sábado, 3 de mayo de 2025

PALABRA COMENTADA

 


 San Felipe y Santiago apóstoles

1Corintios 15,1-8



REFLEXIÓN

el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando

El evangelio, la buena noticia de la salvación a los pobres y pecadores, se mantiene activa salvando.

La salvación, más allá de una liberación de cualquier tipo inmanente e intramundana, es una tránsito a la vida que no termina y que nadie nos puede quitar.

Toda experiencia de vida nos colma en el momento, por gloriosa que sea, pero deja o no deja un algo, un sentido permanente, estable.

Ese es nuestro dispositivo para comprender que vivimos una realidad más allá, no localizable, sin evidencias, confundida con el subjetivismo.

Por eso la fe en la buena nueva, inspira, alienta un estilo de vida, pero no lo demuestra, ni puede aportar evidencias sino señales para otra fe. De fe en fe.

La salvación en todos los ámbitos de la creación y la persona se mantiene como un generador activo, como fuente de energía limpia, pero puede ser malograda la fe que sostiene su fuerza, a menos que se conserve el evangelio puro, como fue transmitido y entregado.

El decaimiento que observamos en la vida actual, su desolación, decepción y desesperanza que se comunican con multitud de gemidos y protestas, como la del pueblo itinerante en el desierto bajo el liderazgo de Moisés, denota decaimiento de la fe, por impureza del evangelio.

Es importante a la luz de la Palabra revisar constante y humildemente qué hace impuro el evangelio para que nuestra fe se muestre tan mortecina y poco alentadora.

que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras

En la cultura del judaísmo del primer siglo se leían las escrituras antiguas, testimonio de un pueblo creyente en Yavé.

Para ellos el verdadero obstáculo para la fe en Yavé era el pecado, manifiesto en secuelas de injusticias y desviaciones de lo recto.

Decir que Jesús muerto en cruz fue un sacrificio por el pecado tenía sentido porque la cultura que escuchaba el mensaje le hallaba sentido.

Quizá para los no judíos, los helenos o helenizados la significación de pecado debía ser explicada y profundizada.

Así también nosotros que la mayoría del tiempo nos entretenemos con la denuncia de las injusticias pero no nos convertimos del pecado. Porque al pecado no le encontramos sentido actual.

Hasta que no abramos nuestra compresión a la injusticia que radica en la negación del Señor, no seremos radicales en nuestra conversión y por ende no podremos remontar la corriente de injusticias, pobrezas e inequidades.

El credo al que Pablo se adhiere y que transmite es muestra de su fidelidad y fe pura. Una fórmula que nos puede dejar fríos porque nuestras culturas a través del tiempo han reasignado significados a una palabras y desgastado otras.

Es así que “pecados” no sugiere de por sí algo que deba ser evitado, perdonado, convertido, purificado. No parece una realidad cotidiana que nos afecta existencialmente.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz, / a toda la tierra alcanza su pregón, / y hasta los límites del orbe su lenguaje

Estamos en excelentes manos, las del Señor, porque el nos mantiene como a la creación, acompañados de su Espíritu, quien susurra la buena nueva sin desmayo.

El Señor en su amor generoso nos asocia a la misión de proclamar su designio.

Aunque no estemos a la altura, por muchas maneras el hace llegar su mensaje.

Porque hoy en diversas latitudes y escenarios los anhelos humanos y creaturales que parecen ensordecernos, tienen sintonía con el evangelio del Reino.

La tierra se ha ido llenando de sus exigencias. Y debemos escuchar y actuar discerniendo sus demandas.

Juan 14,6-14



REFLEXIÓN

El Padre, que permanece en mí, hace sus obras

Muchos Felipes se encuentran en nuestro camino. Son aquellos que no reconocen al Señor porque nuestro estilo de vida, nuestras obras lo opacan.

Difícilmente podrá el mundo llegar a confesar al Señor al unísono, si no cambiamos nuestro estilo de vida, y los Felipes vean al Padre en nosotros, cuerpo de Cristo.

La comunión de Jesús y su misión que manifiesta es del Padre, transmite al Padre, en su voluntad de salvación.

Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí.. Si no, creed a las obras.

