lunes, 27 de enero de 2025

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Lunes, III semana

De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo
(Núm. 48)
SANTIDAD DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA

El hombre y la mujer, que por el pacto conyugal ya no son dos, sino una sola carne, con la íntima unión de personas y de obras se ofrecen mutuamente ayuda y servicio, experimentando así y logrando, más plenamente cada día, el sentido de su propia unidad. Esta íntima unión, por ser una donación mutua de dos personas, y el mismo bien de los hijos exigen la plena fidelidad de los esposos y urgen su indisoluble unidad. Cristo, el Señor, bendijo abundantemente este amor multiforme que brota del divino manantial del amor de Dios y que se constituye según el modelo de su unión con la Iglesia. Pues, así como Dios en otro tiempo buscó a su pueblo con un pacto de amor y de fidelidad, así ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la Iglesia sale al encuentro de los esposos cristianos por el sacramento del matrimonio. Permanece, además, con ellos para que, así como él amó a su Iglesia y se entregó por ella, del mismo modo, los esposos, por la mutua entrega, se amen mutuamente con perpetua fidelidad. El auténtico amor conyugal es asumido por el amor divino y se rige y enriquece por la obra redentora de Cristo y por la acción salvífica de la Iglesia, para que los esposos sean eficazmente conducidos hacia Dios y se vean ayudados y confortados en su sublime papel de padre y madre. Por eso, los esposos cristianos son robustecidos y como consagrados para los deberes y dignidad de su estado, gracias a este sacramento particular; en virtud del cual cumpliendo su deber conyugal y familiar, imbuidos por el espíritu de Cristo, con el que toda su vida queda impregnada de fe, esperanza y caridad, se van acercando cada vez más hacia su propia perfección y mutua santificación, y así contribuyen conjuntamente a la glorificación de Dios. De ahí que, cuando los padres preceden con su ejemplo y oración familiar, los hijos, e incluso cuantos conviven en la misma familia, encuentran más fácilmente el camino de la bondad, de la salvación y de la santidad. Los esposos, adornados de la dignidad y del deber de la paternidad y maternidad, habrán de cumplir entonces con diligencia su deber de educadores, sobre todo en el campo religioso, deber que les incumbe a ellos principalmente. Los hijos, como miembros vivos de la familia, contribuyen a su manera a la santificación de sus padres, pues, con el sentimiento de su gratitud, con su amor filial y con su confianza, corresponderán a los beneficios recibidos de sus padres y, como buenos hijos, los asistirán en las adversidades y en la soledad de la vejez

domingo, 26 de enero de 2025

PALABRA COMENTADA


 

Domingo 3 de tiempo ordinario

Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10



REFLEXIÓN

No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza(porque la alegría del Señor es nuestro refugio)

Una vez liberados, ya de vuelta en su suelo natal, los israelitas son persuadidos al gozo y la alegría, al descubrir en el curso de los acontecimientos, la mano protectora del Señor.

La prueba del destierro y el exilio en tierra extraña y pagana, ha pasado. Ahora en su terruño, pobre pero propio, renuevan sus raíces, se reconocen como pueblo elegido y amado de Yavé, y acarician nuevamente los sueños del futuro.

La consolación es un gozo que permite vibrar y pacificarse con la renovada presencia fuerte del Señor, a quien en la desolación creíamos perdido. A la vez que se le goza, es el momento de cargar la energía positiva y la confianza para las nuevas pruebas, que de seguro vendrán.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón

Cuando su Espíritu nos mueve a realizar su presencia fuerte y a gozarnos, correspondemos a su acción con nuestra plegaria y acción de gracias.

Es posible que el entusiasmo crezca hasta un nivel en el que nos dejamos llevar y hacemos planes y promesas que nunca cumpliremos.

No son una verdadera generosidad del corazón, que se confirmará con una entrega práctica, sino una retórica, quizá de buena voluntad, que hay que tratar con parsimonia.

Por eso hemos de ejercer la prudencia para llegar hasta donde sabemos que podemos, y en todo caso dejarnos en manos de la iniciativa del Espíritu, quien es el que verdaderamente nos empodera.

1Corintios 12, 12-30



REFLEXIÓN

Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo

Unidad en la diversidad para expresar a Jesucristo. Un tema difícil de explicar, y más difícil de vivir.

Porque nuestra tendencia anti-reino, la del ego, nos lleva a sentirnos los únicos como el todo del cuerpo, siendo miembros solamente, con nuestro aporte parcial.

todos los miembros por igual se preocupan unos de otros

La fraternidad y la actitud de colaboración es el antídoto al desgarrón que el miembro hace al cuerpo cuando se alza como el todo y único.

La verdadera consolación y gozo se mantienen en la fraternidad que es colaboración con el otro. Es una manera de preservarnos de decaer en un engaño del ego, para alzarse con todo.

Lucas 1, 1-4; 4, 14-21



REFLEXIÓN

encontró el pasaje donde estaba escrito

Jesús ese día encontró el gozo del Señor en su Palabra y misión. Venía a Galilea huyendo de la persecución que le montaron a Juan B, para verse más seguro. Y probablemente reflexionaría sobre cuál era entonces, sin el Bautista, su misión.

Jesús vivía del ímpetu del Espíritu, y se dejaba llevar con docilidad. No se aferraba a ningún plan previo, ni preferencia, sino que aprendía a mantenerse abierto y disponible para la voluntad  del Padre.

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres

Entonces cayó en cuenta que ya no sería más bautizador como Juan, sino evangelizador: anunciador de una realidad presente con la presencia del Señor. 

Mediante él Dios se haría sentir como liberador: de pobreza, de enfermedad, de prisión, de opresión.

“Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oir.”

La consolación de Jesús la vivió para el día presente, sin dejarse llevar de fantasías sobre el futuro, para gloria exclusiva de su ego.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1485214701680316418?s=20

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Domingo 3 de tiempo ordinario

Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10

Salmo responsorial: 18

1Corintios 12, 12-30

Lucas 1, 1-4; 4, 14-21