sábado, 22 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Sábado 29 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 4, 7-16



REFLEXIÓN

A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia

El acompañamiento de Jesús está dado, donado. No se parte de la desconfianza sino de la entrega.

Es nuestra correspondencia la que está en veremos, nuestra libertad, que hay que potenciar para responder adecuadamente.

para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud

Sí hay un crecimiento que desarrollar, incluso más allá de la muerte individual, porque la edificación es hasta la plenitud del cuerpo de Cristo.

hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo

Una de las expresiones actuales más utilizada tiene que ver con crecer, como un compendio de todo lo positivo y dinámico que una persona puede aspirar en su existencia.

Solo se crece cuando se está en el camino correcto, con las oportunidades correctas, en el tiempo correcto, con la actitud correcta.

Podemos juntar la fuerza significativa de nuestra mentalidad al mensaje de la Palabra y lograr una convergencia admirable: por la fe en Cristo, se desarrolla en mi ser un proceso de crecimiento en todas las cosas hasta lograr la estatura de la cabeza: Cristo.

Así la Palabra nos mantiene agraciados con el don de una visión positiva sobre el mundo y el designio sobre él, hasta que se haga el reino.

Lo más fuerte y lo más eficaz: es el amor concebido en Cristo.

Salmo responsorial: 121



REFLEXIÓN

Ya están pisando nuestros pies / tus umbrales, Jerusalén

Huyamos el esfuerzo sicológico que procura hacer sentir los niveles de crecimiento del reino en y a través de nosotros.

En los ejercicios ignacianos hay en la primera semana una meditación en la que se recomienda este esfuerzo para sentir la identificación con Cristo y el dolor de nuestros pecados.

Son rezagos de la primera época ermitaña y purgativa para romper la coraza de insensibilidad que se nos crea en nuestra rutina mundana.

Pero el don que permanece en la fe es un sentido sobre el vigor que vamos cobrando en nuestro peregrinaje. Nos sentimos más fuertes, nos palpamos más fuertes, acometemos la vida más fuertes espiritualmente.

Falta un poquito para estar dentro. Pero en la puerta del horno se quema el pan, dice un refrán popular, desconfiando de los triunfalismos.

Lucas 13,1-9



REFLEXIÓN

lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.

Los romanos eran un ejército de ocupación, bárbaro y despiadado.

Antes y ahora, como por ejemplo, las torturas de ejércitos actuales contra los poblaciones civiles desarmadas.

Un contexto de violencia absurda y desmedida, para aplacar cualquier rebelión o protesta.

¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?

Se podría concluir que una desgracia así era un signo de rechazo de Dios en el Templo a sus sacrificios, por ser los galileos sinónimo de gente revoltosa a quien los romanos de Poncio Pilato habían sofocado.

Y de eso concluir también que no era bueno manifestar la rebeldía y aceptar la intimidación romana.

Pero en general sin llegar a esas sociologías político-religiosas, los seres humanos son presagiosos respecto de lo sacro y asumen como señales de rechazo de Dios situaciones trágicas. Y no hay tal rechazo.

El pensamiento común era descalificador para esas víctimas, teniéndolas por pecadoras.

Porque una vida plácida, sin tragedias, era el epítome de la bendición del Señor. Pero la cruz de Jesús de Nazareth trastocó esa ideología religiosa.

si no os convertís, todos pereceréis lo mismo

Pero se impone, más bien, un sentido de conversión de mentalidad: la que juzga pecadores, indignos de salvación o castigados por su culpa, a personas asesinadas por un poder político, por un accidente trágico o ultimados como ajuste de cuentas.

Un llamado ineludible para todos, que controvierte esa creencia como necesaria, ya que todos somos pecadores y culpables, aun los que juzgamos.

Ese llamado nos es útil en la actualidad frente al influjo de los medios que plantan juicios innobles sobre personas que perecen en circunstancias dudosas.

Y la exigencia de conversión es absoluta porque ahí sí, el fin será aciago.

Lo que realmente hace perecer es juzgarnos libres de culpa a diferencia de los demás.

Jesús confronta al pueblo con su dureza de corazón para con la alianza, como causa de los males que le sobrevienen.

