sábado, 13 de diciembre de 2025

PALABRA COMENTADA


 Sábado 2 de Adviento

Eclesiástico 48,1-4.9-11



REFLEXIÓN

Está escrito que te reservan para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con hijos, para restablecer las tribus de Israel

En la Palabra se dan ecos de cosas que se dijeron y se siguen diciendo desde la antigüedad del Oriente.

Cosas como la desaparición en vida de patriarcas, tales como Enoch y Elías. Que en otras culturas llevan otros nombres, y reflejan también creencias tradicionales pero sin evidencias (cfr. http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Voltaire/Elias-Enoch-Diccionario-Filosofico.htm).

En el primer testamento Elías se configuró en el libro de los Reyes como una figura profética en el más puro estilo de Israel, sin los detalles de brujo adivino que se habían importado de otras culturas cananeas.

Su personalidad se perfila recia, peleadora contra baales o divinidades cananeas, con una fe a toda prueba en Yavé, Dios de Israel.

Su mensaje para el momento de su aparición en momentos de crisis de la monarquía, que traicionaba la tradición israelita de servicio a la justicia, fue el de exhortar a la definición de la fe en Yavé, y dejar de oscilar cómodamente entre baal y Yavé.

En el mensaje de los ejercicios ignacianos se escucha una exhortación parecida cuando nos lleva a confrontar nuestra convicción a través de los binarios o tipos de personas que dicen buscar la voluntad de Dios. El segundo binario es el ejemplo típico de las personas que buscan a Dios y al Diablo, haciendo componendas y falseando al Señor.

La vuelta de Elías tan esperada en tiempos de Jesús es asumida por los cristianos en Jesús de Nazareth, para ya no esperar por nadie más ante quien definir la fe radical en el reino del Padre.

cuyas palabras eran horno encendido

Hay palabras y Palabra de denuncia. Unas son huecas y sólo producen ruido pero poca conciencia. Las otras se comunican por mensajeros varios y afectan los núcleos de decisión humanos, para construir o para endurecerse.

La que afecta en sus mensajeros es íntegra y se propone como un estilo de vida a seguir. Pide conversión, cambio.

Elías por las huellas que dejó en los diferentes textos y tradiciones caló en la conciencia de las generaciones como alguien de palabra potente, que merecía re-editarse siempre. Y en cada generación se esperaba su re-aparición, como la palabra que daría el norte.

Esta palabra legendaria convergió en Jesús de Nazaret que lo re-editó y lo superó, según la fe primitiva de las comunidades del camino.

Hay quienes tienen este don: hablar e inquietar y hacer pensar para cambiar.

No suelen caer simpáticos, más bien pesan y se les toma como disco rayado.

Pero sin su voz, muchos clamores dejarían de vibrar, y menos cambios se harían para hacer algo de justicia.

¡Qué terrible eras, Elías!;

Sin embargo, también saltan las diferencias porque el ministerio de Jesús no se manifiesta en los evangelios ni tan agreste, ni tan hirsuto.

Hay más bien cierta armonía y flexibilidad, y la compasión brilla por encima del castigo.

Jesús de quien se dijo que podía ser Elías de nuevo, aun con ese don profético de decir verdades que podían posibilitar el cambio, no dejó de lado la misericordia, y que se explicitara, más aún, el perdón para quien reconociera su pecado.

Un torbellino te arrebató a la altura; tropeles de fuego, hacia el cielo

Y Elías además se nos presenta como un paradigma del arrebato a los cielos sin gustar la muerte.

En esta forma acerca como antecedente el imaginario a la resurrección proclamada de Jesús de Nazaret.

Se podría decir que la asunción de Elías es un concepto básico previo de la justificación

de un justo, que se aplicará luego a Jesús y María.

Se dice por tanto de los líderes de las religiones abrahámicas: Moisés, Elías, Jesús María y Mahoma.

Alzados al cielo, llevados enteros, como prenda de que históricamente no fue en vano, sino que sus obras edificaron una mansión eterna.

Salmo responsorial: 79



REFLEXIÓN

ven a visitar tu viña, / la cepa que tu diestra plantó, / y que tú hiciste vigorosa

Celebra el Israel bíblico, con alabanza y gozo, la iniciativa del Señor y su acompañamiento en el desarrollo de su realidad, no obstante que la cosecha que se va manifestando no sea la más copiosa y deba reconocer sus desvíos.

