podremos gozar, en todo momento de nuestra vida, de las ventajas que de ahí resultan, si dedicamos mucho tiempo al Señor.

La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por ella nuestro espíritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables, deseando la leche divina, como un niño que, llorando, llama a su madre; por ella nuestro espíritu espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que superan todo lo natural y visible.

La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta nuestro ánimo. Me refiero, en efecto, a aquella oración que no consiste en palabras, sino más bien en el deseo de Dios, en una piedad inefable, que no procede de los hombres, sino de la gracia divina, acerca de la cual dice el Apóstol: Nosotros no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras.

Semejante oración, si nos la concede Dios, es de gran valor y no ha de ser despreciada; es un manjar celestial que satisface al alma; el que lo ha gustado, se inflama en el deseo eterno de Dios, como en un fuego ardentísimo que inflama su espíritu.

Para que alcance en ti su perfección, pinta tu casa interior con la moderación y la humildad, hazla resplandeciente con la luz de la justicia, adórnala con buenas obras, como con excelentes láminas de metal, y decórala con la fe y la grandeza de ánimo, a manera de paredes y mosaicos; por encima de todo coloca la oración, como el techo que corona y pone fin al edificio, para disponer así una mansión acabada para el Señor y poderlo recibir como en una casa regia y espléndida, poseyéndolo por la gracia como una imagen colocada en el templo del alma.

jueves, 3 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves después de Ceniza

Deuteronomio 30,15-20



REFLEXIÓN

Moisés habló al pueblo

Si comparamos a Moisés, en la responsabilidad que las tradiciones de la Torá le asignan sobre el pueblo, con el liderazgo de Jesús, hay una diferencia de tipo político.

Jesús es más carismático, emergente, menos institucional.

El tiempo de Mosisés en el cargo es de al menos una generación, y el de Jesús puede que no pase de un año y medio.

El pueblo con Moisés tiene cierta cohesión y convive durante ese tiempo, y alcanza a organizarse.

Con Jesús no hay organización, solamente en ciernes con un grupo más íntimo, a quien instruye.

Sin embargo, con todo y el peso del líder Moisés, los cercanos a Jesús lo colocan por encima.

Se puede decir que con la predicación de Juan Bautista sobreviene una ruptura con el liderazgo indiscutible de Moisés.

Él ve en Jesús una cercanía a Yhwh mayor que la que se le reservaba tradicionalmente a Moisés.

Con Juan B. Jesús es ungido como un Hijo predilecto, cuando se abren los cielos y una voz lo declara.

Este mensaje blasfemo y revolucionario, era una verdadera bomba para el establecimiento conformado por Sumos Sacerdotes, ancianos y escribas saduceos y fariseos.

Predicarlo y confesarlo representaba un peligro para los apóstoles y discípulos. Ni los propios discípulos de Juan B. se atrevieron o entendieron el alcance de la ruptura de su maestro.

Sin embargo hay lecturas modernas Jesuológicas o Jesuánicas que minimizan y reducen el impacto de esta revelación, y degradan la trascendencia de la identidad de Jesús en su tiempo.

En este proceso de reflexión de la palabra se va vivenciando con mayor énfasis el conocimiento de Jesús el Señor, como la clave de los acontecimientos de la existencia, en su matriz de crucifixión, muerte y resurrección.

Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás

Lo fundamental: es un asunto de amor al Señor, de acción de gracias. Es el núcleo de esta transacción por encima del cálculo y del temor.

Por experiencia de vida, quienes se aman crecen, se enriquecen, se unen, ascienden a una calidad de vida superior.

No se enseña a amar, se contempla para alcanzar amor. Quien contempla mira y admira y se entrega.

La Palabra nos brinda así la clave de la antropología según el Señor: estamos hechos para amar y la libertad tiene un lugar eminencial para hacernos posible amar.

Entre las criaturas la libertad nos distingue. En la relación con el Señor y en la fraternidad, sin amor de ágape no se darán las condiciones de realización.

si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros

Cuando nos devolvemos del extravío y del error, lo primero que se mueve y conmueve es el corazón, por cuyo apartamiento comenzó todo.

En los ejercicios ignacianos se nos inicia en el camino de la custodia del corazón ante las afecciones desordenadas.

