miércoles, 25 de diciembre de 2024

PALABRA COMENTADA


 

NAVIDAD

Natividad del Señor

Misa del día

Isaías 52,7-10



REFLEXIÓN

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: "Tu Dios es rey"!

Hemos recibido alguna vez una buena y gran noticia?  Notamos al acercarse el portador como algo en el gesto que se adelantaba a comunicarnos un nueva gozosa, alegre, regocijante?

Así en las murallas de una ciudad fortificada, los vigías y centinelas divisaban los que se acercaban. Entrenados a observar y descifrar bultos y siluetas podían entender que un mensajero por la forma de correr traía algún parte de victoria militar.

Es la imagen que se nos transmite en la Palabra como semejanza: en este día estamos viendo llegar una gran noticia, la llegada del Salvador y su salvación.

Los códigos de guerra eran muy apreciados en la cultura que da forma a la Palabra en los textos que leemos. Cuál será nuestro código en la actualidad? El sistema financiero hoy en crisis y criticado? Cuál el desafío a la sociedad que pertenecemos? Qué significa ser salvos en esta cultura actual?

A ese preciso sentido que se establezca, es al que se dirige la llegada de una solución de fondo: Jesús de Nazareth.

Que reine Dios, nada es mejor que eso, no obstante el flaco favor que le hacemos los hombres y mujeres, sus sacramentos.

porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión

La cara velada del Señor en el destierro debido a la desolación y el desarraigo, nos mueve a recordar a las legiones que hoy atraviesan fronteras, buscando otra calidad de vida para sí y sus familias. Sobretodo los forzados a huir de su tierra, sus posesiones, su entorno original, para preservar la vida, para sobrevivir.

A los desterrados se les llegó la coyuntura providencial de regresar y expresan su gozo como el encuentro con Dios cara a cara, sin velo de tristeza.

Los que animan a quienes padecen el exilio que los despojó, hacen bien en animarlos en su dolor, para mitigarlo, y hacen mejor en mantener viva la esperanza de la vuelta y la reunificación.

Hoy es el nacimiento de la Palabra encarnada en condiciones de destierro, víctima como tantos de poderes históricos contrarios a la vida humana digna.

Pero se trata de una víctima que nos trae la buena noticia del final de esos poderes que victimizan.

El anhelo más profundo, el sentido más perfecto de una vida plena: el encuentro cara a cara, de lo cual todo es un pálido señalamiento, aun lo más pequeño, y precisamente lo pequeño.

el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén

El consuelo es grande con el primer impacto de un cambio, pero es la preparación de la paciencia para asumir realidades limitadas, que hay que cambiar, transformar en un tiempo histórico.

Salmo responsorial: 97



REFLEXIÓN

su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo

No entendemos como diestra del Señor lo que hoy hiere y mata al enemigo.

Hoy el esfuerzo y la lucha es por amar a todos y todas, con especial dedicación a los más vulnerables, en quienes la esperanza de salvación se puede extinguir.

Y cada victoria en ese sentido, en el camino de sanación e integración de esa vulnerabilidad, es una mostración del brazo desnudo del Señor dando golpes al anti reino.

revela a las naciones su justicia

Nuestra buena nueva en Jesús de Nazaret es para toda lengua, raza y nación. La buena nueva es una justicia genuina, como no se había visto antes.

se acordó de su misericordia y su fidelidad

Porque hay momentos que parece haberse olvidado

Los confines de la tierra han contemplado

No tenemos idea hasta dónde alcanza su victoria y cómo es.

Somos estrechos de miras, y cerramos nuestro juicio ante lo que tenemos enfrente, casi exclusivamente.

Hebreos 1,1-6



REFLEXIÓN

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas

Un hablar multimodo del Señor que adquiere en su etapa definitiva una calidad superior.

Ya no sólo una promesa, sino además una fe: Jesucristo.

Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo

Un hablar de tiempo pasado que continúa y permanece en el presente. Nos sigue hablando por el Hijo, también como Palabra encarnada, a través de muchas maneras y muchas oportunidades.

