sábado, 10 de abril de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Sábado de la octava de Pascua

Hechos 4,13-21



REFLEXIÓN

viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, se sorprendieron y descubrieron que habían sido compañeros de Jesús.

Un efecto de la transformación de pascua. De meros discípulos aprendices, a testigos íntegros.

La seguridad que brota de la verdad de Dios se acredita por sí misma, como señal del acompañamiento del Señor y como característica de la nueva vida pascual.

Se da constantemente el caso que personas débiles: niños, impedidos, discriminados, pobres, sorprenden por la capacidad que muestran en los argumentos utilizados para defender su posición, y fundamentar sus reclamos.

Se actúa mejor si se mira el mensaje que aportan y se escucha para resolver, y no se detiene uno tanto en el tono de la exigencia.

"¿Puede aprobar Dios que os obedezcamos a vosotros en vez de a él? Juzgadlo vosotros. Nosotros no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído."

Un sacerdote católico dio el paso de descubrir lo que sabía por confesión, en un programa televisado, incurriendo en excomunión late sententiae.

Lo prefirió a hacerse cómplice de un abuso infantil, de un padre con su propia hija.

Y el apoyo más abierto vino de parte de un reverendo evangélico, que citaba la frase de Pedro: antes obedecer a Dios que a los hombres.

Viendo este ejemplo no queda menos que hacer espacio a un mensaje que viene del Espíritu: no importan las ventajas personales que haya que poner a un lado y renunciar, para obedecer al Señor.

La persecución que tuvo que sobrellevar el testigo de la resurrección de Jesús de Nazaret se suma como garantía de la veracidad del testigo. Ese martirio es por nosotros. Para fundamentar nuestra opción fundamental, nuestro principio y fundamento: obedecer a Dios antes que a los hombres.

Aunque de esto también se puede abusar y desviar.

Salmo responsorial: 117



REFLEXIÓN

El Señor es mi fuerza y mi energía, / él es mi salvación

Dedicarse y entregarse tenazmente a la buena obra solidaria, que no se reduce a aspectos económicos, es hacerlo con el reino de Dios.

Y la energía inagotable, al parecer, que alienta a los agentes de cambio en su fe y esperanza, es señal de salvación.

La salvación no es solo liberación. Ésta se ordena a aquella. Liberación es el camino de la libertad del Espíritu en la creación. Y cuando comulgamos con ella, cristaliza y se consolida la salvación.

Me castigó, me castigó el Señor, / pero no me entregó a la muerte.

Los sinsabores en la existencia, llaman a la conversión frecuente y constantemente.

Marcos 16,9-15



REFLEXIÓN

pero no los creyeron.

les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado

Dicen los especialistas que este texto proviene de una adición posterior.

Es interesante que remarca la incredulidad inicial hacia todos los primeros testigos, hasta el extremo de amonestarlos Jesús por ello.

Si es posterior y no del evangelista original: qué situación detalla?

Hubo una resistencia e incredulidad generalizada de los once hacia la buena nueva de la resurrección?

Otra muestra de que el mensaje auténtico del Espíritu venía del pueblo sencillo y creyente, el cual tenía que escuchar el cuerpo de autoridades.

Tantas veces gente del pueblo de Dios, sencilla y honesta en su fe, ha iniciado un movimiento devocional, o que reforma en algún modo el curso dominante y oficial de la comunidad.

Quizá no creyeron y por lo tanto no se convirtieron, porque los testigos eran débiles por ser mujeres, excluídos del círculo íntimo.

El prejuicio y la discriminación entorpecían que la verdad brillara.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1380852393001246724?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Cirilo de Jerusalén Catequesis de Jerusalén 22, Mystagogica 4,1.3-6.9



Nuestro Señor Jesucristo, en la noche en que iban a entregarlo tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomad, comed; esto es mi cuerpo». Y, después de tomar el cáliz y pronunciar la acción de gracias, dijo: «Tomad, bebed; ésta es mi sangre». Si fue él mismo quien dijo sobre el pan: Esto es mi cuerpo, ¿quién se atreverá en adelante a dudar? Y si él fue quien aseguró y dijo: Esta es mi sangre, ¿quién podrá nunca dudar y decir que no es su sangre? Por lo cual estamos firmemente persuadidos de que recibimos como alimento el cuerpo y la sangre de Cristo.

REFLEXIÓN

Se plantea, para quien lo ose negar, que se trata de la identidad del Jesús histórico, que en el pan y vino se hace cuerpo y sangre, en una mesa que reúne para alimentar, para servir alimentos. El escenario de una comida persuade que la identidad tiene que ver con alimentación.

Pues bajo la figura del pan se te da el cuerpo, y bajo la figura del vino, la sangre; para que al tomar el cuerpo y la sangre de Cristo, llegues a ser un solo cuerpo y una sola sangre con él. Así, al pasar su cuerpo y su sangre a nuestros miembros, nos convertimos en portadores de Cristo. Y como dice el bienaventurado Pedro, nos hacemos partícipes de la naturaleza divina.