Las malas hierbas hay que identificarlas desde pequeñas.

Tanto examen, recomendado al final de la oración y en ciertos momentos del día, son para empatizar con el pulso del corazón y consultar sus inclinaciones y tendencias.

Así trabajamos para que en algún momento no nos arrastre la afición desordenada que ha tomado fuerza en nuestra vulnerabilidad.

La tentación arrastra, si la dejamos. El corazón, donde la libertad cuece sus decisiones, es un campo de batalla, donde se suceden la persuasión y seducción.

La estrategia de la persuasión son las razones y los afectos, mostrar lo razonable que nos afecta. La seducción mueve pasiones.

Sin embargo esta simplicidad se convierte en complejidad, cuando la razón es acompañada por pasión, porque ésta es vulnerable a la persuasión, no menos que a la seducción.

Hay que entrar entonces en la profundidad de la pasión para detectar su signo.

Es lo que las reglas de discernimiento de Igancio de Loyola en los Ejercicios Espirituales nos enseñan para la segunda semana, cuando el mensaje evangélico de Jesús de Nazaret nos entusiasma y apasiona.

En ese movimiento se puede colar el Seductor mal espíritu para un fin contrario al razonable.

Este proceso de decantamiento hacia el fin de la seducción puede tomar mucho tiempo de sutileza.

Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida

Para elegir el amor que es vida esta donada nuestra libertad. Cuando la libertad no está vinculada al amor se trastoca en una pesada tiranía bajo la cual, si somos honestos, gemimos.

Se trata de un seguimiento de vida. Esa vida reviste una calidad distinta, un sentido diferente al mundano.

Solo que a través de esa clave, Jesús, vivenciamos en la existencia, que no se da un automatismo entre seguimiento y bendición con bienes temporales y materiales.

Porque la presencia del sufrimiento se planta como un enigma de misterio, que desafía ese automatismo y lo hace parecer una ecuación ingenua.

Aunque la ingenuidad es letal, porque muchos podemos naufragar la fe cuando cruzamos ese enigma mientras podemos alcanzar alguna luz y consuelo.

Salmo responsorial: 1



REFLEXIÓN

Dichoso el hombre

Para que no tomemos esta declaración como publicidad engañosa, hemos de profundizar en el sentido de la dicha del justo, quien no está exento de la persecución por la justicia.

Si no vivenciamos esta realidad corremos el riesgo de encallar la existencia de seguimiento de Jesús, el Justo.

Entonces el acusador tomará ventaja de nuestra perplejidad, como si no hubiéramos sido avisados,evangelizados por el kerygma de crucifixión, muerte y resurrección.

ni se sienta en la reunión de los cínicos

Es una época de cinismo generalizado, tanto en las viejas como en las nuevas generaciones. quizás cuando también lo fuimos y aun somos.

Así, no hay nada significante, ni noble y que valga la pena. Todo es sospechoso, incluso descalificable, como corrupto, imperfecto, malicioso, hipócrita, y no confiable.

El pozo de la desesperanza.

Ahora que la autoridad de la tradición está en entredicho, porque la revisión ideológica impone el descrédito de todo ejercicio de autoridad: padres, maestros, gobierno y demás, se aprecia la impiedad y el cinismo como virtud, porque se supone que desenmascara el poder injusto y opresor.

Por tanto el hombre y mujer que se empeña en seguir la ley del Señor lo tienen difícil.

Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin.

En esa condición esta bendición se logra con sufrimiento: el sufrimiento del justo del cual nos da testimonio también la Palabra.

No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento

Incluso es posible que no veamos la derrota de nuestros enemigos, porque ya no los tendremos.

Jesús nos anima a perdonarlos, y así ya no existirán más.

Lucas 9,22-25



REFLEXIÓN

El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día

Este evangelio en particular con frecuencia utiliza el “tener que” que no significa un destino impersonal y fatal, sino un amoroso designio paterno.

Por eso hay una luz al final del túnel, cuando se menciona la resurrección como última palabra de este designio.

Ese padecimiento es la consecuencia de una lucha a favor del reino. No hay quien se sume a la intención del reino de Dios, que no sufra las consecuencias del anti-reino.

Como dice Teilhard se transforma la materia y en ella el hombre con su espíritu también, a través de las pasividades de disminución.

