sábado, 17 de agosto de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Sábado 19 de tiempo ordinario

Año Par

Ezequiel 18, 1-10. 13b. 30-32



REFLEXIÓN

Sabedlo: todas las vidas son mías; lo mismo que la vida del padre, es mía la vida del hijo; el que peca es el que morirá

La Palabra nos ayuda a entender y tomar en serio la unicidad de la única vida personal y su correspondiente responsabilidad.

Los conocimientos científicos actuales plantean la complejidad del ejercicio de la libre autodeterminación, ya que somos conexiones de una extensa red humana. 

Y así nos preceden y suceden eventos, decisiones y circunstancias, que escapan a nuestro control absoluto.

Contra esta realidad compleja que ubica y aun determina la decisión libre personal, la Palabra nos alienta a ejercer nuestra responsabilidad, porque no somos marionetas de un destino ciego.

Hoy es más popular la fórmula de supervivencia de la muerte en la figura de la re-encarnación. 

Pero fuera de la cultura en la que nació este concepto, su adopción por occidentales más parece evasión de la responsabilidad personal que preocupación por la otra vida.

La responsabilidad del mal actuar es propia, y no delegable.

que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo

Porque no es suficiente con no robar, expresión negativa del respeto a la propiedad del prójimo, sino que hay que perfeccionarse con el compartir de los propios bienes. 

No se santifica la propiedad exclusiva para mí y los míos, sino que se establece una responsabilidad para toda propiedad: su dimensión solidaria.

Un perfil del justo y las consecuencias de su conducta.

os juzgaré a cada uno según su proceder

Aunque estemos en desventaja por nuestra genética y circunstancias determinantes fuera de nuestro control

Arrepentíos y convertíos de vuestros delitos, y no caeréis en pecado

Porque el PECADO con mayúscula se concentra en el empecinamiento de la desviación, no en el error y la debilidad, contra las que persiste la lucha.

El pecado es como un estado endurecido, donde no hay lugar para el arrepentimiento y se dificulta la conversión

estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo

Lo que no debemos perder es la juventud del corazón que espera la salvación definitiva.

Salmo responsorial: 50



REFLEXIÓN

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme

Dicho en otra forma: no te canses de crear; recrea sin cansarte nuestro corazón hasta que sea puro. 

Que tu energía se renueve en nosotros sin agotamiento, para mantener la firmeza del rumbo.

Mateo 19,13-15



REFLEXIÓN

"Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los cielos".

No se trata de una niñez involutiva, ni de un infantilismo sicológico. Se trata de una semejanza. 

En qué se centra la semejanza de los niños en este texto? En el acercarse a Jesús de Nazareth sin precondiciones, con vulnerabilidad, dispuestos a dejarse amar.

Qué difícil es dejarnos amar como nos quieren amar. Más bien actuamos en plan de un contrato: postulando requisitos y condiciones, insertando cláusulas para rescindir. Un amar como transacción.

Un escándalo mayúsculo recorre la Iglesia Católica en estos tiempos, aunque no es privativo de ella: la pedofilia y pederastia de algunos ministros suyos. 

A nivel evangélico este escándalo hace escarnio de las palabras de Jesús sobre la semejanza de los niños. 

Esta acción vil del pederasta representa la traición de la vulnerabilidad, que se le entregó en la confianza de un niño. 

Pero el escándalo cunde si caemos en cuenta de todas las vulnerabilidades traicionadas y  contaminadas en quienes alguna vez se confiaron a una persona que representaba un valor de guía, comprensión, asistencia, orientación. 

En este conjunto entrarían además de los sacerdotes, los educadores, los padres y madres, las amistades. En fin todo el que se aprovecha de su ascendiente moral. Se podría asumir que los niños cumplen la bienaventuranza de los limpios de corazón, porque en ellos aún no se formado el cálculo que distorsiona la buena voluntad en el adulto. 

Esa pureza es la actitud de aceptación del Misterio y la tensión de conocer al Señor, sin paralizarse por una lógica que no tiene que ver con la Trascendencia.

