sábado, 8 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Sábado Santo

Por la mañana



REFLEXIÓN

Hoy sábado santo, acompañamos en el Espíritu a María la madre solitaria, a quien su hijo Jesús le fue arrebatado y ajusticiado.

Por lo que sea, pues hay tantas teorías que vienen de lados interesados. Entre ellos el judaísmo.

Su ajusticiamiento se planta como un misterio acusador a la humanidad: capacidad de ajusticiar inocentes.

Somos capaces de lo peor con nuestras propia especie. Se palpa cada segundo en cualquier parte de esta tierra que habitamos y depredamos.

Si este signo no existiese estaríamos en completas tinieblas, de violencia entorpecida por la sangre que derrama.

Porque donde ella es la que domina, la carne humana deja de ser individuo para convertirse en bulto, que ni siquiera se sepulta, para que no contamine.

Y los espectadores de la brutalidad, por mano humana, directa o indirecta, nos vamos deslizando en la desesperanza, impotencia, indolencia y pérdida de lo que en algún momento llamamos dignidad de la persona humana.

Luego convenía que uno inocente muriera por todos, con capacidad de elevar su muerte a paradigma que mueve a emprender un itinerario alternativo al de la muerte sin sentido.

El poder del Espíritu del Padre hará que la muerte del Hijo encarnado se levante como la serpiente de bronce para curarnos de nuestra mordida de serpiente insidiosa. Nos conviene el crucificado para curarnos para siempre.

En el silencio del sábado santo instituído por la Iglesia para acompañar a Jesús yacente y dormido, nos preparamos para la novedad del Señor que interviene por la Resurrección de su Hijo e inicia una nueva creación.

Este anhelo profundamente sentido de una novedad auténtica que supere nuestra vejez, muerte y corrupción de todo, personal y social y de naturaleza, ha sido respondida y satisfecha en la Resurrección de Jesús de Nazareth.

Nuestra participación de ella depende de la fe que nos mueve y su desarrollo.

Ahora la Palabra está en nosotros, la tenemos nosotros, es nuestro turno. La chispa de la novedad, por nosotros debe propagarse en un fuego universal, para inflamarlo todo y que arda sin consumirse como la zarza de Yavé.


De una antigua Homilía sobre el santo y grandioso Sábado
(PG 43, 439. 451. 462-463)

EL DESCENSO DEL SEÑOR A LA REGIÓN DE LOS MUERTOS

El Dios hecho hombre ha muerto y ha puesto en movimiento a la región de los muertos.

Es el momento de convencer a muchos caídos, ya difuntos, que no creían, no esperaban, dudaban, y pensaban que todo había terminado. Aquellos que murieron con temor de haber acabado su única vida. Aquellos que murieron trágicamente, segados en su juventud y su potencialidad, sin que pudieran desplegar su proyecto de vida y un significado significante para su existencia.

Pero también es el momento de iluminar por fe a los que en esta orilla fueron y son testigos mudos de ese éxodo, que observan con dolor y duelo de separación y pérdida, y hasta temen una perdición definitiva.

En estos momentos celebramos la evangelización de los que ya partieron, y es posible acceder al gozo que entraña que nuestros conocidos son resucitados por la Palabra viva del Señor Jesús.

«Despierta, tú que duermes, Y levántate de entre los muertos y te iluminará Cristo.

Un maravilloso himno de la fe cristiana primitiva, que compartimos a partir de este momento.

Levántate, vayámonos de aquí. El enemigo te hizo salir del paraíso; yo, en cambio, te coloco no ya en el paraíso, sino en el trono celestial. Te prohibí comer del simbólico árbol de la vida; mas he aquí que yo, que soy la vida, estoy unido a ti. Puse a los ángeles a tu servicio, para que te guardaran; ahora hago que te adoren en calidad de Dios.

Sobre el horizonte se posiciona la posibilidad de convertir nuestros sueños de humanidad en realidad novedosa.

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BEATO CARLO

 

De una antigua Homilía sobre el santo y grandioso Sábado
(PG 43, 439. 451. 462-463)
 
EL DESCENSO DEL SEÑOR A LA REGIÓN DE LOS MUERTOS

 

¿Qué es lo que pasa? Un gran silencio se cierne hoy sobre la tierra; un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio, porque el Rey está durmiendo; la tierra está temerosa Y no se atreve a moverse, porque el Dios hecho hombre se ha dormido Y ha despertado a los que dormían desde hace siglos. El Dios hecho hombre ha muerto y ha puesto en movimiento a la región de los muertos.

