sábado, 5 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

 Sábado 26 de tiempo ordinario

Job 42, 1-3. 5-6. 12-16



REFLEXIÓN

Te conocía sólo de oídas, ahora te han visto mis ojos; por eso, me retracto y me arrepiento, echándome polvo y ceniza

Una experiencia espritual inusitada e inédita del Absoluto expresa vivencias de hallazgo, de novedad, de una falta de proporción entre la importancia que nos damos y la que realmente merecemos, ante su grandeza.

Solo experiencias de este jaez convierten la persona desde sus más íntimas fibras y entretelas, del protagónico arrogante y autosuficiente, en la alfombra indigente que de todos se merece pisar.

Como decían los símiles de la espiritualidad antigua, el exceso de luz permite ver aun las motas de polvo mínimas que flotan en el aire.

La humildad que nos llama la atención en personas verdaderamente santas y meritorias, no es una pose, sino el efecto en la conciencia de esta desproporción entre la gloria del absoluto y nuestra indignidad.

El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio; sus posesiones fueron catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas.

Cuando miramos a Jesús de Nazareth, quedamos perplejos ante el “happy end” o final feliz que la Palabra revela en el primer testamento, como solución al sufrimiento del inocente.

Parece que la revelación en Jesús de tal solución es todavía más dura, porque su sufrimiento no cejó hasta su última gota de sangre.

Nos queda como enigma y acertija despejar en nuestra existencia a cuál revelación nos apuntamos para nutrir nuestra fe y esperanza.

En la espiritualidad ignaciana de los ejercicios espirituales, se intenta trasmitir la propia experiencia de Ignacio de Loyola, quien optó más por el seguimiento de Jesús despreciado y humillado, que por las glorias de este mundo.

Cuál es el resorte que activa el influjo del Espíritu de Jesús resucitado y la fe que provoca, para estimular un seguimiento tan suicida, podemos decir? Y tan a contrapelo de nuestra cultura del logro y la imagen de éxito. 

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

Enséñame a gustar y a comprender, / porque me fío de tus mandatos

El gusto del maná, era incomprensible, porque llegado el momento de saturación, a muchos pareció abominable. Sin embargo nutrió a una generación mientras transitaba por el desierto y no murieron de hambre.

El gusto por el Esíritu y sus caminos de estrecha y empinada senda, lo proporciona el mismo Espíritu del Señor, que gime en nuestro interior.

Está de moda una aparatito llamado GPS que ayuda e buscar y encontrar direcciones y a posicionarse en el espacio para ser localizados. 

El Espíritu es como algo así, que late en nosotros para ubicarnos en la dirección correcta y ayudarnos a llegar a nuestro destino definitivo, si atendemos sus señales.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, / que con razón me hiciste sufrir

Para aquellos que miran el sufrimiento como una plaga de la que hay que huir, conviene reflexionar sobre el sentido que puede tener para nuestro logro definitivo en el Señor. 

El sufrimiento nos ayuda a encontrar sentido a la justicia de Dios, que no es la de este mundo, sino mejor pero más enigmática.

Lucas 10,17-24



REFLEXIÓN

Veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

La delegación de poderes en los discípulos fue efectiva y la comunidad podía experimentar el acompañamiento del Señor Jesús más allá de su muerte.

Sin embargo en este poder muchos se perdieron a sí mismos, al olvidarse de la dimensión de servicio.

no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.

Porque queremos medir la eficacia del ministerio por las obras que emprendemos inicialmente en nombre del Señor. 

No recordamos que hemos sido elegidos para una convivencia más pura, sin asomo de mal.

Porque hay comunidades e iglesias que asumen una delegación de poderes por parte de Jesús de Nazaret y se enfocan exclusivamente en satanás.

Se pierde de vista que lo verdaderamente nuclear y específico del Reino que se anuncia es la novedad de vida que desde ya nos permite el gozo y la alegría.

Nuestra misión es la vida, no las tinieblas.

Una lección de humildad del Señor Jesús a sus engreídos seguidores, con el recién estrenado poder. 