Si bien exculpa a los galileos como pecadores, Jesús no se ubica en el nivel político como significación primaria para su mensaje de fondo.

Jesús emite un juicio profético como los clásicos de antaño: perece una sociedad injusta porque se vulnera desde dentro por corrupción.

Ya podemos tener todas las defensas y armamentos para defendernos de los de fuera, que si la corrupción avanza dentro, el fin estará próximo.

La Palabra encarnada en Jesús de Nazareth siempre aporta una rendija de la dimensión del Espíritu.

Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera".

Si hemos de perecer mejor hacerlo convertidos y así aseguramos una vida sin fin.

"Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro.

Tiempo que lleva Jesús evangelizando sin lograr conversión? Cúmulo simbólico de un tiempo cumplido, para que se hubiera dado un fruto que valiera la pena?

"Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas.""

Su misión no es cortar, aunque aún no dé fruto.

Todo está dicho por Jesús para suscitar el despertar de la conversión.

Porque Él es magnánimo y paciente en la espera del fruto, para el que podamos crecer y madurar.

Su evangelio es el de la oportunidad, aunque no se sabe hasta cuándo. La conversión es para asumir con seriedad esa oportunidad.

El ruego pertenece a la tradición de la paciencia y la tolerancia, desde Abraham y Moisés, que confronta la impaciencia de los dioses por castigar a los hombres, pero abre a una revelación novedosa del Dios misericordioso, más allá de nuestros esquemas rígidos.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Sábado, XXIX semana

San Pedro Crisólogo Sermón 117

El apóstol san Pablo nos dice que dos hombres dieron origen al género humano, a saber, Adán y Cristo. Dos hombres semejantes en su cuerpo, pero muy diversos en su obrar; totalmente iguales por el número y orden de sus miembros, pero totalmente distintos por su respectivo origen. Dice, en efecto, la Escritura: El primer hombre, Adán, fue un ser animado; el último Adán, un espíritu que da vida. Aquel primer Adán fue creado por el segundo, de quien recibió el alma con la cual empezó a vivir; el último Adán, en cambio, se configuró a sí mismo y fue su propio autor, pues no recibió la vida de nadie, sino que fue el único de quien procede la vida de todos. Aquel primer Adán fue plasmado del barro deleznable; el último Adán se formó en las entrañas preciosas de la Virgen. En aquél, la tierra se convierte en carne; en éste, la carne llega a ser Dios. Y ¿qué más podemos añadir? Este es aquel Adán que, cuando creó al primer Adán, colocó en él su divina imagen.

REFLEXIÓN

La mirada histórica sobre la humanidad concluiría con una enorme decepción. Pocos muestran una humanidad dignificada, muchos envilecida. Aunque en muchedumbre silenciosa muchos también se van dignificando cotidianamente en la misión de vivir sobreviviendo penurias y dar vida mejor que la recibida. Este caudal innumerable, y no cuantificable, hablaría de un proceso tenaz de transformación de la nueva humanidad, para lo cual hay que revestirse de fe y esperanza, y así prevalecer por amor.

viernes, 21 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 29 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 4, 1-6



REFLEXIÓN

andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Andar es caminar, conducirse, y pedir es de acuerdo a, lo cual significa un discernir constante de lo pertinente a esa vocación.

Es una responsabilidad, en la que uno se puede equivocar pero no detenerse.

humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor

Es esto lo más fácil o lo contrario?. Impide esto la defensa de los derechos presuntamente conculcados? Hoy se aprecia más lo contrario, como virtud de la verdad y el coraje de defender lo justo.

esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.

No parece ser tan importante, sino mantener a ultranza el derecho supuestamente vulnerado, caiga quien caiga, hasta las últimas consecuencias, aunque sobrevenga la división.

Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende(epi:sobre) todo, y lo penetra(dia:a través) todo, y lo invade(en:dentro) todo

No es un lenguaje filosófico sobre el Padre, sino una experiencia de la Palabra que nos revela al Padre.

Nos esforzamos y debatimos sobre Dios. De tiempo en tiempo aparecen discursos sobre su identidad y su naturaleza, señal de la búsqueda humana.

En la Palabra más que búsqueda se nos narra un encuentro que nace de la libertad y amor del Padre para un único designio que unifique todo.