Que tu mano proteja a tu escogido, / al hombre que tú fortaleciste.

Somos los bautizados unos ungidos, configurados en el arquetipo que es Jesús.

Somos nosotros los que deambulamos necesitados de protección en nuestra convicción de fe.

Mateo 17,10-13



REFLEXIÓN

Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos

La venida de un momento cumbre en la historia propia o de la humanidad puede ser tan inadvertida que pase de largo sin darnos cuenta.

Y lo peor que nos demos cuenta pero no sepamos prepararnos para ese momento adecuadamente.

Como aquellos que festinan con una acontecimiento natural o del calendario y especulan sobre el fin del mundo conocido, pero ni así se preparan en conversión, sino más bien se preparan en especulación vana.

Si de verdad vamos a dar cabida en nuestra existencia a la posibilidad de un final, que sea en actitud de fe, la cual lleva a un cambio de vida.

Elías como pre-realidad, concepto básico, paradigma precedente, también señala el fin trágico de Jesús, y sus seguidores.

Porque no se les reconoce. Y no reconocer la realidad que se nos presenta es una distorsión del conocimiento, que se opera por la sujección a otras prioridades más alienantes y corruptivas.

La realidad más allá de las apariencias y el propio interés no se puede reconocer sin una clave, un Principio y fundamento que opere como eje conductor de toda la existencia.

Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos

Lo que Elías hacía en su momento, llegó de nuevo con Juan el Bautista, y llegó con el Hijo del hombre, y con todo hombre que hace presente ese Espíritu en la tierra, y es perseguido por su mensaje.

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 Sábado 2 de Adviento

Eclesiástico 48,1-4.9-11

Elías que vuelve a aparecer es lo más cercano a una reencarnación en el espacio cultural de la biblia. Se trata de alguien que alude a una semejanza e identidad de misión. Se proyectará sobre varios en la historia para seguir el llamado a la conversión sincera y no el juega vivo de ir a uno u otro dios que más convenga.

Salmo responsorial: 79

Todaa abanza está al servicio de la memoria del Señor Misericordioso que hace justicia perdonando

Mateo 17,10-13

La comunidad mateana entiende a posteriori que el mentado Elías no es Jesús precisamente sino Juan B, su precursor. Se afina algo más la identidad de Jesús, incluso siendo un gran honor y gloria ser identificado con el prototipo de profeta que es Elías y a pesar de ser uno de los pocos de quienes no se conoce tumba. Pero es que Jesús, para sus creyentes es más como alguien misericordioso y no solamente asolador en nombre de la justicia de Dios.

DOCTOR DE LA IGLESIA


 




 Del Libro de san Ambrosio, obispo, Sobre la virginidad
(Cap.12, 68. 74-75; 13, 77-78: PL 16 [edición 1845], 281. 283. 285-286)

ILUMINAS LA GRACIA DE TU CUERPO CON EL ESPLENDOR DE TU ESPÍRITU

Tú, que has salido de entre el pueblo, de entre la multitud, eres ciertamente una de las vírgenes que iluminas la gracia de tu cuerpo con el esplendor de tu espíritu (por eso, con toda razón, eres comparada a la Iglesia); así pues, en las noches, cuando estés en tu habitación, piensa siempre en Cristo y espera continuamente su llegada.

Así te desea Cristo, por eso te ha elegido. El entra cuando se le deja la puerta abierta; él, que ha prometido entrar, no puede faltar a su promesa. Abraza entonces al que has buscado, acércate a él y quedarás radiante; deténlo, pídele que no se vaya luego, suplícale que no se marche. Pues la Palabra de Dios suele pasar de prisa: si siente algún desdén, no se entrega; si no se le hace caso, se retira. Atiende con interés a lo que te diga, sigue con insistencia las huellas de sus palabras; pues suele retirarse pronto.