Quién podía decir que no habían hecho el bien, transformado la realidad, construído una mejor sociedad como equivalente del reino? Pero la alegría más auténtica está en el final y mientras esto no llegue, todavía falta y no hay por qué envanecerse.

lleno de la alegría del Espíritu Santo

Y así esta perspectiva nos llenará de ese gozo del Espíritu: llamados a la convivencia con el Padre.

La alegría y el gozo son una consolación que indican la presencia del Espíritu de Jesús.

"Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar."

Esta es la felicidad de los puros de corazón: la convivencia con el Padre

Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!

Otra bienaventuranza vinculada a la experiencia de revelación que nos aporta la Palabra encarnada: Jesús de Nazareth.

La experiencia de su revelación hace la diferencia en nuestra existencia cotididana

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 Sábado 26 de tiempo ordinario

Job 42, 1-3. 5-6. 12-16

Salmo responsorial: 118

Lucas 10,17-24

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS

BEATO CARLO


 

Del Opúsculo de Orígenes, presbítero, sobre la oración

(9-10: PG 11, 442-446)

Sobre la oración pura

Lo que acabamos de decir, hay que demostrarlo con el testimonio de las divinas Escrituras, por este orden: El que ora ha de alzar las manos puras, perdonando a todos las injurias recibidas, rechazando de su alma de tal forma cualquier perturbación, que a nadie guarde resentimiento. Más aún: para que

ningún pensamiento extraño distraiga su mente es necesario que durante la oración olvide todo cuanto no dice relación con la oración. ¿Quién podrá dudar de que este estado de ánimo es el mejor, tal como enseña san Pablo en su primera carta a Timoteo, diciendo: Encargo a los hombres que recen en cualquier lugar alzando las manos limpias de ira y divisiones?

En efecto, cuando los ojos de la mente están tan elevados que ya no se fijan en las realidades terrenas ni se recrean en la contemplación de cosas materiales, planean a tales alturas que pueden permitirse despreciar todo lo corruptible y dedicarse exclusivamente al Uno, de modo que no piensan más que en Dios, a quien hablan reverente y humildemente en la seguridad de ser escuchados.

¿Cómo tales ojos no van a progresar enormemente, si con la cara descubierta,

reflejan la gloria del Señor y se van transformando en su imagen con

resplandor creciente? Ahora bien, ¿cómo es posible que el alma, segregada del cuerpo y elevada en seguimiento del Espíritu, y que no sólo va en pos del. Espíritu, sino que es transformada en él, no se convierta en espiritual, depuesta la naturaleza animal?

Y si ya es una gran cosa el olvido de las ofensas, hasta el punto de que en él, como en un compendio, se contiene toda la ley, según lo que dice el profeta Jeremías: No fue ésta la orden que di a vuestros padres cuando los saqué de Egipto, sino que les ordené: Que nadie entre vosotros recuerde allá en su corazón la injuria que recibió de su prójimo; cuando nos acercamos a la oración olvidando las ofensas, observamos el precepto del Salvador, que dice: Cuando estéis de pie orando, perdonad lo que tengáis contra otros; está claro que cuando nos ponemos a orar con tales disposiciones, hemos ya obtenido un magnífico resultado.

Cuanto antecede, lo hemos dicho en la hipótesis de que de la oración no sacáramos ningún otro provecho: sería ya un óptimo resultado si llegáremos a comprender cómo hemos de orar y lo pusiéramos por obra. Es evidente que quien así ora, mientras todavía está hablando, fijos los ojos en el poder del que le escucha, oirá aquello: Aquí estoy, siempre que antes de la oración se haya

liberado de toda ansiedad con respecto a la providencia. Es lo que significan aquellas palabras: Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia. Pues quien se contenta con cuanto sucede, está libre de toda atadura y jamás extenderá su mano contra Dios, el cual dispone todo lo que quiere para probarnos; más aún, no se le ocurrirá siquiera murmurar allá en lo íntimo de su corazón y menos en un lenguaje audible a los hombres. Parece como si los que no se atreven a maldecir la providencia de viva voz o con toda el alma por las cosas que ocurren, pretendieran ocultar al Señor del universo lo que de mala gana soportan, imitando a los malos siervos, que no se atreven a desobedecer abiertamente las órdenes de sus amos.

viernes, 4 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 26 de tiempo ordinario

Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5



REFLEXIÓN

Cuéntamelo, si lo sabes todo

La maldición del comienzo: sabrás pero a un costo muy alto. Respondemos: no lo sabemos todo, pero lo haremos. Y así parece ser, es cuestión de tiempo. 