No son nuestros pujos y competencias los que logran la unificación sino el don de un designio manifestado a todos por igual.

Salmo responsorial: 23



REFLEXIÓN

Del Señor es la tierra y cuanto la llena

El señorío del Señor es el de un Padre que pone a disposición de los hijos el patrimonio para que todos se nutran y prosperen.

Su celo es sobre el designio para que se mantenga en su derrotero original sin alteraciones y se asegure el fin que es la unidad de todos en el todo del Padre.

Visto así el creyente en Jesús esta invitado a participar de una cosmovisión fraternal y amigable en la que se comparte el todo con generosidad y sin acaparamiento.

Los diferentes géneros y clases de miseria en poblaciones humanas son muestra de nuestra mezquindad y el sabotaje al que sometemos el designio del Padre.

Pero también se dan poblaciones de solidarios que son como la esperanza de superación del enemigo y su anti reino, y testimonian que es posible el designio, aun con andar fatigoso.

El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos

Los ídolos son muchos: sexo, dinero, fama, poder. Se puede estar inocente de ellos, y no haber enturbiado el corazón con anhelos.? No parece tan sencillo si se vive y sobrevive en el mundo de hoy.

Lucas 12,54-59



REFLEXIÓN

¡Hipócritas!: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?

Hipócrita es el adjetivo de los evangelios a una clase de seres humanos incongruentes, hábiles y capaces para juzgar de ciertas cosas pero incapaces de llegar hasta las últimas consecuencias de sus juicios, y mucho menos cambiar su conducta.

Un hipócrita es un falto de ética, incluso con bellos discursos sobre ética. Pero pervertido, es decir, que ha cambiado el fin de las cosas.

Un campesino sabe del clima para su oficio: cuándo lloverá y cuándo habrá sequía.

Por qué no se traslada esa orientación y conocimiento de señales e indicios al reino y su cercanía.? Porque nos resistimos al cambio de mente y conducta.

Discernir lo que está claro, es la excusa de la hipocresía.

Sabemos lo que hay que hacer, pero no queremos.

Estar enfermos de la decisión correcta no es excusa, si acaso un atenuante.

Porque nuestra cultura es permisiva.

¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?

Porque en todo aplicamos el juicio, como parte de nuestro protocolo de acceso a la realidad circundante.

Sin embargo nos cuesta discernir bajo el amparo de la sabiduría, que es la presencia del Absoluto Radical en lo más profundo de nuestro ser, porque rehuimos su dictamen adverso.

con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él mientras vais de camino

Será que la complejidad de las situaciones nos permite la negociación con el Señor?

Aprovechemos el tiempo y la oportunidad que se nos ofrece por señales para el cambio y dejar de ser hipócritas.

no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel.

No obstante tenemos la potencialidad de juzgarnos antes de que nos juzguen desfavorablemente.

De negociar antes que nos castiguen.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Viernes, XXIX semana

San Agustín Ciudad de Dios 10,6

Verdadero sacrificio es toda obra que se hace con el fin de unirnos a Dios en santa sociedad, es decir, toda obra relacionada con aquel supremo bien, mediante el cual llegamos a la verdadera felicidad. Por ello, incluso la misma misericordia que nos mueve a socorrer al hermano, si no se hace por Dios, no puede llamarse sacrificio. Porque, aun siendo el hombre quien hace o quien ofrece el Sacrificio éste, sin embargo, es una acción divina, como nos lo indica la misma palabra con la cual llamaban los antiguos latinos a esta acción. Por ello, puede afirmarse que incluso el hombre es verdadero sacrificio cuando está consagrado a Dios por el bautismo y está dedicado al Señor, ya que entonces muere al mundo y vive para Dios. Esto, en efecto, forma parte de aquella misericordia que cada cual debe tener para consigo mismo, según está escrito: Ten compasión de tu alma agradando a Dios.

