martes, 7 de enero de 2025

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS




 Del Sermón en la santa Teofanía, atribuido a san Hipólito, presbítero
(Núms. 2. 6-8. 10: PG 10, 854. 858-859. 862)

 

EL AGUA Y EL ESPÍRITU 

Jesús acude a Juan y es bautizado por él. ¡Cosa admirable! El río infinito que alegra la ciudad de Dios es lavado con un poco de agua. La fuente inconmensurable e inextinguible, origen de vida para todos los hombres, es sumergida en unas aguas exiguas y pasajeras. 

Aquel que está presente siempre y en todo lugar, incomprensible para los ángeles e inaccesible a toda mirada humana, llega al bautismo por voluntad propia. Se le abrieron los cielos y se oyó una voz que venía del cielo que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias.»

El amado engendra amor, y la luz inmaterial una luz inaccesible. Éste es el que es tenido por hijo de José, y es mi Unigénito según la esencia divina.

Éste es mi Hijo amado: el que pasa hambre y alimenta a muchedumbres innumerables, el que se fatiga y rehace las fuerzas de los fatigados, el que no tiene dónde reclinar su cabeza y lo gobierna todo con su mano, el que sufre y remedia todos los sufrimientos, el que es abofeteado y da la libertad al mundo, el que es traspasado en su costado y arregla el costado de Adán.

Mas prestadme mucha atención, porque quiero recurrir a la fuente de la vida y contemplar la fuente de la que brota el remedio. 

El Padre de la inmortalidad envió al mundo a su Verbo e Hijo inmortal, el cual vino a los hombres para purificarlos por el agua y el Espíritu: y, queriendo hacerlos renacer a la incorrupción del alma y del cuerpo, inspiró en nosotros un hálito de vida y nos revistió de una armadura incorruptible.

Por tanto, si el hombre ha sido hecho inmortal será también divinizado, y, si es divinizado por el baño de regeneración del agua y del Espíritu Santo, tenemos por seguro que, después de la resurrección de entre los muertos, será coheredero de Cristo. 

Por esto proclamo a la manera de un heraldo: Acudid, pueblos todos, al bautismo que nos da la inmortalidad. En él se halla el agua unida al Espíritu, el agua que riega el paraíso, que da fertilidad a la tierra, crecimiento a las plantas, fecundidad a los seres vivientes; en resumen, el agua por la cual el hombre es regenerado y alcanza nueva vida, el agua con la cual Cristo fue bautizado, sobre la cual descendió el Espíritu Santo en forma de paloma. 

El que se sumerge con fe en este baño de regeneración renuncia al diablo y se adhiere a Cristo, niega al enemigo del género humano y profesa su fe en la divinidad de Cristo, se despoja de su condición de siervo y se reviste de la de hijo adoptivo, sale del bautismo resplandeciente como el sol, emitiendo rayos de justicia, y, lo que es más importante, vuelve de allí convertido en hijo de Dios y coheredero de Cristo. 

A él sea la gloria y el poder, junto con su Espíritu santísimo, bueno y dador de vida, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 6 de enero de 2025

PALABRA COMENTADA


 

Lunes después de Epifanía

1Juan 3,22-4,6



REFLEXIÓN

 

y hacemos lo que le agrada

Agradar a Dios: primer y segundo mandamientos en conexión mutua para desarrollo integral y conjunto.

Desde el primer Testamento se plantea que el segundo mandamiento es semejante al primero, pero es en el nuevo que se afirma que son uno y el mismo mandamiento.

No puede ser otra cosa en una economía de encarnación, en el que la divinidad no es un plano aparte, sino que convive íntimamente con el ser humano, en sus diferencias y en su entorno creatural.

Todo tiene como el rastro del paso de la Palabra creadora.

Cuando la conciencia ha tratado de buscar prolongadamente, en nuestra vida recorrida, el agrado del Señor, se puede decir, por esa voz de la conciencia, que es un respaldo por el cual guardamos la alianza, y así pedirle algo, no obstante que lo sabe, se hace con serenidad y confianza.

creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó

Creer en Jesùs es el equivalente del primer mandamiento: Amar al Señor con todo: mente y corazòn.

Pero Jesús manda amarlo en los demás, sobre todo en los más pobres, sin eufemismos.

La audacia de los cristianos, rechazada por otros no cristianos y aun cristianos de apariencia, es haber cifrado en Jesús el absoluto del creer, como se hace con Dios.

Así el primer mandamiento es: amarás al Señor Jesús con toda tu mente, corazón y ser. Y el segundo es semejante: y al hermano como Jesús lo ama.

El hermano es todo hombre y mujer, en particular los más vulnerables.

no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios

Más que nada cuando se busca hacer el bien: hacer el mejor bien, el mayor.

Porque somos generosos en nuestro entusiasmo de arranque, pero el Maligno se cuela en la siembra, disimulando buenos propósitos, sobretodo cuando intensamente buscamos al Señor.

De modo que la prudencia en el discernimiento nos viene de perlas, para no dejarnos empujar en todo lo que nos pasa por dentro.

Algo en lo que todas las generaciones cuando son jóvenes pueden incurrir: inflación de entusiasmo. Nos corresponde aportar discernimiento en todos los ámbitos: familia, escuela, trabajo, participación ciudadana.

todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en carne es de Dios

Porque la carne ahora es, en Jesucristo, el sacramento de Dios.

Si pudiéramos hablar de una primera herejía fundamental se diría que es ésta: rechazar, resistir, repudiar la carne del Jesús pre-existente.

La confesión no parece tener problema, porque es solo asunto de boca.

Pero no era así entre los antiguos: quien habla en lo que habla se compromete, y lo manifiesta en el todo de la vida corriente.

Confesar a Jesús como el absoluto en la temporalidad de la historia implica un compromiso persistente de trascendencia y adoración, allí donde él quiere ser encontrado.

Y nosotros, debemos reconcerlo, no siempre estamos dispuestos a adorarlo allí donde él desea ser encontrado, en particular los más vulnerables.

En esa resistencia se nutre el anticristo, como una reacción contra el reino, por acción u omisión.

el que está en vosotros es más que el que está en el mundo

El miedo al desafío puede entrar y provocarnos, pero no debe quedarse.

Salmo responsorial: 2




REFLEXIÓN

Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy

Dicho originalmente a David, rey de Israel y Judá, se cumple plenamente en Jesús de Nazareth, rey del Israel final.

servid al Señor con temor, / rendidle homenaje temblando

El temor del respeto a la seriedad del compromiso, no del miedo que acobarda.

Mateo 4,12-17.23-25




REFLEXIÓN

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló."

Dejamos la atmósfera de la infancia, recreada como un vestíbulo introductorio a la significancia mostrada por Jesús en su itinerario.

Ahora nos adentramos en el encuentro que se nos propone del Jesús misionero, que proclama el reino.

El cual se inicia casualmente con una acción de repliegue por parte de Jesús, que evita la suerte que le cayó a Juan Bautista.

Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí

"Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos."

Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo

le seguían multitudes

Presta un servicio de palabra y sanación integral, un servicio a la carne que es ahora su morada y que debe ser restaurada en su dignidad original.

En su decir, en su accionar Jesús es el reino.

Sus discípulos caminando con él aprendieron a experimentarlo. Fueron construyendo una fraternidad solidaria.

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Lunes después de Epifanía

1Juan 3,22-4,6

Salmo responsorial: 2

Mateo 4,12-17.23-25