Hoy la experiencia de manipulación y demagogia enardece la mentalidad de sospecha y las obras no se creen porque se sospecha de la intención.

Sin embargo esta puede ser otra treta del anti-reino. No hacer para no ser mal juzgado o mal reconocido. Más bien hay que hacer, discerniendo y en prudencia.

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San Felipe y Santiago apóstoles


1Corintios 15,1-8

Buena nueva, Evangelio, es la misión encarnándose generacionalmente apostólicamente para alcanzar hasta donde debe ir. Una corriente imparable de Espíritu Santo viabilizando, moviendo, traspasando corazones, levantando débiles, consolando apachurrados, otorgando contemplación de lo profundo en la historia, otorgando la paciencia con el tiempo del Señor.

Salmo responsorial: 18

La transmisión de la buena nueva con menos palabras y más escucha, con menos discursos y más solidaridad.

Juan 14,6-14

Creer es asunto de amplio espectro que abarca toda las dimensiones de la persona. La persona debe transparentarse en lo que hace, mientras más mejor. La persona hijo de Dios, identificada con Jesús y su misión, pone su intención y obrar al ese servicio. Si es así el logro de la buena nueva irá más lejos de lo pensado. Será Dios todo en todos.

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS

 


 

EL AMIGO BUSCA EL BIEN PROFUNDO

Miércoles IV semana del Tiempo Pascual

Del Tratado de Tertuliano, presbítero, Sobre la prescripción de los herejes
(Cap. 20, 1-9; 21, 3; 22, 8-10: CCL 1, 201-204)


LA PREDICACIÓN APOSTÓLICA

Cristo Jesús, nuestro Señor, durante su vida terrena, iba enseñando por sí mismo quién era él, qué había sido desde siempre, cuál era el designio del Padre que él realizaba en el mundo, cuál ha de ser la conducta del hombre para que sea conforme a este mismo designio; y lo enseñaba unas veces abiertamente ante el pueblo, otras aparte a sus discípulos, principalmente a los doce que había elegido para que estuvieran junto a él, y a los que había destinado como maestros de las naciones.

Y así, después de la defección de uno de ellos, cuando estaba para volver al Padre, después de su resurrección, mandó a los otros once que fueran por el mundo a adoctrinar a los hombres y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Los apóstoles —palabra que significa «enviados»—, después de haber elegido a Matías, echándolo a suertes, para sustituir a Judas y completar así el número de doce (apoyados para esto en la autoridad de una profecía contenida en un salmo de David), y después de haber obtenido la fuerza del Espíritu Santo para hablar y realizar milagros, como lo había prometido el Señor, dieron primero en Judea testimonio de la fe en Jesucristo e instituyeron allí Iglesias, después fueron por el mundo para proclamar a las naciones la misma doctrina y la misma fe.

De modo semejante, continuaron fundando Iglesias en cada población, de manera que las demás Iglesias fundadas posteriormente, para ser verdaderas Iglesias, tomaron y siguen tomando de aquellas primeras Iglesias el retoño de su fe y la semilla de su doctrina. Por esto también aquellas Iglesias son consideradas apostólicas, en cuanto que son descendientes de las Iglesias apostólicas.

Es norma general que toda cosa debe ser referida a su origen. Y, por esto, toda la multitud de Iglesias son una con aquella primera Iglesia fundada por los apóstoles, de la que proceden todas las otras. En este sentido son todas primeras y todas apostólicas, en cuanto que todas juntas forman una sola. De esta unidad son prueba la comunión y la paz que reinan entre ellas, así como su mutua fraternidad y hospitalidad. Todo lo cual no tiene otra razón de ser que su unidad en una misma tradición apostólica.

El único medio seguro de saber qué es lo que predicaron los apóstoles, es decir, qué es lo que Cristo les reveló, es el recurso a las Iglesias fundadas por los mismos apóstoles, las que ellos adoctrinaron de viva voz y, más tarde, por carta.

