sábado, 13 de julio de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA


 De los Comentarios de san Agustín, obispo sobre los salmos.

                          (Salmo 126, 2: CCL 40, 1857-1858)


EL SEÑOR JESUCRISTO ES EL VERDADERO SALOMÓN


El templo que Salomón edificó para el Señor era tipo y figura de la futura Iglesia, que es el cuerpo del Señor, tal como dice en el Evangelio: Destruid este templo y yo lo levantaré en tres días. Del mismo modo que Salomón edificó aquel templo, se edificó también un templo el verdadero Salomón, nuestro Señor Jesucristo, el verdadero pacífico. Porque hay que saber que el nombre de Salomón significa «Pacífico», y el verdadero pacífico es Jesucristo, de quien dice el Apóstol: Él es nuestra paz, que ha hecho de los dos pueblos una sola cosa. Él es el verdadero pacífico que unió en su persona, constituyéndose en piedra angular, los dos muros que provenían de partes opuestas, a saber, el pueblo de los creyentes que provenían de la circuncisión, y el pueblo de los creyentes que provenían de la gentilidad incircuncisa; de ambos pueblos hizo una sola Iglesia, de la que es piedra angular, y por esto es el verdadero pacífico.

Cristo es el verdadero Salomón, y aquel otro Salomón, hijo de David, engendrado de Betsabé, rey de Israel, era figura de este Rey pacífico. Por esto el salmo, para que pienses más bien en el nuevo Salomón, que es quien edificó la verdadera casa de Dios, empieza con estas palabras: Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. El Señor es, por tanto, quien construye la casa, es el Señor Jesucristo quien construye su propia casa. Muchos son los que trabajan en la construcción, pero si él no construye, en vano se cansan los albañiles. ¿Quiénes son los que trabajan en esta construcción? Todos los que predican la palabra de Dios en la Iglesia, los dispensadores de los misterios de Dios. Todos nos esforzamos, todos trabajamos, todos construimos ahora; y también antes de nosotros se esforzaron, trabajaron, construyeron otros; pero, si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Por esto los apóstoles, y más en concreto Pablo, al ver que algunos se desmoronaban, dice: Observáis los días, los meses, las estaciones y los años; temo que hagáis vano mi trabajo entre vosotros. Como sabía que él mismo era edificado interiormente por el Señor, por esto se lamentaba por aquéllos, por el temor de haber trabajado en ellos inútilmente.

Nosotros, por tanto, os hablamos desde el exterior, pero es él quien edifica desde dentro. Nosotros podemos saber cómo escucháis, pero cómo pensáis sólo puede saberlo aquel que ve vuestros pensamientos. Es él quien edifica, quien amonesta, quien amedrenta, quien abre el entendimiento, quien os conduce a la fe; aunque nosotros cooperamos también con nuestro esfuerzo.
                                                 REFLEXIÓN
Dos pueblos son los que tenemos hoy, bajo diversos ropajes y personajes: quienes se acogen a la ley antigua y los que se orientan por la nueva de Jesucristo. En alguna forma quienes aparentemente no forman parte de uno de los dos, incluyen en sus credos y conductas, partes de uno de lo dos. En lucha permanente, sin llevar a efecto real la unión de Jesucristo, el único que construye desde dentro con verdad , justicia y amor.

San Elredo de Rievaulx, Sermón en la Epifanía

(Edit C.H. Talbot, SSOC, I, 1952, 40-41)

Sobre el pueblo bien dispuesto que se prepara para el Señor

Veamos cuál es el proceso para la celebración de unas bodas. Supongamos que uno quiere casarse con una mujer digna. Elige una entre muchas, envía emisarios que la informen de sus proyectos nupciales, que alaben su hermosura, ponderen sus riquezas, se hagan lenguas de su sabiduría. De esta forma, la doncella se enamora del pretendiente. El amor excita el deseo, el deseo provoca el encuentro, el encuentro predispone al consentimiento, y finalmente se celebra el banquete nupcial. Se prepara una gran variedad de manjares y bebidas, se matan animales, y se pone a disposición de los comensales un copioso surtido de cosas deliciosas.