REFLEXIÓN

Tomarlo como alimento nos implica en un proceso, conocido por demás, de asimilación, pero a la inversa. Haciéndose nosotros como alimento, compartimos una identidad glorificada, y en él somos divinidad.

En otro tiempo Cristo, disputando con los judíos, dijo: Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tenéis vida en vosotros. Pero como no lograron entender el sentido espiritual de lo que estaban oyendo, se hicieron atrás escandalizados, pensando que se les estaba invitando a comer carne humana.

REFLEXIÓN

Más bien entendieron a la perfección y por eso se escandalizaron. Lo del sentido espiritual no es para escamotear la realidad, sino trascendente, transignificado, más allá del uso ordinario pero sin evacuar lo real. Un especie de antropofagia, sin la cual no hay participación.

En la antigua alianza existían también los panes de la proposición: pero se acabaron precisamente por pertenecer a la antigua alianza. En cambio, en la nueva alianza, tenemos un pan celestial y una bebida de salvación, que santifican alma y cuerpo. Porque del mismo modo que el pan es conveniente para la vida del cuerpo, así el Verbo lo es para la vida del alma. No pienses, por tanto, que el pan y el vino eucarísticos son elementos simples y comunes: son nada menos que el cuerpo y la sangre de Cristo, de acuerdo con la afirmación categórica del Señor; y aunque los sentidos te sugieran lo contrario, la fe te certifica y asegura la verdadera realidad. La fe que has aprendido te da, pues, esta certeza: lo que parece pan no es pan, aunque tenga gusto de pan, sino el cuerpo de Cristo; y lo que parece vino no es vino, aún cuando así lo parezca al paladar, sino la sangre de Cristo; por eso ya en la antigüedad, decía David en los salmos: El pan da fuerzas al corazón del hombre y el aceite da brillo a su rostro; fortalece, pues, tu corazón comiendo ese pan espiritual, y da brillo al rostro de tu alma. Y que con el rostro descubierto y con el alma limpia, contemplando la gloria del Señor como en un espejo, vayamos de gloria en gloria, en Cristo Jesús, nuestro Señor, a quien sea dado el honor, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

REFLEXIÓN

Vendrán otras categorías en la filosofía tomista a formular la transustanciación como la clave ideológica. Sin embargo no terminará con ello la discusión, y habrá que recurrir a la imposición dogmática. Lo cual tampoco hace unidad.

viernes, 9 de abril de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Viernes de la octava de Pascua

Hechos 4,1-12



REFLEXIÓN

indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran la resurrección de los muertos por el poder de Jesús

En sus inicios la comunidad cristiana comenzó siendo perseguida y acosada, sobretodo por el establecimiento saduceo que impugnaba la resurrección. Un grupo opuesto a Jesús por el poder que éste fue adquiriendo a sus ojos, pero también por la doctrina sacada de las escrituras sobre la vida después de la muerte.

Pero los fariseos se le unieron por su rechazo a las pretensiones mesiánicas de Jesús de Nazareth, según el redactor del evangelio.

Los hostigaban por realizar su anuncio fundamental y ejercer la función de docencia y exhortación para la conversión. Pero los creyentes los confrontaban con las obras buenas, inspirados por su Mesías.

La comunidad cristiana, a su vez pasando el tiempo, cayó y cae eventualmente en la tentación de ser perseguidora, cuando la prepotencia en vez de la tolerancia, ha sido su modo estable de proceder.

Ahora la víctima sobrevive en el testimonio de sus seguidores, y la doctrina de vida se arraiga. Han fracasado sus planes. La vida también en este aspecto ha triunfado sobre las maquinaciones del poder aun religioso.

La vida accesible a todos, sobretodo a los que no pensaron tener acceso a ella: los humildes.

"¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso?"

El cuestionamiento que procede del poder es intimidante y se requiere una fortaleza del Espíritu para resistir y mantenerse en pie.

Muchas causas, aun no religiosas, gozan de una inspiración similar, porque algunos activistas logran hacer frente por ese ideal a las persecuciones, cárcel, torturas y hasta la muerte.

Pedro, lleno de Espíritu Santo, respondió

Pedro cuenta con el Espíritu que asesora la defensa por la que se mantiene el mensaje de salvación.

El don del Espíritu útil para la brecha, la trinchera donde se lucha por el Reino de la vida.

Los testigos de Jesús dan fe que el Reino de Dios, el Reino de los cielos se ha transformado en el Reino de la vida, la vida plena.

ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno

Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular

En la existencia auténtica cristiana del reino es importante vivenciar, dejar sentir, la convicción de ser piedra de desecho, de publicano en la ultima banca del templo, de invitado que se ubica en un sitio modesto, de pequeño con el que se identifica el Señor.