 En primer lugar, va a buscar a nuestro primer padre, como a la oveja perdida. Quiere visitar a los que yacen sumergidos en las tinieblas y en las sombras de la muerte; Dios y su Hijo van a liberar de los dolores de la muerte a Adán, que está cautivo, y a Eva, que está cautiva con él.

 El Señor hace su entrada donde están ellos, llevando en sus manos el arma victoriosa de la cruz. Al verlo, Adán, nuestro primer padre, golpeándose el pecho de estupor, exclama, dirigiéndose a todos: «Mi Señor está con todos vosotros.» Y responde Cristo a Adán: «y con tu espíritu.» Y, tomándolo de la mano, lo levanta, diciéndole: «Despierta, tú que duermes, Y levántate de entre los muertos y te iluminará Cristo.

 Yo soy tu Dios, que por ti me hice hijo tuyo, por ti y por todos estos que habían de nacer de ti; digo, ahora, y ordeno a todos los que estaban en cadenas: "Salid", y a los que estaban en tinieblas: "Sed iluminados", Y a los que estaban adormilados: "Levantaos."

 Yo te lo mando: Despierta, tú que duermes; porque yo no te he creado para que estuvieras preso en la región de los muertos. Levántate de entre los muertos; yo soy la vida de los que han muerto. Levántate, obra de mis manos; levántate, mi efigie, tú que has sido creado a imagen mía. Levántate, salgamos de aquí; porque tú en mí y yo en ti somos una sola cosa.

 Por ti, yo, tu Dios, me he hecho hijo tuyo; por ti, siendo Señor, asumí tu misma apariencia de esclavo; por ti, yo, que estoy por encima de los cielos, vine a la tierra, y aun bajo tierra; por ti, hombre, vine a ser como hombre sin fuerzas, abandonado entre los muertos; por ti, que fuiste expulsado del huerto paradisíaco, fui entregado a los judíos en un huerto y sepultado en un huerto.

 Mira los salivazos de mi rostro, que recibí, por ti, para restituirte el primitivo aliento de vida que inspiré en tu rostro. Mira las bofetadas de mis mejillas, que soporté para reformar a imagen mía tu aspecto deteriorado. Mira los azotes de mi espalda, que recibí para quitarte de la espalda el peso de tus pecados. Mira mis manos, fuertemente sujetas con clavos en el árbol de la cruz, por ti, que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el árbol prohibido.

 Me dormí en la cruz, y la lanza penetró en mi costado, por ti, de cuyo costado salió Eva, mientras dormías allá en el paraíso. Mi costado ha curado el dolor del tuyo. Mi sueño te sacará del sueño de la muerte. Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti.

 Levántate, vayámonos de aquí. El enemigo te hizo salir del paraíso; yo, en cambio, te coloco no ya en el paraíso, sino en el trono celestial. Te prohibí comer del simbólico árbol de la vida; mas he aquí que yo, que soy la vida, estoy unido a ti. Puse a los ángeles a tu servicio, para que te guardaran; ahora hago que te adoren en calidad de Dios.

 Tienes preparado un trono de querubines, están dispuestos los mensajeros, construido el tálamo, preparado el banquete, adornados los eternos tabernáculos y mansiones, a tu disposición el tesoro de todos los bienes, y preparado desde toda la eternidad el reino de los cielos

viernes, 7 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Viernes Santo

Isaías 52,13-53,12



REFLEXIÓN

Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho

Así fueron los primeros tiempos de Jesús. Se confiaría él por sus primeros éxitos?

Los humanos nos enorgullecemos y sentimos alentados por nuestros éxitos.

En medio de ellos se dispondría a afrontar otros riesgos, como la muerte por ejemplo.? O eso estaba lejos de su cálculo? Sería Jesús el primer sorprendido de que no todos lo aceptaran y siguieran?

Como creyente de las escrituras, sabía de la suerte de otros hombres de Dios, hijos de Dios, profetas. Que habían muerto en la fidelidad a la misión de Yavé. No era totalmente ignorante.

desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano

El maltrato y la violencia con la que fue castigado, transformaron su apariencia. Sería la viva imagen del abatimiento, del dolor.

hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros, despreciado y desestimado

Cuando se ve este sufrimiento casi límite, en personas torturadas por alguna causa, se pregunta uno horrorizado: cómo pudo aguantar, sobrellevar, resistir.?