El Señor había dicho en cierta ocasión: Tendría aún muchas cosas que deciros, pero no estáis ahora en disposición de entenderlas; pero añadió a continuación: Cuando venga el Espíritu de verdad, os conducirá a la verdad completa; con estas palabras demostraba que nada habían de ignorar, ya que les prometía que el Espíritu de verdad les daría el conocimiento de la verdad completa. Y esta promesa la cumplió, ya que sabemos por los Hechos de los apóstoles que el Espíritu Santo bajó efectivamente sobre ellos.

viernes, 2 de mayo de 2025

PALABRA COMENTADA

 


 Viernes 2 de Pascua

Hechos 5,34-42



REFLEXIÓN

un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo

Un justo fuera de los cristianos, pero respetuoso del camino.

Se puede convivir en paz con una tolerancia de este tipo. Sería un paso previo global para encontrarnos por fin hermanados en una sola fe.

salió un tal Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a todos sus secuaces, y todo acabó en nada. Más tarde, cuando el censo, salió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y dispersaron a todos sus secuaces.

Que los secuaces de Jesús hayan permanecido fieles a la misión es un indicio valioso para respetar y asumir su testimonio como digno de credibilidad.

Liderazgos hay muchos. Y unos arrastran más que otros a entusiastas e incautos. Pero importa tener en cuenta el criterio del tiempo: lo que persiste contra viento y marea da cierta garantía de un movimiento auténtico de cambio.

Muchos líderes que fanfarronean, no logran superar la barrera del tiempo que discurre y se convierte para ellos en olvido.

Hay algo que parece una marca inicial en el derrotero de la comunidad de Jesús y también en la historia: no hay jactancia, ni triunfalismo, ni prepotencia asociada a su caminar.

Es señal de pobres de Yavé, que confían en el Señor Padre y en su compañero Jesús resucitado  para su caminar.

Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se dispersarán; pero, si es cosa de Dios, no lograréis dispersarlos, y os expondríais a luchar contra Dios.

Nuestra fe cristiana puede ayudarse del criterio del tiempo porque su historia de persistencia ha mostrado que no se extingue, y fortalece nuestra identidad de acompañados de Dios.

Un consejo de un sabio no cristiano, que converge en la voluntad de Dios aceptada aunque sea fuera del grupo de referencia.

Si es verdad de Dios, la verdad que llevo se abrirá paso desde el último lugar hasta un lugar de honor.

Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús

Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales conduce al ejercitante a disponerse a la humillación y la persecución por el seguimiento de Jesús.

Es como una señal que solicitamos como elección a un seguimiento más cerrado de Jesús y su Reino.

Hubo un tiempo atrás en que se enfatizaba la petición de tales humillaciones y persecuciones a título de prueba, como en laboratorio.

Es olvidarse que por sí misma la opción fundamental del cristiano por el evangelio del reino, acarrea eventualmente incomprensión, rechazo o burla, que pueden minar tal opción, hasta que se desiste.

Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando el Evangelio de Jesucristo.

Un seguimiento cerrado del camino de Jesús lleva a una rutina cotidiana de anuncio.

Salmo responsorial: 26



REFLEXIÓN

El Señor es mi luz y mi salvación, / ¿a quién temeré? / El Señor es la defensa de mi vida, / ¿quién me hará temblar?

Hay temblores, pánicos y miedos involuntarios, que nos fuerzan y se imponen, pero no en el recinto profundo de la aceptación de la voluntad y designio del Padre.

Es ahí donde hinca su fortaleza el Espíritu que nos asiste, suavemente, desde dentro hacia afuera.

habitar en la casa del Señor / por los días de mi vida

La comunión con el Señor, conviviendo en fraternidad, es la forma más cotidiana de habitar en el Señor.

Espera en el Señor, sé valiente, / ten ánimo, espera en el Señor

Es el ancla que mantiene vinculado y unido el corazón a la promesa hasta el final.

Juan 6,1-15



REFLEXIÓN

Lo decía para tantearlo

Le gusta ver hasta dónde llegamos, sin dejar de ayudarnos.

Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.

Repartir con el ánimo de compartir implica algo más: amistad, comunidad, fondo común.

Algo en contravía a nuestra instintiva y territorial actitud individualista privada.

Cuando se saciaron,

Un detalle a favor del realismo de la comida en vez de una ilusión.

Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo

Ser evangelizado es tener claro el objetivo de la fe y el estilo de vida: no es para servirse y montarse en los propios intereses por encima del bien común y de la vida que perdura.

Dicho en otro modo: no se entusiasmen tanto, que todavía falta. Hay cosas que toman tiempo.

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 Viernes 2 de Pascua


Hechos 5,34-42

Aunque Gamaliel de gran prestigio fuese del ala más liberal del Sanedrín, y abierto a fenómenos fuera de la ortodoxia, captaba signos que aplicaba como criterios para discernir qué pudiera ser algo de Dios. En este caso aplicó que otros movimientos judíos habían terminado pasando el tiempo, a pesar de su entusiasmo. Y aplicó también principios extraídos de los relatos de los profetas, quienes discernían como voz de Dios si efectivamente lo anunciado se realizaba pasando el tiempo. Parece sensato que nuestra comunidad eclesial se asiente en esta sabiduría que quizás no satisface el inmediatismo que reclama casa movimiento que aparece.

Salmo responsorial: 26

Esperar con valentía soportando y sobrellevando lo que mete temor y temblor en la vida es alimentado por la vivencia y el afecto de la morada y el gusto del Señor, que viene de El y nos agracia.

Juan 6,1-15

Felipe se detiene en el análisis y constatación de la ingente multitud que habría que alimentar, para concluir que no es posible hacerlo, en las condiciones de lejanía de qualquier poblado que se hallan.

Andrés más proactivo da un paso en la dirección de la solución, indagando quien tiene algo para comer y encuentra un muchacho que tiene peces y panes, insuficientes pero es algo.

Jesús los toma como base de su milagro de multiplicación, que no parece ilusión colectiva porque terminaron saciados, y tan felices se sintieron que querían hacerlo Rey. Un líder que resolviera.

DOCTORES DE LA IGLESIA

 



 
De las disertaciones de san Atanasio, obispo
(Disertación sobre la encarnación del Verbo, 8-9: PG 25, 110-111)

LA ENCARNACIÓN DEL VERBO

El Verbo de Dios, incorpóreo e inmune de la corrupción y de la materia, vino al lugar donde habitamos, aunque nunca antes estuvo ausente, ya que nunca hubo parte alguna del mundo privada de su presencia, pues, por su unión con el Padre, lo llenaba todo en todas partes.

Pero vino por su benignidad, en el sentido de que se nos hizo visible. Compadecido de la debilidad de nuestra raza y conmovido por nuestro estado de corrupción, no toleró que la muerte dominara en nosotros ni que pereciera la creación, con lo que hubiera resultado inútil la obra de su Padre al crear al hombre, y por esto tomó para sí un cuerpo como el nuestro, ya que no se contentó con habitar en un cuerpo ni tampoco en hacerse simplemente visible. En efecto, si tan sólo hubiese pretendido hacerse visible, hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo más excelente; pero él tomó nuestro mismo cuerpo.

En el seno de la Virgen, se construyó un templo, es decir, su cuerpo, y lo hizo su propio instrumento, en el que había de darse a conocer y habitar; de este modo, habiendo tomado un cuerpo semejante al de cualquiera de nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupción de la muerte, lo entregó a la muerte por todos, ofreciéndolo al Padre con un amor sin límites; con ello, al morir en su persona todos los hombres, quedó sin vigor la ley de la corrupción que afectaba a todos, ya que agotó toda la eficacia de la muerte en el cuerpo del Señor, y así ya no le quedó fuerza alguna para ensañarse con los demás hombres, semejantes a él; con ello también, hizo de nuevo incorruptibles a los hombres, que habían caído en la corrupción, y los llamó de muerte a vida, consumiendo totalmente en ellos la muerte, con el cuerpo que había asumido y con el poder de su resurrección, del mismo modo que la paja es consumida por el fuego.

Por esta razón asumió un cuerpo mortal: para que este cuerpo, unido al Verbo que está por encima de todo, satisficiera por todos la deuda contraída con la muerte; para que, por el hecho de habitar el Verbo en él, no sucumbiera a la corrupción; y, finalmente, para que, en adelante, por el poder de la resurrección, se vieran ya todos libres de la corrupción.