¿Qué dice la esposa del Cantar de los cantares? Lo busqué y no lo encontré, lo llamé y no respondió. Si se ha marchado muy pronto de ti aquel a quien llamaste, a quien suplicaste, a quien abriste tu puerta, no por ello pienses que le has desagradado, pues a veces quiere ponernos a prueba. ¿Qué fue lo que dijo, en el Evangelio, a las turbas que le rogaban que no se fuese? Es necesario que yo vaya a anunciar la palabra de Dios también a otras ciudades, porque ésa es mi misión. Así pues, si pareciere apartarse de ti, sal fuera y búscalo de nuevo por todas partes.

¿Quién más, si no es la santa Iglesia, puede enseñarte cómo retener a Cristo? Y ya te lo ha enseñado, si entiendes lo que lees: Apenas los pasé, encontré al amor de mi alma; lo abracé y ya no lo soltaré.

Y ¿cuál es la manera de retener a Cristo? No por la fuerza, no con los nudos de una soga, sino con ataduras de amor, con correas espirituales, con el afecto del alma es como se le retiene.

Si quieres tener a Cristo contigo, búscalo sin temor al sufrimiento; muchas veces, donde mejor se lo encuentra es en medio de los suplicios del cuerpo, entre las mismas manos de los perseguidores.

Apenas los pasé, hemos citado antes. Pasado un breve espacio de tiempo después que hayas escapado a los perseguidores, sin sucumbir a los poderes del mundo, Cristo te saldrá al encuentro y no permitirá que seas ya probada por mucho tiempo.

La que de este modo busca a Cristo, la que lo encuentra, puede exclamar: Lo abracé y ya no lo soltaré, hasta entrarlo en la casa de mi madre, en la alcoba de la que me llevó en sus entrañas. Esta casa y alcoba de tu madre no significa otra cosa que la parte más íntima de tu ser. Conserva bien esa casa, limpia bien sus rincones más escondidos, para que así, limpia de toda mancha, se levante como una casa espiritual, hasta formar un sacerdocio santo, consolidada por la piedra angular, y que el Espíritu Santo habite en ella.

La que de este modo busca a Cristo, la que le ruega, no queda abandonada por él; al contrario, él vuelve con frecuencia a visitarla, pues está con nosotros hasta el fin del mundo.

viernes, 12 de diciembre de 2025

PALABRA COMENTADA



 



Nuestra Señora de Guadalupe

Zacarías 2,14-17




REFLEXIÓN

vengo a habitar en ti -oráculo del Señor

Como oráculo de la divinidad puede confundirse, en este tiempo de relatividad religiosa, con cualquier sitio de oráculos, donde se acudía para tener contacto con el destino, que siempre se muestra incierto.

Pero en este caso la Palabra avisa que viene a nosotros, como nosotros. Ya no hay que buscarlo más fuera de nosotros, porque en nosotros está, el más amigable de los dioses que conozcamos.

La Palabra nos trae un texto que separa las biblias protestantes o reformadas de las católicas.

Aquellas porque buscan mayor fidelidad a las fuentes originales, lo que también argumentan las católicas.

Sin embargo las ideas de este texto y sus imágenes no son exclusivas, sino que resuenan en otros textos proféticos como Sofonías o Isaías. Así que tampoco se trata de inventar algo.

El Señor promete morar, convivir, inhabitar. Es la antigua aspiración humana: llegar a ser Dios o de Dios. Identidad y pertenencia con lo máximo.

Pero el texto nos enfatiza que no es nuestro anhelo o proyección el que hace la convivencia divina, sino Dios que viene a nosotros.

Porque la Palabra está dirigida a Sión, ciudad de David, Jerusalén, ciudad de Paz. Pero los católicos la trasladaron desde temprano a María, la madre de Jesús, y también a nosotros, el pueblo del Señor.

sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti

Saber algo o saber de algo indica sabiduría. Se trata de algo vivencial. De un sexto sentido, que resuena y vibra con el paso del Señor.

Es así como debe proceder nuestra fe. Como un sonar ante la presencia del objeto configurado. Por el bautismo hemos sido configurados a la fe en el Padre y debiéramos vibrar con su presencia.

Salmo responsorial 95

Cantad

Proclamad

Aclamad

Decid



REFLEXIÓN

Sabiduría de la fe como proceso que celebra, afirma, da gloria y comunica su vivencia de la Palabra.