Se trata de una transformación desde dentro, que desdeña las glorias de este mundo, los reconocimientos y halagos, por apreciar la identidad de pobre, que da a entender la gloria de Dios y su señorío.

La pobreza y pequeñez es la confesión a favor del Señor de la vida, quien realiza el designio del Reino en forma inescrutable.

Otro modo de entender la historia, la historia de los que han recuperado la esperanza en Jesús. Por eso su nombre es insustituíble en la historia de salvación.

Salmo responsorial: 117



REFLEXIÓN

La piedra que desecharon los arquitectos / es ahora la piedra angular

Que lo pequeño se goce y gloríe en el Señor

Es el Señor quien lo ha hecho,

Cuando el Señor interviene a favor del pequeño muestra que existe como poder salvador y con amor gratuito y desinteresado.

El reino del Señor Jesús no es de este mundo. Más bien relativiza el poder y vanagloria mundanas.

sea nuestra alegría y nuestro gozo

Nuestro gozo radica también, además de la intervención del Señor, en nuestra participación de este triunfo.

Tal como los votantes que se ven favorecidos en una elección por el triunfo de su candidato, tienen expectativas sobre cómo les afectará positivamente esa victoria.

Juan 21,1-14



REFLEXIÓN

Jesús se apareció otra vez

Las visitas del Señor son un don de su libertad y amor. No se atesoran, se agradecen. Son como un vaso de agua fresca bajo un sol abrasador. Son un aliento que reanima en la fatiga del caminar. Son una cercanía cálida que pacifica nuestro estrés.

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada.

Parece un dejá vu. Todo vuelve a empezar. La rutina de trabajo impone su realidad, porque hay que comer. Puede hasta pensarse si todo lo de Jesús no fue sino un sueño maravilloso, pero sueño al fin.

Las penurias y preocupaciones del afán cotidiano y la existencia en pobreza vuelven a tomar protagonismo, como el agua se cierra en popa tras la apertura de proa.

Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor."

Según el evangelio de Juan, uno es el que lleva la responsabilidad de la comunidad: Pedro, y otro es el amado del Señor. Y éste vive el carisma de la intuición amorosa de la cercanía del Señor. Esta intuición no está ligada necesariamente a la responsabilidad por el rebaño, pero le sirve para conocer dónde está el Señor.

El ideal sería que funcionaran en colaboración como se muestra en el evangelio de Juan, pero sucede que muchas veces funcionan disociados, cuando el poder del responsable se cierra sobre sí mismo y se endurece en sus propios intereses.

No necesariamente el ungido, desde los tiempos de Israel, tenía en sí el don de la sabiduría y el discernimiento. Son carismas que pueden ubicarse esparcidos en la comunidad, y hacemos bien en respetar el espacio en el que se expresen.

Los demás discípulos se acercaron en la barca

Los del montón, los no protagónicos, los no agraciados con ciertos carismas: ni la intuición joanéa, ni la impulsividad petrina. Pero también de ellos se ocupa la Palabra, también ellos tienen lugar en ese Reino nuevo.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Las fuentes del ciclo de encuentros de resurrección no son tímidas en contar la cantidad de encuentros. Más bien son pródigas. De tanto convencer no convencen mucho? O, es difícil callar la evidencia y debe enumerarse para hacer sentir la abundancia de cercanía y presencia del Señor y la vida nueva?

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Cirilo de Jerusalén Catequesis de Jerusalén 21, Mystagogica 3,1-3



Bautizados en Cristo y revestidos de Cristo, habéis sido hechos semejantes al Hijo de Dios. Porque Dios nos predestinó para la adopción nos hizo conformes al cuerpo glorioso de Cristo. Hechos, por tanto, partícipes de Cristo (que significa Ungido), con toda razón os llamáis ungidos; y Dios mismo dijo de vosotros: No toquéis a mis ungidos. Fuisteis convertidos en Cristo al recibir el anticipo del Espíritu Santo: pues con relación a vosotros todo se realizó en símbolo e imagen; en definitiva, sois imágenes de Cristo.

REFLEXIÓN

Semejanza e imagen se relacionan a la creación del primer hombre. Ahora conforme a otro modelo, un modelo humano glorificado, del cual el primero era un anuncio. Todo lo que importa y significa la creación del Génesis, logra su total desvelamiento en la creación pascual, con la posesión del Espíritu de Cristo, todo en símbolo.