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Sábado 19 de tiempo ordinario

Año Par

Ezequiel 18, 1-10. 13b. 30-32

Salmo responsorial: 50

Mateo 19,13-15

DOCTORES DE LA IGLESIA




Santo Tomás de Aquino, Conferencia sobre el Credo

(Opúsculos teológicos 2, Turín 1954, pp. 216-217)

Me saciaré de tu semblante

Adecuadamente termina el Símbolo, resumen de nuestra fe, con aquellas palabras: «La vida perdurable. Amén». Porque esta vida perdurable es el término de todos nuestros deseos.

La vida perdurable consiste, primariamente, en nuestra unión con Dios, ya que el mismo Dios en persona es el premio y el término de todas nuestras fatigas: Yo soy tu escudo y tu paga abundante.

Esta unión consiste en la visión perfecta: Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. También consiste en la suprema alabanza, como dice el profeta: Allí habrá gozo y alegría, con acción de gracias al son de instrumentos.

Consiste, asimismo, en la perfecta satisfacción de nuestros deseos, ya que allí los bienaventurados tendrán más de lo que deseaban o esperaban. La razón de ello es por-que en esta vida nadie puede satisfacer sus deseos, y ninguna cosa creada puede saciar nunca el deseo del hombre: sólo Dios puede saciarlo con creces, hasta el infinito; por esto, el hombre no puede hallar su descanso más que en Dios, como dice san Agustín: «Nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón no hallará reposo hasta que descanse en ti».

Los santos, en la patria celestial, poseerán a Dios de un modo perfecto, y, por esto, sus deseos quedarán saciados y tendrán más aún de lo que deseaban. Por esto, dice el Señor: Entra en el gozo de tu Señor. Y san Agustín dice: «Todo el gozo no cabrá en todos, pero todos verán colma-do su gozo. Me saciaré de tu semblante; y también: Él sacia de bienes tus anhelos».

Todo lo que hay de deleitable se encuentra allí super-abundantemente. Si se desean los deleites, allí se encuentra el supremo y perfectísimo deleite, pues procede de Dios, sumo bien: Alegría perpetua a tu derecha.

La vida perdurable consiste, también, en la amable compañía de todos los bienaventurados, compañía suma-mente agradable, ya que cada cual verá a los demás bien-aventurados participar de sus mismos bienes. Todos, en efecto, amarán a los demás como a sí mismos, y, por esto, se alegrarán del bien de los demás como del suyo propio. Con lo cual, la alegría y el gozo de cada uno se verán aumentados con el gozo de todos.

PRIMERA PARTE
LA PROFESIÓN DE LA FE

SEGUNDA SECCIÓN:
LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 12
“CREO EN LA VIDA ETERNA”

1020 ss

viernes, 16 de agosto de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 19 de tiempo ordinario

Año Par



Ezequiel 16, 1-15. 60. 63

Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor; extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento, hice alianza contigo -oráculo del Señor- y fuiste mía

Una expresión literaria de audaz belleza: una divinidad que ama al modo como los humanos hacen el amor.

Una figura que se calificaría antropomórfica, si fuera un rasgo exclusivo de la identidad del ídolo. Antropomórfica en un sentido de enajenación, que no da pie a la alteridad, al Tú.

Sin embargo la voz de la Palabra no se queda en una semejanza, sino que muestra constantemente varias figuras, tratando de desplegar la riqueza del Misterio del Señor.

A esta audacia de humanizar la Palabra con expresiones tomadas del modo propio de ser de los hombres y mujeres le llamamos Revelación, porque no parece que nos atreviéramos a describir en esa forma la identidad divina.

Máxime en un contexto y contorno de divinidades de otros pueblos, lejanas, crueles, opresoras de la persona y que inspiraban temor.

amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con el primero que pasaba.

La raíz del pecado como alejamiento del Señor está en el olvido, la pérdida de memoria, la ingratitud que no reconoce a quien le amó primero con libertad y sin interés.

para que te acuerdes y te sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo lo que hiciste.

Esa matriz está profundamente imbricada en el ser de la persona: el amor inicial gratuito. Y el trabajo de la fe es recuperar la memoria y darle vigencia al paradigma de la acción de gracias. No hay ámbito, esfera, dominio, área del conocimiento humano en el que no se deba y no se pueda realizar este trabajo de recuperación de la memoria para volvernos agradecidos y volver a alabar.