De ahí que el cuerpo que él había tomado, al entregarlo a la muerte como una hostia y víctima limpia de toda mancha, alejó al momento la muerte de todos los hombres, a los que él se había asemejado, ya que se ofreció en lugar de ellos.

De este modo, el Verbo de Dios, superior a todo lo que existe, ofreciendo en sacrificio su cuerpo, templo e instrumento de su divinidad, pagó con su muerte la deuda que habíamos contraído, y, así, el Hijo de Dios, inmune a la corrupción, por la promesa de la resurrección, hizo partícipes de esta misma inmunidad a todos los hombres, con los que se había hecho una misma cosa por su cuerpo semejante al de ellos.

Es verdad, pues, que la corrupción de la muerte no tiene ya poder alguno sobre los hombres, gracias al Verbo, que habita entre ellos por su encarnación

jueves, 1 de mayo de 2025

PALABRA COMENTADA

 


 Jueves 2 de Pascua

Hechos 5,27-33



REFLEXIÓN

queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre

Por más pacífico y lleno de amor cristiano que se proceda, decir una verdad puede resultar un detonante político.

Aunque la intención sea sólo exponer una visión, la misma puede resultar a otros una provocación a su poder.

No se sabe en qué momento algo así emerge, pero hay que estar dispuestos a vivir apegado a lo que se cree con sinceridad y honestidad.

Esta libertad que genera adversidades es un compromiso con la fe que se vivencia y asume en la existencia y tanto más libre es mientras menos ataduras tiene con propios y extraños.

Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres

Seguramente hemos conocido personas con temple para mostrse coherentes con sus convicciones políticas o religiosas.

Nos llama en ellos la atención su energía para defender lo que consideran justo, la que viene de su centro personal, de su consistencia indomable.

Esas posturas recuerdan la fuerza con la que el Señor asiste a sus voceros cuando han optado por su causa.

El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero

El mismo Padre al intervenir a favor del justo ajusticiado, su hijo, hizo sentir un juicio en el que los acusadores y verdugos resultaban desacreditados.

Esto en el plano histórico tuvo consecuencias políticas porque dejo ver responsabilidades de los poderes terrenales.

Predicar al justo Jesús resucitado implica ponerse del lado de esa intervención, vivir de ella y para ella, integralmente: con sus consecuencias en todos los órdenes.

Y para vivirlo hay que estar dispuestos a proceder con libertad en cuanto a esta verdad incluso contra los propios intereses y prejuicios.

No son los únicos responsables. En el camino a la decisión de esa muerte hubo varios que pudieron oponerse y no lo hicieron, por cobardía.

Y eso nos debe hacer pensar y sentir que en el proceso de tanto mal e injusticia que asuela el mundo, somos co-responsables y cómplices porque no hacemos lo que debemos hacer. Unos más que otros.

Sin embargo hay quienes son más activos en reaccionar contra la injusticia y luchar por impedirla. A ellos debemos mucha de nuestra paz.

para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados.

La diferencia del anuncio evangèlico y la denuncia polìtica es la llamada a la conversión para todos: tirios y troyanos.

que Dios da a los que le obedecen

El Espíritu de Jesús es el que nos despierta de nuestra cómoda cobardía y nos mueve a involucrarnos más y más en la lucha por un amor y su justicia.

 

Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos

De momento no llegó esa conversión, no entonces, y por lo que vemos tampoco ahora, temporalmente al menos.

La catarata y el torrente de injusticia y crimen parece imparable y omnipotente.

El Espíritu de Jesús exaltado interviene en nosotros para reaccionar contra ese automatismo.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

Gustad y ved qué bueno es el Señor,

El esfuerzo por el anuncio coherente del reino de Jesús conlleva una experiencia de gozo y sentido. Sentido de vida y de designio.

El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los abatidos

Aunque no sean justos, precisamente para purificarlos de su injusticia.

El Señor sigue siendo el vengador de los suyos immersos en la fatiga del reino, pero ha cambiado la simbología de venganza y violencia por la persuasión del Espíritu.

Juan 3,31-36



REFLEXIÓN

El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios

Nosotros al aceptar por fe el testimonio del Hijo hacemos veraz a Dios.

