Sábado 5 de
Cuaresma
Ezequiel 37,21-28
REFLEXIÓN
Yo voy a recoger a los israelitas por las
naciones adonde marcharon, voy a congregarlos de todas partes y los voy a repatriar
El horizonte de la esperanza sentida del resto de pueblo
deportado era ésa: volver al terruño.
Llegará un tiempo que la Palabra encarnada cumpla la promesa
en otro horizonte: volver a vivir y reunir un pueblo renovado para siempre.
No se descartó una satisfacción, por otra más volátil. No se
evaporó.
Porque la Palabra y sus apóstoles nos prometieron un reino de
paz, de plenitud de toda aspiración de la creación, de una nueva creación, para
todos y todas.
Si los inmigrantes o migrantes o desplazados en tierra
extraña, huidos por razones de fuerza mayor, económica o de peligro para su
vida, fueran repatriados en las condiciones positivas que vivieron antes de su
tragedia, sería una bendición.
Esta es la bendición que habla el profeta, y es el aporte que
el Señor brinda a sus pobres dispersos.
Porque el sentimiento de patria, hogar y terruño se hace
doloroso con el alejamiento, forzoso o no. Y el retorno cumple sueños y anhelos
atesorados en lo más profundo.
y un solo rey reinará sobre todos ellos
La Palabra en el humano balbucea una promesa con figuras del
pasado, cuando se pensaba que eran felices.
Pero andando el tiempo la nueva realidad anunciada en un
nuevo tiempo se irá distanciando de las figuras antiguas de la felicidad.
Para la Palabra todo tiempo venidero es mejor, contradiciendo
nuestro aferramiento al pasado, y quebrando nuestra resistencia a la transformación.
Volver a tener una guía y autoridad que sea justa y apropiada
es también una bendición.
Y cuando se ha perdido y no se tiene esa guía, o no se tiene
orientación, la orfandad que sobreviene es muy triste.
Pero quedarse sin autoridad que sirva de liderazgo, es una
responsabilidad de todos. Y los subordinados pecan en erosionarla con sus
críticas y conspiraciones, ante la realidad que no se ajusta a todos sus deseos
y veleidades.
No volverán a ser dos naciones ni a
desmembrarse en dos monarquías.
Desapareció la división política y se hizo un solo pueblo
país.
Porque la división política es la manifestación de la
ambición de poder, que puede constituirse en un medio pero no en un fin.
Caminarán según mis mandatos y cumplirán mis
preceptos, poniéndolos por obra.
Como un efecto de la nueva realidad en Jesús resucitado
realizada, se hace posible la congruencia, el decir y hacer propio del Señor,
en quien no hay sombra de conflicto.
La obediencia será palpablemente la unión de voluntades en el
amor definitivo que nos vinculará al Señor.
Mi siervo David será su rey, el único pastor
de todos ellos. Caminarán según mis mandatos y cumplirán mis preceptos,
poniéndolos por obra
Pero el esquema de realidad en Jesús se dio en forma inédita
e innovadora, para escándalo y menosprecio de muchos.
Cosa que nos acontece con frecuencia, cuando la solución que
se nos ofrece de parte del Espíritu, choca con lo que esperábamos y a lo que
nos hemos aferrado.
cuando esté entre ellos mi santuario para
siempre
Hoy este santuario es Jesús, rostro del Padre, con quien
convivimos sobretodo en los más pequeños y necesitados.
Jesús es nuestro santuario y él hace extensiva esa condición
a los suyos más pequeños.
Con los pequeños entre nosotros se ha ubicado el Señor, y lo
que hagamos hacia ellos, lo hacemos para el Señor.
No se trata de exaltar al hombre y mujer, con una ideología
de supremacía sino de la llamada a convertirnos en servidores del Señor no en
otros sino entre nosotros mismos en cuanto pequeños.
Pero ese santuario, al menos en sus inicios, ni con mucho era
comparable a la magnificencia del pasado. Era una pobre edificación, realizada
con escasos recursos, como símbolo de la pobreza que vivían en su nuevo
comienzo. Era una realidad muy humilde que llamaba a una conversión de los ojos
y el corazón para aceptar lo que llegaba de manos de Dios.
Interleccional: Jeremías
31
REFLEXIÓN
"El
que dispersó a Israel lo reunirá, / lo guardará como un pastor a su
rebaño."
Un misterio permanente que requiere espíritus bizarros: por
qué si el Señor nos ama, nos prueba?
convertiré su tristeza en gozo, / los alegraré
y aliviaré sus penas
Demos gracias por la consolación cuando nos embarga, como
prenda de bienes futuros y consuelo de la tristeza nocturna que pasa.
El servicio a la salvación de los pequeños en el Señor nos
procura una gran alegría y satisfacción. El gozo de la comunidad nueva fundada
en la compasión y solidaridad.
Juan 11,45-57
REFLEXIÓN
algunos acudieron a los fariseos y les
contaron lo que había hecho Jesús.
Jesús de Nazaret, hombre entre los hombres, no convencía a
todos, y había quienes discrepaban.
Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y
vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación
Hay quienes interpretan los signos de los tiempos con luces
meramente humanas sin alcanzar a descifrar la novedad que se anuncia.
Los propios intereses egoístas individuales y de grupo que no
se depuran generosamente, se erigen como barreras para captar esa novedad.
