domingo, 6 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 27 de tiempo ordinario

Génesis 2, 18-24



REFLEXIÓN

"No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude."

En la óptica bíblica de la Palabra en este relato se privilegia el valor productivo del ser humano: no debe estar solo y se le dará alguien que ayude. Ayudar en la productividad, porque en una economía agrícola la mano de obra es importante y mucho más si la ayuda puede concebir otros ayudantes. Por eso la palabra hebrea para mujer será entre otros sentidos la cargadora de hijos.

Nuestro horizonte antropológico actual sobre la calidad de la soledad del ser humano se orienta más a la dimensión afectiva, que a la dimensión productiva, incluso en la sociedad de mercado, donde se aprecia mucho el concepto de equipo de trabajo, de tareas. Claro con la finalidad de producir mejor.

Y cuando se habla de superar la soledad se piensa en la necesidad que tiene el corazón de un apoyo sentimental.

Sin embargo en nuestros países pobres, en donde se da un empleo que invade hasta las horas para estar con la familia, la ayuda al hombre-mujer jefe de familia la constituye otro ingreso económico, para poder subsistir al menos.

Se puede dar la paradoja que ese otro ingreso no requiere ser de una ayuda del otro sexo, sino que basta con que sea del mismo.

Es posible que una ayuda para la soledad afectiva y productiva del hombre/mujer sea hoy alguien que no es precisamente el sexo contrario y sin embargo para los fines de ayuda nos podemos dar por bien servidos.

Así nuestro mundo muestra semejanzas con la antigua cultura bíblica pero también diferencias, y la Palabra puede seguir iluminando nuestro discernimiento humano, cultural y espiritual.

"¡Ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne."

Pero se dará en esos caso la unión en una sola carne bíblica? Se referirá esa expresión a la materialidad de la unión física entre hombre y mujer? Porque otras uniones físicas también son posibles. Se referirá al aspecto de complemento? Porque hay uniones del mismo sexo que confiesan un satisfactoria complementariedad. Hemos de dudar de eso?

Los acentos para la comprensión de la Palabra en nuestro mundo se ponen más bien en la significatividad de la unión que pueden producir dos carnes en una unidad física, moral, afectiva.

Y haríamos bien, como hermanos en la fe, en abrir nuestra comprensión a maneras no tradicionales de ser una sola carne para solventar la soledad humana, ya que la Palabra transforma toda realidad humana para su designio.

Salmo responsorial: 127



REFLEXIÓN

Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos

Hagamos del temor reverencial de quienes extraen la imagen del Señor de los fenómenos naturales tremendos, un cambio de sentido, y más bien temamos al Señor cuando nos cerramos a la novedad de los caminos, que su Palabra va abriendo ante nosotros.

Porque si la unión en una sola carne y la ayuda a la soledad humana se puede entender en otros sentidos actualmente, es que nos encontramos ante su designio del reino de vida.

Tu mujer, como parra fecunda, / en medio de tu casa; / tus hijos, como renuevos de olivo, / alrededor de tu mesa

Porque la actual valoración de la mujer hace de ella una parra fecunda no por el sentido de una gran cantidad de hijos, sino porque lleva el sustento, en algunos casos mejor que un marido.

Hebreos 2, 9-11



REFLEXIÓN

perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación

Jesús de Nazareth sufrió una cruz, entre otras cosas, cultural. Unas costumbres sobre el dios nacional fueron confrontadas por la experiencia de Dios de la Palabra encarnada.

Ese mundo no lo toleró, en nombre del dios oficial y en eso se unieron dos culturas: la judía y la romana.

Marcos 10, 2-16



REFLEXIÓN

De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."

La fuerza de la unión en una sola carne es tal que no tiene sentido la desunión, el divorcio.

Unión que representa aquella que la Palabra en su designio pretende con nosotros: hombres y mujeres de fe.

Por eso es elevada a sacramento, por la fuerza que representa como signo de unión.

Es posible que lo que celebramos como unión no lo sea en la realidad? La administración eclesiástica lo reconoce así cuando admite el recurso de anulación.

Esto nos indica que llevar una relación humana a tal calidad de unión en una sola carne no es una empresa que se satisface con una celebración meramente ritual.

Se trata de un proceso como el del crecimiento en la fe, donde sea posible crecer como personas que se unen para una entrega y colaboración.