Un lenguaje que representa la provocación de nuestra fe a despertar, activarse, leer y releer los signos, y obedecer con la dignidad de hijos de Dios. Porque la nuestra nos es obediencia de esclavos atemorizados.

Nos sigue hablando porque seguimos en etapa final. Hemos llegado al fin. El fin se está haciendo, configurando. Son los últimos tiempos.

Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser

Por nuestro testimonio, lo queramos o no, somos impronta de Jesús entre nuestros hermanos. Lo que hagamos o dejemos de hacer redunda en su glorificación y alabanza, o no.

Esta es la grandeza y la gravedad del ministerio del bautizado en Jesucristo.

El gusto de Dios, su peculiaridad nos es dada en Jesús.

Este pequeño y pobre contiene lo más grande y trascendente.

Jesús bebé es la semilla del Señor que llegó para radicarse.

En nuestro vecindario acaba de mudarse Dios con el Jesús nacido.

Juan 1,1-18



REFLEXIÓN

La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.

Y sigue hoy sin quererla recibir, porque son muchos aún los entenebrecidos. Tanta cosa mala que sigue brotando del interior de hombres y mujeres, intoxicando y perjudicando nuestra fraternal convivencia.

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre

Pero se nos pide creer más en el poder de la Palabra para alumbrar, que el de la tiniebla para oscurecer. Es nuestra misión hasta el fin. Y hemos de perseverar en ella con el acompañamiento que la misma Palabra nos dona.

Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.

Hemos de persuadir sin violencia a los ocupa quién es el dueño de la casa injustamente asaltada. Este dueño que se muestra pobre, inerme, con derecho a una vida digna.

Hemos de mostrar a los codiciosos acumuladores de riqueza, que esos bienes también son de muchos otros a quienes se hace vivir como extraños o expulsados de su propia casa.

Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios

Nacer de la Palabra, nutrirse de ella, desarrollarse en ella, gastar la existencia desde ella y por ella: ése es el derrotero de un hijo de Dios afiliado por la Palabra encarnada.

La consecuencia es vivir y vivenciar un ecosistema de luz y vida autosustentable.

Otra estirpe que se expresa en la fraternidad abierta y centrada en lo pequeño.

a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre

Los misterios ofrecidos a la celebración cristiana, como el de la natividad, expresan simbólicamente, litúrgicamente, una oportunidad ofrecida por iniciativa del Señor para incorporarse a una misión: propagar la filiación divina.

Hubo y hay momentos en la historia de la fe cristiana que la misión se reduce a mera celebración de signos litúrgicos, opacando el fondo: toda la existencia, aún la vida corriente, conscientemente ejecutada como transmisión de la filiación divina.

El niño Jesús sea para nosotros una renovación de esa misión en nuestro entorno.

Es un poder tan eficaz que construye solidaridad y fraternidad allí donde el caos del egoísmo, la violencia y el odio se disputaban el espacio.

Un poder que sabe persuadir, impulsado por la eficacia de un Espíritu de Dios.

Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros

AMEN

Se canoniza la historia divinizada, no la historia en sí. La historia se admira como capaz de Dios, de divinizarse, pero en sí misma lleva la semilla de la corruptibilidad, si no fuera porque en ella mora Dios.

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NAVIDAD

Natividad del Señor

Misa del día

Isaías 52,7-10

Nuestro gran consuelo, la tremenda noticia, la buena nueva es que este pequeño recién nacido es la visión de Dios.

Salmo responsorial: 97

Un gozo sobre todo gozo que nos lleva a exclamar maravillados es este pequeño recién nacido

Hebreos 1,1-6

Este pequeño recién nacido es la última y definitva Palabra sobre Dios, que habita entre nosotros.

Juan 1,1-18

Este pequeño recién, nacido es la Gracia y la Verdad . Es la Palabra que nos hace conocer a Dios, a quien nadie nunca antes vió jamás. 

DOCTORES DE LA IGLESIA


 



 
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 1 En la Natividad del Señor, 1.3: PL 54, 190-193)
 
RECONOCE, OH CRISTIANO, TU DIGNIDAD

 

Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa.

 Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es común para todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el pagano, porque es llamado a la vida.

