viernes, 7 de abril de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Juan Crisóstomo Catequesis 3,13-19

¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? «Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor».

REFLEXIÓN

La sangre ha estado presente en sacrificios de gentes y religiones, como una ofrenda preciosa, suficiente y precisa, para servir de protección y para rogar asistencia, por parte de alguna divinidad. La sangre de Jesús, es para muchos convertidos a su nombre, la única capaz de colmar esas ubicuas expectativas de liberación y salvación, como una convergencia prometida y feliz. Por qué la sangre? Por su vinculación a toda vitalidad y energía. Sin ese torrente ningún organismo se mueve. Por su color rojo profundo, que nos hace iguales los humanos en su totalidad. Porque si ocasionamos su derramamiento despertamos una sed de venganza casi imparable.

Si hoy, pues, el enemigo, en lugar de ver las puertas rociadas con sangre simbólica, ve brillar en los labios de los fieles, puertas de los templos de Cristo, la sangre del verdadero Cordero, huirá todavía más lejos. ¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor. Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía. El soldado le traspasó el costado, abrió una brecha en el muro del templo santo, y yo encuentro el tesoro escondido y me alegro con la riqueza hallada. Esto fue lo que ocurrió con el cordero: los judíos sacrificaron el cordero y yo recibo el fruto del sacrificio. Del costado salió sangre y agua.

REFLEXIÓN

Muchas manos procuran hoy que la sangre de Jesús, eucarística, continúen salvando a los que creen en su valor. Muchas aunque cada vez menos, como si se fuera mutando en una eucaristía de vida corriente y servicial, protagonizada por meros laicos sin jerarquía. Ofrecidos a toda obra que repercuta en la calidad de vida de quienes han perdido la esperanza de humanización.

No quiero, amado oyente, que pases con indiferencia ante tan gran misterio, pues me falta explicarte aún otra interpretación mística. He dicho que esta agua y esta sangre eran símbolos del bautismo y de la eucaristía. Pues bien, con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva. Por esta misma razón afirma San Pablo: Somos miembros de su cuerpo, formados de sus huesos, aludiendo con ello al costado de Cristo. Pues de la misma forma que Dios hizo a la mujer del costado de Adán, de igual manera Jesucristo nos dio el agua y la sangre salida de su costado, para edificar la Iglesia. Y de la misma manera que entonces Dios tomó la costilla de Adán, mientras éste dormía, así también nos dio el agua y la sangre después que Cristo hubo muerto.

REFLEXIÓN

La Iglesia de los creyentes fraternos, bautizados y comensales de Jesús, son la nueva humanidad: hombre nuevo y mujer nueva. Nuevo Adán y nueva Eva en proceso, en camino. La jerarquía como los aguateros de una caminata, distribuye agua y sangre de Jesús.

Mirad de qué manera Cristo se ha unido a su esposa, considerad con qué alimento la nutre. Con un mismo alimento hemos nacido y nos alimentamos. De la misma manera que la mujer se siente impulsada por su misma naturaleza a alimentar con su propia sangre y con su leche a aquél a quien ha dado a luz, así también Cristo alimenta siempre con sangre a aquellos a quienes él mismo ha hecho renacer.

REFLEXIÓN

No podríamos hacer nada desnutridos. Por eso Jesús dona su Espíritu para que fecundemos en Iglesia, nos nutramos y sigamos peregrinando. Él como novio va entre nosotros, multiplicando el alimento de vida, con su Palabra, Agua y Sangre.

jueves, 6 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Jueves Santo

Éxodo 12,1-8.11-14

     


       

    REFLEXIÓN

la asamblea de Israel:

Del hebreo edah: congregación, reunión y proviene de yaad: acordar reunión, reunirse por y para acuerdos (sinodalidad), citarse para encontrarse.

Qahal: reunidos, congregados. Hace énfasis en que son llamados a reunirse.

Quizás la diferencia de la primera con la segunda se basa en el carácter de la reunión: por iniciativa propia o por ser llamados.