REFLEXIÓN

Llamar sacrificio al que exclusivamente se hace por Dios, parece hoy en dia una herejía contra el valor del ser humano, quien se dice merecer necesariamente la pena del denodado esfuerzo de todo humano, para ser amado por sí mismo. Se dice que Ireneo propone la gloria de Dios en el hombre que puede vivir. Es decir, no dicotomiza entre uno y otro, porque parece que quien dice hombre o mujer, dice Dios. Sin embargo,  hemos de hacer un énfasis sin descansar: el humano o humana endiosado es el que participa de la vida nueva en Jesús muerto y resucitado. La humanidad nueva que amaneció en Cristo Jesús. Si el sacrificio por el hombre y amarlo es por él como hijos del Dios viviente, no habría que dividirse. Mas sabemos que en el nombre de Dios se exorciza todo mal e impura motivación, y se ama mejor.

jueves, 20 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 29 tiempo ordinario

Año Par

Efesios 3, 14-21



REFLEXIÓN

Doblo las rodillas ante el Padre

El nuevo nombre de Dios: Padre. El verdadero, ante quien se puede doblar las rodillas, sin temer una alienación, o falsedad.

el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra

La Palabra nos convoca a creer que pertenecemos al Padre y en Él formamos una familia. La única familia para siempre.

Eterno es un concepto que nos suena a refrigeración. Algo que se congela para que dure y nos sirva más adelante.

Pero más bien traduce una realidad sin tiempo como el histórico, que permanece y no se deteriora. Porque nuestra experiencia humana, incluso la preciada familia de carne y sangre se deteriora, mínimamente con el desenlace de los miembros.

Así no es exacto hablar de Dios y su existencia para los que escuchamos la Palabra, sino de la familia del Padre a la que pertenecemos.

Nuestro Dios, antes que absoluto, misterio, Creador incluso, es Padre de familia.

Cuando la fe arraiga por el don del Espíritu, nos instalamos en una pertenencia que transforma nuestro espíritu en un familiar. Dejamos de ser huérfanos, expósitos, arrimados, excluidos.

Y cuando la fe es viva, se manifiesta en la práctica de la fraternidad. Hace lo que puede para que toda persona experimente la familiaridad del Señor.

robusteceros en lo profundo de vuestro ser

En la era del furor por el crecimiento personal, esta bendición constituye un aporte del beneficio de la fe en Jesús.

Un robustecimiento raizal, fundamental, que brota desde lo más hondo y se brinda como un servicio al crecimiento de otros.

Cristo habite por la fe en vuestros corazones

No el corazón sentimental, ni la profundidad del ego-centrismo, sino en el sí mimo (self), la armonía e integralidad profunda, que se da por la gracia e inhabitación de Cristo Jesús.

el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento

El amor, lo más nombrado pero el menos comprendido, como lo sine qua non del designio humano y divino.

Es motor y es meta, es medio y es fin. Es como el cielo en la tierra, un goce en medio de la limitación y finitud, una vida con crucifixión. Una fortaleza en la debilidad, una verdad en la precariedad que surge del engaño que nos rodea. Una experiencia de la ambivalencia y la ambigüedad, pero con un fondo de esperanza y firmeza que surge desde lo más íntimo y nos convence de una presencia amorosa y afianzadora.

lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo

Son esta visiones las que nos alcanzan la serenidad incluso en el terreno social, porque todo se ve a la luz del designio al que somos llamados y participamos desde ya.

Muchas de las manifestaciones sociales actuales que claman por sus derechos, echan de ver la desesperación y la necesidad que tienen de arribar a la visión de fe compartida para luchar por el designio.

Salmo responsorial: 32



REFLEXIÓN

el plan del Señor subsiste por siempre

El designio del Señor está abierto siempre a nuestra participación. A cualquier hora podemos enrolarnos. Una y otra vez. Es lo que nos enseña la parábola de los jornaleros que eran contratados a toda hora y se les pagaba a todos lo mismo.

De nuestra parte, si vivimos por la fe el don de la familiaridad, estamos en la obligación de ayudar a ingresar en este designio a quien nos aproximemos.

Lucas 12,49-53



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra."

No se trata de una imagen clásica de Jesús, en cuanto que ésta da cuenta de división, no de unión, con el ejemplo de una familia de cinco miembros y dividida.

La causa de Jesús, es para uno que se sumerge en ella, fuego, bautismo.

Qué tiene el fuego? Transforma por combustión, no sin antes arruinar.