Un sufrimiento que no motiva al seguimiento sino más bien a la cobardía y evitamiento.

De ahí que la moción a sufrir por y con él, deba venir del Espíritu, quien labra la identificación profunda con Jesús.

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación

Este es el cuarto canto del Siervo de Yavé, en el libro del segundo Isaías, a quién los judíos toman como figura mesiánica del futuro, y los cristianos después de superar el escándalo de un mesías sufriente, identifican como Jesús de Nazareth.

Un siervo significa un colaborador, una con-parte de la alianza con alguien superior, un ayudante digno de confianza en quien se delegan tareas importantes.

También significa esclavo, de los que asumen tareas menos dignas de un hombre libre.

Entonces este Siervo de confianza se hace un siervo que carga con lo peor de los demás. Es castigado en nombre de otros, pero también recibe el daño de las malas acciones de otros.

Este servicio será recompensado y encumbrado y reconocido como salvífico: ese es su mesianismo.

Se abre al futuro un protagonismo novedoso a contrapelo del glamour ordinario de los protagonistas famosos.

La Palabra nos anima a asumir la solidaridad con los siervos de Yavé de hoy: pueblos, sociedades, colectividades y personas, la participación en su misión mesiánica de sufrimiento y gloria.

Ver e ir más a fondo de lo que se ve, lleva al profeta inspirado a establecer una causa del infortunio: ese sujeto maltratado, pueblo o individuo está así por nosotros. Es un chivo expiatorio, una costumbre que practicaban según Lev 16 para significar el perdón de todos los pecados, cargados sobre un animal que soltaban en el desierto.

Se trata de un arquetipo que se va revelando  con el tiempo hasta la plena identificación con la historia de Jesús de Nazareth.

Una extraña solidaridad y reemplazo de nuestras culpas para librarnos de males mayores. Alguien que se entrega al demonio para que se satisfaga, y por lo mismo es despreciado.

La misma escritura es la que señala el parámetro para establecer el alcance y la significatividad de la oblación de Jesús. El “por nosotros” no es sin más un invento, sino una apropiación que hace la comunidad primera de su líder, en posesión de los antecedentes de la palabra.

No se entiende esta idea muy bien en la modernidad, para quien la imagen de Dios está muy alejada del Dios sanguinario que necesita sangre para aplacarse.

Ha hecho bien en alejarse de esa desfiguración teológica que impide el rostro verdadero del Señor.

Pero cuál es el sentido de esa expiación o satisfacción? Parece una idea antigua que el mismo Sumo sacerdote expresó: conviene que muera uno por el pueblo. La muerte de un inocente tiene alguna virtud compensatoria? Calma el torrente de violencia y venganza? Es lo contrario del ojo por ojo? Es lo único que desarma ese círculo infernal, odio que levanta odio, venganza que llama a venganza?

Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomo el pecado de muchos e intercedió por los pecadores.

No muere por sí, muere por otros

No es que lo entendamos todo. Más bien no hay respuesta razonada y proporcionada, sino un sentido enigmático, una coherencia de sentido a otro nivel, una conveniencia que descansa en último término en la aceptación amorosa de la voluntad del Padre.

Salmo responsorial: 30



REFLEXIÓN

A tus manos encomiendo mi espíritu: / tú, el Dios leal, me librarás

La liberación puede ser en el ofrecimiento de una cautividad presente y activa.

Soy la burla de todos mis enemigos, / la irrisión de mis vecinos, / el espanto de mis conocidos; / me ven por la calle, y escapan de mí. / Me han olvidado como a un muerto, / me han desechado como a un cachorro inútil.

Esta es la cautividad de la que existe la esperanza de ser librado.

Pero yo confío en ti, Señor,

La resistencia de Jesús en la prueba de chivo expiatorio estuvo en su apoyo en el Padre y su confianza en su designio.

Sed fuertes y valientes de corazón, / los que esperáis en el Señor

La espiritualidad que acompañó la conquista y colonización de América, propia del siglo de oro español, hizo un fuerte énfasis en el sufrimiento y la resignación.

Nos acostumbramos a mirar y ser víctimas impotentes que utilizaban la paciencia para sobrevivir, y hacer de la obligación virtud.