Es precisamente lo que la comunidad creyente celebra y festeja de María, la madre del Señor: que es un modelo de fe.

él gobierna a los pueblos rectamente

El Señor de nuestra fe gobierna rectamente por estar en medio de su pueblo, y escuchar lo que dice.

Lucas 1,39-45




REFLEXIÓN

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña

Para María la experiencia del Señor encarnado en ella deviene servicio, sensibilidad y cuido.

Una mostración inmediata del efecto de la Palabra, que interviene en la historia para transformarla en una mejor calidad.

Le vino bien a María ocultarse un poco donde su prima, porque estaba encinta y no se había casado. Corría peligro en su aldea de origen, si se llegaba a saber.

Pero también deseamos reconocer en su gesto la solidaridad que lleva a prestar servicio a quien lo puede necesitar, más allá de las propias e inciertas circunstancias.

Una consecuencia de su fe y una consecuencia de su misión, que ya germina en su seno.

Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá

María que aprendió en el Espíritu a creer, será la maestra que enseñe a Jesús, también a creer y reconocer la fe, que le permite sanar.Y a encontrar en las consecuencias y receptividad de la fe en otros, una confirmación de esa fe. Como nos enseña Ignacio en los Ejercicios Espirituales.

 

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Nuestra Señora de Guadalupe

Zacarías 2,14-17

La repercusión de este cambio es global: todos los pueblos llamados e invitados al nuevo paradigma de conversión y servicio.

Salmo responsorial 95

Con los modelos que se nos ofrece en el evangelio la alabanza de esta Salvación brota del corazón, como engrandecimiento del Dios de la historia

Lucas 1,39-45

María se presenta donde su pariente Isabel, para compartir su don, y convivir la alegría de la salvación por el Espíritu Santo. Así modela en compartir y en solidaridad la comunidad eclesial que irá tras las huellas de su hijo. Compartir que se ve en Pedro al comienzo de la comunidad cuando anuncia al justo que pasó haciendo el bien, y el Espíritu usó de sus palabras para traspasar los corazones y provocar la conversión. Juan hijo de Isabel se alegra con el Espíritu de Jesús aún en el seno de María, y modela la conversión de los que integren la comunidad eclesial.El canto de María a continuación resume la grandiosidad del momento como historia de Salvación, cambiio definitivo de paradigma en la comunión con Dios y los seres humanos y éstos entre sí.

SAN CARLO Y MARÍA LA MADRE DE JESÚS



 


A San Carlo

Tú le has dado a María
como Madre muy amada,
y has hecho que con el Rosario
se convirtiese en un cantor de su ternura






Del Mensaje del papa Pablo sexto al pueblo mexicano
(L 'Osservatore Romano, 18 de octubre de 1970)

EL MEJOR HOMENAJE A MARÍA: AMAR A DIOS Y AL PRÓJIMO

Amadísimos hijos, deseamos unir nuestra voz a ese himno filial que el pueblo mexicano eleva hoy a la Madre de Dios. La devoción a la Virgen Santísima de Guadalupe debe ser para todos vosotros una constante y particular exigencia de auténtica renovación cristiana. La corona que ella espera de todos vosotros no es tanto una corona material, sino una preciosa corona espiritual, formada por un profundo amor a Cristo y por un sincero amor a todos los hombres: los dos mandamientos que resumen el mensaje evangélico. La misma Virgen Santísima, con su ejemplo, nos guía en estos dos caminos.

En primer lugar, nos pide que hagamos de Cristo el centro y la cumbre de toda nuestra vida cristiana. Ella misma se oculta, con suprema humildad, para que la figura de su Hijo aparezca a los hombres con todo su incomparable fulgor. Por eso, la misma devoción mariana alcanza su plenitud y su expresión más exacta cuando es un camino hacia el Señor y dirige todo el amor hacia él, como ella supo hacerlo, al entrelazar en un mismo impulso la ternura de madre y la piedad de creatura.

Pero además, y precisamente porque amaba tan entrañablemente a Cristo, nuestra Madre cumplió cabalmente ese segundo mandamiento que debe ser la norma de todas las relaciones humanas: el amor al prójimo. ¡Qué bella y delicada intervención de María en las bodas de Caná, cuando mueve a su Hijo a realizar el primer milagro de convertir el agua en vino, sólo para ayudar a aquellos jóvenes esposos! Es todo un signo del constante amor de la Virgen Santísima por la humanidad necesitada y debe ser un ejemplo para todos los que quieren considerarse verdaderamente hijos suyos.

