viernes, 14 de junio de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


VIERNES, X SEMANA

San Ambrosio Comentarios sobre los salmos 1,4.7-8

Aunque es verdad que toda la sagrada Escritura está impregnada de la gracia divina, el libro de los salmos posee, con todo, una especial dulzura; el mismo Moisés, que narra en un estilo llano las hazañas de los antepasados, después de haber hecho que el pueblo atravesara el mar Rojo de un modo admirable y glorioso, al contemplar cómo el Faraón y su ejército habían quedado sumergidos en él, superando sus propias cualidades (como había superado con aquel hecho sus propias fuerzas), cantó al Señor un cántico triunfal. También María, su hermana, tomando en su mano el pandero, invitaba a las otras mujeres, diciendo: Cantaré al Señor, sublime es su victoria, caballos y carros ha arrojado en el mar.

La historia instruye, la ley enseña, la profecía anuncia, la reprensión corrige, la enseñanza moral aconseja; pero el libro de los salmos es como un compendio de todo ello y una medicina espiritual para todos. El que lo lee halla en él un remedio específico para curar las heridas de sus propias pasiones. El que sepa leer en él encontrará allí, como en un gimnasio público de las almas y como en un estadio de las virtudes, toda la variedad posible de competiciones, de manera que podrá elegir la que crea más adecuada para sí, con miras a alcanzar el premio final. Aquel que desee recordar e imitar las hazañas de los antepasados hallará compendiada en un solo salmo toda la historia de los padres antiguos, y así, leyéndolo, podrá irla recorriendo de forma resumida. Aquel que investiga el contenido de la ley, que se reduce toda ella al mandamiento del amor (porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley), hallará en los salmos con cuánto amor uno solo se expuso a graves peligros para librar a todo el pueblo de su oprobio; con lo cual se dará cuenta de que la gloria de la caridad es superior al triunfo de la fuerza.

REFLEXIÓN

Los salmos son un modo de acercarse a la Palabra, escrutando diversos enfoques y géneros, como un compendio o síntesis, con la cadencia de lo poético, que envuelve el espíritu en una atmósfera de acción de gracias orante. La esperanza va introduciéndose lentamente al paso del tiempo, formando actitudes de bienaventuranza: pobreza, pacificación, justicia, misericordia.

jueves, 13 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

 Jueves 10 de tiempo ordinario

Año par

1Reyes 18, 41-46





REFLEXIÓN


allí se encorvó hacia tierra, con el rostro en las rodillas

El criado volvió siete veces, y a la séptima dijo: "Sube del mar una nubecilla como la palma de una mano."

 

Elías como precursor de Jesús, puede ser enfocado, según los relatos por los portentos que hace. Es recordado seguramente como un mítico prohombre profeta.

Pero, y en eso Jesús también es su actualización más acabada, ora

 

profundamente y se confía en la oración, al desarrollar la misión que asume como del Señor.

Los relatos en realidad no están para engrandecer sino sólo el designio salvífico del Señor. Ni siquiera insisten en protagonismos sino en cómo los hechos favorecen el bienestar y la vida de los elegidos.




REFLEXIÓN

Salmo responsorial: 64

 cuidas de la tierra,

 

El Señor nos enseña la ética del cuido: la creación merece la vida por sí misma, no como tránsito hacia otra realidad más permanente. En su humildad la realidad efímera de la vida que nos alegra la existencia tiene dignidad, es bendita, nos salva corriente, cotidiana y constantemente.

Porque la vida eterna no es ajena a la vida actual, sino que en ella se gesta.

Mateo 5,20-26



REFLEXIÓN

 

 

merece la condena del fuego.

 

Se refiere al fuego escatológico del final que lo consumirá todo. No es necesariamente una condenación, sino que se califica el merecimiento apropiado para una actitud poco fraterna. Porque de lo que se trata es de la construcción de la fraternidad humana, crucificada por divisiones sin término hasta el presente. Y Jesús insiste en el centro de decisiones personales, el interior, lo profundo, donde se cocinan los malos deseos e intenciones.

si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda

 

Si utilizamos la distinción de algunos hermanos evangélicos pentecostales sobre la diferencia entre ofrenda y diezmo, que significa que la ofrenda es algo que nace de la buena voluntad, podríamos sentir la radicalidad en la exigencia de Jesús.

Porque según eso antes que la iniciativa más buena que se nos pueda ocurrir en honor del Señor, se encuentra la reconciliación con el hermano.

Por eso usualmente tanta resolución de conflictos consiste en dejar preparada una nueva confrontación, porque no arranca de raíz la causa, que es el odio de corazón al hermano.

te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti

 

Los seguidores del camino de Jesús ofrecen su ofrenda desde sí mismos, en su quehacer. Allí deben actuar la reconciliación como un aspecto fundamental de la fraternidad. Para ello es imprescindible acordarse si alguien tiene algo en contra, es decir, poco se puede hacer sin autocrítica, sin una actitud egosintónica que siente el mal que puede haber ocasionado.

procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino

 

La reconciliación está en nuestras manos, como señal de liberación hacia la libertad del Espíritu.Lo que llega al juicio sale de nuestras manos y queda en las del juez. Y las cosas se pueden complicar.


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Jueves 10 de tiempo ordinario

Año par

1Reyes 18, 41-46

Salmo responsorial: 64

Mateo 5,20-26

No parece que una minucia proferida en un arranque de mal humor pueda constituirse en un agravio que distancie o rompa una relación. Pero la calibración la da quien se ofenda y sienta agraviado. Por ello respecto a la edificación de la fraternidad el proceso debe tender a superar los obstáculos que nacen de nuestro mutuo menosprecio, racismo, desigualdad y demás. Estmos constantemente desafiados a crecer en esta calidad de relación de ágape.