Pero y el costo?: saber no es lo mismo que saborear. El conocimiento arrebatado no es lo mismo que el compartido amigablemente. 

El enfoque de competitividad se enfrenta al de colaboración.

Me siento pequeño, ¿qué replicaré? Me taparé la boca con la mano; he hablado una vez, y no insistiré, dos veces, y no añadiré nada.

Despunta ya en la Palabra la revelación de una dignidad humana y de una soberanía del Señor.

Relacionarlas en su mejor proporción no resulta tarea fácil en ciertas coyunturas.

Pero la Palabra irá dando cada vez más rienda suelta a la dignidad humana hasta el extremo de potenciarla a encarar a Dios.

Y la Palabra también irá descubriendo un Misterio riquísimo de tolerancia, paciencia, misericordia y comprensión hacia la rebeldía humana.

La dignidad no se desarrolla sin ejercitarse, siquiera con reclamos por los derechos subjetivamente asumidos como conculcados.

Y el Señor en Jesús de Nazareth mostrará una paternidad capaz de asumir esa rebeldía para transformarla en la dignidad de los Hijos de Dios.

Salmo responsorial: 138



REFLEXIÓN

de lejos penetras mis pensamientos

Como Jesús a Natanael.

allí me alcanzará tu izquierda, / me agarrará tu derecha

Derecha e izquierda están comprendidas en el Misterio de la Palabra. Libertad de expresión y solidaridad social. Somos nosotros en nuestra miopía y apasionamiento los que desgarramos una integridad de paz y justicia.

La Palabra celebra en Job el que creciera tanto en su reclamo, para que integrara su propio dolor por su ruina con el amoroso designio del Señor. Dignidad de Hijo de hombre en fértil relación con dignidad de Hijo de Dios.

Dios trabaja con las dos, que ahora se enfrentan fratricidamente.

Lucas 10, 13-16



REFLEXIÓN

En aquel tiempo dijo Jesús: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. T tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado".

Cuando en nuestra existencia se muestra una conversión se puede decir que se ha escuchado la Palabra

Milagros entendidos como señales para la conversión tenemos muchos todos los días. No se puede decir que tengamos mucha conversión, porque escuchamos poco la Palabra.

Escuchar la Palabra, nos lo muestra Job, es quedarnos sin más que decir en nuestra defensa, tal como el publicano en el último sitio del templo, y asumir con gozo el designio del Padre.

Los signos constantes a nuestro alrededor también son para la conversión. Una responsabilidad nuestra será dar cuenta de los signos que se nos ofrecieron y no nos convertimos más.

Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado

La cadena de envío que se ha debilitado por falta de credibilidad.

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Viernes 26 de tiempo ordinario

Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5

Salmo responsorial: 138

Lucas 10, 13-16

DOCTORES DE LA IGLESIA



 De la carta de san Francisco de Asís, dirigida a todos los fieles
(Opúsculos, edición Quaracchi, Florencia) 1949, 87-94)
Debemos ser sencillos, humildes y puros