Qué tiene el bautismo de inmersión? Transforma por lavado, no sin antes ahogar.

No se puede contar con un lecho de rosas, ni una comprensión o aceptación generalizada en un mundo globalizado.

No brinda la paz de la quietud donde todo esté junto.

No por lo menos mientras estamos en proceso de evangelizar, lo cual es mientras vivamos en este mundo.

Dar frutos de gracia y vida, no asegura una paz definitiva, sino que engendra también división, hasta de los más cercanos.

Porque la experiencia vivida de Jesús no transcurre como un domingo de ramos, sino que se aboca a un viernes santo con esperanza de un domingo de resurrección.

Un hombre que pasó haciendo el bien, y a quien multitudes lo seguían para saciar el hambre y curar sus enfermedades, no pudo sustraerse de la conspiración del poder que acobardó a los seguidores.

Abrir bien los ojos es necesario al evangelizador para que nos se sorprenda de los giros de oposición que encontrará, incluso entre sus más allegados.

En el fondo la familia del Padre es un medio de contraste, sobre el que se discierne toda otra familiaridad.

Por eso cabe la posibilidad de división dentro de la familia de carne y sangre.

Jesús lo vivió en carne propia, cuando hizo valer por encima de los lazos familiares buenos, el designio del Padre al que estaba uncido.

Es la prueba o bautismo de toda fe: una fidelidad testimoniada en la coyuntura histórica precisa, más al Padre que a cualquier otro designio, por más armonía familiar que signifique.

Este testimonio es doloroso. Rasga los vínculos más entrañables del ser humano.

Pero no se puede detener porque quema desde dentro y debe ser propagado.

Trae división, pero en Juan pide que sean uno el Padre y él. División en la unión del mundo y unión en la familia del cielo. Aun lo más sagrado –la familia humana -se trasciende.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1583062001320067072?s=20&t=JHr2A_-0appgaRipB8MG7w

BEATO CARLO



 De los Sermones de san Bernardo, abad
(Sermón 5 sobre diversas materias, 4-5: Opera omnia, edición cisterciense, 6, 1 [1970], 103-104)
 
SOBRE LOS GRADOS DE LA CONTEMPLACIÓN

 

Refugiémonos en Cristo, nuestra fortaleza, y adhirámonos con todas nuestras fuerzas al Señor, la roca sólida y siempre firme, y podremos decir con el profeta, como está escrito: Afianzó mis pies en la roca y aseguró mis pasos. Consolidados así y afianzados podremos contemplar y escuchar lo que él nos diga y sabremos cómo responder cuando él nos reprenda.

El primer grado de esta contemplación, amados hermanos, consiste en considerar atentamente cuál sea la voluntad del Señor y qué es lo acepto a sus ojos. Y, como todos pecamos con frecuencia y nuestro orgullo ofende muchas veces su santísima voluntad y no se adhiere ni conforma a lo que el Señor desea, es necesario que nos humillemos bajo la poderosa mano del Dios altísimo y procuremos solícitamente presentarnos ante él con espíritu humilde, diciendo: Sáname, Señor, y quedaré sano, sálvame y quedaré a salvo. Y también aquello otro: Señor, ten misericordia, sáname, porque he pecado contra ti.

 Cuando estos pensamientos hayan ya purificado la mirada de nuestro corazón, en vez de andar según la amargura de nuestro espíritu nos dejaremos llevar del Espíritu de Dios y viviremos alegres, sin preocuparnos ya de cuál sea la voluntad de Dios sobre nosotros, sino interesándonos más bien sobre cuál sea la voluntad divina en sí misma.

 Y, ya que en su voluntad está la vida, no podemos dudar lo más mínimo de que nada encontraremos que nos sea más útil y provechoso que aquello que concuerda con el querer divino. Por tanto, si en verdad queremos conservar la vida de nuestra alma, procuremos con solicitud no desviarnos en lo más mínimo de la voluntad de Dios.

 Y, cuando hayamos ya progresado algún tanto en la vida espiritual, guiados por el Espíritu Santo, que escudriña los más altos misterios de Dios, dediquémonos a contemplar cuán suave es el Señor y cuán bueno es en sí mismo; y con el profeta supliquémosle que nos manifieste cuál sea su voluntad, para que pongamos nuestra mansión no en nuestro pobre corazón humano, sino en su santo templo; así podremos repetir con el mismo profeta: Mi alma se acongoja, te recuerdo.