Se entiende que uno como Jesús, que no estaba adscrito en su
ministerio a ninguna delegación por parte de alguna institución vigente en su
tiempo, sino que pasa por un espontáneo, resultara sospechoso y levantara
inquietudes, sobretodo en un ambiente controlado por un poder romano,
susceptible a cualquier levantamiento o conspiración. Para lo cual había
antecedentes.
Para la dirigencia la peligrosidad de Jesús con sus signos
estriba en que su liderazgo se acrecienta, y temen que el mismo acarree la
destrucción por Roma. ¿Qué tendría Roma que temer objetivamente de un tal
Jesús? Su capacidad en aumento de convocatoria y respaldo de las masas. Sería
esa la misma evaluación que hacían los romanos o era más bien una excusa de la
dirigencia para no ser rebasada y perder poder? Los más inclinados al cambio
sociopolítico defienden que efectivamente Jesús ejercía un liderazgo cuyas
consecuencias políticas eran intencionales. Los que defienden sólo la causa
teológica, minimizan esta hipótesis.
No parece que la encarnación del Designio del Padre en Jesús,
pueda escaparse de imbricarse con las fuerzas sociales, políticas, económicas y
culturales que se agitan y constituyen la realidad.
Una expresión congruente del designio de shalom del Padre es
pensar que la intencionalidad de la causa de Jesús era pacífica, y para un
reino de justicia y de paz.
Pero que promoverla despertaba la violencia de la defensa de
intereses egoístas de clase, de estatus, de poder.
Y esas fuerzas oscuras soliviantadas por el temor a perder
vigencia y estatus se alzaron para acallar al humilde siervo de Yavé y profeta
inerme: Jesús.
no entendéis ni palabra; no comprendéis que os
conviene(dei) que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación
entera." Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo
sacerdote aquel año, habló proféticamente
No entendemos sino con ayuda del Espíritu de Dios el alcance
de ciertas palabras y acontecimientos.
Nos toca pedir con humildad la capacidad de vislumbrar. Si
nos es concedida, dejarnos guiar por los más sabios y el más sabio, a los
horizontes deseados por el Señor.
Es un sentido del tiempo, que requiere paciencia y docilidad,
apertura y confianza en la esperanza salvífica que compartimos.
Por lo tanto la muerte de Jesús formó parte de la
consideración del bien común, por parte de los responsables de su época.
Los seguidores de Jesús son profunda y esencialmente
perturbadores de toda perspectiva sobre bien común que no se alinee sobre la
inspiración de Jesús de Nazaret: amor entrañable por los más pequeños.
Ese dei, conveniencia del designio, era y es la marca que
identifica la intervención del Señor en su obra, a los ojos de los creyentes.
Lo que dijo Caifás era verdad, pero ni él mismo supo la
hondura de su profecía.
La muerte de Jesús no los salvó de la catástrofe, porque esa
casta sucumbió más tarde. En todo caso retrasó su realización.
Lo que sí, la conveniencia de la muerte de Jesús tenía un
sentido más abarcador, sensus plenior, porque afectaba la posibilidad de cambio
del reino del mal, la inequidad y el desamor en el mundo.
Esa muerte era el exorcismo radical, definitivo y final del
usurpador posesionado y maligno de este mundo.
por ser sumo sacerdote aquel año, habló
proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por
la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
La silente y queda revolución del Padre.
Y aquel día decidieron darle muerte
Jesús es prototipo de los que sin ser oídos ya están
sentenciados, incluso ignorándolo.
pasaba allí el tiempo con los discípulos
Jesús ya no piensa en sí, en su seguridad sino en apuntalar a
sus seguidores para que prosigan la obra del Padre.
Luego discutiremos encarnizadamente si dejó o no una
institución, porque a muchos no les gusta la forma de la actual iglesia
jerárquica.
Lo cierto es que Jesús no pensó que con su muerte terminaba
todo.
Para lograr horas de vida, Jesús pasa a la clandestinidad y
dedica su tiempo intensivamente a preparar sus seguidores, para que no muera
con él el amor del Padre, y permanezca en los pequeños, para todos hasta que
llegue el fin.
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado
que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
Y así Jesús entra en el tormento de temer la muerte antes que
efectivamente llegue. Vive la inseguridad de la propia vida y teme perderla.
Jesús
asume cada resquicio de nuestro penar para transformarlo en su Pascua como
energía nueva, creativa de la novedad.
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Ezequiel 37,21-28
Nuevo
comienzo para un pueblo unificado bajo un liderazgo, quizás discutible porque se
trata de la Casa de David, cuyo consenso no es unánime. Por eso se trata de una
renovacón humilde, que no se puede pretender bajo categorías más brillantemente
realizadas del pasado. Qué tipo de Rey? Qué tipo de líder? Hay que ponerse de
acuerdo. Es imperativo para poder sobre vivir y llegar al shalom
Interleccional: Jeremías 31
El líder
es un pastor más bien. Es el Pastor supremo. Es el mismo Dios. Como en tantas
ocasiones en que en medio de una confusión y desorganización generalizada, para
dolor y muerte de algunos, es impactanto cómo hay cierto ordenamiento que se
mantiene, como si cada uno supiera qué hacer, aunque no haya dirigentes.
Juan 11,45-57
La
profecía por ser del Sumo Sacerdote de turno era respetable, con su propio peso
teológico. Y se compone de una muerte vicaria por todo el pueblo o nación, para
que los Romanos no intervengan, argumento del temor, y para reunir los hijos de
Dios dispersos, que se discute serían los diferentes grupos religiosos separados
y /o también, los gentiles .
En
todo caso resultó una profecía de largo alcance, hasta la fecha.