Pues bien, alcemos los ojos y pasemos de lo corporal a lo espiritual. Dios, el Hijo de Dios subsistente en el seno del Padre, desde su morada observó a todos los habitantes de la tierra, y descubrió una entre muchas, e inmediatamente quedó prendado de su belleza. ¿De quién se trata? Lo diré de modo que lo entendáis. Se trata de aquella santa sociedad a la que él eligió antes de crear el mundo y la predestinó a ser llamada, justificada, glorificada. ¿Cómo la ve? No como nosotros, para quienes el pasado es un enigma, el futuro una incógnita y para quienes apenas si son claras las realidades que caen bajo el campo de nuestra observación. El ve con claridad toda aquella santa sociedad desde el primero al último de los elegidos. Y no los ve uno después del otro, ni uno ahora y luego otro, sino que de una vez, siempre y de idéntico modo abarca a toda aquella sociedad de suyo negra, pero blanca por obra suya; hermosa de suyo, prostituida a los demonios, preparada por obra suya para el dulcísimo abrazo. Esta es la que eligió, ésta a la que amó, y no por interés personal, sino para lavarla de su inmundicia, para sanar sus enfermedades, liberarla de la esclavitud, para, en su miseria, hacerla feliz uniéndola a sí.

Ahora bien, como esto no podía realizarlo a menos que la amada correspondiera libremente al amor del amante, envió mensajeros que lo anunciaran, alabaran su hermosura, ponderasen su sabiduría y se hiciesen lenguas de su poder y de sus riquezas. Tuvo ciertamente mensajeros, a quienes reveló sus secretos, mostrándoles, en una luz inefable, el misterio de su encarnación, lo profundo de la elección, lo ancho de la vocación, lo alto de las promesas y lo largo de la expectación. Así pues, lo que ellos aprendieron por revelación —como personas capaces de abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo—, esto es lo que ellos enseñaron a los demás. Pues, aun cuando la sociedad dichosa de todos los elegidos sea una sola, según lo dicho: Una sola es mi paloma, no obstante se llaman mensajeros del Salvador aquellos que, inspirados por él, anunciaron su venida.

Pero veamos ya cómo estos mensajeros inflaman a la esposa elegida en el amor del Señor. Dirigiéndose a ella, le dice el santo Moisés: Dios os suscitará un profeta como yo; a él le escucharéis en todo cuanto os dijere. Como yo, dice. Para aquellos tiempos, era ésta una gran alabanza. ¿Qué fiel de aquel tiempo no se inflamaría en amor a Cristo, sabiendo que sería semejante a Moisés? Tampoco Jeremías silenció sus alabanzas, pues dijo: Este es nuestro Dios y no hay otro fuera de él. Así que, hermanos, basten estos testimonios de las Escrituras, pues con estas poquísimas palabras puedemuy bien el alma de esta elegida encenderse en ansias de su amor. El amor excitó el deseo, el deseo espiritual mereció el encuentro con el amado y de esta forma, con la fe como intermediario, se produjo el mutuo consentimiento: y fíjate, ya se está preparando el banquete nupcial.

Hoy se celebra a Teresa de Los Andes, la primera santa chilena, patrona de los enfermos https://www.aciprensa.com/noticias/71064/hoy-se-celebra-a-teresa-de-los-andes-la-primera-santa-chilena-patrona-de-los-enfermos?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=twitter&utm_source=socialnetwork

viernes, 12 de julio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 14 de tiempo ordinario

Oseas 14, 2-10



REFLEXIÓN

"Perdona del todo la iniquidad, recibe-benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano."

Una pregunta de cuño nitzcheano nos atormenta: somos una raza los humanos cuya divinidad sólo se muestra amorosa cuando estamos en las malas?

Porque según Nietzche y otros de pensamiento parecido, el ser cristiano con su herencia bíblica, es de sufrimiento y debilidad. No parece digno de los seres humanos tal reducción a la inferioridad.

Prometeo o Job: parece el dilema.

Pero si asumimos como creyentes la Palabra y su salvación, tenemos que superar este pensar malicioso que arroja sombras de sospecha sobre las buenas intenciones del Señor.

Hemos de remontarnos hasta la primera de las alianzas: la creación y constatar el designio inicial de su libre iniciativa al asociarnos a su empresa. Nuestro destino es la felicidad, el crecimiento, la plenitud.