Es una distorsión del sufrimiento, que siempre existirá por nuestra limitada y contingente condición humana.

Jesús vive el sufrimiento como resistencia, que es su misión a cumplir. Es el gesto de quien no transige con el pecado, la mala voluntad, la injusticia.

Es el salario del justo, no del corrupto.

Sufre quien no hace las paces con la iniquidad y se rehúsa a formar parte de ella.

No es un ejercicio de aguante, sino de confianza en el Señor, fuerza nuestra.

Hebreos 4,14-16;5,7-9



REFLEXIÓN

para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente

Esto hemos de pedir para alcanzar en nuestra cuota de sufrimiento por la justicia. Así daremos testimonio de no ser parte de la injusticia de este mundo, y aceptaremos con gusto nuestra cruz para estar al lado de los crucificados del mundo.

Actualmente vivir el designio del Padre tiene a Jesús como acompañante, cuya experiencia nos enseña.

ha sido probado con todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.

Nunca Jesús, nos lo dice el relato de las tentaciones, desconfío de su Padre, sino que aceptó amorosamente su voluntad.

cuando en su angustia fue escuchado

Jesús fue escuchado, no para ser librado como pensó originalmente, sino por la fortaleza con la que asumió la prueba.

No es cualquier bravuconada, ni alguna acción temeraria, sino un don del Señor para afrontar el sufrimiento. Es como la unción del gladiador, para presentar un mejor combate.

Los mártires que nos han precedido, confesando la fe y su sentido de vida con su sangre, mostraron la entereza que les vino como don del Señor.

Juan 18,1-19,42



REFLEXIÓN

"Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?"

La comunidad desde el comienzo de su conversión comprendió que en seguimiento de su Maestro entraba en un combate por el reino, pero desarmados de espadas y armas.

Se combatiría con el sufrimiento sostenido por la fortaleza de la gracia para ofrecer al mundo inicuo la viabilidad de un camino alternativo.

Nos enseña a asir la copa del designio con la fe puesta en el Padre que nos la confía.

Asumimos así la existencia como chivos expiatorios conscientes que así colaboramos en el perdón de los pecados propios y ajenos. Es un sentido del acompañamiento.

Hasta llegar al convencimiento que lo que acontece es la voluntad del Padre, se debe luchar, como obsequio a esa misma voluntad.

El designio siendo uno, se nos muestra en diversidad de expresiones, y requiere nuestra atención y fe para ir estableciendo su curso. Unas haciendo otras padeciendo.

era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: "Conviene que muera un solo hombre por el pueblo."

La piezas encajan. Aunque no sea consciente del designio, los actores contribuyen a su realización. Es preferible hacerlo a ciencia y conciencia, por la visión que nos aporta la fe en el Padre y su designio.

"Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?"

El sufrimiento que se carga no debe confundirse con ausencia de iniciativa y creatividad para procesarlo. El don de fortaleza nos impulsa a hacer frente a la prueba con paz y serenidad.

Su enseñanza nos ubica en la autenticidad de lo que somos y lo que juzgamos como verdad para que demos testimonio de ella. Asumir la expiación y el designio no implica traicionarnos, ni envilecernos con falsas resignaciones.

Pedro volvió a negar, y enseguida canto un gallo

La comunidad aprendió de sus propios errores y del de sus pastores para fortalecerse en el combate de la cruz, sin jactancias y falsos protagonismos, con la gracia del Padre.

No sabemos ni podemos juzgar cuándo la semilla muere y da fruto. La evasión de una misión, la cobardía y pusilanimidad eventuales no son la última palabra antes de asumir el compromiso de la fe. Más bien la misericordia del Padre y su constante llamamiento por el Espíritu logrará el fruto en su momento.

Nadie hubiera dicho que de tal cobardía de Pedro, se desarrollaría un apóstol entregado que dio su vida posteriormente por el mensaje de Jesús.

Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en le pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua

La ironía joanea sobre la pureza del contacto físico con un recinto, pero dejando de lado la impureza profunda de entregar un inocente a la muerte manipulando al poder ocupante.

Todo el que es de la verdad escucha mi voz."

C. Pilato le dijo:

S. "Y, ¿qué es la verdad?"

No era de la verdad Pilatos, porque escudado en la duda o incertidumbre, no le daba paso ni la reconocía.