Interleccional: Isaías 12



REFLEXIÓN

Y sacaréis aguas con gozo / de las fuentes de la salvación

Nuestro ojo de agua inagotable es el amor gratuito y primero del Señor. Hacer memoria de fe de tal realidad es curativo, sanador.

Dad gracias al Señor, / invocad su nombre, / contad a los pueblos sus hazañas, / proclamad que su nombre es excelso

Agradecer y comunicar: esa es nuestra misión de fe. Así es la vida de Jesús, acción de gracias nuestra, memoria del amor del Padre en nosotros.

"Qué grande es en medio de ti / el Santo de Israel."

No fuera sino en medio, en lo profundo de nosotros como personas y como pueblos.

Mateo 19,3-12



REFLEXIÓN

para ponerlo a prueba

Los fariseos son presentados como un grupo con agenda contra Jesús. 

Existen personas y grupos con agenda contra el evangelio, en forma explícita o solapada. Incluso dentro de los que confiesan la fe en Jesús. 

El prurito para desacreditar el testimonio por la verdad evangélica es tan frecuente como la buena fe que lo quiere acoger. 

Somos como ovejas en medio de lobos rapaces. Pero tenemos su promesa de asistencia para que el mensaje no sucumba.

"¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?" El les contestó: "Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así.

¿No habéis leído

Porque podemos leer y no querer entender así como oir pero no escuchar. 

El endurecimiento del corazón ronda permanentemente así como el enemigo siembra cizaña en medio del trigo.

Hoy vivimos situaciones de desviación de la norma asumidas como derechos. Así los divorcios, las uniones del mismo sexo, la adopción por parte de esas uniones…

Que la autoridad en un contexto dado ordene dar un derecho a lo que se tenía como desviación es posible, por la responsabilidad de liderazgo que le competa y el 2"bien común " , más bien político, en cierta coyuntura particular.

Pero que se permita no significa que se elimina el designio previsto desde el principio. No se está corrigiendo al Señor, cuyo plan se mantiene intacto, porque tiene que ver con la plenitud humana a los ojos de la fe. 

Para llegar a esa plenitud la autoridad humana, como un pedagogo o populista aplica la prudencia o manipulación de los tiempos y lugares.

los creó hombre y mujer

Son variadas las versiones de matrimonio en la historia y en la actualidad. Las hay de no matrimonio, sino unión libre y temporal.

El matrimonio cristiano se concreta en una unión bendecida por Dios, para formar un ser entre hombre y mujer, que como sacramento representan la unión de Cristo y su Iglesia.

Es deseable que se respete esa unión diseñada por el Creador, que demanda exclusividad y fidelidad perpetuas. 

Pero esa calidad está confiada a quienes son bautizados y confiesan la fe en Jesucristo. 

Otros creyentes o no, pueden pretender a otro tipo de unión, pero no será objetivamente cristiana, según lo escrito.

No se entiende esa energía que gasta la jerarquía de las iglesias cristianas por afirmar para todos, creyentes o no, la exclusividad del nombre matrimonio sacramento, cuando sólo es aplicable para los creyentes.

La intensidad de la defensa más bien sugiere un afán de dictaminar para toda la sociedad lo que es propio del círculo de creyentes cristianos. Es algo indeseable de una dominancia.

En esto las jerarquías parecen no resignarse a convivir con una pluralidad de concepciones, para las cuales no representan ninguna autoridad determinante. 

En otras palabras, afirmar que el matrimonio sacramento es el único matrimonio auténtico, sin aclarar que tal sentido obliga sólo a los creyentes cristianos, es un totalitarismo religioso, que no tolera otras concepciones sobre matrimonio.

Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

Se trata del primado del amor que viene de Dios y se manifiesta entre los hombres como unión, cuya fuerza resiste la división.

No se refiere a la distinción biológica, cuya mutua relación se hace ver como un broche que cierra en la carne.

Porque esta unión carnal puede no significar nada sino algo efímero, meramente placentero y sin algún compromiso mutuo que valga la pena.

Habrá uniones carnales que no cierran tan perfectamente pero incluyen el amor y compromiso mutuo, aunque no sean hombre y mujer? Es un debate de nuestro tiempo.