Al llegar el momento dispuesto de antemano por los impenetrables designios divinos, el Hijo de Dios quiso asumir la naturaleza humana para reconciliarla con su Creador; así el diablo, autor de la muerte, sería vencido mediante aquella misma naturaleza sobre la cual él mismo había reportado su victoria.

Por eso, al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo: Gloria a Dios en el cielo, y proclaman: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Ellos ven, en efecto, que la Jerusalén celestial se va edificando por medio de todas las naciones del orbe. ¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequeñez humana ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros sublimes de los ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso?

Demos, por tanto, amadísimos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su Hijo en el Espíritu Santo, pues, por la inmensa misericordia con que nos amó, ha tenido piedad de nosotros y, cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo, para que fuésemos en él una nueva creatura, una nueva obra de sus manos. Despojémonos, por tanto, del hombre viejo y de sus acciones y, habiendo sido admitidos a participar del nacimiento de Cristo, renunciemos a las obras de la carne. Reconoce, oh cristiano, tu dignidad y, ya que ahora participas de la misma naturaleza divina, no vuelvas a tu antigua vileza con una vida depravada. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. Ten presente que has sido arrancado del dominio de las tinieblas y transportado al reino y a la claridad de Dios.

 Por el sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no ahuyentes, pues, con acciones pecaminosas un huésped tan excelso, ni te entregues otra vez como esclavo del demonio, pues el precio con que has sido comprado es la sangre de Cristo.

REFLEXIÓN

Natividad, fiesta del natal, fiesta del nacer de nuevo, empresa que nos ocupa toda la existencia, es decir, que vivimos para nacer de nuevo constantemente,  si no biológicamente, sí en la constante adaptación a los cambios de la realidad, buscando siempre la voluntad del Padre. Necesitamos entonces el símbolo que nos renueva cíclicamente, frecuentemente, rítmicamente, como la gota que golpea la roca y la va pulverizando.

martes, 24 de diciembre de 2024

PALABRA COMENTADA

 

Feria privilegiada de Navidad

24 de diciembre

2Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16



REFLEXIÓN

"Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda." Natán respondió al rey: "Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo."

Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: "Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella?

El magis ignaciano consiste en un proceso de discernimiento que llega hasta las últimas consecuencias en la intención de cumplir como voluntad del Señor el “mayor bien posible”.

Para ello estableció unos criterios que ayudan a determinar ese mayor bien entre otros, el que sea el más universal.

La buena voluntad del rey David, avalada inicialmente por el profeta Natán, nos puede parecer suficiente. Qué mayor agradecimiento que erigir un templo para que more el Señor!

Pero el mismo Natán, bien pensada la cosa en su reflexión de la Palabra, se desdijo y más bien le comunicó a David que ese no era el mayor bien, por ahora.

En nuestra vida de fe, nos movemos y movilizamos a causas buenas, pero si las discernimos más profundamente en el Señor, encontraremos que hay mejores causas que nos significan mayor amor.

Un enviado de Dios ha sido constituído de acuerdo al paradigma del Hijo, Jesús de Nazaret. Su filiación divina equivale, entre otras cosas, a la potencialidad que manifiesta este paradigma para inspirar, modelar, articular y estructurar realidades de acuerdo al designio del Padre.

Según este paradigma el Hijo vive del Padre y para el Padre. Hacerlo es propio de quien se deja llevar por la energía del Espíritu.

Así un paradigma como el del Hijo, encarnado en Jesús de Nazaret, corresponde al otro paradigma de la comunidad divina: Padre, Hijo y Espíritu Santo, interrelacionados entre sí y colaboradores mutuos de un solo propósito y designio: la comunión con la comunidad humana y el universo creado.

El paradigma del Hijo habla de docilidad y obediencia, hoy muy desgastadas y criticadas en nuestro tiempo, porque se ven como pasivas, poco proactivas e innovadoras.

Sin embargo tal docilidad requiere una alerta constante para otear las señales del designio del Padre en medio de las circunstancias históricas.