 Por cierto que él, cuando fue bautizado en el río Jordán, comunicó a las aguas el fragante perfume de su divinidad y, al salir de ellas, el Espíritu Santo descendió substancialmente sobre el como un igual sobre su igual. Igualmente vosotros, después que subisteis de la piscina, recibisteis el crisma, signo de aquel mismo Espíritu Santo con el que Cristo fue ungido. De este Espíritu dice el profeta Isaías en una profecía relativa a sí mismo, pero en cuanto que representaba al Señor:  el Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren. Cristo, en efecto, no fue ungido por los hombres ni su unción se hizo con óleo o ungüento material, sino que fue el Padre quien lo ungió al constituirlo Salvador del mundo, y su unción fue el Espíritu Santo tal como dice San Pedro: Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, y anuncia también el profeta David: Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; cetro de rectitud es tu cetro real. Has amado la justicia y odiado la impiedad: por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. Cristo fue ungido con el óleo espiritual de la alegría, es decir, con el Espíritu Santo, que se llama aceite de júbilo, porque es el autor y la fuente de toda alegría espiritual, pero vosotros, al ser ungidos con ungüento material, habéis sido hechos partícipes y consortes del mismo Cristo.

REFLEXIÓN

Lo que sucede con Cristo en su bautismo, es para desentrañar nuestro proceso de filiación como cristificación. Las características sobresalientes de este proceso es la alegría y la fortaleza. La alegría en la fortaleza o la fortaleza alegre. Porque mientras seamos símbolo, hemos de peregrinar, y mantener con fortaleza la alegría de la filiación

Por lo demás no se te ocurra pensar que se trata de un simple y común ungüento. Pues, de la misma manera que, después de la invocación del Espíritu Santo, el pan de la Eucaristía no es ya un simple pan, sino el cuerpo de Cristo, así aquel sagrado aceite, después de que ha sido invocado el Espíritu en la oración consecratoria, no es ya un simple aceite ni un ungüento común, sino el don de Cristo y fuerza del Espíritu Santo, ya que realiza, por la presencia de la divinidad, aquello que significa. Por eso, este ungüento se derrama simbólicamente sobre la frente y los demás sentidos, para que mientras se unge el cuerpo con un aceite visible, el alma quede santificada por el Santo y vivificante Espíritu.

REFLEXIÓN

Los elementos aceite y pan se transforman para significar sus propiedades redimensionadas espiritualmente.

jueves, 8 de abril de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Jueves de la octava de Pascua

Hechos 3,11-26



REFLEXIÓN

¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud?

Quién es el amo y quién el servidor? Pedro es la muestra de la lealtad evangélica: un paradigma de todos los servidores en adelante.

Se trabaja en nombre de Jesucristo, quien por su Espíritu, que se distribuye desde su exaltación, lleva adelante la extensión del Reino, mediante los siervos creyentes en él.

ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo

La glorificación de Jesús de Nazareth implica una responsabilidad de sus paisanos en esa generación.

Es probable por la política de sus dirigentes, quienes formularon el dilema: o el reino de Jesús o la aniquilación romana.

Se han dado casos en la historia reciente de tales manejos, como en el caso guerras apoyadas por el grueso de la población, debido a la propaganada de sus políticos.

Se han dado casos incluso de genocidios horrendos e infames de los civiles, supuestamente enemigos, en nombre del patriotismo y la religión.

Sin llegar al extremo del antisemitismo, otra muestra de racismo, no se puede ocultar que la dirigencia del momento que entregó a Jesús a Pilato, estuvo apoyada por turbas, manipuladas o no, que orquestaron su muerte.

Actualmente estas palabras no son unánimemente entendidas como en otros tiempos. Las claves de interpretación se han diversificado.

La exculpación de Pilatos para algunos es por el oportunismo de los cristianos en dejar bien parados a los romanos.

La calificación para otros de Barrabás no es la de asesino sino la de un guerrillero que luchaba por la independencia de Judea del poder romano. Otro tanto para el Imperio por parte de los cristianos.

Y así los cristianos según otros han desencadenado en la historia un desprestigio para los judíos al hacerlos únicos responsables de la muerte de Jesús.

Ha dejado de ser entonces la Palabra un mensaje fiel en el que podemos fundar nuestra lealtad y fe? Hemos de depurar según las claves de nuestro tiempo y su capacidad crítica las palabras o el texto en el que viene envuelto el mensaje?

matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos

Porque el Dios viviente, por quien apostó Jesús, es la vida misma que no puede ser extinguida, a pesar de los fuegos fatuos de la muerte.

Si observamos la vida mortal, en cuyo entorno nos ubicamos, da muestras y señales de afianzamiento y persistencia, más allá de las debilidades y enfermedades.

Temprano se reconoce a Jesús una posición eminencial en el universo religioso: autor de la vida. Hay detalles en estos discursos en los que resuenan las especulaciones del Logo, que luego se leerán en el evangelio de Juan.

Este es el compromiso público que fundamenta el nuestro: los testigos que dan su vida por lo que creen y atestiguan. Son la cabeza de una procesión de siglos de testimonio, que motivan el propio nuestro, si no en sangre, al menos en existencia densa de fe en Jesús.

No obstante la controversia de las interpretaciones, se afirma lo fundamental: la intervención de Dios en Jesús a través de su Resurrección.