Por lo menos hemos de liberar el sentido de lo escrito del mero sentido literal y material que reduce la unión entre personas a un ejercicio biológico hormonal.

Ahora os digo yo que, si uno se divorcia de su mujer -no hablo de impureza- y se casa con otra, comete adulterio

Adulterio, en este contexto parece referirse más bien, como dicho del Señor Jesús, al divorcio como desunión definitiva, no necesariamente a la infidelidad de los cónyuges durante el matrimonio, que sí pueden llegar a ser atentados. 

"Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse."

Visto desde fuera así es. Cuando la unión se vacía del compromiso de amor exclusivo, y se extingue el fuego biológico, no es unión sino cárcel.

Ni es extraño que aún los más responsables de la fe confundan lo que es pedagogía con lo que son principios. Es falta de discernimiento.

"No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don

Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos.

Eunucos son los incapaces del matrimonio, con las exigencias que plantea Jesús.

Son el tipo de personas que no tienen ese don del matrimonio cristiano.

Tales han de descubrir el don del Padre en sus existencias, para el logro de su perfección propia.

Porque los que no tienen el don del matrimonio cristiano, pueden acceder al seguimiento pleno de Jesús, que no está reservado exclusivamente a los consagrados del reino.

Se da así una desvinculación del don de Dios respecto de la restricción operada por los prejuicios de la cultura dominante, en las diferentes sociedades.

Se trata de un don, un carisma, poder encarnar el designio del Señor en la propia existencia. No todos pueden siempre. Algunos pueden alguna vez. La perspectiva de la voluntad del Señor está abierta siempre hasta el final de nuestros días. Lo importante en cada etapa es mantenernos en acción de gracias por la memoria de su amor primero gratuito.

Los eunucos(eunu:lecho Ekhein:guardián): castrados, pueden nacer así (teoría genética, psicológica); o ser hechos por otros: (teoría sociológica, educativa, aprendizaje). En directo se refiere a castración: sin genitales fisiológicos. En amplitud puede cobijar la incapacidad de la relación heterosexual desde siempre o por intervención de las circunstancias. Puede asimilarse a nuestro homosexual o gay?

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Viernes 19 de tiempo ordinario

Ezequiel 16, 1-15. 60. 63

Interleccional: Isaías 12

Mateo 19,3-12

SAN CARLO ACUTIS DE ASIS

BEATO CARLO


 

Del tratado de San Juan Eudes, sobre el reino de Jesús
(Parte 3, 4: Opera omnia 1, 310-312)
El misterio de Cristo en nosotros y en la Iglesia

Debemos continuar y completar en nosotros los estados y misterios de la vida de Cristo, y suplicarle con frecuencia que los consume y complete en nosotros y en toda su Iglesia.

Porque los misterios de Jesús no han llegado todavía a su total perfección y plenitud. Han llegado, ciertamente, a su perfección y plenitud en la persona de Jesús, pero no en nosotros, que somos sus miembros, ni en su Iglesia, que es su cuerpo místico. El Hijo de Dios quiere comunicar y extender en cierto modo y continuar sus misterios en nosotros y en toda su Iglesia, ya sea mediante las gracias que ha determinado otorgarnos, ya mediante los efectos que quiere producir en nosotros a través de estos misterios. En este sentido, quiere completarlos en nosotros.

Por esto, san Pablo dice que Cristo halla su plenitud en la Iglesia y que todos nosotros contribuimos a su edificación y a la medida de Cristo en su plenitud, es decir, a aquella edad mística que él tiene en su cuerpo místico, y que no llegará a su plenitud hasta el día del juicio. El mismo apóstol dice, en otro lugar, que él completa en su carne los dolores de Cristo.

De este modo, el Hijo de Dios ha determinado consumar y completar en nosotros todos los estados y misterios de su vida. Quiere llevar a término en nosotros los misterios de su encarnación, de su nacimiento, de su vida oculta, formándose en nosotros y volviendo a nacer en nuestras almas por los santos sacramentos del bautismo y de la sagrada eucaristía, y haciendo que llevemos una vida espiritual e interior, escondida con él en Dios.