En el ejemplo de Natán, primero accediendo al impulso de David de construir una casa para el Señor, pero después escuchando una palabra que lo hace reconsiderar esta aceptación, se visualiza un discernimiento que no permite aferrarse a ninguna conclusión, por buena que parezca, como voz de Dios, sino que es capaz de cambiar contra su propio criterio, si el Espíritu lo hace sentir.

El discernimiento no es necesariamente y automáticamente la vía de la prudencia humana, pues puede aparecer lo contrario. Si no cuán imprudente pudiera parecer decirle al rey David que lo que deseaba construir era menos bueno que no construir.

Parece que el mensaje es un énfasis y afirmación de parte del Señor, en el caso de la intención del rey David: no es David quien le dará una casa, sino al revés, es el Señor quien dará una casa o dinastía a David, con una esperanza en el futuro.

Esta esperanza la creemos realizada en Jesús, estirpe de David.

Al Señor no se le da nada, sino que Él es quien da y se da.

Descubir y aceptar cómo se da en estas circunstancias concretas y no lo que creemos debe recibir.

Interesante que la intención inicial de David era buena y así lo pensó el profeta, pero eso se cribó y resultó algo más bueno, más allá de la negativa.

Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel

Para algunos israelitas apegados a las estructuras del pasado, el sistema de jueces representaba la más pura expresión del Espíritu de Yave impartiendo justicia.

Mas la nueva estructura de un rey, con mayor poder, que ejerza la función de justicia, aparece en este texto como algo superior.

Es posible que el texto se apoye en una ideología “davídica” que busca legitimarla, como proveniente de Dios, y sin embargo transmite ese designio, encarnada en las mediaciones de los cálculos políticos.

Yo seré para él padre, y él será para mí hijo

Nuestro Dios es Padre de todos y todas. No le hacemos crecer ni un milímetro con nuestras buenas decisiones, sino que el mayor bien que podemos hacer es quitarnos para que el obre lo más.

Porque el mayor bien es que Él nos salve compartiendo su vida con nosotros.

Salmo responsorial: 88


REFLEXION



anunciaré tu fidelidad por todas las edades

Es lo que nos toca: alabar su fidelidad. La Palabra que nos salva permanentemente, todos los días, a toda hora, durante toda la historia.

"Te fundaré un linaje perpetuo, / edificaré tu trono para todas las edades." R.

Aceptar un linaje perpetuo por parte del Señor como integrante de su Designio, implica mantener en el horizonte existencial un más, una instancia superior que promueva el éxodo de una estructura a otra buscando un mayor bien común.

El me invocará: "Tú eres mi padre

Jesús mantuvo ese horizonte trascendente: un Reino nuevo, con juventud eterna como Dios.

Por ello pudo relativizar toda estructura encarnada que al paso del tiempo se fosilizaba, desgastaba y perjudicaba.

Lucas 1,67-79



REFLEXIÓN

Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó

El padre de Juan Bautista no hubiera expresado esta bendición, con esta comprensión del sentido de la historia sino hubiera sido enviado al silencio, para volver a pensar las cosas, hasta que estuviera dispuesto a ser voz de Dios.

Una purificación que puede sufrir toda persona o institución que asume el rol de profetizar la voluntad del Padre en la historia.

Entre otras cosas esta voz reconoce en el aquí y ahora de los signos del nacimiento de Juan y de Jesús, un punto de inflexión del curso de la historia. La plenitud de los tiempos de Lucas.

suscitándonos una fuerza de salvación

Hemos de agradecer que el Señor se nos mantenga como fuerza salvífica en nuestra existencia frente a otras fuerzas negativas.

Cada vez que se da un liderazgo, en seguimiento del Evangelio en nuestro mundo, se nos da una señal de la actividad de esa fuerza salvífica.

Cada vez que nos manifestamos como constructores de paz y fraternidad se muestra la presencia de su fuerza salvadora.

La fuerza de salvación está en el proyecto o designio del Señor, quien se da o entrega su amor. No en nuestros planes autosuficientes.

Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.