Es el Principio y Fundamento ignaciano que se pone como la piedra fundacional de nuestra fe. 

Los males, los fracasos, las injusticias son nuestra responsabilidad, al menos en parte.

La maravilla que enfatiza la Palabra es la persistencia del designio, a pesar de nuestra postración. Por eso el huérfano, la viuda, el extranjero como símbolos de ausencia de protección y de existencias truncadas son enfática e insistentemente atendidas por la solicitud amorosa del Señor. 

Porque su compromiso con nuestra plenitud, va más allá de nuestra postración, para repararla, asistirla y seguirle dando viabilidad.

Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos

Más bien lo fuerte del problema es entender por qué nuestra libertad se ejerce con tanta limitación y conflicto. Por qué soy responsable incluso de lo que ni me acuerdo, o ignoro? Por qué, aun en forma de omisión, establezco solidaridad con la injusticia, el daño a otros, también sin querer? Por qué hago el mal que no quiero, como dice Pablo en Romanos.

Al tratar de responder este escándalo que somos para nosotros mismos, podemos contaminar la relación con el Señor, echando culpa al inocente. De ello es muestra la pasión y muerte de Jesús.

¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos."

Justos son entonces los que caminan a pesar de este escándalo, confiando y no sospechando maliciosamente, ni echando culpas al Señor.

Salmo responsorial: 50



REFLEXIÓN

Te gusta un corazón sincero, / y en mi interior me inculcas sabiduría

La sabiduría de mantenerse en colaboración con el designio no obstante el escándalo de nuestra libertad sitiada.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme;

Porque caminar como justos que confían en el Señor requiere de firmeza. 

Atender las situaciones de inocentes dañados por las culpas de la sociedad, también requiere firmeza.

Mateo 10, 16-23



REFLEXIÓN

 "Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.

así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles

Sagaz (fronimos) inteligente, que sopesa las cosas desde una percepción profunda que implica la emocionalidad. 

Sería la actitud del que discierne los espíritus, pondera, usa de sensatez.

Inocente (akereios) simple, sin complicaciones, sincero,intachable. 

Hoy diríamos: sin trastienda, sin doble vida, sin agenda. 

El caminar del justo no es fácil, ni suave, porque implica una destreza de navegante, siempre alerta a los posibles escollos, de día y de noche.

No es sagacidad (fren) visceral, para hacer el mal, sino para percibirlo y evitarlo.

Se distingue de sofos (perspicacia como habilidad adquirida) y de sunetos (sabio por reflexión o arrogante en mal sentido).

(Akeraios) es inocente, simple, transparente, intachable, sincero, de una pieza.

Nuestro tiempo es obsesivo con la demostración de transparencia reducida a la esfera de la honradez económica.

Como los fariseos, que cuelan el mosquito y tragan el camello, se preocupan menos de la integridad en la solidaridad con el necesitado.

en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.

No estamos solos sino acompañados del Espíritu para que convirtamos nuestro caminar en martirio, en testimonio, que desde nuestra construcción de fe, anime a otros a construir en fe y esperanza.

el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Creedme, no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre".

Perseverar(hupomeno) es endurecerse para aguantar. 

Pero en cosas del Espíritu no se trata de puños y dientes cerrados, sino de dejarse llevar y confiar más en la fuerza que nos viene que la que podamos producir.

La perseverancia se gesta en el conflicto que puede afectar hasta el núcleo familiar, lugar donde se tiene el refugio humano más seguro.

No se trata de entregarse al martirio a la primera. La huída también es preservar la vida, y por lo mismo hacer la voluntad de Dios, hasta que el Señor quiera.

No se trata de pavimentar con masacrados la vía hacia la utopía, en nuestro caso: el reino de Dios.