La muerte de Jesús cuya causalidad es polémica y debatida, ha sido desacreditada como hecho terrible debido al poder de matar, venga de donde venga.

En Jesús Resucitado toda potencialidad de la muerte planeada, dirigida, ejecutada por hombres poderosos y ambiciosos ha sido descalificada como impotente en definitiva ante la vida que viene de Dios.

Hay una dimensión de vida sobreabundante que sobrepuja toda pretensión de muerte y su energía corrupta.

éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud

La fraternidad que se formó desde la muerte y resurrección de Jesús asume con plena conciencia su legado: una fe capaz de sanar en todo sentido, carnal y espiritualmente.

En esta convicción descansa nuestra fe, esperanza y amor para quienes tienen la misión de transformar la existencia.

Como se transformó la del paralítico curado por Pedro y Juan.

sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo

Las consecuencias de tal atribución de responsabilidad por parte de una fuente cristiana fue lamentable, porque muchas generaciones judías fueron estigmatizadas posteriormente por ese crucificado, llevando así una herencia opresiva.

Y todo eso a pesar de que Jesús los había perdonado en su patíbulo, porque no sabían lo que se hacían.

Este atenuante borra la malicia de toda culpabilidad, que se da objetivamente, pero no en la libertad de acción completa. Es el consuelo ante el juicio justo del Señor. Y es el consuelo que fundamenta la esperanza de su misericordia. No es como el caso de la ley cuya ignorancia no excusa.

Este mensaje e intervención relativiza la posible mala voluntad de otros actores. Porque la vida que viene de Dios y su Resucitado es también perdón de culpas.

 

su Mesías tenía que padecer

Los mesías pululan y salen hasta debajo de las piedras. Sólo hay que observar la historia.

Pero todos están interesados además por acrecentar su poder.

Por eso el mesías del Señor debía mostrar que entregaba su vida voluntaria y pacíficamente.

Por eso no se puede tomar a la ligera la Escritura, porque la palabra del Señor se cumple. Y si se cumplió en una realidad como la del padecimiento de su ungido, una realidad que le tocaba tan de cerca, cómo no se cumplirá en los anuncios que se hicieron sobre la salvación de la creación.

arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados

Arrepentirse y convertirse, a ver si…

Ya no hay que apelar a un organismo o estructura que dispense el perdón de los pecados.

Los reformados tuvieron una intuición genial: repudiaron los intermediario para administrar y vender el perdón.

Sólo que descubrieron que volvían a organizar el perdón en otra estructura, y ese carisma era sofocado en otros ritos.

Parece ineludible la institucionalización de un carisma, sólo que debe servirlo y no sofocarlo.

Así no es posible un perdón sin conversión. Ésta será garantía de un arrepentimiento sincero y comprometido, como no puede fabricarlo ningún rito externo.

Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."

Es una condición básica de la nueva alianza. En complicidad con el pecado se esteriliza la vida y el perdón del Señor.

Salmo responsorial: 8



REFLEXIÓN

¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,

Y respetes su decidir?

Uno se maravilla que el Señor se autolimite en su poder frente al poder de decisión humana.

Nuestro poder es por exclusiva generosidad del Señor: no lo tendrias sino se te hubiera dado, le dijo Jesús a Pilato.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, / lo coronaste de gloria y dignidad, / le diste el mando sobre las obras de tus manos, / todo lo sometiste bajo sus pies

Es Jesús de Nazareth convertido en prototipo de humanidad renovada, el coronado de gloria, por encima de ángeles, dominaciones y potestades.

No debe dar pie en la Humanidad actual a una presunción de superioridad que conlleve la explotación y abuso de la creación, y al antropocentrismo que elimina los otros dominios. Porque la Humanidad actual, hombres y mujeres, no son la Humanidad nueva en plenitud, sino en proceso.

Lucas 24,35-48



REFLEXIÓN

"¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo

Se trata de un relato de aparición del resucitado que insiste en un doble aspecto: no se reconoce a Jesús inicialmente, pero es el mismo Jesús que siempre conocieron.

Él no es un fantasma sino una realidad.

Un fantasma como imagen de alguien que sin pertenecer a este mundo, porque ha muerto, interviene en él con una especie de vitalidad, más conmemorativa de muerte que de vida, y con trazas de nuestras condiciones de vida y no como declarativa de otra distinta.

Lucas está descartando este modelo para el Jesús Resucitado.

Estos elementos deben formar parte de nuestra fe actual. Un realismo no una ilusión. Un contacto con Jesús que se mantenga en su identidad verdadera.

Se trata de una experiencia espiritual y humana que se da por iniciativa del Padre, quien nos llama al encuentro con su Hijo. Él nos revela a Jesús muerto y resucitado.

La transformación de toda la realidad sin excluir partes es lo propio de la nueva vida. No se pierde lo que hemos sido para bien.