Contrario a lo que siente el mundo de lo desechable, es un proceso para toda la vida.

de los que son como ellos es el reino de Dios

La docilidad y confianza del niño pequeño en sus padres, es la que requerimos en nuestra fe a la Palabra para cumplir el designio.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1444634367146475527?s=20

motivaciondehoy


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Domingo 27 de tiempo ordinario

Génesis 2, 18-24

Salmo responsorial: 127

Hebreos 2, 9-11

Marcos 10, 2-16

DOCTOR DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


CONDUJO CON SU EJEMPLO Y PALABRA OPORTUNA A SU CUIDADOR RAJAB A LA CONVERSIÓN Y EL TESTIMONIO HONESTO

DOMINGO, XXVII SEMANA
De los sermones de san Gregorio de Nacianzo
Sermón 37, 5-7 sobre Mateo 19, 1-12: PG 36, 287-291)
Es éste un gran misterio
Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?
Nuevamente lo ponen a prueba los fariseos, nuevamente los que leen la ley no entienden la ley, nuevamente los que se dicen intérpretes de la ley necesitan de otros maestros. No bastaba con que los saduceos le hubieran tendido una trampa a propósito de la resurrección, que los letrados le interrogaran sobre la perfección, los herodianos a propósito del impuesto, y otros sobre las credenciales de su poder. Todavía hay quien quiere sondearlo a propósito delmatrimonio, a él que no es susceptible de ser tentado, a él que instituyó el matrimonio, a él que creó todo este género humano a partir de una primera causa.
Y él, respondiéndoles, les dijo: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer? Entiendo que este problema que me habéis planteado —dijo—, concierne a la estima y al honor de la castidad, y requiere una respuesta humana y justa. Pues observo que sobre esta cuestión hay muchos mal predispuestos y que acarician ideas injustas e incoherentes.
Porque ¿qué razón hay para usar la coacción contra la mujer, mientras se es indulgente con el marido, al que se le deja en libertad? En efecto, si una mujer hubiere consentido en deshonrar el tálamo nupcial, quedaría obligada a expiar su adulterio, penalizándola legalmente con durísimas sanciones; ¿por qué, pues, el marido que hubiera violado con el adulterio la fidelidad prometida a su mujer queda absuelto de toda condena? Yo no puedo en modo alguno dar mi aprobación a esta ley, estoy en completa disconformidad con dicha tradición.
Los que sancionaron esta ley eran hombres, y por eso fue promulgada en contra de la mujer; y como quiera que pusieron a los hijos bajo la patria
potestad, dejaron al sexo débil en la ignorancia y el abandono
. ¿Dónde está, pues, la equidad de la ley? Uno es el creador del varón y de la mujer, ambos fueron formados del mismo barro, una misma es la imagen, única la ley, única la muerte, una misma la resurrección. Todos hemos sido procreados por igual de un varón y de una mujer: uno e idéntico es el deber que tienen los hijos para con sus progenitores.
¿Con qué cara exiges, pues, una honestidad con la que tú no correspondes? ¿Cómo pides lo que no das? ¿Cómo puedes establecer una ley desigual para un cuerpo dotado de igual honor? Si te fijas en la culpabilidad: pecó la mujer, mas
también Adán pecó: a ambos engañó la serpiente, induciéndolos al pecado. No puede decirse que una era más débil y el otro más fuerte. ¿Prefieres hacer hincapié en la bondad? A ambos salvó Cristo con su pasión. ¿O es que se encarnó sólo por el hombre? No, también por la mujer. ¿Padeció la muerte sólo por el hombre? También a la mujer le deparó la salvación mediante su muerte.
Pero me replicarás que Cristo es proclamado descendiente de la estirpe de David y quizá concluirás de aquí que a los hombres les corresponde el primado en el honor. Lo sé, pero no es menos cierto que nació de la Virgen, lo que es válido igualmente para las mujeres. Serán, pues —dice—, los dos una sola carne: por consiguiente, la carne, que es una sola, tenga igual honor.
Ahora bien, san Pablo —incluso con su ejemplo— da a la castidad carácter de ley. Y ¿qué es lo que dice y en qué se funda? Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. Es hermoso para una mujer reverenciar a Cristo en su marido; es igualmente hermoso para el marido no menospreciar a la Iglesia en su mujer. Que la mujer —dice— respete al marido, como a Cristo. Por su parte, que el marido dé a su esposa alimento y calor, como Cristo hace con la
Iglesia.