La respuesta a esa iniciativa no es la de construir un templo, sino servir en santidad y justicia.

irás delante del Señor a preparar sus caminos

Y al hacerlo no tendrás el reconocimiento que parecería lo propio, sino el dispuesto por el Señor: cuando Jesús lo alaba pero lo declara menor que el más pequeño.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz

Es nuestra esperanza para esta navidad que nos siga visitando cada vez más fuertemente, para iluminarnos, y guiarnos.

No más tinieblas y muerte. Sí más paz.

Preparemos en esta vigilia de la natividad nuestro ánimo para el alumbramiento renovado de la luz sobre las tinieblas, la paz sobre la guerra, la justicia sobre la iniquidad, y sobre el odio el amor. Que así sea!

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Feria privilegiada de Navidad

24 de diciembre

2Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16

Salmo responsorial: 88

Lucas 1,67-79

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA



 De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 185: PL 38, 997-999)
 
LA VERDAD BROTA DE LA TIERRA Y LA JUSTICIA MIRA DESDE EL CIELO

 

Despierta, hombre: por ti Dios se hizo hombre. Despierta, tú que duermes, surge de entre los muertos; y Cristo con su luz te alumbrará. Te lo repito: por ti Dios se hizo hombre.

 Estarías muerto para siempre, si él no hubiera nacido en el tiempo. Nunca hubieras sido librado de la carne del pecado, si él no hubiera asumido una carne semejante a la del pecado. Estarías condenado a una miseria eterna, si no hubieras recibido tan gran misericordia. Nunca hubieras vuelto a la vida, si él no se hubiera sometido voluntariamente a tu muerte. Hubieras perecido, si él no te hubiera auxiliado. Estarías perdido sin remedio, si él no hubiera venido a salvarte.

 Celebremos, pues, con alegría la venida de nuestra salvación y redención. Celebremos este día de fiesta, en el cual el grande y eterno Día, engendrado por el que también es grande y eterno Día, vino al día tan breve de esta nuestra vida temporal.

 Él se ha hecho para nosotros justicia, santificación y redención. y así -como dice la Escritura- «el que se gloría que se gloríe en el Señor.»

 La verdad brota, realmente, de la tierra, pues Cristo, que dijo: Yo soy la verdad, nació de la Virgen. Y la justicia mira desde el cielo, pues nadie es justificado por si mismo, sino por su fe en aquel que por nosotros ha nacido. La verdad brota de la tierra, porque la Palabra se hizo carne. Y la justicia mira desde el cielo, porque toda dádiva preciosa y todo don perfecto provienen de arriba. La verdad brota de la tierra, es decir, la carne de Cristo es engendrada en María. Y la justicia mira desde el cielo, porque nadie puede apropiarse nada, si no le es dado del cielo.

 Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, porque la justicia y la paz se besan. Por medio de nuestro Señor Jesucristo, porque la verdad brota de la tierra. Por él hemos obtenido el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos apoyados en la esperanza de la gloria de Dios. Fíjate que no dice «nuestra gloria», sino la gloria de Dios, porque la justicia no procede de nosotros, sino que mira desde el cielo. Por ello el que se gloría que se gloríe no en sí mismo, sino en el Señor.

 Por eso también, cuando el Señor nació de la Virgen, los ángeles entonaron este himno: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

¿Cómo vino la paz a la tierra? Sin duda porque la verdad brota de la tierra, es decir, Cristo nace de María. Él es nuestra paz, él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, para que todos seamos hombres de buena voluntad, unidos unos a los otros con el suave vínculo de la unidad. Alegrémonos, pues, por este don, para que nuestra gloria sea el testimonio que nos da nuestra conciencia; y así nos gloriaremos en el Señor, y no en nosotros. Por eso dice el salmista: Tú eres mi gloria, tú mantienes alta mi cabeza.

 ¿Qué mayor gracia pudo hacernos Dios? Teniendo un Hijo único lo hizo Hijo del hombre, para que el hijo del hombre se hiciera hijo de Dios.

 Busca dónde está tu mérito, busca de dónde procede, busca cuál es tu justicia: y verás que no puedes encontrar otra cosa que no sea pura gracia de Dios.