Él lo tomó y comió delante de ellos

Se ha comentado que esta insistencia por parte del redactor tiene que ver con el tipo de lector del evangelio, en el origen.

Se habla de una mezcla de judíos helenistas, aquellos que se habían educado en la diáspora en medio de una cultura griega, y paganos.

Para la cultura helena del entorno, lo sobrenatural era fanasmagórico, solo una apariencia.

La experiencia de Jesús resucitado, según el autor no va por ese camino.

El texto opta por la continuidad de Jesús de Nazareth ahora resucitado.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras

Se nos induce a poner la iluminación de fe propia de nuestra conversión en proceso, al servicio de la Palabra, que es la regla máxima de la fe.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras

Es uno de los mensajes reiterativos y básicos para los primitivos creyentes y en ellos para nosotros: una mente nueva para leer las escrituras y vivirlas.

el perdón de los pecados a todos los pueblos,

De esta nueva vida se desprende la oportunidad de regeneración que tenemos todos.

Vosotros sois testigos de esto

Este es el otro mensaje y uno de los objetivos pastorales de la escritura y el evangelio: convertirnos, transformarnos en testigos del resucitado.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1380125914336534528?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

 San Cirilo de Jerusalén Catequesis de Jerusalén 20, Mystagogica 2,4-6


Fuisteis conducidos a la santa piscina del divino bautismo, como Cristo desde la cruz fue llevado al sepulcro. Y se os preguntó a cada uno si creíais en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Después de haber confesado esta fe salvadora, se os sumergió por tres veces en el agua y otras tantas fuisteis sacados de la misma: con ello significasteis, en imagen y símbolo, los tres días de la sepultura de Cristo. Pues así como nuestro Salvador pasó en el seno de la tierra tres días y tres noches, de la misma manera vosotros habéis imitado con vuestra primera emersión el primer día que Cristo estuvo en la tierra, y, con vuestra inmersión, la primera noche. Porque como el que anda durante el día lo percibe todo, del mismo modo en vuestra inmersión, como si fuera de noche, no pudisteis ver nada; en cambio al emerger os pareció encontraros en pleno día; y en un mismo momento os encontrasteis muertos y nacidos, y aquella agua salvadora os sirvió a la vez de sepulcro y de madre.

REFLEXIÓN

La catequesis mistagógica, pedagogía del misterio, nos da pistas mediante alusiones a imágenes y símbolos, de realidades ocultas a la evidencia de nexos causales positivos, históricos, legales, lógicos.

Más se acerca la poesía, como dicho que invoca realidades y las presenta por gratificaciones estéticas, que se nos hacen presentes y amadas.

Incluso el rito bautismal occidental para infantes, muestra tres chorros de agua sobre su cabecita, invitándonos a traer a la memoria la inmersión y emersión, entrada de muerte en el agua y salida de vida por el Espíritu, todo bajo el conjuro de la Palabra, que no pasa, como la humana.

 Por eso os cuadra admirablemente lo que dijo Salomón, a propósito de otras cosas: Tiempo de nacer, tiempo de morir; pero a vosotros os pasó esto en orden inverso: tuvisteis un tiempo de morir y un tiempo de nacer, aunque en realidad un mismo instante os dio ambas cosas, y vuestro nacimiento se realizó junto con vuestra muerte. ¡Oh maravilla nueva e inaudita! No hemos muerto ni hemos sido sepultados, ni hemos resucitado después de crucificados, en el sentido material de estas expresiones, pero, al imitar estas realidades en imagen hemos obtenido así la salvación verdadera.

REFLEXIÓN

Se trata de la Imitatio: copia o aproximación a  un original, en este caso Jesús de Nazareth. La copia en una etapa de la antigua retórica, que debe producir un discurso no plagiado sino propio, pero que arranca con la copia.

Cristo sí que fue realmente crucificado y su cuerpo fue realmente sepultado y realmente resucitó; a nosotros, en cambio, nos ha sido dado, por gracia, que, imitando lo que él padeció con la realidad de estas acciones, alcancemos de verdad la salvación. ¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión de sus dolores. No piense nadie, pues, que el Bautismo fue dado sólamente por el perdón de los pecados y para alcanzar la gracia de la adopción, como en el caso del bautismo de Juan, que confería sólo el perdón de los pecados; nuestro bautismo, como bien sabemos, además de limpiarnos del pecado y darnos el don del Espíritu es también tipo y expresión de la Pasión de Cristo. Por eso Pablo decía: ¿Es que no sabéis que los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo Jesús fuimos incorporados a su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte.