En el texto la Palabra se dirige a Moisés y Aarón para que hablen a los que se han reunido(edah), con lo cual se constituyen en qahal. Ésta palabra es la propia de la Revelación, porque es la que llama a los que se han reunido para creer.

Así la reunión de los que se encuentran pasa a otro nivel, porque son llamados por la Palabra.

Más adelante los reunidos alrededor de Jesús, quizás por su propia voluntad y atracción a él, se convierten en una asamblea de llamados a consensuar para creer en un reino.

Un reino que no se reduce a los que acuerdan reunirse, sino que se extiende a muchos que ni pensaban que existían: de toda raza, pueblo o nación.

Esa noche comeréis

Esta noche pasaré

La sangre será vuestra señal

La Palabra que nos llega, milenaria y sabia, ha venido sumando significaciones para diferentes generaciones de creyentes.

Los creyentes actuales somos a la vez herederos de antiquísima tradición y dispensadores de nuevas significaciones para las actuales y futuras generaciones.

Somos memorial que peregrina.

La comida de fiesta viene desde los tiempos del pastoreo nómada.

Se incorpora después la liberación del yugo del Faraón por el Paso(Pascua es un calco del griego paskha, derivado del arameo pashá y del hebreo pesah. El origen de este nombre es discutido. Algunos le atribuyen una etimología extranjera, asiria (pasahu, apaciguar) o egipcia (pash, el recuerdo;pesah, el golpe); pero ninguna de estas hipótesis se impone. La Biblia relaciona pesah con el verbo pasah, que significa ora cojear, ora ejecutar una danza ritual en torno a un sacrificio 1Re 18,21.26, en sentido figurado, «saltar», «pasar»,perdonar. La pascua es el paso de Yahveh, que pasó de largo las casas israelitas, mientras que hería a las de los egipcios Ex 12,13.23-27 Is 31,5. http://hjg.com.ar/vocbib/art/pascua.html)del Señor.

Se podría pensar que la sangre es mencionada como expresión de una cultura violenta de guerra y venganza.

Pero no es así. La sangre es derramada, no de humanos, sino de animales como símbolo de la vida que aporta el Señor cuando libera.

Porque no sólo libera sino que da vida al liberar.

Muchos movimientos de liberación quizá recortan todo el significado de la libertad adquirida que busca una mejor vida.

Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor

La comida pascual de entonces tenía signos nómadas pastoriles. Venía de la cultura original del pueblo de Dios. Su simbolismo seguiría significando las diferentes etapas de Israel, como la época primera del amor primero, de la conversión primera. Fue la época del primer encuentro del designio de este Yavé con sus elegidos. Y su celebración tiene la intención de reverdecerlo, aun ubicado el pueblo en culturas diferentes.

y haré justicia de todos los dioses de Egipto.

Se trata de una comida en medio de una acción guerrera: Yavé contra el Egipto del Faraón. Por eso debe hacerse rápidamente y utilizar la sangre como escudo.No es una comida sibarita, como denunciará Pablo después en Corinto.

Salmo responsorial: 115



REFLEXIÓN

Alzaré la copa de la salvación, / invocando su nombre

Te ofreceré un sacrificio de alabanza, / invocando tu nombre, Señor.

Formamos un pueblo –de todas las esquinas del mundo- de paz. La justicia es para la paz. La sangre es para la vida. Y ésta en paz.La utopía cristiana es que después de Jesús no haya más víctimas de cualquier violencia, sino entrega al paz.

El Espíritu nos impulsa a alabar en cualquier circunstancia: ya sea agradable o no, según nos depara la vida o la copa.

Porque su voluntad de salvar, su amor, es el horizonte en el cual ubicamos los relativos buenos o malos momentos. En todo se manifiesta su gloria que es amor salvador.

1Corintios 11,23-26



REFLEXIÓN

Yo he recibido una tradición

Los que hemos recibido una tradición y la guardamos, si le encontramos sentido actual, no tenemos que avergonzarnos porque otros la ignoren o menosprecien.

Ya llegará, y eso hemos de buscar pacíficamente, el momento que encuentren su significación. Porque la verdad profunda llega suavemente, como la vida que aporta la sangre renovada a cada célula del cuerpo.

tomó pan y, pronunciando la acción de gracias

Jesús no organizó una guerra, sino su propio holocausto.