 Pues hay que advertir, que la plenitud de nuestra vida espiritual se encuentra en estas dos cosas: en aquella reflexión sobre nosotros mismos, que nos turba y nos contrista en vista a la conversión, y en la contemplación de Dios, que nos llena del gozo y del consuelo del Espíritu Santo; lo primero engendra en nosotros el temor y la humildad, lo segundo alumbra en nuestro interior el amor y la esperanza.


miércoles, 19 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 29 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 3, 2-12



REFLEXIÓN

distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro

Unos para otros distribuimos a Dios, como la plenitud de la profecía sobre el conocimiento universal de Dios. Unos con más carisma específico y otros más en general, pero es para todos una responsabilidad.

como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas

Nos enfrentamos en la fe a un dilema radical: creemos o no creemos en estos hombres que insisten en proclamar que están llamados a distribuir la gracia y la revelación del Misterio de Dios en Jesucristo.

Es un dilema para toda la vida, que unos soportarán con más tranquilidad que otros.

Porque casi todos y todas en algún momento de su existencia han albergado dudas, resentimientos, odios y fobias contra la Iglesia, sus ministros, sus líderes, sus creyentes. Y han puesto en tela de duda que sobre estas fragilidades pueda soportarse el mensaje más trascendental para una humanidad: su salvación para siempre.

anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo

Pero algunos son impulsados a dar más de sí para este anuncio, en diversas y difíciles circunstancias.

el más insignificante de todos los santos

El contraste y la desproporción son tan fuertes y grandes que se requiere una dosis de humildad en la fe para que se mantenga, muchas veces como fuego tembloroso.

Quizás en esto se está dando el signo de la presencia fuerte del Espíritu: en la debilidad de la fe que persiste.

los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios

También los cielos y los poderes, cualquiera que sean, conocen ahora la plenitud de la revelación.

realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él

En Jesús hay una garantía de cercanía y lo contrario es la secuela del poder de la malignidad, cuya estrategia es impedirlo.

Interleccional:Isaías 12, 2-6



REFLEXIÓN

confiaré y no temeré, / porque mi fuerza y mi poder es el Señor, / él fue mi salvación

El Señor ofrece signos de salvación para la fe. Éstos sostienen la esperanza en los momentos duros del peregrinaje. La esperanza se nutre de la memoria de las intervenciones del Señor.

En la existencia es importante hacer esta experiencia de reconocimiento de los signos de salvación.

Y sacaréis aguas con gozo / de las fuentes de la salvación

Constantemente, diariamente estamos sacando del pozo para el anuncio de salvación cotidiano. Anuncio que modela nuestra profundidad invitándonos a ser más como Jesús, el Hijo, el Hombre, la nueva sociedad.

"Qué grande es en medio de ti / el santo de Israel."

Lo primero es su grandeza porque de ello depende todo lo demás: el reino de Dios y su justicia…

Lucas 12,39-48



REFLEXIÓN

estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre

Significará acaso, que se nos encomienda estar preparados, dos mil cien años después, porque el hijo del hombre llegará con el final de la vida de cada uno de nosotros y que no se sabe por lo tanto, cómo y cuándo llega actualmente y en este momento?

La Iglesia de los credos habla de un juicio final, y la del catecismo de un juicio privado.

Son lo mismo o diferentes? Acaba nuestra vida dos veces, como final y como privada? O lo que se llama final es la experiencia actual que constantemente vemos en otros cuando mueren, y que aguardamos ineluctablemente?

La mejor interpretación no es la apocalíptica, sino la existencial.

El Hijo del hombre está viniendo cada día, cuando menos lo pensamos. La vigilancia es de cada día, como la oración del Señor nos lo enseñó.

Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarle a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles.

Alude a todos los llamados a algún tipo de responsabilidad sobre otros: son empleados, no dueños.

El criado que sabe lo que su amo quiere, y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá".

No hay como excusarse del todo aunque haya atenuantes.