REFLEXIÓN

Tipo o figura, que representa misteriosamente, como en anticipo, de forma incompleta.

miércoles, 7 de abril de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles de la octava de Pascua

Hechos 3,1-10



REFLEXIÓN

subían al templo Pedro y Juan, a la oración de media tarde

La práctica piadosa de los discípulos se mantuvo cerca de la matriz judía, que habían conocido desde antes. En vida Jesús no los había impulsado a desgajarse o separarse del creyente judío común, aun cuando en el judaísmo de entonces, como en el de ahora, se entrecruzaran varias corrientes y estilos de fe y vida.

Las circuntancias históricas y también las provocadas por la misma evangelización apostólica, irán modificando el escenario de su existencia ordinaria, hasta llegar al punto de la separación entre cristianos y judíos.

Podemos reflexionar en modo semejante con amplitud y tolerancia de las divisiónes que se han ido dando en la historia de la comunidad cristiana.

Sin embargo hoy sentimos la necesidad histórica y de fe en promover y procurar la unión de las divisiones, para restaurar la buena nueva del reino en su integridad, y que todos seamos uno como el Señor Jesús y el Padre.

para que pidiera limosna a los que entraban

La perspectiva del inválido era la limosna pero el Señor fue más allá

Pedro, con Juan a su lado, se le quedó mirando y le dijo: "Míranos."

Pedro es hombre de acción. Con Juan forman el paradigma del amor perfecto:contemplativos operantes. No es contemplar primero para luego dar, que es un modo. Sino en el dar contemplar ignaciano.

"No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar."

Pero más allá de la división y la confrontación por razones de credo el Espíritu de Jesús les inspiraba su misericordia para sanar, fuera quien fuera.

Ese mismo Espíritu que sigue hoy haciendo confluir personas de toda raza, credo y nación en las buenas obras, sobretodo para quienes más vulnerables son y menos esperanza pueden tener.

A partir de ahora, con la presencia del Jesús viviente en el Espíritu, el Reino se hace en su nombre.

El lisiado mendigo pensaba hacer ese día lo de siempre. Pero se acordó el Señor de él, y a través de los apóstoles, en nombre de Jesús, fue curado. No lo esperaba, no lo pidió. El Señor se le atravesó.

El Señor también se atraviesa hoy, en nuestro tiempo, y hace falta abrir los ojos para reconocerlo. Podría ser una lección de Pascua: Jesús vivo deambula por la existencia humana y se muestra salvador en muchas coyunturas. Solo hay que abrir los ojos y alabarlo por su intervención.

Es su voluntad intervenir, ni siquiera hay que hacer cola, ni rogativas, ni esforzarse hasta la extenuación para que lo haga.

Lo suyo es intervenir, sanar, curar, hacer vivir a plenitud, amar.

Y cuando no es así, qué pasa? Debe tener un sentido, que hay que develar con su ayuda. Y aún en ello alabarlo, porque es su intervención-no intervención amorosa.

Agarrándolo de la mano derecha lo incorporó

Pedro no se anda con chiquitas. Quiere estar seguro de que Jesús va a confirmar su ímpetu de curar. Un poco como en las bodas de Caná cuando María dijo sencillamente a los sirvientes: hagan lo que les diga. En la confianza que Jesús no la dejaría mal. Porque no trabajaban para sí y su gloria, sino para extender el reino.

Al instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios

Es todo un proceso de curación, sin sensacionalismos mágicos.

Esto es pascua de resurrección: ver su intervención y poderla leer en los acontecimientos de la historia. Leer, gustar, acatar y promover la historia de salvación en la historia a secas.

Salmo responsorial: 104



REFLEXIÓN

 

Gloriaos de su nombre santo, / que se alegren los que buscan al Señor. / Recurrid al Señor y a su poder, / buscad continuamente su rostro. R.

Alabarle y darle gracias debe ser como respirar: debe darse aunque no nos demos cuenta.

Él es La relación: la más fundamental, la más básica, la más amorosa.

En esta relación la importancia está más allá de lo que da, porque Él es el Totalmente Otro insustituíble.

buscad continuamente su rostro

Es nuestra tarea diaria y constante: buscar su rostro en todo.

él gobierna toda la tierra

El testimonio de fe y confianza en este gobierno es necesario para un mundo cerrado en su poder y un hacer, incluso bien intencionado, pero que no se abre a la posibilidad de Alguien que interviene para mejor.

Se acuerda de su alianza eternamente

Él no olvida, a pesar de nuestros olvidos.

ES firme en su presencia salvadora y favorable.

Lucas 24,13-35



REFLEXIÓN

 

iban comentando todo lo que había sucedido

En el proceso de comunicación humana, que busca sentido a la realidad circundante de la que somos parte, no siempre damos con un significado definitivo. Más bien nos paralizamos en el estupor, el asombro, la incertidumbre.

Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos

La presencia de Jesús no requiere de invitación expresa: se da entre quienes se juntan en su nombre, asi sea para echar de menos su ausencia. O lo que llamamos ausencia.