Aunque no muramos de martirio sangriento vivir el evangelio nos cuesta padecer con esperanza de resurrección.

Porque Jesús de Nazaret debió su sufrimiento a personas que no aceptaban la tradición a la que era fiel: la de su Padre.

En muchas confrontaciones Jesús alegaba interpretar con mayor fidelidad al autor de la Alianza: el Señor.

Lo anunció varias veces. Tres veces es muchas veces.

Los previno como colocando luces que se verían cuando la noche fuera tiniebla cerrada.

Esas luces serían, además de iluminaciones para la comprensión del enigma, fortaleza para el ánimo.

Se haría realidad en su seguimiento la dicha de la bienaventuranza sobre la persecución. Una dicha, un coraje y una fortaleza que venía de dentro, y no se confunde con la jactancia, ni la prepotencia, ni con ningún visaje triunfalista.

cargue con su cruz cada día

La custodia del corazón frente a las aficiones desordenadas no es un asunto meramente individual y de propiedad privada e íntima.

Afecta nuestra red relacional y por ende nuestra responsabilidad social.

Es la lucha contra la seducción aun en la búsqueda de lo mejor.

Más que una mortificación corporal debemos enfocarnos en la negación de la evidencia que nos presenta el acusador insistentemente, cuando sufrimos por alguna causa.

Su plan de batalla es impedir el seguimiento de Jesús, que implica afrontar la iniquidad y la injusticia, con amor profundo y creyente.

Quiere desanimar para que no sigamos confesando: Yo sé de quién me he fiado.

En Jesús comprendemos que se trata de la confesión del amor del Padre por encima de todo.

el que pierda su vida por mi causa la salvará

Esto es heroico cuando se trata de ir en contra de la mentalidad dominante.

Gastarse por un reino de justicia que no significa una igualdad matemática, que también puede fabricar la injusticia.

¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?

Porque el mundo y lo mundano tienen un dispositivo de autodestrucción, un programa de corrupción, seductor pero letal.

Tanto que en algún tiempo y todavía ahora, provoca la huída de ciertas personas para darle más espacio al evangelio de vida.

No se puede sobrevivir en la vida del Señor sin algún grado de odio al mundo apasionado por la seducción.

Esto le repitió Ignacio de Loyola a Francisco de Javier, cuando éste en su colmo de juventud y éxito, planificaba un futuro brillante.

Ignacio vertió vinagre, sin asco, en la conciencia infatuada de Francisco, afectando la lógica triunfalista y presumiblemente exitosa de su discurso.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1499349943202549761?s=20&t=xkFO_0h7vcNSJbLex7yOOQ

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Jueves después de Ceniza

San León Magno Sermón sobre la Cuaresma 6,1-2

Siempre, hermanos, la misericordia del Señor llena la tierra, y la misma creación natural es para cada fiel verdadero adoctrinamiento que le lleva a la adoración de Dios, ya que el cielo y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay, manifiestan la bondad y omnipotencia de su autor, y la admirable belleza de todos los elementos que le sirven está pidiendo a la creatura inteligente una acción de gracias. Pero cuando se avecinan estos días, consagrados más especialmente a los misterios de la redención de la humanidad, estos días que preceden a la fiesta pascual, se nos exige con más urgencia una preparación y una purificación del espíritu. Porque es propio de la festividad pascual que toda la Iglesia goce del perdón de los pecados, no sólo aquellos que nacen en el sagrado bautismo, sino también aquellos que desde hace tiempo se cuentan ya en el numero de los hijos adoptivos. Pues si bien los hombres renacen a la vida nueva principalmente por el bautismo, como a todos nos es necesario renovarnos cada día de las manchas de nuestra condición pecadora, y no hay nadie que no tenga que ser cada vez mejor en la escala de la perfección, hay que insistir ante todo para que nadie se encuentre bajo el efecto de los viejos vicios el día de la redención.