Somos sus inclusores y validadores históricos, sus encarnadores en el tiempo, los prolongadores de la encarnación de su Hijo.

El Señor requiere de nuestra aceptación para ser certificado en este mundo.

El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano

En la misión de Jesús se observa el amor que caracteriza al Señor.

El que cree en el Hijo posee la vida eterna

Desde la fe en Jesús asumida vivencial y existencialmente poseemos una vida nueva que atraviesa la consumación final.

El orgasmo sexual no es un fenómeno solitario y brillante al final de la actividad erótica, sino que se ha ido anunciando en espasmos placenteros que podemos identificar como pequeños o micro orgasmos.

La existencia humana del creyente en el Reino apunta a una brillante consumación final, que se va anticipando en el gozo cotidiano del ágape y la fraternidad.

Son como oasis en nuestro peregrinar por el desierto.

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Jueves 2 de Pascua


Hechos 5,27-33

Los apóstoles nuevamente cuestionados por el Sanedrin y el Sumo Sacerdote dan razón de sus acciones de anunciar a Jesús. Ël es el Autor y el Salvador, porque ha sido resucitado de la muerte por crucifixión que los responsables judíos decidieron e impulsaron. Por eso el Espíritu Santo está con ellos dándoles coraje para mantenerse en su testimonio.

Salmo responsorial: 33

Justo es quien teme al Señor, siendo ético a pesar de las tribulaciones. Importante hacerlo saber ante Él para sentir su apoyo y gustar su suavidad.

Juan 3,31-36

A pesar de que Jesús da fe de lo que trae de parte de Dios, de lo que Revela, no se acepta su testimonio. Pero quien acepte este testimonio confirma que Jesús si habla lo de Dios. Porque Dios ama a Jesús ilimitadamente quien tiene su Espíritu en forma única. Y al aceptar el testimonio de Jesús, el que lo acepte tiene vida perdurable.

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS

 




De los Tratados de san Gaudencio de Brescia, obispo
(Tratado 2: CSEL 68, 30-32)
 
EL DON DE LA NUEVA ALIANZA QUE NOS DEJÓ EN HERENCIA

 

El sacrificio celestial instituido por Cristo es verdaderamente el don de su nueva alianza que nos dejó en herencia, como prenda de su presencia entre nosotros, la misma noche en que iba a ser entregado para ser crucificado. Éste es el viático de nuestro camino, con el cual nos alimentamos y nutrimos durante el peregrinar de nuestra vida presente, hasta que salgamos de este mundo y lleguemos al Señor; por esto decía el mismo Señor: Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tendréis vida en vosotros.

 Quiso, en efecto, que sus beneficios permanecieran en nosotros, quiso que las almas redimidas con su sangre preciosa fueran continuamente santificadas por el sacramento de su pasión; por esto mandó a sus fieles discípulos, a los que instituyó también como primeros sacerdotes de su Iglesia, que celebraran incesantemente estos misterios de vida eterna, que todos los sacerdotes deben continuar celebrando en las Iglesias de todo el mundo, hasta que Cristo vuelva desde el cielo, de modo que, tanto los mismos sacerdotes como los fieles todos, teniendo cada día ante nuestros ojos y en nuestras manos el memorial de la pasión de Cristo, recibiéndolo en nuestros labios y en nuestro pecho, conservemos el recuerdo indeleble de nuestra redención.

 Además, puesto que el pan, compuesto de muchos granos de trigo reducidos a harina, necesita, para llegar a serlo, de la acción del agua y del fuego, nuestra mente descubre en él una figura del cuerpo de Cristo, el cual, como sabemos, es un solo cuerpo compuesto por la muchedumbre de todo el género humano y unido por el fuego del Espíritu Santo.

 Jesús, en efecto, nació por obra del Espíritu Santo y, porque así convenía para cumplir la voluntad salvífica de Dios, penetró en las aguas bautismales para consagrarlas, y volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, que había descendido sobre él en forma de paloma, como atestigua el evangelista san Lucas: Jesús regresó de las orillas del Jordán, lleno del Espíritu Santo.