Jesús hizo una comida que se parece a la que las familias hacían por la pascua. La hizo en un ambiente de urgencia: amenaza de muerte, traición, dispersión de sus seguidores, ansiedad por el dolor de la tortura y la muerte en crucifixión.

Sin embargo esta copa rebosante de buenas y malas cosas es ofrecida en acción de gracias, como reconocimiento de Jesús al amor presente del Padre en todo, más allá de las apariencias.

haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía

Que la acción de gracias en Jesús sea nuestra estrategia de lucha por la justicia y la paz.

Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Nosotros a diferencia de nuestros hermanos judíos comeremos al Señor Jesús, nuestra Pascua.

Juan 13,1-15



REFLEXIÓN

hora de pasar de este mundo al Padre

La buena nueva de la Palabra en Juan se profundiza en el significado de la Pascua. Será a partir de Jesús de Nazareth un pasaje del mundo al Padre.

Jesús en su sacrificio con sangre pero pacífico, culmina la apertura al Dios desconocido. Un Padre-Madre amoroso que nos aguarda.

Es un momento para Jesús de mayor conciencia de su identidad y misión. Justo entonces actúa con el mayor abajamiento y amor de servicio.

los amó hasta el extremo

un servicio extremo: como esclavo los atendió, como víctima se ofreció. Lava sus pies, se deja comer.

Juan hace énfasis en el abajamiento como de esclavo que hace Jesús, en el contexto de la comida pascual.

se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido

"Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde."

Es la experiencia de Jesús que intenta transmitirle a Pedro: el conocimiento profundo viene luego, con un Espíritu del Padre. Debe madurar el momento y las circunstancias.

El carisma de Pedro es una fe peregrina que va comprendiendo lo que hizo el Señor.

No todos estáis limpios

Para qué podría lavarse los pies Judas, si ya no estaba limpio por su traición, planeada y ejecutada. La traición a la fraternidad no necesita ser excluida, sino que configura una autoexclusión.

Más bien los creyentes debemos estar atentos a nuestra fidelidad fraterna, para no engañarnos en la presunción de estar limpios.

si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis."

El memorial en los sinópticos se centra en Jesús comida, y en Juan se centra en Jesús servidor. Se trata de una equivalencia del ágape cristiano: el servicio a los otros es como la comida entre hermanos.

Comensalidad y servicio, compartir y mutua disponibilidad.

Signo que transparenta el amor mutuo, por el que nos reconocen como de Jesús.

Hacer nuestro servicio de ágape a la fraternidad, es la única señal que nos indica si de verdad estamos limpios.

Jesús es el cordero, en la nueva comida de conmemoración. El cordero inmolado es el que da gracias y nos pide que también la demos, proclamando su muerte hasta que vuelva.

Una muerte que nos lo convierte en comida y servicio, al unísono.

Esta es una dimensión muy profunda que le da brillo a lo cotidiano.

Trasciende hacia un mundo inesperado y gratuito.

Hace presente un designio de novedad y gozo.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1643940189515964418?s=20

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Éxodo 12,1-8.11-14

Celebración y realidad tan fundidas y mezcladas que son inseparables casi. Es el peso de los años usando el ritual de liberación para alabarla y agradecerla

Salmo responsorial: 115

La acción de gracias como sacrificio de libación

1Corintios 11,23-26

Se entrega una tradición con técnica ajustada a ese propósito, que implica autoridad en la entrega. Se trata de un memorial de la muerte de Jesús.

Juan 13,1-15

Se trata de una comida de despedida, no pascual propiamente. Existían comidas así en el contexto cultural.

Jesús lava los pies como un esclavo y a Pedro lo ubica, como ubico al Bautista, sobre el sentido de hacer algo aparentemente inferior, alguien tenido como superior. Una cosa es bañarse, radical, y otra lavarse, coyuntural.

Este ejemplo es para todo que se considere discípulo, y aun así no será superior al maestro. Cómo se podrá ser superior si el maestro se hace inferior.