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Viernes 14 de tiempo ordinario

Oseas 14, 2-10

Salmo responsorial: 50

Mateo 10, 16-23

SAN CARLO ACUTIS

BEATO CARLO

 

De la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios.
              (Cap. 50, 1--51, 3; 55, 1-4: Funk 1, 125-127. 129)


DICHOSOS NOSOTROS SI HUBIÉRAMOS CUMPLIDO LOS MANDAMIENTOS DE DIOS EN LA CONCORDIA DE LA CARIDAD

Ya veis, queridos hermanos, cuán grande y admirable cosa es la caridad, y cómo no es posible describir su perfección. ¿Quién será capaz de estar en ella, sino aquellos a quienes Dios mismo hiciere dignos? Roguemos, pues, y supliquémosle que, por su misericordia, nos permita vivir en la caridad, sin humana parcialidad, irreprochables. Todas las generaciones, desde Adán hasta el día de hoy, han pasado; mas los que fueron perfectos en la caridad, según la gracia de Dios, ocupan el lugar de los justos, los cuales se manifestarán en la visita del reino de Cristo. Está escrito, en efecto: Entrad en los aposentos, mientras pasa mi cólera, y me acordaré del día bueno y os haré salir de vuestros sepulcros.

Dichosos nosotros, queridos hermanos, si hubiéremos cumplido los mandamientos de Dios en la concordia de la caridad, a fin de que por la caridad se nos perdonen nuestros pecados. Porque está escrito: Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuya boca no se encuentra engaño. Esta bienaventuranza fue concedida a los que han sido escogidos por Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, a quien sea dada gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Roguemos, pues, que nos sean perdonadas cuantas faltas y pecados hayamos cometido por asechanzas de nuestro adversario, y aun aquellos que han encabezado sediciones y banderías deben acogerse a nuestra común esperanza. Pues los que proceden en su conducta con temor y caridad prefieren antes sufrir ellos mismos y no que sufran los demás; prefieren que se tenga mala opinión de ellos mismos, antes que sea vituperada aquella armonía y concordia que justa y bellamente nos viene de la tradición. Más le vale a un hombre confesar sus caídas, que endurecer su corazón.

Ahora bien, ¿hay entre vosotros alguien que sea generoso? ¿Alguien que sea compasivo? ¿Hay alguno que se sienta lleno de caridad? Pues diga: «Si por mi causa vino la sedición, contienda y escisiones, yo me retiro y me voy a donde queráis, y estoy pronto a cumplir lo que la comunidad ordenare, con tal de que el rebaño de Cristo se mantenga en paz con sus ancianos establecidos.» El que esto hiciere se adquirirá una grande gloria en Cristo, y todo lugar lo recibirá, pues del Señor es la tierra y cuanto la llena. Así han obrado y así seguirán obrando quienes han llevado un comportamiento digno de Dios, del cual no cabe jamás arrepentirse.

Selección de las Sentencias de los Padres y de los relatos de Juan Mosco y otros autores

(Patericon 142b: CSCO, Scriptores Aethiopici, t. 54, 62-64)

Considérate pecador si quieres llegar a ser justo

Dijo el sabio: El que oculta su crimen no prosperará, el que lo confiesa y se enmienda será compadecido. Soporta la iniquidad y el mundo lo tendrá por ignominia. El corazón del Señor se fija en los soberbios para humillarlos. La humildad es objeto de una misericordia eterna.

Hazte pequeño en todo quehacer humano y te exaltará sobre los príncipes del mundo; sea modesto tu talante ante cualquier hombre, y

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adelántate a saludarlos como a personas importantes. Quien se cree superior por su sabiduría, será considerado pequeño ante los hombres, aunque sea realmente sabio y docto, y es sabio sólo para sí mismo por sus descubrimientos. Dichoso quien se presta para cualquier trabajo, pues será exaltado sobre todos.

El que por el Señor se humilla y ante el Señor se empequeñece, da gloria al Señor; el que por el Señor padece hambre y sed, lo colmará de bienes; el que por el Señor reparte consuelo, lo vestirá de ornamentos gloriosos; el que es pobre y se aflige por el Señor, Dios lo consolará con aquellas verdaderas riquezas.

Desprecia tu vida a causa del Señor, para que tu fama se difunda —sin tú saberlo— por todos los días de tu vida. Considérate pecador si quieres llegar a ser justo. Sé humilde en tu propia sabiduría y no te jactes de tu saber. Frecuenta el trato de los buenos para, por su medio, acercarte al Señor. Cultiva la compañía de los humildes para que aprendas su modo de vivir.