Ni debemos extrañarnos que haya quienes no lo sean actualmente, escudados en una crítica o método que sistemáticamente la expulsa de la existencia, para que esa verdad no juzgue sus malas acciones.

porque se ha declarado Hijo de Dios.

En esto coincide con el esfuerzo redaccional de Marcos en justificar el título de Hijo de Dios trascendente para Jesús, y no solamente el de Hijo de hombre, como el único que reconoció el Jesús histórico.

"Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí."

Este mundo, este orden o desorden de cosas. Esta lógica de violencia y poder.

"Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz."

Pilatos enfoca la verdad y su problemática como tantos de su tiempo y ahora, con agnosticismo y relativismo. Trata a la verdad como un qué, no como un quién.

+. "No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor."

De quién es el pecado mayor? Al maligno se le da poder para entregar y a sus colaboradores.

Lo alto igual se refiere al Emperador, a quien sirve Pilato. La entrega de Jesús ha sido con la amenaza de indisponer a Pilatos  con él. Y bajo esta extorsión la dirigencia judía aparece con pecado mayor

Entonces se lo entregó para que lo crucificaran

Lo cual incluye el César, cuyo nombre hace temer más a Pilatos, que a su propio miedo supersticioso de la divinidad.

"Mujer, ahí tienes a tu hijo."

"Ahí tienes a tu madre."

Último despojo, última preocupación por la suerte de su madre, último gesto amoroso y reconocimiento a quien lo acompaña hasta el final. No la deja sola, sin sustento, abandonada.

"Tengo sed."

El signo de la deshidratación por la pérdida de fluídos: agua y sangre.

José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús

Comienza a esparcirse el don de la fortaleza para el combate de la cruz, con la superación de los miedos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1644312001877819394?s=20

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Isaías 52,13-53,12

Se habla posiblemente de un discípulo de Isaías que carga por muchos los pecados sobre sí. Un sufrimiento vicario de uno por todos es peculiar. Resume en sí la marcha de los desheredados y deportados. Ellos en él verán de nuevo Jerusalén prometida como su salvación. Es un reinicio.

Salmo responsorial: 30

Se fortalece la confianza no obstante los infortunios. Se confía más en el poder de las manos del Señor

Hebreos 4,14-16;5,7-9

Se subraya la función de Sumo Sacerdote en cuanto al pecado: fiesta de Yom Kippur. Jesús es escuchado al ser glorificado. Ascendido.

Juan 18,1-19,42

El Arresto

Las audiciones ante Anás y Caifás

Interrogatorio de Pilatos

Continua

Crucifixión, eventos en la cruz, Muerte de Jesús

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Juan Crisóstomo Catequesis 3,13-19

¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? «Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor».

REFLEXIÓN

La sangre ha estado presente en sacrificios de gentes y religiones, como una ofrenda preciosa, suficiente y precisa, para servir de protección y para rogar asistencia, por parte de alguna divinidad. La sangre de Jesús, es para muchos convertidos a su nombre, la única capaz de colmar esas ubicuas expectativas de liberación y salvación, como una convergencia prometida y feliz. Por qué la sangre? Por su vinculación a toda vitalidad y energía. Sin ese torrente ningún organismo se mueve. Por su color rojo profundo, que nos hace iguales los humanos en su totalidad. Porque si ocasionamos su derramamiento despertamos una sed de venganza casi imparable.

Si hoy, pues, el enemigo, en lugar de ver las puertas rociadas con sangre simbólica, ve brillar en los labios de los fieles, puertas de los templos de Cristo, la sangre del verdadero Cordero, huirá todavía más lejos. ¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor. Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía. El soldado le traspasó el costado, abrió una brecha en el muro del templo santo, y yo encuentro el tesoro escondido y me alegro con la riqueza hallada. Esto fue lo que ocurrió con el cordero: los judíos sacrificaron el cordero y yo recibo el fruto del sacrificio. Del costado salió sangre y agua.

REFLEXIÓN

Muchas manos procuran hoy que la sangre de Jesús, eucarística, continúen salvando a los que creen en su valor. Muchas aunque cada vez menos, como si se fuera mutando en una eucaristía de vida corriente y servicial, protagonizada por meros laicos sin jerarquía. Ofrecidos a toda obra que repercuta en la calidad de vida de quienes han perdido la esperanza de humanización.