Quiere completar en nosotros el misterio de su pasión, muerte y resurrección, haciendo que suframos, muramos y resucitemos con él y en él. Finalmente, completará en nosotros su estado de vida gloriosa e inmortal, cuando haga que vivamos, con él y en él, una vida gloriosa y eterna en el cielo. Del mismo modo, quiere consumar y completar los demás estados y misterios de su vida en nosotros y en su Iglesia, haciendo que nosotros los compartamos y participemos de ellos, y que en nosotros sean continuados y prolongados.

Según esto, los misterios de Cristo no estarán completos hasta el final de aquel tiempo que él ha destinado para la plena realización de sus misterios en nosotros y en la Iglesia, es decir, hasta el fin del mundo.

jueves, 15 de agosto de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

La Asunción

Apocalipsis 11,19a;12,1.3-6a.10ab



REFLEXIÓN

Se abrió en el cielo el santuario de Dios

En contraposición al templo judío reservado en su santidad al Sumo Sacerdote, la novedad es la santidad misma de Dios a disposición de todos

apareció el arca de la alianza

El arca fue, mientras se habló de ella en los textos, el símbolo de la presencia compañera de Dios en medio de su pueblo. 

Ahora vuelve a aparecer en el contexto de la novedad de la apertura del cielo.

Reiteradamente el mismo Señor de Señores ha abierto el acceso.

Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.

Es un símbolo del nuevo Israel, ahora la comunidad cristiana.

La humanidad puede tener en algunas de sus culturas imágenes, iconos o figuraciones de su imaginario que semejan esto que dice el Apocalipsis, o se muestra en relatos de apariciones diversas.

Con lo cual nos preguntamos: es un producto de nuestra imaginería y fantasía humana, que proyecta, sueña, anhela o moviliza símbolos de su inconsciente? Habla más de lo que anhelamos y preguntamos, que de lo que recibimos y se nos responde? Hay algo trascendente en ello?

Fenómenos de parecida naturaleza nos vuelven al punto cero: creer o no creer. Estructuramos la existencia en base a una fe tenida como don y gracia, o vivimos la existencia sin este prejuicio y asumimos plenamente nuestra horizontalidad.

Personalmente, como tantos, preferimos asumir que transitamos la existencia con un acompañamiento desde la concepción, que no se agota en lo meramente humano, sino que conlleva un tú divino, trascendente; un tú del Señor, quien comparte con nosotros un proyecto colaborativo, de transformación final de vida creada, que ya está en proceso.

Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas

Los iconos que señalan realidades de transformación positiva como los de la mujer apocalíptica no son los únicos, sino que se dan imágenes de terror, pánico y daño como la del dragón, que podemos reconocer en las expresiones de culto satánico y la afición por lo horrendo que se viene dando en nuestras culturas.

Por así decirlo los hombres y mujeres de este siglo, seguimos proyectando ante nosotros creaciones que enaltecen o envilecen.

En el mecanismo de evasión que recompone nuestra dinámica inconciente, tales creaciones pueden constituir realidades extremas vividas como el hambre, la violencia, la opresión en mil formas, que deseamos conjurar con mitologías de demonios y el género del terror. 

El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera

Pero se mantiene el poder sangriento del enemigo del reino.

Todo cambio tiene un acechador y una acechanza, dispuesta a destruirlo, burlando la esperanza que se engendra.

Se muestra en el libro final de la Palabra, lo que apareció en el primer libro, el Génesis: una confrontación entre la madre y la vida que da a luz y la fuerza opuesta a la vida, la muerte en sus diversas presentaciones. Eros y Tánatos. Ejes básicos del devenir humano de la creación.

Hay una tenacidad del maligno pero tembién un empecinamiento y profundización del benigno, el dominio celeste del Señor de la Historia y sus agentes y enviados.

barrió del cielo un tercio de las estrellas,

Con parte del nuevo pueblo de Dios, que son aquellos fieles que van cayendo martirialmente en la lucha. Son la avanzada de la nueva creación.

Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos.

Pero no elimina el futuro de esperanza que aguarda al nuevo pueblo, trazando un paralelo con el comienzo de la creación, en Génesis. De principio a fin nos atraviesa la esperanza. 

Hoy gustaríamos que no sólo el varón sino la mujer, también esté en capacidad de un gobierno que traiga esperanza.

La mujer es hoy vista como una alternativa de logro ante los fracasos del varón al frente de sus responsabilidades.

