domingo, 4 de diciembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 2 de Adviento A

Isaías 11,1-10



REFLEXIÓN

Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago.

Una vida nueva trae un cúmulo de probabilidades, que en esperanza se desean benditas.

En el profeta un vástago real afirma una dinastía, libra de guerras de sucesión y sus males, lo que resulta en estabilidad y cierta paz.

En Jesús, que creemos como Iglesia que cumple las expectativas a plenitud, se realiza un cumplimiento parcial, limitado como prenda del todo que el Padre está dispuesto a cumplir: señales de salud, vitalidad, gozo, sabiduría y conocimiento, autoridad responsable y cuidadosa, en suma amor que repercute –en multiformidad- para todo el ser y en todos los seres, sin distinción.

Eso es lo que esperamos y anhelamos en este adviento.

Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor

juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados

Porque son pecadores e injustos, pero sus condiciones los han orillado a esa injusticia.

Y merecen un juicio más justo.

La medida de la equidad hacia el más vulnerable la dicta el amor más que la ley, por más que en ella nos apoyemos por razones históricas y contingentes.

El amor se enamora, pero no se impone ni se oprime.Porque sus secuelas violentas malversarán la justicia del amor.

Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastoreará. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará con la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de la ciencia del Señor, como las aguas colman el mar.

Esta visión, que emerge sobre contrastes que sugieren enemistad, ley de la selva, insubordinación frente al hombre y a la vez armisticio, paz entre enemigos, cese del fuego, colaboración, compañerismo, amor entre desiguales; nos viene bien en nuestro tiempo plagado de diferencias que se enfrentan, de reclamos y demandas, de violencia que cobra violencias, en un trámite que no da tregua.

Nuestro tiempo es el líder en medios de comunicación de todo tipo en tendencia creciente.

Una secuela que se viene dando es la discrepancia persistente, individualizada y grupalizada, en relación a otros. De modo que el consenso es cada vez más un ave rara.

Salmo responsorial: 71



REFLEXIÓN

Que en sus días florezca la justicia/ y la paz hasta que falte la luna

Él librará al pobre que clamaba, / al afligido que no tenía protector; / él se apiadará del pobre y del indigente, / y salvará la vida de los pobres

No sólo le hará justicia en su injusticia, sino en su clamor de justicia.

Como Zaqueo a quien visita la salvación y produce justicia para los que ha abusado.

La justicia del corazón convertido es un gesto de amor, que se apresura a reparar los daños causados, compensar la aflicción infligida y juntarse para caminar a un destino común, junto a sus antiguas víctimas.

Romanos 15,4-9



REFLEXIÓN

Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que entre nuestra paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros, según Jesucristo, para que unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo

El ejercitante de los ejercicos ignacianos está llamado a la experiencia de la consolación y desolación en la escucha intensiva de la Palabra del Señor.

Este tanteo agridulce, aprendizaje del Espíritu Santo, va construyendo un crecimiento desde dentro pero proyectivo, que no se detiene a lo largo de toda la vida.

En una palabra, acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios. Quiero decir con esto que Cristo se hizo servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas; y, por otra parte, acoge a los gentiles para que alaben a Dios por su misericordia. Así dice la Escritura: "Te alabaré en medio de los gentiles y cantaré a tu nombre."

Jesús de Nazareth, Palabra de Dios encarnada e historizada y pneumáticamente perpetuada, ha modelado para nosotros el evangelio para toda cultura: la de la promesa judía y la gentil.

Son dos ejes que como constantes hayamos en toda civilización aparecida en la historia de la humanidad:Promesa y búsqueda, Revelación y fe, tanto creyente como filosófica y científica. No hay ámbito por fuera de la vinculación a esta Palabra de Dios, no hay ser humano sin Buena Nueva.

Mateo 3,1-12



REFLEXIÓN

confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán

Se preparaban para recibir el perdón, no lo recibían en efecto.

Yo os bautizo con agua para que os convirtáis

Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego

Porque el fuego transforma por la combustión. En Jesús se nos ha concedido un Espíritu de transformación, en una quema ardorosa que toma toda nuestra existencia.

Dejarse quemar para transformarse por parte del Espíritu, es nuestro proyecto y el designio del Padre.

No hay quema sin dolor, que purifica y separa lo que se ha de destruir de lo que se preservará.

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BEATO CARLO



 De los Comentarios de Eusebio de Cesarea, obispo, sobre el profeta Isaías
(Cap. 40: PG 24, 366-367)
 
UNA VOZ CLAMA EN EL DESIERTO

 

Una voz clama en el desierto: «Preparad el camino del Señor, enderezad las sendas para nuestro Dios.» El profeta afirma claramente que no es en Jerusalén, sino en el desierto, donde se cumplirá esta profecía, es decir, la manifestación de la gloria del Señor y el anuncio de la salvación de Dios a todos los hombres.

Estas cosas se cumplieron en la historia y a la letra cuando Juan Bautista predicó la venida salvadora de Dios en el desierto del Jordán, donde se reveló la salvación de Dios. Porque Cristo se manifestó y su gloria se hizo patente a todos cuando, en su bautismo, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo, descendiendo en forma de paloma, permaneció sobre él y se oyó la voz del Padre que daba testimonio de su Hijo: Éste es mi Hijo muy amado, escuchadlo.

Estas cosas se dijeron porque Dios iba a venir a un desierto que había estado siempre cerrado e inaccesible: todas las naciones estaban privadas del conocimiento de Dios, y los justos y los profetas evitaban el trato con ellas. Por eso aquella voz manda preparar un camino a la Palabra de Dios y enderezar las sendas, para que cuando llegue nuestro Dios pueda avanzar sin obstáculos. Preparad el camino del Señor: este camino es la proclamación de la Buena Noticia que trae a todos un nuevo consuelo, que desea ardientemente hacer llegar a todos los hombres el conocimiento de la salvación de Dios.

Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén. Estas palabras que acabamos de citar están cuidadosamente ordenadas y hacen una oportuna mención de los evangelistas: después de haber hablado de la voz que clama en el desierto, anuncian la llegada de Dios a los hombres. A la profecía sobre Juan Bautista sigue muy lógicamente la mención de los evangelistas.

¿Cuál es esta Sión sino la que antes fue llamada Jerusalén? Pues también aquélla era un monte, como dice la Escritura: El monte Sión donde pusiste tu morada, y el Apóstol: Os habéis acercado al monte de Sión. ¿No aludirá acaso al coro de los apóstoles, elegidos de entre aquel primer pueblo de la circuncisión?

 Es esta Sión y Jerusalén la que ha recibido la salvación de Dios y que ha sido edificada sobre el monte de Dios, es decir, sobre el Verbo unigénito. Y es a ésta a quien Dios manda subir al monte alto y anunciar la palabra de la salvación. ¿Quién es el que lleva la Buena Noticia sino el coro de los que proclaman el Evangelio? ¿Qué significa llevar la Buena Noticia? Predicar a todos los hombres, y en primer lugar a las ciudades de Judá, la venida de Cristo a la tierra.