Conviene que el monje tenga el corazón siempre preparado para cualquier obra celestial y que jamás dé cabida a la tristeza en sus pensamientos. Quien siembra entre espinas nunca llegará a cosechar: ya se pierde su alma con ese su afán de sobresalir, de acumular y con toda clase de malas obras. Los ojos del Señor se fijan en los humildes. La oración del humilde pasa directamente de la boca al oído. El espíritu de servicio y la humildad hacen al hombre Dios en la tierra. La fe y la misericordia pronto florecen en sabiduría.

Dichosos los que, por amor del Señor, se sumergen en las tribulaciones, sin ira ni tristeza: al desaparecer éstas, inmediatamente consiguen la salvación, acogidos al puerto de la Divinidad y se dirigen a la casa de Dios por el camino de las buenas obras, donde descansan de sus fatigas y gozan del fruto de su esperanza. Los que corren en alas de la esperanza no se sienten acobardados por las tribulaciones del camino ni desisten de la búsqueda. Y cuando finalmente salen del mar, contemplan y alaban al Señor que los ha salvado de la perdición y de una multitud de dificultades que ellos desconocían, pues nunca pensaron en hacer una exhibición.

Mejor es morir por el Señor que vivir en la ignominia y en la impotencia. Piensa siempre en lo que sucederá después de la muerte, y nunca en tu alma tendrá cabida la debilidad. Opta por hacer el bien según el Señor, y

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accederás a él. No te dejes seducir por el doble de corazón y sigue tu camino confiando en la gracia del Señor, no sea que te esfuerces en vano. Abriga en tu corazón la firme seguridad de que el Señor es misericordioso y que otorgará su gracia a los que lo buscan, y no en la medida de nuestras obras, sino según la medida de nuestro amor y de nuestra fe, como dice la Escritura: Que se cumpla lo que has creído.

jueves, 11 de julio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 14 tiempo ordinario

Oseas 11, 1-4. 8c-9



REFLEXIÓN

Cuando lo llamaba, él se alejaba

Yo enseñé a andar a Efraín, lo alzaba en brazos; y él no comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer.

Son nuestras experiencias personales las que permiten encarnar en el ahora la voz de la Palabra del Señor.

El amor no correspondido fielmente y a cabalidad como se quisiera es un tema frecuente de las experiencias humanas del amor. Y aportan no poca amargura a la existencia por la decepción que acarrean.

Ese registro es el que usa el profeta voz del Señor, para sensibilizarse y sensibilizar a su auditorio. Es ponernos en el lugar del Señor y sus “sentimientos” para empatizar con Él.

Y así como con el corazón humano tenemos que reconocer que no terminamos de comprenderlo, que el misterio de su libertad nos rebasa, también con el misterio trascendente del Señor, de quien es más lo que no sabemos que lo contrario.

El amor de Dios es circundante para quien lo descubre en su manifestación pluriforme mediante el testimonio de la conciencia. La misma no sólo vibra con fe ante el amor que beneficia, sino también ante el amor que clama la justicia en la víctima.

No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta

Sólo tú sabes nuestro fondo, y aun el error innegable e inexcusable puedes cubrirlo con tu misericordia y compasión, porque esa parece tu última y fundamental palabra.

Aunque nuestra ingratitud lo colme, su amor pesa más. Como la madre incapaz de repudiar del todo a su hijo que es oveja negra. Siempre sentirá por él, como si fuera el más débil y el menos afortunado.

Salmo responsorial: 79



REFLEXIÓN

ven a visitar tu viña, / la cepa que tu diestra plantó, / y que tú hiciste vigorosa

Es algo que el no creyente ignora: que puede acercarse confiado, más en las entrañas de misericordia del Señor, que su posible juicio condenatorio. Es la postura de extrema dependencia, cuando uno no se tiene ni a sí mismo y sólo cuenta con Él.

No sólo ahora en esta coyuntura crítica sino como unidad de producción de lo bueno y lo malo, permítenos sanar y dar buenos frutos.

Mateo 10, 7-15



REFLEXIÓN

"Id y proclamad que el Reino de los cielos está cerca; curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.

La cercanía del Reino que Jesús escenifica con sus colaboradores, es la cercanía de un misterio de paternidad-maternidad, un misterio que sobrepasa y sobrepuja todo posible cálculo. Y por ello a su paso hay curación, liberación, amor gratuito.