Sucede con la mujer-esperanza como los sepulcros blanqueados que los fariseos ofrecían a los profetas, que sus padres habían apedreado. Una complicidad sorda que pretende lisonjear superficialmente mientras la realidad es de opresión y victimización.

Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios

Lo cual pone a salvo la obra del Señor, su designio de salvación para el pueblo. 

El vástago está bajo la custodia del Señor. 

La resurrección de Jesús podría ser uno de los momentos de manifestación de esa protección.

En esta vida se manifiesta el trasfondo de acechanza, el arrebato hacia el Padre y un reinado de Dios, mediado en Cristo y ya establecido.

En estos movimientos o dinámica estamos insertos: todo nos habla de ello. Somos llevados a escrutar cuál signo es de qué, para que nuestras decisiones sean alumbradas por su designio salvífico.

Experimentamos resistencias y dilemas porque está en juego una realidad definitiva que trasciende la apariencia. Pero en lo definitivo también nos la jugamos, con posibles desviaciones.

Por eso hacemos bien en actualizar constantemente nuestra petición de acompañamiento.

La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios

Su pueblo entretanto también goza de la cercanía del Señor. 

El desierto es el lugar simbólico donde la sabiduría del Espíritu lo encuentra.

Y en efecto ocurre una estrategia de rescate del cambio, que de todos modos se realiza, aunque aparentemente-huida al desierto-no parezca tal. No toda derrota deja de ser una victoria.

Los caminos del Altísimo van más allá de nuestros cálculos. El nos lleva a una lectura que trasciende nuestras lógicas previsibles, pero estériles.

Se oyó una gran voz en el cielo: "Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo."

En el elegido de Dios, formado en el pueblo elegido, el Mesías, se abre el cielo, la comunicación con el Señor ha quedado reestablecida.

La comunidad eclesial cristiana desde antiguo rescató estos textos para ubicar en María, la madre histórica de Jesús, un sentido específico de revelación y concluyó que ella como Jesús eran Mesías, elegidos para la comunicación del Señor con su pueblo. 

Aunque ningún texto en directo alude a la resurrección de María, un sentido popular le otorgó a ella lo de Cristo.

Aunque las imágenes-apariciones de la virgen utilicen algunas de las vestimentas apocalípticas, éstas tiene un sentido genérico del pueblo cristiano en lucha de fe, pero un sentido más específico, en torno a María, se fue imponiendo a lo largo de los años.

La devoción a María, madre de Jesús, no debiera desarraigarse de este contexto más amplio, en el cual ella tiene relieve y protagonismo.

Pero se nos convoca y provoca a generar una mayor esperanza por la promesa de la voz en el cielo, de que su poder prevalecerá.

"Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo."

Se proclama la esperanza sobre el triunfo de la vida que será dada a luz. No obstante el sufrimiento y los peligros, la vida triunfará. No cualquiera, sino la transformada.

Salmo responsorial: 44



REFLEXIÓN

de pie a tu derecha está la reina

El programa de género puede caer en el callejón sin salida de la prescindencia del varón, y encallar en una versión prometeica de la realización de la mujer.Así también el programa deconstructivo de la realidad binaria a favor de la fluidez transitista.

Escucha, hija, mira: inclina el oído

No desprecies lo que la vida te ofrece como material de transformación.

prendado está el rey de tu belleza

Ignacio de Loyola en ciertos coloquios especiales de los ejercicios espirituales, ubicaba la intercesión de María como una cierta garantía de que la oración sería recibida por el Padre Dios de Jesús Cristo y su madre.

Se añade el sentido de eficacia que se muestra en la dinámica humana, cuando lo que hagas con la madre, lo agradece el hijo.

Es un motivo más de confianza que enriquece nuestra ofrenda.

Oramos en, con y através de María como un tributo de credibilidad a nuestra fe, que entiende la mujer como una representante de la marginación milenaria. En ella también se entiende, que lo que hagamos con una de estas pequeñas, lo hacemos con María, en Jesús.

1Corintios 15,20-27ª



REFLEXIÓN

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos

En Cristo se dio el cambio fundamental muerte-vida definitiva

primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza

La aclamación popular multisecular más que la posible manipulación de la jerarquía católica llevó a ubicar a María entre las primicias, como la resurección de Jesús.