REFLEXIÓN

No estamos acostumbrados a la precisión para distinguir creación de naturaleza. Pero hay que acostumbrarse porque una es perspectiva de la fe que considera que la realidad que conocemos en sus diferentes niveles es una obra de un Creador inteligente, sabio, bueno y misericordioso. La otra es una perspectiva posible desde la prescindencia o negación de ese Creador y del propósito salvífico de su obra. Lo natural es por tanto lo que se da por una confluencia admirable de causalidades e igualmente se mantiene, y aun propende a un fin posiblemente benéfico.

miércoles, 2 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles de Ceniza

Joel 2,12-18



REFLEXIÓN

Rasgad los corazones y no las vestiduras

Lo que se pide es contrición, no legislación. La sociedad confiesa su corrupción, la proclama, le denuncia, la señala de unos a otros, pero no de corazón.

Elabora y promulga leyes, mas leyes que no se cumplirán, que no se van a hacer cumplir con justicia, sino con más corrupción.

Pocos miran su propia corrupción como el velo que impide actuar con equidad. Pocos aceptan su culpa como requisito a una conducta más justa. En realidad la conciencia y su conversión son los temas omitidos.

convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso

Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición,

Porque el profeta no da una seguridad absoluta para que al seguir sus indicaciones efectivamente se obtenga el perdón.

La Palabra no da falsas seguridades a nuestra libertad. No da ocasión de apertrecharnos en nuestra confianza en nosotros mismos.

La Palabra del Señor erosiona nuestra autocomplacencia y permite abrirnos a la seguridad en Él solo. Es la quintaesencia de su mensaje: SOLO ÉL ES ÉL. No debimos, no debemos apoyarnos en nada ni nadie más.

Esta radicalidad mantenida y sostenida generacionalmente es la traducción histórica de su absolutez frente a la contingencia e incertidumbre de nuestra libertad.

Dejar que las palabras caigan sobre lo profundo de nosotros, dando la pausa necesaria para que afecten e impresionen y muevan al cambio de actitud.

proclamad el ayuno

Todos a su modo deben suspender su cotidianidad y hacer espacio a la consideración, con frecuencia dolorosa, que en nuestra vida ÉL NO ES EL único en quien depositamos la confianza a través de nuestra libertad.

"Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios?

El prestigio del Señor está por encima de nuestro cálculo, que intenta ligarlo a nuestro éxito y buena suerte, invocando su elección.

Su libertad pone en aprietos nuestras concepciones que intentan asegurarnos fuera de Él.

Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor

Nadie.Ninguna persona. Ninguna ocupación. Ninguna rutina debe excusar que hagamos un alto para reconocer nuestro pecado. El que sabemos que hace daño a nuestra entrega al reino.

no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo

Tenemos que aprender a leer esos celos, que no siempre se muestran a favor del supuesto elegido. El siervo elegido fue entregado aun sin culpa, qué esperamos los demás que sí la tenemos?

El prestigio del Señor está por encima de nuestro cálculo, que intenta ligarlo a nuestro éxito y buena suerte, invocando su elección.

Su libertad pone en aprietos nuestras concepciones que intentan asegurarnos fuera de Él.

Se trata también de mover al Señor y encontrar los resortes de convicción para que se resuelva a devolvernos su favor. Hemos de hacer creíble nuestra vuelta atrás.(shuf)

Salmo responsorial: 50



REFLEXIÓN

por tu inmensa compasión borra mi culpa

Que sea la compasión del Señor, inmensa como la eternidad, la que nos perdone y no una mera rectificación para complacer el señalamiento y la algarabía del mundo, cuando se escandaliza por una supuesta corrupción, y la condena sin respetar la presunción de inocencia.

No obstante su absolutez radical, está dispuesto al perdón como borrón y cuenta nueva, también diferente a nuestra libertad que es borrón pero cuenta aparte, porque la antigua  se mantiene. Es la expresión: perdono pero no olvido.

lava del todo mi delito

Porque el pecado como desviación produce una eclosión de efectos e interferencias que forman una red de iniquidad y ambivalencias de la que es imposible liberarse si el Señor no se apiada

yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti sólo pequé, / cometí la maldad que aborreces

Sería una gracia mayor si pudiera ver mejor esta conexión: he pecado contra ti. La experiencia de Él debe ser de tal calidad, que permita entender la malicia del desvío y sus consecuencias.

Es un don de su Palabra entender que el pecado significa alterar nuestra relación con Él, porque un efecto del pecado es la trivialización de esta responsabilidad.

Es el paso inicial, lo mínimo para empezar el proceso de volverse atrás y devolverse del mal actuado.