Todo lo contrario a un régimen de mercado en el que importa la mercancía y la ganancia, más que la persona, la cual le está subordinada.

En el momento que la mentalidad común de su tiempo ubicaba el reino de los cielos en la lejanía e invisibilidad como un nombre alternativo del Dios innombrable, Jesús lo ubica al alcance de la mano, tan cerca como el contexto social que clama solidaridad.

Sólo hay que abrir los ojos, ser honestos con lo que se ve y compartir sin afán de lucro.

Las angosturas de la vida en este momento pueden significar la purificación de la intención en el ministerio de la limosna, como señal del Amor Providencial del Señor capaz de transformar la desgracia en bendición.

Servir gratis al Reino nos potencia más allá de nuestros límites y fuerzas, transformando nuestra mirada y visión de las cosas y personas, en el don de amor providencial del Señor.

Es la cercanía y proximidad del dominio del Señor manifestada en los bienes de la vida al alcance de todos. 

El servicio de Providencia que compartimos con los hermanos debe reflejar la generosidad del Señor con nosotros y por nuestro medio con los demás.

No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento

Cómo se podría visibilizar la total y radical dependencia del Señor si nos pertrechamos y atrincheramos con cosas y personas en las que ponemos nuestra absoluta confianza? No seríamos sacramento, signo de la cercanía y aproximación del Reino.

Nuestra inseguridad de lo material es como nuestra ofrenda a la seguridad que viene del Espíritu.

El despojo de bienes y la libertad consecuente se gana como obsequio de nuestro servicio para inspirar a otros a su despojo

Nuestro servicio como un llamado a la solidaridad con nuestro sustento, asi convencemos y nos hacemos creíbles.

Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.

Porque la buena voluntad con la que se ofrece un servicio al reino no es garantía automática de una respuesta equivalente y nuestra expectativa ha de ser amplia ya que el rechazo es posible. 

No es entendible que la paz que se retira con ese rechazo sea una retaliación de nuestra parte, sino la libertad de los demás que no alcanzan a ver salvación en nuestro servicio.

Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies.

En esas regiones polvorientas, el polvo era un elemento común y omnipresente. Por eso se lavaban con frecuencia, y al que recién llegaba a una casa se le ofrecía agua para lavarse y quitarse el polvo.

En la instrucción de Jesús puede haber muchos sentidos pero una que es consistente con todo el discurso podría ser que al sacudirse el polvo cuando no los recibían, les hacían sentir que ni el polvo de sus hogares se querían llevar, que todo lo que hacían era gratis, sin interés de recompensa. Porque la salvación del Padre es gratuita como el amor verdadero.

Porque hay que seguir caminando, pues alli no hay nada que hacer. Allá ellos y su responsabilidad ante el Señor.

 el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.

No nos corresponde ante el rechazo de esa cercanía del Reino, ni vengarnos ni condenar. El juicio, cual sea, es del Señor.

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Jueves 14 tiempo ordinario

Oseas 11, 1-4. 8c-9

Salmo responsorial: 79

Mateo 10, 7-15

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


JUEVES, XIV

San Ambrosio Comentario sobre el salmo 118, 12.13-14 

Yo y el Padre vendremos y haremos morada en él. Que cuando venga encuentre, pues, tu puerta abierta, ábrele tu alma, extiende el interior de tu mente para que pueda contemplar en ella riquezas de rectitud, tesoros de paz, suavidad de gracia. Dilata tu corazón, sal al encuentro del sol de la luz eterna que alumbra a todo hombre. Esta luz verdadera brilla para todos, pero el que cierra sus ventanas se priva a sí mismo de la luz eterna. También tú, si cierras la puerta de tu alma, dejas afuera a Cristo. Aunque tiene poder para entrar, no quiere, sin embargo, ser inoportuno, no quiere obligar a la fuerza. 

La Gracia y la gratuidad no van con la imposición ni con violentar. Lo que va a prosperar en la dimensión de la vida eterna se rige por la gratuidad, la acción de gracias, la disponibilidad, la generosidad para recibir y dejarse.