La venida al mundo del Verbo del Padre, tan digno, tan santo y tan glorioso, fue anunciada por el Padre altísimo, por boca de su santo arcángel Gabriel, a la santa y gloriosa Virgen María, de cuyo seno recibió una auténtica naturaleza humana, frágil como la nuestra. Él, siendo rico
sobre toda ponderación, quiso elegir la pobreza, junto con su santísima madre. Y, al acercarse su pasión, celebró la Pascua con sus discípulos.
Luego oró al Padre, diciendo: Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí ese cáliz.
Sin embargo, sometió su voluntad a la del Padre. Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, a quien entregó por nosotros y
que nació por nosotros, se ofreciese a sí mismo como sacrificio y víctima en el ara de la cruz, con su propia sangre, no por sí mismo, por quien han sido hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos nos salvemos por él y lo recibamos con puro corazón y cuerpo casto.
¡Qué dichosos y benditos son los que aman al Señor y cumplen lo que dice el mismo Señor en el Evangelio: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón y con toda tu alma, y al prójimo como a ti mismo! Amemos, pues, a Dios y adorémoslo con puro corazón y con mente pura, ya que él nos
hace saber cuál es su mayor deseo, cuando dice: Los que quieran dar culto verdadero adorarán al verdadero padre en espíritu y verdad
. Porque todos los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y verdad. Y dirijámosle día y noche nuestra alabanza y oración, diciendo: Padre nuestro, que estás en los cielos; porque debemos orar siempre sin desanimarnos.
Procuremos, además, dar frutos de verdadero arrepentimiento. Y amemos al prójimo como a nosotros mismos. Tengamos caridad y humildad y demos limosna, ya que ésta lava las almas de la inmundicia del pecado. En efecto, los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo tan sólo se llevan consigo el premio de su caridad y las limosnas que, por las cuales recibirán del Señor la recompensa y una digna remuneración.
No debemos ser sabios y prudentes según la carne, sino más bien sencillos, humildes y puros. Nunca debemos desear estar por encima de
los demás, sino, al contrario; debemos, a ejemplo del Señor, vivir como servidores y sumisos a toda humana criatura, movidos por el amor de Dios. El Espíritu del Señor reposará sobre los que así obren y perseveren hasta el fin, y los convertirá en el lugar de su estancia y su morada, y serán
hijos del Padre celestial, cuyas obras imitan; ellos son los esposos, los hermanos y las madres de nuestro Señor Jesucristo.

jueves, 3 de octubre de 2024

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS



De una carta de san Francisco de Borja, presbítero, al beato Pedro Fabro
(Carta 7, año 1545: Monumenta historica Societatis Iesu, Madrid 1908, III, pp. 9-10)
Sólo son grandes antes Dios los que se tienen por pequeños

La duquesa está mejor, Dios loado, y se encomienda en las oraciones
de vuestra reverencia.
Suplique, padre, al Señor que no reciba yo su gracia en vano. Porque
hallo que, según dice el salmista, mi alma ha sido liberada de todos sus
peligros. Y, especialmente de pocos días acá, yo estaba tan frío y tan
desconfiado de hacer fruto, que no le hallaba casi por ninguna parte; lo
cual, a los principios, solía sentir al revés. Bendito sea el Señor por sus
maravillas, ya que todos estos nublados se han pasado.
En lo demás, diga ese "grande" y los otros lo que mandaren; que bien
sé que no son grandes, sino los que se conocen por pequeños; ni son ricos
los que tienen, sino los que no desean tener; ni son honrados, sino los que
trabajan para que Dios sea honrado y glorificado.
Y tras esto, venga la muerte o dure la vida, que de ese tal se puede
decir que su corazón está preparado para esperar y confiar en el Señor.
Plega a su bondad, que así nos haga conocer nuestra vileza, que
merezcamos ver su infinita grandeza; y a vuestra reverencia tenga siempre
en su amor y gracia, para que le sirva y alabe hasta la muerte y después le
alabe por toda la eternidad

miércoles, 2 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 26 de tiempo ordinario

Año Par

Job 9, 1-12. 14-16



REFLEXIÓN

Cuánto menos podré yo replicarle o escoger argumentos contra él

El problema de Job, es lo que él siente como problema, y no las teorías que se usaban en su tiempo para determinar la justificación o el ser salvo del creyente.

Para Job no es problema de desconocimiento sino de apropiación: esa teoría no le calma su dolor ni lo tranquiliza en su sufrimiento, porque lo que se plantea en la Palabra en este momento es una actitud profunda de fe para hacer frente la Misterio del Designio del Señor, cual sea.