Que afectemos la relación con el Señor es un don suyo a nuestra libertad que nos sirve para incentivar la conversión.

crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme

Porque el proceso es trabajoso y fatigoso y desafía nuestras mejores fuerzas y buena voluntad.

Devuélveme la alegría de tu salvación

El gozo de la recuperación motivará a permanecer en el proceso y adentrarse

2Corintios 5,20-6,2



REFLEXIÓN

como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio

Incluso entre los profesionales de la religión percibimos que no se tiene fe en esta exhortación paulina.

Si no se ve, ni gusta, ni conviene el designado, no parece recibir una obediencia de fe.

Más bien hay murmuraciones, críticas, incomodidades, interpretaciones ácidas, irónicas y cínicas.

Como el pueblo con Moisés en el desierto.

Y entre los discípulos con Jesús, cuando los hijos del trueno pedían fuego del cielo y los primeros puestos.

Cuando se ha vivido un poco y hemos observado las flaquezas y vulnerabilidades propias y ajenas, es difícil aceptar la presencia del Señor en alguien, de quien sospechamos motivos espúreos.

Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios

no echar en saco roto la gracia de Dios

Jesús es la configuración de un modo nuevo de ver el pecado, incluso como estructura.

Pero un pecado perdonado, como tierra arada para la siembra y la cosecha, que convoca nuestra mejor energía, pero ya.

No entendemos con claridad por qué el inocente es victimizado. Es escándalo para nuestra fe y aun para nuestas ciencias sociales.

Jesús de Nazaret victimizado en su inocencia y ausencia de culpa, por las alegaciones de sus enemigos, para sepultar su aporte al cambio, nos ayuda en proyectar luz sobre ese misterio de iniquidad.

Tantos son los que se asombran que sus buena voluntad sea tergiversada a lo largo de la existencia por la suspicacia y malevolencia de otros.

Tantos son los despojados brutalmente de su medio de subsistencia por otros animados de envidias, codicia y mezquindades.

Tantos son los damnificados por calamidades, errores voluntarios e involuntarios y tragedias, aun cuando vivían responsablemente.

Este escándalo de la cruz tiene sentido desde el Padre como acto amoroso que destierra el pecado.

unidos a él, recibamos la justificación de Dios

La eficacia de nuestra conversión está en nuestra unión a Jesús, el mediador por excelencia.

 

ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.

Mientras nuestra profundidad se vea afectada por este escándalo es entonces un momento oportuno.

Ahora que está sonando este anuncio

Mateo 6,1-6.16-18



REFLEXIÓN

delante de los hombres para ser vistos por ellos

con el fin de ser honrados por los hombres;

Siendo honestos con nosotros mismos hemos de reconocer que desfallecemos por el reconocimiento, que justo es aceptarlo, nutre nuestra autoestima.

Pero hay una ley del anonimato en el reino, para que no se cuele la hipocresía y nos motive más la fama, que hacer el bien sin reconocimiento, dejando al Señor el reconocimiento verdadero.

Se trata de dar al mundo, aun eventualmente, que hay valores por encima de los corientemente aceptados como buenos.

cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Nuevamente el sentido que debe sostenerse es que ÉL ES ÉL. En este caso, el Padre único que paga la recompensa por nuestra limosna.

Así no descansaremos nuestra confianza en ningún pago de nadie, por sencillo que sea.

Apreciar este reconcimiento con gozo es señal de la presencia de su Espíritu en nosotros

cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará

Si la actitud de fondo no es la del anonimato la imposición de la ceniza puede ser una desviación y convertirse en una formalidad mágica. Se desnuda así de la ayuda litúrgica su objetivo de conversión.

que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido

Ayuno, oración y limosna en lo escondido para que el Padre lo recompense, como contracultura de la tendencia a exhibir mediáticamente casi todo y así causar revuelo.

Un don del Señor sigue siendo en nuestro tiempo la motivación de hombres y mujeres anónimos que en lo secreto y profundo de sus conciencias deciden ser solidarios como limosna y orar por sí y por los demás.

Se trata de revertir la hipocresía y revestirse de anti-hipocresía.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1498983997304721413?s=20&t=D3WFGzOazgUVePoC_McFJQ