Él está volviendo para todos y cada uno, individualmente, en la muerte de cada uno, y todos quedamos a la espera del momento en que devuelva al Padre su reino.

Cristo puede haber vuelto ya en la resurrecciòn de los suyos que se va efectuando a medida que la historia corre. Entre ellos María la madre.

En cada uno suyo que muere, Cristo vuelve y lo transforma para estar con él.

Y se abre con El un proceso de cambio en contra del poder que se opone al cambio profundo.

Lucas 1,39-56



REFLEXIÓN

"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

Bendita en todo sentido, como el estar a la derecha de su hijo en la vida transformada.

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Una base para el título de madre de Dios.

la criatura saltó de alegría en mi vientre

La visita de María se reconoce como portadora de alegría, señal de presencia del Espíritu Santo. 

Las apariciones, en su carácter teológico, prolongan este rasgo de la visita de María, quien derrama Espíritu y gozo que contribuye al crecimiento eclesial de su hijo. 

Sería una base para el título de madre de la Iglesia.

Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

María muestra la felicidad de creer en la Palabra de Dios.

Qué hubiera sido de este último proyecto de Dios si María no cree? Ella lo posibilita como paradigma de fe, porque Jesús beberá el proyecto de Dios de sus pechos.

Hay un gozo especial en poder vivir la existencia estructurada desde el prejuicio de fe.

María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia para siempre." 

Los motivos de acción de gracias en María: su propia vida transformada, la contemplación de la justicia de Dios y el amor fiel del Señor por su pueblo elegido.

En esto María es nuestro paradigma de acción de gracias, como el Padrenuestro es el de Jesús su hijo.

Es la proclama de una revolución que viene prometida desde antiguo, desde la primera alianza: los olvidados, los invisibilizados … al poder!. 

Para que no se mantenga la maldición por la que unos se aprovechen de otros, en base al poder que adquieren.

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La Asunción

Apocalipsis 11,19a;12,1.3-6a.10ab

El poderío establecido por Dios con una mujer que huye al desierto y un niño que es arrebatado hasta el cielo, implica una situación de luchas, donde hay martirio, peligro, poderío adversario como el dragón, destrucción de realidades como las estrellas caídas. Pero con una mujer y un niño en cercanía de Dios, preservados por Él, como garantía de una victoria aunque todavía no se ha establecido definitivamente

Salmo responsorial: 44

La alegría que acompaña a la mujer real, como parte de su elección, es una prenda de la alegría de quienes están identificados con su persona y misión: la cercanía de Dios, la permanente intercesión para que pase el terror.

1Corintios 15,20-27a

Es parte de nuestra misión de victoria hacer frente a la destrucción creyendo y haciendo signos de credibilidad

Lucas 1,39-56

Por eso la exclamación de Isabel a María, como la que vive en plenitud porque ha creído en el Salvador y su vida eterna.

SAN CARLO ACUTIS DE ASIS

BEATO CARLO

 

De la Constitución apostólica Munificentissimus Deus del papa Pío doce
(AAS 42 [1950], 760-762. 767-769)


TU CUERPO ES SANTO Y SOBREMANERA GLORIOSO

Los santos Padres y grandes doctores, en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y lo explican con toda precisión, procurando sobre todo hacerles comprender que lo que se conmemora en esta festividad es no sólo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación en el cielo, a imitación de su Hijo único Jesucristo.

Y, así, san Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente:

«Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su Hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda creatura como Madre y esclava de Dios.»

Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:

«Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta.»

Otro antiquísimo escritor afirma:

«La gloriosa Madre de Cristo, nuestro Dios y salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es vivificada, con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevó hacia sí mismo, del modo que él solo conoce.»

Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.

Y sobre todo hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal, lucha que, como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte, dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual,
así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el último trofeo de esta victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que, como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria.»

Por todo ello, la augusta Madre de Dios, unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad, por un mismo y único decreto de predestinación, inmaculada en su concepción, virgen integérrima en su divina maternidad, asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias, alcanzó finalmente, como suprema coronación de todos sus privilegios, el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y, a imitación de su Hijo, vencida la muerte, ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial, para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey inmortal de los siglos.