Un llamado a la seriedad de la misión y su actitud primordial de compromiso con otros.

"Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas?

Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."

Parece referirse a los que más responsabilidad tienen, pero hacemos bien en reflexionarlo para todos, porque todos somos servidores del evangelio.

Pero si el creyente debe mantener la fe en medio de las debilidades del proclamador, éste debe ser fiel y solícito para cumplir su servicio.

 

El que la fe pueda mantenerse aun vacilante en medio de la fragilidad, no quita la responsabilidad del que la alimenta.

Esta misión en una Iglesia de hermanos es de todos con todos. Padres con hijos, madres con hijas, educadores con pupilos, predicadores con auditorios, ministros con fieles.

No hay ser humano creyente que no pueda cumplir con su responsabilidad de servir la fe de su hermano.

Una medida de compromiso que ayudaría sin duda a superar tantas crisis que estamos viviendo.

El criado que sabe lo que su amo quiere, y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá".

No hay como excusarse del todo aunque haya atenuantes. Un llamado a la seriedad de la misión y su actitud primordial.

Conocer al Señor es una gracia, un don que requiere un compromiso de distribución entre los hermanos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1582688964640911361?s=20&t=PKxXqERE_fgffgi3aKA1kw

BEATO CARLO


 
De los Sermones de san Bernardo, abad
(Sermón 5 sobre diversas materias, 1-4: Opera omnia, edición cisterciense, 6,1 [1970], 98-103)
 
ME PONDRÉ DE CENTINELA PARA ESCUCHAR LO QUE ME DICE EL SEÑOR

 

Leemos en el Evangelio que, predicando en cierta ocasión el Salvador y habiendo afirmado que daría a comer su carne sacramental para que así sus discípulos pudieran participar de su pasión, algunos exclamaron: ¡Duras son estas palabras! Y se alejaron de él. A vista de ello, preguntó el Señor a sus discípulos si también ellos querían dejarlo; ellos entonces respondieron: Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna.

 Pues bien, hermanos, es manifiesto que en nuestros días las palabras de Jesús son también espíritu y vida para algunos y, por ello, éstos lo siguen; pero, en cambio, a otros estas mismas palabras les parecen duras, por lo cual no faltan quienes van a buscar en otra parte un consuelo miserable. La sabiduría no deja de levantar su voz en las plazas, anunciando que el camino que conduce a la muerte es ancho y espacioso, a fin de que cuantos andan por él vuelvan sobre sus pasos.

 Durante cuarenta años -dice- aquella generación me repugnó, y dije: «Es un pueblo de corazón extraviado.» Y en otro salmo añade: Una sola vez habló Dios; es cierto que Dios habló una sola vez, pues está hablando siempre, ya que su locución es continua y eterna, y nunca se interrumpe.

 Esta voz invita sin cesar a los pecadores, exhortándoles a meditar en su corazón y reprendiendo los errores de este corazón, pues es la voz de aquel que habita en el corazón del hombre y habla en su interior, realizando así lo que ya dijo por boca del profeta: Hablad al corazón de Jerusalén.

 Ya véis, hermanos, cuán saludablemente nos amonesta el profeta a fin de que si hoy escuchamos su voz no endurezcamos el corazón. Las palabras que leemos en el profeta son casi las mismas que hallamos también en el Evangelio. En efecto, en el Evangelio dice el Señor: Mis ovejas oyen mi voz, y en el salmo afirma el profeta: Nosotros, su pueblo (el del Señor, ciertamente), el rebaño que él guía, ojalá escuchemos hoy su voz y no endurezcamos el corazón.

 Escucha, finalmente, al profeta Habacuc; él no disimula la increpación del Señor, sino que la medita asiduamente y por ello exclama: Me pondré de centinela, me plantaré en la atalaya, velaré para escuchar lo que me dice, lo que responde a mis quejas. Procuremos, hermanos, ponernos también nosotros de centinela, porque la vida presente es tiempo de lucha.

 Que nuestra vida tenga su centro en nuestro interior, donde Cristo habita, y que nuestros actos sean reflexivos y nuestras obras según los dictados de la razón; pero de tal forma que no confiemos excesivamente en nuestros actos ni nos fiemos excesivamente de nuestras simples reflexiones.