Un cristiano no puede menos que demostrar su solidaridad para solucionar la situación de aquellos a quienes aún no ha llegado el pan de la cultura o la oportunidad de un trabajo honorable y justamente remunerado; no puede quedar insensible mientras las nuevas generaciones no encuentren el cauce para hacer realidad sus legítimas aspiraciones, y mientras una parte de la humanidad siga estando marginada a las ventajas de la civilización y del progresoPor ese motivo, en esta fiesta tan señalada os exhortamos de corazón a dar a vuestra vida cristiana un marcado sentido social —como pide el Concilio—, que os haga estar siempre en primera línea en todos los esfuerzos para el progreso y en todas las iniciativas para mejorar la situación de los que sufren necesidad. Ved en cada hombre un hermano, y en cada hermano, a Cristo, de manera que el amor a Dios y el amor al prójimo se unan en un mismo amor, vivo y operante, que es lo único que puede redimir las miserias del mundo, renovándolo en su raíz más honda: el corazón del hombre.

El que tiene mucho que sea consciente de su obligación de servir y de contribuir con generosidad para el bien de todos. El que tiene poco o no tiene nada que, mediante la ayuda de una sociedad justa, se esfuerce en superarse y en elevarse a sí mismo y aun en cooperar al progreso de los que sufren su misma situación. Y, todos, sentid el deber de uniros fraternalmente para ayudar a forjar ese mundo nuevo que anhela la humanidad.

Esto es lo que hoy os pide la Virgen de Guadalupe, ésta la fidelidad al Evangelio, de la que ella supo ser el ejemplo eminente.

Sobre vosotros, muy queridos hijos, imploramos confiado la maternal benevolencia de la Madre de Dios y Madre de la Iglesia, para que siga protegiendo a vuestra nación y la dirija e impulse cada vez más por los caminos del progreso, del amor fraterno y de la pacífica convivencia.

jueves, 11 de diciembre de 2025

PALABRA COMENTADA


 Jueves 2 de Adviento

Isaías 41,13-20




REFLEXIÓN

Para que vean(yir) y conozcan(yade), reflexionen(yasi) y aprendan(yask) de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado

La voz de la Palabra anuncia días mejores, con detalles de abundancia copiosa, que mostrarán un cambio histórico favorable.

Pero se les dará a los que nada tienen, pobres e indigentes, los que ni agua tenían.

La intención es que se de una transformación,  para que se logre una comprensión plena sobre quién es el causante, el autor, el redentor: el mismo Señor.

Otro llamado para nuestra fe en su proceso de mirar sin ver, escuchar sin oir, el paso del Señor por nuestra historia personal y comunitaria.

La tranformación reviste la mayoría de los casos del perfil propio del crecimiento humano: casi imperceptible, acumulativo.

Como la maduración del niño en adolescente y en adulto joven. Se dan señales, para quien esté atento, de un crecimiento. Pero no son estruendosas, más bien silenciosas, dejando huellas para los espíritus creyentes avispados.

Salmo responsorial: 144





REFLEXIÓN

es cariñoso con todas sus criaturas

La naturaleza nos enseña cómo es creación, al mostrar el cuido que tienen las criaturas con las criaturas, aun por encima de las desviaciones. Porque aun la naturaleza muestra errores.

Es una llamado a proceder con una actitud similar de cuido.

Hay por tanto también una ecología de inspiración en la Palabra, en la medida que por fe se reconozca que es un jardín y nuestro servicio cuidarlo.

Mateo 11,11-15



REFLEXIÓN

Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo

Que tipo de violencia es aquél que quiere arrebatar el reino? No se trata de uno que parece destruirlo en un primer momento. Hasta podría confundirse con un movimiento a favor de establecer y promover el reino.

Como en el ansia igualitaria humana, donde se ha colado el mal espíritu que inspira revanchismo, allí donde alentaba la solidaridad. Todo por el poder.

Se trata de la violencia que puede pasar por propia y aceptable a favor del reino.