No quiero, amado oyente, que pases con indiferencia ante tan gran misterio, pues me falta explicarte aún otra interpretación mística. He dicho que esta agua y esta sangre eran símbolos del bautismo y de la eucaristía. Pues bien, con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva. Por esta misma razón afirma San Pablo: Somos miembros de su cuerpo, formados de sus huesos, aludiendo con ello al costado de Cristo. Pues de la misma forma que Dios hizo a la mujer del costado de Adán, de igual manera Jesucristo nos dio el agua y la sangre salida de su costado, para edificar la Iglesia. Y de la misma manera que entonces Dios tomó la costilla de Adán, mientras éste dormía, así también nos dio el agua y la sangre después que Cristo hubo muerto.

REFLEXIÓN

La Iglesia de los creyentes fraternos, bautizados y comensales de Jesús, son la nueva humanidad: hombre nuevo y mujer nueva. Nuevo Adán y nueva Eva en proceso, en camino. La jerarquía como los aguateros de una caminata, distribuye agua y sangre de Jesús.

Mirad de qué manera Cristo se ha unido a su esposa, considerad con qué alimento la nutre. Con un mismo alimento hemos nacido y nos alimentamos. De la misma manera que la mujer se siente impulsada por su misma naturaleza a alimentar con su propia sangre y con su leche a aquél a quien ha dado a luz, así también Cristo alimenta siempre con sangre a aquellos a quienes él mismo ha hecho renacer.

REFLEXIÓN

No podríamos hacer nada desnutridos. Por eso Jesús dona su Espíritu para que fecundemos en Iglesia, nos nutramos y sigamos peregrinando. Él como novio va entre nosotros, multiplicando el alimento de vida, con su Palabra, Agua y Sangre.

jueves, 6 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Jueves Santo

Éxodo 12,1-8.11-14

     


       

    REFLEXIÓN

la asamblea de Israel:

Del hebreo edah: congregación, reunión y proviene de yaad: acordar reunión, reunirse por y para acuerdos (sinodalidad), citarse para encontrarse.

Qahal: reunidos, congregados. Hace énfasis en que son llamados a reunirse.

Quizás la diferencia de la primera con la segunda se basa en el carácter de la reunión: por iniciativa propia o por ser llamados.

En el texto la Palabra se dirige a Moisés y Aarón para que hablen a los que se han reunido(edah), con lo cual se constituyen en qahal. Ésta palabra es la propia de la Revelación, porque es la que llama a los que se han reunido para creer.

Así la reunión de los que se encuentran pasa a otro nivel, porque son llamados por la Palabra.

Más adelante los reunidos alrededor de Jesús, quizás por su propia voluntad y atracción a él, se convierten en una asamblea de llamados a consensuar para creer en un reino.

Un reino que no se reduce a los que acuerdan reunirse, sino que se extiende a muchos que ni pensaban que existían: de toda raza, pueblo o nación.

Esa noche comeréis

Esta noche pasaré

La sangre será vuestra señal

La Palabra que nos llega, milenaria y sabia, ha venido sumando significaciones para diferentes generaciones de creyentes.

Los creyentes actuales somos a la vez herederos de antiquísima tradición y dispensadores de nuevas significaciones para las actuales y futuras generaciones.

Somos memorial que peregrina.

La comida de fiesta viene desde los tiempos del pastoreo nómada.

Se incorpora después la liberación del yugo del Faraón por el Paso(Pascua es un calco del griego paskha, derivado del arameo pashá y del hebreo pesah. El origen de este nombre es discutido. Algunos le atribuyen una etimología extranjera, asiria (pasahu, apaciguar) o egipcia (pash, el recuerdo;pesah, el golpe); pero ninguna de estas hipótesis se impone. La Biblia relaciona pesah con el verbo pasah, que significa ora cojear, ora ejecutar una danza ritual en torno a un sacrificio 1Re 18,21.26, en sentido figurado, «saltar», «pasar»,perdonar. La pascua es el paso de Yahveh, que pasó de largo las casas israelitas, mientras que hería a las de los egipcios Ex 12,13.23-27 Is 31,5. http://hjg.com.ar/vocbib/art/pascua.html)del Señor.

Se podría pensar que la sangre es mencionada como expresión de una cultura violenta de guerra y venganza.

Pero no es así. La sangre es derramada, no de humanos, sino de animales como símbolo de la vida que aporta el Señor cuando libera.