 Asimismo, también el vino que es su sangre, resultante de la unión de muchos granos de uva de la viña por él plantada, fue exprimido en el lagar de la cruz, y fermenta, por su propia virtud, en el espacioso recipiente de los que lo beben con espíritu de fe.

 Todos nosotros, los que hemos escapado de la tiranía de Egipto y del diabólico Faraón, debemos recibir, con toda la avidez de que es capaz nuestro religioso corazón, este sacrificio de la Pascua salvadora, para que nuestro Señor Jesucristo, al que creemos presente en sus sacramentos, santifique nuestro interior; él, cuya inestimable eficacia perdura a través de los siglos.

miércoles, 30 de abril de 2025

PALABRA COMENTADA

 


 Miércoles 2 de Pascua

Hechos 5,17-26



REFLEXIÓN

llenos de envidia

Esto existe. Es una ingenuidad no contar con ello. Pero es un problema clarificar y calificar algo o alguien en concreto, como una actuación envidiosa o llena de celo.

La envidia es por la popularidad y aceptación  de la gente, agradecida por el bien recibido del mensaje y la sanación.

Mostraban en Jesús resucitado un camino de felicidad posible.

En JesuCristo hay una felicidad definitiva porque la vida transformada en gloria que muestra, puede ser compartida, si morimos al pecado siguiendo sus pasos.

Con esa meta por delante vivimos ahora muriendo y resurgiendo, encontrando pistas de la vida nueva, cuya luz da visos en nuestra historia.

La envidia que señala el texto se origina en la fama del nuevo grupo. Aunque la casta dirigente no tuviera en crisis frente a su pueblo, un grupo querido por la gente porque les hace bien, es un poder emergente, que amenaza su estatuto.

Jesús enseñó a su grupo a no temer la competencia, porque lo que importa es el bien común.

el ángel del Señor les abrió las puertas de la celda y los sacó fuera

Puestos en el camino del Señor, buscando y expresando su voluntad de salvación para comunicarla a otros, suceden cosas negativas, que se convierten en positivas por el acompañamiento que nos hace el Espíritu.

El ángel puede ser toda circunstancia fortuita que favorece el camino de la vida definitiva, emprendido en la historia.

También otro ángel buscará –el de apariencia de luz- impedir, retrasar, sabotear ese caminar hasta que logre desviarlo.

Toca entonces orar y vigilar para no dejarse sorprender ni engañar.

Pero la misión los protege y les abre puertas cuando otras se cierran.

La misión es un modo de vida, una cultura, una ética propia.

“Id, y puestos de pie en el templo contad(laleo:decir,hablar) al pueblo todo lo referente(remata:palabras, mensaje) a esta vida nueva.”

No se les manda a inventar, embaucar, tejer fantasías. Se les manda a dar la cara en lugar público, donde pueden ser confrontados o desmentidos.

Se les da la misión de hablar sobre la vida que llevan, su vida normal, su cambio de vida. A dar testimonio.

se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease

Los de Jesús, el crucificado, andan en medio de la gente dando testimonio.

Y la gente los apoya, si considera su intervención favorable a sus intereses.

Pero también la gente o algunos entre ellos, puede ser manipulados por los poderosos para retirar respaldo a la misión, y dar a entender que tal testimonio no es aceptable.

Porque también la causa de la salvación del pueblo de Dios, puede ser traicionada por elementos del propio pueblo.

El pueblo tiene un sentido para la injusticia a flor de piel. Su respaldo es un indicio del caminar acertado. Pero el pueblo también requiere vigilancia para no dejarse comprar por el ángel de Luz.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

que los humildes lo escuchen y se alegren.

Un pueblo que espera del Señor como única solución verdadera, mira en la dirección correcta.

Los que nos están amparados en el poder ni actúan en su nombre, sino con una ética diferente.

Yo consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas mis ansias

Un efecto de la sintonía con el Señor y su designio es la liberación de ansiedades y temores, la paz que conlleva la paciencia en la espera.

El ángel del Señor acampa / en torno a sus fieles y los protege

La inmunidad que nos concede el Señor en el nombre de su Hijo no nos ahorra el susto y el disgusto, sino más bien nos mantiene en pie, con suficiente energía para dar la pelea y mantener la paz.