Salmo responsorial: 87



REFLEXIÓN

¿Por qué, Señor, me rechazas / y me escondes tu rostro?

No obstante el Misterio se recrudece en su libertad y no entrega la clave de su comprensión. Entonces el obsequio de nuestra disponibilidad ha de llegar a los extremos posibles o ¿imposibles?. Es el paradigma del crucificado.

Lucas 9, 57-62



RELEXIÓN

Te seguiré adonde vayas

Entusiasmarse es fácil pero el peregrinaje es el problema. Ponerse a caminar no es tan difícil, sin embargo persistir bajo sol y agua es un don del Señor para incentivar nuestra generosidad.

Sígueme.

Déjame primero ir a enterrar a mi padre

déjame primero despedirme de mi familia.

La buena nueva de la Palabra tiene de todo: unos no son llamados al seguimiento, pero son fácilmente entusiastas. 

Otros son llamados, pero se detienen por otras prioridades y apegos. Y así el seguimiento no se concreta positivamente.

no vale(euzetos:ser de utilidad) para el reino de Dios.

Se trata de un test de reclutamiento? 

Cómo quedamos en nuestra utilidad para el reino, si tenemos otras prioridades?

Tantos y tantas revolucionarios y revolucionarias terminaron en robolucionarios.

Porque no se trata de una empresa humana sino del Espíritu del Señor.

Porque la construcción del Reino está adelante y su dominio es el futuro. Es una meta, en tiempo escajo-poietico :con elementos del último día en su gestión presente.

El perfil del anunciador del Reino se configura con el requisito de la disponibilidad para la construcción futura, no importa lo que haya sucedido en el pasado, ni como atormente la memoria. Esta puede convertirse en el dominio del anti-Reino, como los ajos y cebollas de Egipto.

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Miércoles 26 de tiempo ordinario

Año Par

Job 9, 1-12. 14-16

Salmo responsorial: 87

Lucas 9, 57-62

DOCTORES DE LA IGLESIA

BEATO CARLO


 

De los sermones de san Bernardo, abad
(Sermón 12 sobre el salmo 90: Tú que habitas, 3, 6-8: Opera omnia, edición cisterciense, 4,
1966, 458-462)
Que te guarden en tus caminos

A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.

Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con

los hombres. Den gracias y digan entre los gentiles: "El Señor ha estado

grande con ellos." Señor, ¿qué es el hombre para que le des importancia,

para que te ocupes de él? Porque te ocupas ciertamente de él, demuestras

tu solicitud y tu interés para con él. Llegas hasta enviarle tu Hijo único, le

infundes tu Espíritu, incluso le prometes la visión de tu rostro. Y, para que

ninguno de los seres celestiales deje de tomar parte en esta solicitud por

nosotros, envías a los espíritus bienaventurados para que nos sirvan y nos

ayuden, los constituyes nuestros guardianes, mandas que sean nuestros

ayos.

A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.

Estas palabras deben inspirarte una gran reverencia, deben infundirte una

gran devoción y conferirte una gran confianza. Reverencia por la presencia

de los ángeles, devoción por su benevolencia, confianza por su custodia.

Porque ellos están presentes junto a ti, y lo están para tu bien. Están

presentes para protegerte, lo están en beneficio tuyo. Y, aunque lo están

porque Dios les ha dado esta orden, no por ello debemos dejar de estarles

agradecidos, pues que cumplen con tanto amor esta orden y nos ayudan

en nuestras necesidades, que son tan grandes.

Seamos, pues, devotos y agradecidos a unos guardianes tan eximios;

correspondamos a su amor, honrémoslos cuanto podamos y según

debemos. Sin embargo, no olvidemos que todo nuestro amor y honor ha

de tener por objeto a aquel de quien procede todo, tanto para ellos como

para nosotros, gracias al cual podemos amar y honrar, ser amados y

honrados.En él, hermanos, amemos con verdadero afecto a sus ángeles,

pensando que un día hemos de participar con ellos de la misma herencia y

que, mientras llega este día, el Padre los ha puesto junto a nosotros, a

manera de tutores y administradores. En efecto, ahora somos ya hijos de

Dios, aunque ello no es aún visible, ya que, por ser todavía menores de

edad, estamos bajo tutores y administradores, como si en nada nos

distinguiéramos de los esclavos.