Porque no sólo libera sino que da vida al liberar.

Muchos movimientos de liberación quizá recortan todo el significado de la libertad adquirida que busca una mejor vida.

Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor

La comida pascual de entonces tenía signos nómadas pastoriles. Venía de la cultura original del pueblo de Dios. Su simbolismo seguiría significando las diferentes etapas de Israel, como la época primera del amor primero, de la conversión primera. Fue la época del primer encuentro del designio de este Yavé con sus elegidos. Y su celebración tiene la intención de reverdecerlo, aun ubicado el pueblo en culturas diferentes.

y haré justicia de todos los dioses de Egipto.

Se trata de una comida en medio de una acción guerrera: Yavé contra el Egipto del Faraón. Por eso debe hacerse rápidamente y utilizar la sangre como escudo.No es una comida sibarita, como denunciará Pablo después en Corinto.

Salmo responsorial: 115



REFLEXIÓN

Alzaré la copa de la salvación, / invocando su nombre

Te ofreceré un sacrificio de alabanza, / invocando tu nombre, Señor.

Formamos un pueblo –de todas las esquinas del mundo- de paz. La justicia es para la paz. La sangre es para la vida. Y ésta en paz.La utopía cristiana es que después de Jesús no haya más víctimas de cualquier violencia, sino entrega al paz.

El Espíritu nos impulsa a alabar en cualquier circunstancia: ya sea agradable o no, según nos depara la vida o la copa.

Porque su voluntad de salvar, su amor, es el horizonte en el cual ubicamos los relativos buenos o malos momentos. En todo se manifiesta su gloria que es amor salvador.

1Corintios 11,23-26



REFLEXIÓN

Yo he recibido una tradición

Los que hemos recibido una tradición y la guardamos, si le encontramos sentido actual, no tenemos que avergonzarnos porque otros la ignoren o menosprecien.

Ya llegará, y eso hemos de buscar pacíficamente, el momento que encuentren su significación. Porque la verdad profunda llega suavemente, como la vida que aporta la sangre renovada a cada célula del cuerpo.

tomó pan y, pronunciando la acción de gracias

Jesús no organizó una guerra, sino su propio holocausto.

Jesús hizo una comida que se parece a la que las familias hacían por la pascua. La hizo en un ambiente de urgencia: amenaza de muerte, traición, dispersión de sus seguidores, ansiedad por el dolor de la tortura y la muerte en crucifixión.

Sin embargo esta copa rebosante de buenas y malas cosas es ofrecida en acción de gracias, como reconocimiento de Jesús al amor presente del Padre en todo, más allá de las apariencias.

haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía

Que la acción de gracias en Jesús sea nuestra estrategia de lucha por la justicia y la paz.

Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Nosotros a diferencia de nuestros hermanos judíos comeremos al Señor Jesús, nuestra Pascua.

Juan 13,1-15



REFLEXIÓN

hora de pasar de este mundo al Padre

La buena nueva de la Palabra en Juan se profundiza en el significado de la Pascua. Será a partir de Jesús de Nazareth un pasaje del mundo al Padre.

Jesús en su sacrificio con sangre pero pacífico, culmina la apertura al Dios desconocido. Un Padre-Madre amoroso que nos aguarda.

Es un momento para Jesús de mayor conciencia de su identidad y misión. Justo entonces actúa con el mayor abajamiento y amor de servicio.

los amó hasta el extremo

un servicio extremo: como esclavo los atendió, como víctima se ofreció. Lava sus pies, se deja comer.

Juan hace énfasis en el abajamiento como de esclavo que hace Jesús, en el contexto de la comida pascual.

se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido

"Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde."

Es la experiencia de Jesús que intenta transmitirle a Pedro: el conocimiento profundo viene luego, con un Espíritu del Padre. Debe madurar el momento y las circunstancias.

El carisma de Pedro es una fe peregrina que va comprendiendo lo que hizo el Señor.

No todos estáis limpios

Para qué podría lavarse los pies Judas, si ya no estaba limpio por su traición, planeada y ejecutada. La traición a la fraternidad no necesita ser excluida, sino que configura una autoexclusión.

Más bien los creyentes debemos estar atentos a nuestra fidelidad fraterna, para no engañarnos en la presunción de estar limpios.

si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis."