La presencia de Jesús no siempre es una voz interna que puede ser la propia. Es una densidad, una fortaleza del mi mismo que ya no se siente solo. Es como un cambio en el ser, asi sea temporalmente percibido.

Él se acerca sin ser invitado e interviene, para dar sentido acabado y pleno a las inquietudes levantadas en el diálogo de los discípulos.

Es su ofrecimiento abierto: ser clave de interpretación de toda realidad como puente al sentido salvífico, que le dé salida a la existencia humana, y la arranque de las tinieblas.

sus ojos no eran capaces de reconocerlo

Los discípulos creían que ya no tenían maestro y discutían sin reconocerlo. No habían tenido la última lección: el maestro en novedad de existencia convivía con ellos para seguirlos guiando en la lectura de la historia.

Una analogía nos puede iluminar sobre la peculiaridad de esta etapa de la historia de la salvación.

Los padres, maestros, tutores, guías y líderes de alguna especie no son necesarios para siempre: se internalizan mediante la educación y la reflexión, de tal manera que después están presentes, en otra forma, sus criterios para seguir decidiendo con madurez.

Ignacio  en sus Ejercicios y en la vida toda de sus asociados, recomendaba el reflexionar y sacar provecho, para incoar y fortalecer la interior ley de la caridad que debía conducir al religioso por la madurez evangélica, aun con la ausencia física de su superior.

Así Jesús de Nazareth, en el desapego de su presencia física pero en la novedad de apego de su existencia en el Espíritu, se internalizaba en sus seguidores.

Él les preguntó: "¿Qué?"

En boca de Jesús se muestra una pedagogía básica y necesaria: aunque pueda saber lo que pasó, se desea escuchar cómo lo percibe la gente. Porque más que la información importa la percepción, las emociones y expectativas asociadas. No siempre son fieles los hermanos  a esta metodología por presunción o por fastidio u otra causa. Se cree saber lo que pasa, sin importar cómo lo percibe el hermano.

profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo

Se podría decir que se sienten decepcionados de lo que parecía ser Jesús, y lo que acarrearía a los que le acompañaban y creían en él, y cómo eso se fue a pique para él y para ellos. Se manifiesta una frustración, un proyecto truncado o destruído, un plan y significado de vida abortado, una desorientación por el futuro en base al fracaso del presente.

Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel.

Todo un proyecto-país que se derrumbó. Sin la suficiente fe en Dios, los hombres carecen de la distancia necesaria respecto a sus ambiciones más caras, incluso las que camuflan sus intereses personales. Esa falta de distancia crítica, la ausencia de autocrítica, los hace vulnerables, ciegos o miopes, guias ciegos de otros ciegos.

Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron."

Unos lo ven y otros no, aun siendo espectadores del mismo hecho: no estaba en la tumba. Ver lo profundo es don del Señor.

Como el suceso de las torres gemelas en Nueva York el 11 de setiembre tuvo varios escenarios: las torres, el pentágono, el avión que se estrelló en otro lugar, también secuestrado.

Así el acontecimiento de la Resurrección del Señor tuvo varias apariciones al parecer simultáneas en diferentes escenarios y con diferentes testigos. En la confluencia de testimonios entendieron que era un asunto verdadero, de dimensiones incalculables.

¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?

La clave de la historia salvífica que Jesús aprendió con lágrimas, la dona a sus seguidores: la “necesidad” de la cruz para la gloria. Pablo de Tarso también expresara, así de claro, este novedoso evangelio.

Con esta comprensión se recorre la historia de Israel y la propia de la comunidad creyente, unificando el designio del Padre.

La aporía o callejón sin salida que se presenta en el drama humano constantemente, a la vez que es la experiencia límite de la impotencia, desde nuestra debilidad de carne(nefesh), es la certeza de fe, frágil en vasos de barro, sobre la salida que se podrá dar desde la salvación del Señor. A pesar de las apariencias, sí hay salida! sí hay salvación!

les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.

Una de las señales del que ve, es la clave hermenéutica de las escrituras, en el misterio pascual de Jesús.

El acompañamiento que Jesús viviente hace es el de la unificación de la palabra de Dios en su persona y en su misión.

"Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída."

Otra es la vivencia de compañía que alienta y levanta el deseo positivo de vivir.

A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron

El encuentro camino, la eucaristía camino, la presencia de Jesús el resucitado camino. Si es Jesús, potencia su seguimiento y el trabajo por el Reino.

Hasta que se da una plena y feliz identificación. Un proceso que puede llevar tiempo.

"¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?"

Ese ardor del corazón cuando leemos las escrituras es nuestra afirmación escatológica, nuestra señal gratuita, de una compañía del Espíritu de Jesús. Una señal del buen espíritu.

Es una señal de la Palabra cuando se comunica con nuestra profundidad que escucha. Nos dispone a un seguimiento.

al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros

Se invierte la tendencia al aislamiento y el apartamiento para buscar de nuevo la comunidad.

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