Por lo demás, aunque somos menores de edad y aunque nos queda

por recorrer un camino tan largo y tan peligroso, nada debemos temer

bajo la custodia de unos guardianes tan eximios. Ellos, los que nos

guardan en nuestros caminos, no pueden ser vencidos ni engañados, y

menos aún pueden engañarnos. Son fieles, son prudentes, son poderosos:

¿por qué espantarnos? Basta con que los sigamos, con que estemos unidos

a ellos, y viviremos así a la sombra del Omnipotente.

martes, 1 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Martes 26 de tiempo ordinario

Año Par

Job 3, 1-3. 11-17. 20-23



REFLEXIÓN

¿Por qué dio luz a un desgraciado y vida al que la pasa en amargura, al que ansía la muerte que no llega y escarba buscándola más que un tesoro, al que se alegraría ante la tumba y gozaría al recibir sepultura, al hombre que no encuentra camino porque Dios le cerró la salida?" 

La Palabra asume la amargura humana en su radicalidad. Nada de lo que podamos pensar o decir la aleja y le es extraña. Asume todo lo que el ser humano destila en su amargura y lo que exulta en su alegría, porque el Señor es su fuente de energía.

Quizá no se tome como un consuelo pero saberlo y asumirlo permite vivir el acompañamiento del Señor, siempre al pie de nosotros.

Nada de esto nos quita la autodeterminación pero sí nos aporta la humanización que implica no sentirse solo en el universo.

En lo profundo de nosotros está la Palabra inspirando la apertura al designio sobre el universo y la historia. Sólo apropiarlo calma por ratos la inquietud congénita que acompaña a todo hombre y mujer que viene a este mundo.

El sentimiento en este momento, una vez más, aunque sea por poco tiempo, es de hartura, irritación, abominación de una situación de dependencia y aferramiento de algún tipo. 

Salmo responsorial: 87



REFLEXIÓN

inclina tu oído a mi clamor

ya me cuentan con los que bajan a la fosa

Sentimos tener el existir de un envejecido que se va inclinando a tierra, en ciertas ocasiones.

Tengo mi cama entre los muertos, / como los caídos que yacen en el sepulcro, / de los cuales ya no guardas memoria, / porque fueron arrancados de tu mano

Ir a la nada, ser nada. Ser borrado de la mente del Creador es el extremo de la desdicha para el humano lleno de presagios de significativos en su existencia. 

No nos resignamos nunca a ser una sombra de la que no se acuerdan y cuyo esfuerzo y sueños terminen en el vacío.

La novedad de Jesús reside básicamente en la oferta inédita y única que se da a la humanidad por parte de la Palabra: el Señor no nos olvidará, viviremos para siempre.

Lucas 9,51-56



REFLEXIÓN

De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?" Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

Nada de revanchas ni de castigos ni de desquite. 

Sencillamente, cambio de rumbo. Ya se sabe que allí no se les acepta.

Por encima de cualquier enojo está la verdad del designio: salvar hombres en continuidad de Jesús.

En algunos manuscritos se añade en el v.55:

"No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos".

Cómo hemos querido acabar con el adversario de todo tipo, para afirmar nuestra idea y afirmarnos con ella.

Un Espíritu de Jesús es la gloria que tenemos junto al Padre, que se prodiga a todo hermano desde este mundo. 

Estamos llamados a contribuir con la vida, no a pulverizarla en alguien distinto.

No por las apariencias de la tolerancia y la convivencia, que son motivos frágiles, sino porque todos estamos llamados a la fraternidad de los hijos del Señor.

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Martes 26 de tiempo ordinario

Año Par

Job 3, 1-3. 11-17. 20-23

Salmo responsorial: 87

Lucas 9,51-56