REFLEXIÓN

Todo es gracia, todo es don, todo es obsequio, y así la justificación verdadera es un don de amor, que supera la meritocracia que con tanto trabajo organizamos en nuestras sociedades y organizaciones, limitadamente. Vemos cómo para sorpresa, frustración y dolor nuestro, reciben reconocimiento y gloria, quienes muchas veces sabemos no merecerlo tanto. Así nos brota la esperanza de Alguien que sepa reconocer según nuestro valor, a fondo, sin componendas

lunes, 23 de diciembre de 2024

PALABRA COMENTADA

 Feria privilegiada de Navidad

23de diciembre

Malaquías 3,1-4.23-24



REFLEXIÓN

De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis

Por qué de pronto? La dimensión del Espíritu es totalmente otra: una alternativa de nuestro tiempo. Otro tempo. Que incursiona en el nuestro encarnadamente, pero no simultáneamente.

Ni mansamente. Por eso la exhortación a la vela, vigilancia, vigilia.

Lo de Dios es así: de repente. O así lo sentimos, porque su acompañamiento sutil nos asalta en ciertos momentos de conciencia y coyunturas especiales o Kayrós.

Hay veces nos manda mensajeros, signos que comunican su intención, pero no hacemos caso, entretenidos como andamos, o poco inteligentes que somos. Y nos sorprende con algo más ruidoso para alertarnos de su paso.

Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido

En esto nos colabora la fiesta del nacimiento de Jesús. A concretar su encarnación. Y como tal a purificar nuestra oblación.

Porque el creyente vive en oblación, con su cuerpo, su tiempo, el sentido que aporta a todo lo que hace.

El creyente con su amor doméstico y cotidiano aporta sentido.

Quién, que crea, no ama y que ama no cree? El incrédulo ama? No es incrédulo nada.

Mirad: os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible

Con esto es Jesús el día del Señor, grande y terrible, pero no destructor.

No hay ningún tipo de violencia que se precipite desde el cielo, por más que se desee.

La transformación viene desde lo íntimo hacia fuera.

Convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra

Convertirnos mutuamente, amarse mutuamente, es el sentido de la fiesta del nacimiento, de la encarnación, de la pascua.

Conversión para la mentalidad rebelde contra la autoridad del padre y la madre. Para el abuso y explotación de la autoridad sobre el súbdito: hijo y hermano.

Salmo responsorial: 24



REFLEXIÓN

haz que camine con lealtad; / enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.

No sólo para que aprenda con sentido, sino para que también consecuentemente viva. Escuchar la palabra con lealtad es llevarla a la vida incansablemente.

Que no obstante las circunstancias que puedan hacer dudosa la entrega, se mantenga la misma por tu gracia y aceptación.

enseña el camino a los pecadores; / hace caminar a los humildes con rectitud

Porque no somos perfectos, necesitamos aprender constantemente, siempre.

El humilde y pecador es quien sabe quién es y de quién viene la salvación. Y está dispuesto a esperar.

Los humildes son pecadores convertidos que se mantienen en el proceso de conversión, por la conciencia de su reconciliación.

Su acción de gracias por el perdón y el verdadero conocimiento no cesa, ni así tampoco su vigilancia.

Lucas 1,57-66



REFLEXIÓN

 

empezó a hablar bendiciendo a Dios

Bendecir es un proyecto de vida, una valentía, una persistencia en el bien obrar, un reconocimiento constante de la colaboración del Señor en asociarnos a su designio.

Porque la mano del Señor estaba con él.

Por lo prodigios se puede decir esto de Juan Bautista y de Jesús.

Pero también de nosotros, cuando vivimos como justos, esperando más allá de cualquier expectativa.

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Feria privilegiada de Navidad 23de diciembre

Malaquías 3,1-4.23-24

La misión de convertir el corazón es privilegio del Espíritu Santo. Si no es misión de Dios no es efectiva esa conversión

Salmo responsorial: 24

La misión y el nombre son un peregrinar diario, en el cual se instruye frecuentemente sobre la marcha.

Lucas 1,57-66

El nombre significa un destino, una misión que debe ser cuidada por los padres. Incluso el nombre, la identidad, puede ser adjudicada por Dios sin intervención de los padres, para indicar mayor cercanía y respaldo