Como muchas ideologías y propuestas en el pasado y en la actualidad, se visten de reino para posteriormente desvirtuarlo.

Por eso nos hace falta un carisma de autoridad, que modere las iniciativas y las valide como favorables al verdadero reino, aunque no sea popular.

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 Jueves 2 de Adviento

Isaías 41,13-20

El exceso de amor sobre el pequeño es la nota caracteristica del Señor

Salmo responsorial: 144

La bondad del Señor, digna de toda alabanza, está lejos de la violencia. Más bien es la bondad que se prodig en todas las criaturas

Mateo 11,11-15

Juan Bautista es el más grande nacido de mujer, por carne y sangre. En el reino de los Cielos el pequeño es el más grande, por obra de lagratuidad y la fe.

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS



 

De los sermones de san Pedro Crisólogo, obispo

(Sermón 147: PL 52, 594-595)

 

EL AMOR ANHELA VER A DIOS

 

Al ver el mundo oprimido por el temor, Dios procura continuamente llamarlo con amor; lo invita con su gracia, lo atrae con su caridad, lo abraza con su afecto.

 

Por eso lava con las aguas del diluvio a la tierra que se había pervertido y constituye a Noé padre de la nueva generación, le brinda su amistad, le habla amablemente, le indica lo que debe hacer y lo consuela, prometiéndole su favor para el futuro. Deja luego de darle órdenes y, tomando parte él mismo en la labor, ayuda a encerrar en el arca a aquella descendencia que había de perdurar por todos los tiempos, para que este amor, que se manifestaba en la participación de aquel trabajo, borrara todo temor, que es propio de la servidumbre, y para que así esta comunidad de amor conservara lo que había sido salvado por la comunidad de labor.

 

Por eso llama también luego a Abraham de entre los paganos, engrandece su nombre, lo hace padre de la fe, lo acompaña en el camino, lo cuida durante su permanencia en un país extranjero, lo enriquece con toda clase de bienes, lo honra con triunfos, lo regala con promesas, lo libra de las injurias, lo consuela haciéndose su huésped y, contra toda esperanza, le concede milagrosamente un hijo; para que, colmado con tantos beneficios y atraído con tantas pruebas de la caridad divina, aprenda a amar a Dios y no a temerlo, a rendirle culto por amor y no dominado por el terror.

 

Por eso consuela en sueños a Jacob durante su huida, y a su regreso lo incita a luchar y a trabarse con él en singular combate; para que terminara amando, no temiendo, al autor de ese combate.

 

Por eso llama a Moisés, revelándose como el Dios de sus antepasados, le habla con amor de padre y lo apremia a que libere a su pueblo de la opresión de Egipto.

 

Ahora bien, por todo lo que acabamos de evocar -que manifiesta cómo la llama de la divina caridad encendió los corazones de los hombres y cómo Dios derramó en sus sentidos la abundancia de su amor-, los hombres, que estaban privados de la visión de Dios a causa del pecado, comenzaron a desear ver su rostro.

 

Pero la mirada del hombre, tan limitada, ¿cómo podría abarcar a Dios, a quien el mundo no puede contener? La fuerza del amor no mide las posibilidades, ignora las fronteras. El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones. El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se intimida ante ninguna dificultad.

 

Si el amor no alcanza el objeto de sus deseos, llega hasta a ocasionar la muerte del amante; va, por lo tanto, hacia donde es impulsado, no hacia donde parece lógico que deba de ir. El amor engendra el deseo, se enardece cada vez más y tiende con mayor vehemencia hacia lo que no consigue alcanzar. Y ¿qué más diré?

 

El amor no descansa mientras no ve lo que ama; por eso los santos estimaban en poco cualquier recompensa, mientras no viesen a Dios.

 

Por eso el amor que ansía ver a Dios se ve impulsado, por encima de todo discernimiento, por el deseo ardiente de encontrarse con él.

 

Por eso Moisés se atrevió a decir: Si he obtenido tu favor, muéstrate a mí.

 

Por eso también se dice en otro lugar: Déjame ver tu figura. Y hasta los mismos paganos en medio de sus errores se fabricaron ídolos para poder ver con sus propios ojos el objeto de su culto.