Juan 3,16-21



REFLEXIÓN

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único

Tanto amó, con amor de ágape, Dios al Mundo, dispuesto a la transformación hacia la vida definitiva, que se entregó en su Hijo único.

Porque la entrega del Hijo vino acompañada de la entrega del Padre, ya que juntos estaban en este designio.

Si Él ama y salva, quiénes somos para condenar.

El mundo también es amable, porque en él conviven los que creen con los que no creen.

para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna

Tener vida eterna, como no alcanza uno a imaginar, y no es de imaginar, parece de poco impacto en la vida corriente.

Pero si escrutamos en nuestros anhelos constantes, el impulso por un algo o alguien diferente, por una alternativa plena y satisfactoria sin medida ni límite, podría ser-de seguro es- esa semilla que crece en nosotros y va hasta la vida eterna.

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

Por lo pronto, trabajar por los que creen o podrán creer hasta el final.

El juicio definitivo está en manos de él.

Jesús es un nombre para salvar, aun hasta la última de las ovejas, que se deje salvar.

Nada se puede si la voluntad del candidato no acepta. En su negativa es respetable y su juicio está en manos del Padre.

Cuando podría esperarse una condenación al mundo por su rebeldía y contumacia frente a los valores del reino, el Padre entrega a su hijo para salvar al empedernido, al endurecido mundo.

Un esfuerzo que debe llegar hasta el final.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios

Es que creer consiste en una apuesta arriesgada y valiente a favor de Alguien con quien nos comprometemos hasta el tuétano.

Por sí misma tal situación produce una definición existencial que se puede tomar por un juicio, en el que nos ubicamos en una opción fundamental, que orienta toda la vida hasta su consumación.

Se dirá que esta es teología de Juan en su exclusivismo. Pero más bien es congruencia con el designio.

El juicio se da en la fe, en el creer, que equivale al compromiso personal de fondo.

que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas

Hay en la mentalidad contemporánea un gran aprecio por el valor de la transparencia y la verdad-escándalo para que todo se sepa y los misterios y secretos se descubran.

Ese valor puede incluir un antivalor, un género de hipocresía refinada, otro modo de falta de compromiso, que se contenta y regocija en que otros caigan para que los propios intereses prosperen.

Porque en todo bien se puede colar el anti-reino.

La obras de la tiniebla son el juicio que se activa cuando se rechaza la luz.

Para no seguir en la tiniebla es necesario reconocer la maldad de nuestras obras.

el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios

Aunque la luz se pretendiera para fines insidiosos, quienes viven en la verdad de Dios la arrostran, porque viven en la verdad diáfana de la salvación, que no es producto de carne y sangre.

La luz no es un escándalo mediático o público. Pueden ser parte de una estrategia maquiavélica de desprestigio.

La luz de las obras se acredita por sí misma, de dentro hacia afuera, como la gestación silenciosa de la semilla en una planta.

Como el amor auténtico, que madura y se va probando, desde las actitudes hasta los pronunciamientos y hechos comunes.

La visión de nuestra miseria nos decepciona de nosotros mismos, y creemos morir.

Hay que pasar por ello para recuperar una autoestima que viene del Señor, e implica su reconocimiento y valoración, de acuerdo a los valores del Reino.

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Miércoles 2 de Pascua


Hechos 5,17-26

El encarcelamiento de los apóstoles es una muestra de la persecución sufrida en los comienzos de la comunidad cristiana. Sobresale la protección de Dios y la insistencia de seguir la predicación abiertamente, una vez fueron maravillosamente liberados. Se cuenta con la fortaleza de seguir en la misión por el Espíritu Santo que los asiste

Salmo responsorial: 33

Gustar del Señor en medio del conflicto es un don que permite mantener la capacidad de servicio a la proclamación del mensaje. No se niega la dificultad, pero se afirma la fortaleza en medio de la prueba.

Juan 3,16-21

El Hijo ha sido entregado para la salvación, implica que la entrega fue radical por su muerte y glorificación. Pero también que no ha terminado porque su mensaje debe seguirse comunicando apostólicamente a todos y todas. La misión no ha terminado aunque se va dando el juicio en la medida de la respuesta de fe.