El memorial en los sinópticos se centra en Jesús comida, y en Juan se centra en Jesús servidor. Se trata de una equivalencia del ágape cristiano: el servicio a los otros es como la comida entre hermanos.

Comensalidad y servicio, compartir y mutua disponibilidad.

Signo que transparenta el amor mutuo, por el que nos reconocen como de Jesús.

Hacer nuestro servicio de ágape a la fraternidad, es la única señal que nos indica si de verdad estamos limpios.

Jesús es el cordero, en la nueva comida de conmemoración. El cordero inmolado es el que da gracias y nos pide que también la demos, proclamando su muerte hasta que vuelva.

Una muerte que nos lo convierte en comida y servicio, al unísono.

Esta es una dimensión muy profunda que le da brillo a lo cotidiano.

Trasciende hacia un mundo inesperado y gratuito.

Hace presente un designio de novedad y gozo.

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Éxodo 12,1-8.11-14

Celebración y realidad tan fundidas y mezcladas que son inseparables casi. Es el peso de los años usando el ritual de liberación para alabarla y agradecerla

Salmo responsorial: 115

La acción de gracias como sacrificio de libación

1Corintios 11,23-26

Se entrega una tradición con técnica ajustada a ese propósito, que implica autoridad en la entrega. Se trata de un memorial de la muerte de Jesús.

Juan 13,1-15

Se trata de una comida de despedida, no pascual propiamente. Existían comidas así en el contexto cultural.

Jesús lava los pies como un esclavo y a Pedro lo ubica, como ubico al Bautista, sobre el sentido de hacer algo aparentemente inferior, alguien tenido como superior. Una cosa es bañarse, radical, y otra lavarse, coyuntural.

Este ejemplo es para todo que se considere discípulo, y aun así no será superior al maestro. Cómo se podrá ser superior si el maestro se hace inferior.

BEATO CARLO

SU MORTAL ENFERMEDAD FUE ASUMIDA EN DOCIL SILENCIO COMO UN CORDERO PASCUAL
 
De la Homilía de Melitón de Sardes, obispo, Sobre la Pascua
(Núms. 65-71: SC 123, 95-101)
 
EL CORDERO INMOLADO NOS HA HECHO PASAR DE LA MUERTE A LA VIDA

 

Los profetas predijeron muchas cosas sobre el misterio pascual, que es el mismo Cristo, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Él vino del cielo a la tierra para remediar los sufrimientos del hombre; se hizo hombre en el seno de la Virgen, y de ella nació como hombre; cargó con los sufrimientos del hombre, mediante su cuerpo, sujeto al dolor, y destruyó los padecimientos de la carne, y él, que era inmortal por el Espíritu, destruyó el poder de la muerte que nos tenía bajo su dominio.

Él fue llevado como una oveja y muerto como un cordero; nos redimió de la seducción del mundo, como antaño de Egipto, y de la esclavitud del demonio, como antaño del poder del Faraón; selló nuestras almas con su Espíritu y los miembros de nuestro cuerpo con su sangre.

 Él, aceptando la muerte, sumergió en la derrota a Satanás, como Moisés al Faraón. Él castigó la iniquidad y la injusticia, del mismo modo que Moisés castigó a Egipto con la esterilidad.

 Él nos ha hecho pasar de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, de la tiranía al reino eterno, y ha hecho de nosotros un sacerdocio nuevo, un pueblo elegido, eterno. Él es la Pascua de nuestra salvación.

 Él es quien sufría tantas penalidades en la persona de muchos otros: él es quien fue muerto en la persona de Abel y atado en la persona de Isaac, él anduvo peregrino en la persona de Jacob y fue vendido en la persona de José, él fue expósito en la persona de Moisés, degollado en el cordero pascual, perseguido en la persona de David y vilipendiado en la persona de los profetas.

 Él se encarnó en el seno de la Virgen, fue colgado en el madero, sepultado bajo tierra y, resucitando de entre los muertos, subió a lo más alto de los cielos.

 Éste es el cordero que permanecía mudo y que fue inmolado; éste es el que nació de María, la blanca oveja; éste es el que fue tomado de entre la grey y arrastrado al matadero, inmolado al atardecer y sepultado por la noche; éste es aquel cuyos huesos no fueron quebrados sobre el madero y que en la tumba no experimentó la corrupción; éste es el que resucitó de entre los muertos y resucitó al hombre desde las profundidades del sepulcro.