viernes, 4 de julio de 2025

DOCTORES DE LA IGLESIA


 


Viernes, XIII
San Agustín Sobre la predestinación de los elegidos 15, 30-31

El más esclarecido ejemplar de la predestinación y de la gracia es el mismo Salvador del mundo, el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús; porque para llegar a serlo, ¿con qué méritos anteriores, ya de obras, ya de fe, pudo contar la naturaleza humana que en él reside? Yo ruego que se me responda a lo siguiente: aquella naturaleza humana que en unidad de persona fue asumida por el Verbo, coeterno del Padre, ¿cómo mereció llegar a ser Hijo unigénito de Dios? ¿Precedió algún mérito a esta unión? ¿Qué obró, qué creyó o qué exigió previamente para llegar a tan inefable y soberana dignidad? ¿No fue acaso por la virtud y asunción del mismo Verbo, por lo aquella humanidad, en cuanto empezó a existir, empezó a ser Hijo único de Dios? Manifiéstese, pues, ya a nosotros en el que es nuestra Cabeza, la fuente misma de la gracia, la cual se derrama por todos sus miembros según la medida de cada uno. Tal es la gracia, por la cual se hace cristiano el hombre desde el momento en que comienza a creer; la misma por cual aquel Hombre, unido al Verbo desde el primer momento de su existencia, fue hecho Jesucristo; del mismo Espíritu Santo, de quien Cristo fue nacido, es ahora el hombre renacido; por el mismo Espíritu Santo, por quien verificó que la naturaleza humana de Cristo estuviera exenta de todo pecado, se nos concede a nosotros ahora la remisión de los pecados. Sin duda, Dios tuvo presciencia de que realizaría todas estas cosas. Porque en esto consiste la predestinación de los santos, que tan soberanamente resplandece en el Santo de los santos. ¿Quién podría negarla de cuantos entienden rectamente las palabras de la verdad Pues el mismo Señor de la gloria, en cuanto que el Hijo de Dios se hizo hombre, sabemos que fue también predestinado.

Fue, por tanto, predestinado Jesús, para que, al llegar a ser hijo de David según la carne, fuese también, al mismo tiempo, Hijo de Dios según el Espíritu de santidad; pues nació del Espíritu Santo y de María Virgen. Tal fue aquella singular elevación del hombre, realizada de manera inefable por el Verbo divino, para que Jesucristo fuese llamado a la vez, verdadera y propiamente, Hijo de Dios e hijo del hombre; hijo del hombre, por la naturaleza humana asumida, e Hijo de Dios, porque el Verbo unigénito la asumió en sí; de otro modo no se creería en una trinidad, sino en una cuaternidad de personas.
Así fue predestinada aquella humana naturaleza a tan grandiosa, excelsa y sublime dignidad, más arriba de la cual no podría ya darse otra elevación mayor; de la misma manera que la divinidad no pudo descender ni humillarse más por nosotros, que tomando nuestra naturaleza con todas sus debilidades hasta la muerte de cruz. Por tanto, así como ha sido predestinado ese hombre singular para ser nuestra Cabeza, así también una gran muchedumbre hemos sido predestinados para ser sus miembros. Enmudezcan, pues, aquí las deudas contraídas por la humana naturaleza, pues ya perecieron en Adán, y reine por siempre esta gracia de Dios, que ya reina por medio de Jesucristo, Señor nuestro, único Hijo de Dios y Único Señor. Y así, si no es posible encontrar en nuestra Cabeza mérito alguno que preceda a su singular generación, tampoco en nosotros, sus miembros, podrá encontrarse merecimiento alguno que preceda a tan multiplicada regeneración
.

Una gran muchedumbre hemos sido predestinados para ser sus miembros. Todos aquellos que ya lo son, o han sido, sin que se pueda decir que esa predestinación gratuita sea una garantía de nada en definitiva, sin la colaboración de la buena voluntad de nosotros. Así es la gracia que actúa con predestinación, para incluir no para recluir o dañar.

jueves, 3 de julio de 2025

PALABRA COMENTADA


Santo Tomás apóstol

Efesios 2,19-22


REFLEXIÓN

sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios

Parece que siempre habrá en esta vida terrenal algún lugar del cual seamos excluídos:nación, región, asociación, grupo, familia, amistad.

Sin embargo la buena nueva del Reino conlleva una pertenencia universal sin exclusiones- y si la intuición moderna de que no existen condenados en el infierno es cierta- ni los excomulgados estarán fuera de la familia de Dios definitivamente.

Es el espacio siempre abierto a la membresía gratuita y de calidad, al contrario de las políticas de mercado que sólo te conceden membresía si obtienen alguna ventaja económica.

Al contrario también de las políticas alternativas contra-mercado que al ponerse en ejecución terminan consolidando otra elites y fabricando nuevos excluídos.

el mismo Cristo Jesús es la piedra angular

Jesús de Nazareth en carne, en historia, en misión practicó la no acepción de personas. Un individuo anti-apartheid viviente. Luego tal es el fundamento de la nueva familia.De la nueva fraternidad.

Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

En un proceso de diferente ritmo y velocidad, en la medida de nuestra libertad. 

Un sentido procesual que nos consuela, porque todavía es posible, aún es tiempo, permanece la oportunidad de integrarnos.

Salmo responsorial: 116



REFLEXIÓN

aclamadlo todos los pueblos

Porque no hay quien esté excluído excepto el que se autoexcluya. Éste cuenta con toda su existencia para que lo piense y decida. 

Así puede pensarse que en la familia abierta del Señor fundadamentada en Jesús, hay autoexcluídos que por propia voluntad ingresan en un infierno.

Para siempre?

Juan 20,24-29



REFLEXIÓN

"Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."

"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."

Podemos nombrar a Tomás patrono de los auto-excluídos. Hasta un evangelio gnóstico, de mucha utilidad para conocer aspectos complementarios de los canónicos lleva su nombre.

Quizá el mensaje con este apóstol, convencido por amor y paciencia después de los demás, sobre la resurrección, sea precisamente el del amor y la paciencia, para que los auto-excluídos se abran a una realidad más salvadora para ellas que su actual encerramiento.

Nos viene bien en el cuerpo de creyentes un Tomás incrédulo, mal pensado, suscrito a la teoría y práctica permanente de la conspiración, abogado del diablo, cínico burlador de las verdades de otros, epítome de la amargura, el desengaño y la decepción.

Así este carisma inquietante y transgresor nos ayudará a cribar nuestra fe, a fundamentarnos más sólidamente, a acrisolar nuestra esperanza por medio de la Palabra.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1675832133913391104?s=20

https://x.com/motivaciondehoy 03072025

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Santo Tomás apóstol

Efesios 2,19-22

Dios en Jesús ha formado una comunidad inclusiva que el gobierna como un padre de familia. Se incluye toda forma de división, exclusión y discriminación que afectan mujeres, empobrecidos, indocumentados y marginalizados.

Salmo responsorial: 116

Todas las naciones, todos los pueblos pueden alabar y esperar misericordia. Toda mediación hacia este objetivo es permitida.

Juan 20,24-29

Tomás, desde un claro escepticismo materialista se transforma en un claro confesor de la divinidad de Jesús. Una transformación propia del Espíritu Santo del Glorificado, comparable a la de Pablo, a la de Pedro, y en la historia de las mediaciones, a tódo aquel que nos ha dado testimonio de incredulidad y a la vez de confesión de fe, dando pie a la aclamación de la Gloria de Dios en medio de la asamblea de creyentes.