Él salió del seno de la Virgen como el sol naciente, para iluminar con su luz todo el orbe de la tierra. Reciben esta luz los que desean la claridad del resplandor sin fin, aquella claridad que no interrumpe noche alguna. En efecto, a este sol que vemos cada día suceden las tinieblas de la noche; en cambio, el Sol de justicia nunca se pone, porque a la sabiduría no sucede la malicia. 

Resplandor sin oscuridad, sin ocaso. Así es la luz de la vida.

Dichoso, pues, aquel a cuya puerta llama Cristo. Nuestra puerta es la fe, la cual, si es resistente, defiende toda la casa. Por esta puerta entra Cristo. Por esto, dice la Iglesia en el Cantar de los cantares: Oigo a mi amado que llama a la puerta. Escúchalo cómo llama, cómo desea entrar: ¡Ábreme, mi paloma sin mancha, que tengo la cabeza cuajada de rocío, mis rizos, del relente de la noche! Considera cuándo es principalmente que llama a tu puerta el Verbo de Dios, siendo así que su cabeza está cuajada del rocío de la noche. 

REFLEXIÓN

Velar es la tradición en la espiritualidad cristiana. Alerta de fe, alerta constante, monitoreo incansable como disposición del alma a cualquier señal que el Espíritu quiera dar. Porque el Espíritu de Dios es un Espíritu vivo.

miércoles, 10 de julio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 14 de tiempo ordinario

Oseas 10, 1-3. 7-8. 12



REFLEXIÓN

Tiene el corazón dividido, ahora lo expiará: él mismo destruirá sus altares, abatirá sus estelas

En las reglas de discernimiento de segunda semana, cuando se vive buscando el bien, la desolación o prueba que nos sobreviene puede tener diferentes significados. Pero todas responden a la llamada que nos hace el Señor para convertirnos más y mejor hasta que lleguemos a nuestra medida.

No podemos negar que nuestro corazón en etapas de bienestar y consolación no permanece fácilmente íntegro, sino que el anti-reino intenta provocar nuestra división, hasta que caigamos.

Así la prueba puede tratarse de la estrategia que sigue el Señor con nuestro corazón divisible, para que se haga uno en consonancia con su Palabra y designio.

" Sembrad justicia y cosecharéis misericordia. Roturad un campo, que es tiempo de consultar al Señor,hasta que venga y llueva sobre vosotros la justicia.

Nuestro trabajo en los momentos de prueba no trata solamente de paciencia y aguante, sino de proactividad en la justicia. Justicia del Señor, justicia del reino, vinculada con la misericordia.

Salmo responsorial: 104

REFLEXIÓN

se alegren los que buscan al Señor

Porque espera le busquemos en la prueba, así como nos alejamos en el bienestar, para que aprendamos su justicia y misericordia.

Mateo 10, 1-7



REFLEXIÓN

Jesús llamando(proskaleo:llamando hacia sí, reuniendo) a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia

Jesús muestra su intención de trabajar en equipo. Muestra un liderazgo cooperativo mediante la formación de un cuerpo, en quien delega unos poderes para ser utilizados en una misión.

La misión tiene como objetivo superar el mal en el mundo, representados por los espíritus inmundos y la enfermedad dolencia.

Tal como una medicina integral de nuestros días que toma en cuenta los síntomas y las causas fisiológicas y sicológicas de la enfermedad. Lo que se ve y lo que no se ve, pero sospechamos que está presente, como el estrés.

En su tiempo la mentalidad y cultura atribuía la enfermedad al pecado cuyo agente activo era un espíritu maligno.

"No vayáis a tierra de gentiles, ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca."

Como todo plan a realizar se procuran establecer líneas y estrategias de acción. Se atacan los frentes por círculos de prioridad.

Lo que pudo acontecer en ese momento de iniciación en la misión fue la intención de Jesús de ofrecer la salvación del Padre a sus hermanos de nación como prioridad.

Sabemos que también se darán ocasiones en las que el mismo Jesús atienda a samaritanos y gentiles.

En el trabajo por el reino de los cielos también ocurre que aprendemos a descubir prioridades, tal como hoy en nuestro mundo cuando las necesidades clamorosas vienen de la minorías invisibles: mujeres, niños, discapacitados, desempleados, inmigrantes.

Son ovejas desahuciadas(apololota), que morirán sin remedio, si no se las salva. 

