Santa María Magdalena
Cantar de los cantares 3, 1-4
REFLEXIÓN
Así dice la esposa: “En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi lama: lo busqué y no lo encontré.
Periodos de búsqueda desde la adolescencia
Y se encontró? Relativamente, parcialmente, provisionalmente, precariamente.
Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad: “¿Visteis al amor de mi alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma."
Una vez se trascienda algún último límite, frontera, paso, umbral o situación, esta búsqueda ha de encontrar el amor de nuestra vida.
Qué puede significar el anhelo de buscar, si no hay quién, en algún lado y momento, se deje encontrar?
La búsqueda fundamental y nuclear de nuestra existencia-el amor personal y exclusivo- no da suficiente fruto.
La búsqueda no se calma ni da tregua, no obstante la cadena de frustraciones e insuficiencias, porque el paradigma inscrito en lo más profundo, es siempre más deconstructivo. Nada de lo creado es suficientemente pleno.
Un canto bíblico, de la Palabra tomando como expresividad el amor humano, con sus goces y angustias.
Se nos muestra más la tendencia encarnacionista de la revelación de Dios, que busca hacer latir en fibra de corazón humano, de hombre y mujer, la energía de amor que Él es.
Todos podemos pasar por experiencia semejante, en búsqueda de nuestra alma gemela, y hemos escuchado historias de logro y de frustración, sobre esa búsqueda.
En nuestro diálogo filial el Señor parece esperar de nosotros una definición radical: que caigamos en cuenta que Él es la verdadera alma gemela.
Pero esta empresa cuesta y duele tanto, que si Él mismo no viene a acompañarnos en el proceso de enamorarnos, no daremos con una solución definitiva.
En este proceso nos ayudan los místicos que han expresado ese calor amoroso y su insaciable sed por el Señor, para alentarnos en nuestra propia correspondencia.
Salmo responsorial: 62, 2-6.8-9
REFLEXIÓN
mi alma está unida a ti, / y tu diestra me sostiene
La unión es la última etapa de la identificación con alguien, porque lo sentimos propio y lo suyo es mío, y lo mío suyo.
Por la contemplación para alcanzar amor nos enteramos que en este lance mi correspondencia es desde mi tamaño y en lo que buenamente soy y tengo.
Para la identificación se requiere autenticidad.
tú me embrujaste, y dejaste en mí esta ansia, pero te escondes y me esquivas.
Tarda que me encuentres apto para ti.
Tu gracia vale más que la vida
Toma tiempo darse cuenta de ello. Es tu gracia la protagonista.
mi alma está unida a ti,
Es lo que queda por vivir: la unión, por ahora trabajosa, fatigosa, en penuria.
Cuando entro en este recinto espiritual se densifica tu presencia, por tu palabra.
Por las lecturas ha aparecido la eucaristía como algo más que conquistar para un mejor sentido de logro en el itinerario.
Es la eucaristía nuestro don cristiano, algo cumbre junto a la presencia de la Palabra.
Un paso más en dirección a la unión de corazón, de voluntad, de ser.
Porque la inquietud que has grabado en mi centro no cesa de pastorearme, aunque tropiece, me detenga o me desvíe.
Juan 20,1.11-18
REFLEXIÓN
dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús
Como querubines en el arca de la alianza, que eran recuerdos de una presencia que fue.
Como las reliquias hablan del pasado, no del presente.
ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús
Una situación previa a la iluminación del Espíritu y su don de la gracia. La penumbra de quien se dispone a una revelación.
Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!
Nos llama por el nombre, para que le corresponda y lo nombre a mi vez.
Suéltame, que todavía no he subido al Padre
La consumación de la búsqueda todavía tardará.
ve a mis hermanos y diles
Entretanto la misión prosigue nutriéndose del amor que nos está entregando.
María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto
Lo hizo a pesar de que sabía que su testimonio era de una excluída de la sociedad patriarcal.
Y así el Señor elige testigos informales para transmitir suavemente su mensaje. Se escogió,como dice Pablo, lo débil para confundir lo fuerte.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1682708540203335681?s=20
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Cantar de los cantares 3, 1-4
El amor humano íntegralmente tomado, en estado de naturaleza evolutiva, es digno en sí mismo. Una fuerza transformadora, chispa divina donada a la criatura. En ella sobreabunda la gracia, por una fuerza eminencial que potencia al máximo lo ya potente. Hace amar al amador.
Salmo responsorial: 62, 2-6.8-9
La carne de María de Magdala encontró en Jesús el colmo de su aspiración femenina, pero entró además en la vorágine transformadora y sublimadora del Espíritu del Crucificado Resucitado. Se dejó hacer hasta el final. Una pasividad confiada que no se quitó del desafío.
Juan 20,1.11-18
María padece gozosa una transformación de su sufrimiento de pérdida de un amor ideal. Y dócil aprende a desprenderse del abrazo donde todo pareciá felizmente terminar, para abrirse al nuevo encargo de evangelizar, comenzando por los evangelizadores. María Magdalena podría ser la patrona de la evangelización en el nuevo paradigma, para lo cual no necesariamente actuará un ministerio copiado del ordenado, sino acorde alas circunstancias de la Iglesia en salida.