Israel en ese momento tiene el significado de una país que estuvo unificado y quisiera ser uno para la promesa de la alianza de Dios. Pero también significa lo que queda del reino del Norte, Galilea, de la que se supone que proviene el mismo Jesús. 

Era un territorio como un bolsón en medio de paganos, para los cuales por el momento Jesús no autoriza la misión de evangelizar.

Por estar así rodeados de paganos y lejos del centro de santificación que era Jerusalén y su templo, pudiera decirse que estaban abandonadas las gentes y con grave riesgo de paganizarse. Eran ovejas a punto de perecer.

La imagen enfatiza la acción salvadora y evangelizadora de Jesús por medio de sus enviados. A él le mueve y preocupa la suerte de los que casi no tienen esperanza como las ovejas en peligro de muerte.

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Miércoles 14 de tiempo ordinario

Oseas 10, 1-3. 7-8. 12

Salmo responsorial: 104

Mateo 10, 1-7

SAN CARLO ACUTIS

BEATO CARLO


 

Del Comentario de Procopio de Gaza, obispo, sobre el libro de los Proverbios(Cap. 9: PG 87, 1, 1299-1303)

 

LA SABIDURÍA DE DIOS NOS MEZCLÓ SU VINO Y PUSO SU MESA

 

La Sabiduría se ha construido su casa. La Potencia personal de Dios Padre se preparó como casa propia todo el universo, en el que habita por su poder, y también lo preparó para aquel que fue creado a imagen y semejanza de Dios y que consta de una naturaleza en parte visible y en parte invisible.

Plantó siete columnas. Al hombre creado de nuevo en Cristo, para que crea en él y observe sus mandamientos, le ha dado los siete dones del Espíritu Santo; con ellos, estimulada la virtud por el conocimiento y recíprocamente manifestado el conocimiento por la virtud, el hombre espiritual llega a su plenitud, afianzado en la perfección de la fe por la participación de los bienes espirituales.

Y así, la natural nobleza del espíritu humano queda elevada por el don de fortaleza, que nos predispone a buscar con fervor y a desear los designios divinos, según los cuales ha sido hecho todo; por el don de consejo, que nos da discernimiento para distinguir entre los falsos y los verdaderos designios de Dios, increados e inmortales, y nos hace meditarlos y profesarlos de palabra al darnos la capacidad de percibirlos; y por el don de entendimiento, que nos ayuda a someternos de buen grado a los verdaderos designios de Dios y no a los falsos.

Ha mezclado el vino en la copa y ha puesto la mesa. Y en el hombre que hemos dicho, en el cual se hallan mezclados como en una copa lo espiritual y lo corporal, la Potencia personal de Dios juntó a la ciencia natural de las cosas el conocimiento de ella como creadora de todo; y este conocimiento es como un vino que embriaga con las cosas que atañen a Dios. De este modo, alimentando a las almas en la virtud por sí misma, que es el pan celestial, y embriagándolas y deleitándolas con su instrucción, dispone todo esto a manera de alimentos destinados al banquete espiritual, para todos los que desean participar del mismo 

Ha despachado a sus criados para que anuncien el banquete. Envió a los apóstoles, siervos de Dios, encargados de la proclamación evangélica, la cual, por proceder del Espíritu, es superior a la ley escrita y natural, e invita a todos a que acudan a aquel en el cual, como en una copa, por el misterio de la encarnación tuvo lugar una mezcla admirable de la naturaleza divina y humana, unidas en una sola persona, aunque sin confundirse entre sí. Y clama por boca de ellos: «El insensato, que venga a mí. El insensato, que piensa en su interior que no hay Dios, renunciando a su impiedad, acérquese a mí por la fe, y sepa que yo soy el Creador y Señor de todas las cosas.»

Y dice: Quiero hablar a los faltos de juicio: Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado. Y, tanto a los faltos de obras de fe como a los que tienen el deseo de una vida más perfecta, dice: «Venid, comed mi cuerpo, que es el pan que os alimenta y fortalece; bebed mi sangre, que es el vino de la doctrina celestial que os deleita y os diviniza; porque he mezclado de manera admirable mi sangre con la divinidad, para vuestra salvación.»