viernes, 2 de agosto de 2024

SAN CARLO DE ASIS



 

Balduino de Cantorbery, Tratado 6

(PL 204, 466-467)

El Señor discierne los pensamientos y sentimientos del corazón

El Señor conoce, sin duda alguna, todos los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón; en cuanto a nosotros, sólo podemos discernirlos en la medida en que el Señor nos lo concede. En efecto, el espíritu que está dentro del hombre no conoce todo lo que hay en el hombre, y en cuanto a sus pensamientos, voluntarios o no, no siempre juzga rectamente. Y aunque los tiene ante los ojos de su mente, tiene la vista interior demasiado nublada para poder discernirlos con precisión.

Sucede, en efecto, muchas veces, que nuestro propio criterio, u otra persona, o el tentador nos hacen ver como bueno lo que Dios no juzga como tal. Hay algunas cosas que tienen una falsa apariencia de virtud, o también de vicio, que engañan a los ojos del corazón y vienen a ser como una impostura que embota la agudeza de la mente, hasta hacerle ver lo malo como bueno y viceversa; ello forma parte de nuestra miseria e ignorancia, muy lamentable y muy temible.

Está escrito: Hay caminos que parecen derechos, pero van a parar a la muerte. Para evitar este peligro, nos advierte san Juan: Examinad si los espíritus vienen de Dios. Pero, ¿quién será capaz de examinar si los espíritus vienen de Dios, si Dios no le da el discernimiento de espíritus, con el que pueda examinar con agudeza y rectitud sus pensamientos, afectos e intenciones? Este discernimiento es la madre de todas las virtudes, y a todos es necesario, ya sea para la dirección espiritual de los demás, ya sea para corregir y ordenar la propia vida.

La decisión en el obrar es recta cuando se rige por el beneplácito divino, la intención es buena cuando tiende a Dios sin doblez. De este modo, todo el cuerpo de nuestra vida y de cada una de nuestras acciones será luminoso, si nuestro ojo está sano. Y el ojo sano es ojo y está sano cuando ve con claridad lo que hay que hacer y cuando, con recta intención, hace con sencillez lo que no hay que hacer con doblez. La recta decisión es incompatible con el error; la buena intención excluye la ficción. En esto consiste el verdadero discernimiento: en la unión de la recta decisión y de la buena intención.

Todo, por consiguiente, debemos hacerlo guiados por la luz del discernimiento, pensando que obramos en Dios ante su presencia.

jueves, 1 de agosto de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 17 de tiempo ordinario

Jeremías 18, 1-6



REFLEXIÓN

le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero

como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel

Acción profética se le dice al mensaje que es dramatizado en la realidad de las cosas.

Así la creación toda es también una Palabra profética del Señor, que nos revela su misterio y designio sobre nosotros.

Jeremías como profeta, da testimonio con su vida, sufrimiento y persecución, del dolor que significa para el Señor, la prevaricación de su pueblo. 

Por eso fue el primer designado con el título de Siervo de Yavé, que más adelante se le dará también a Jesús por los cristianos de las primeras generaciones.

El Señor toma nuestra carne herida y la transforma en su gloria, en un proceso que duele pero no quita la paz. 

Dejarnos llevar, dejar hacer al Espíritu su transformación en nosotros, aun en frecuentes rupturas de nuestras vasijas de barro, es el efecto de escuchar la Palabra.

Salmo responsorial: 145



REFLEXIÓN

seres de polvo que no pueden salvar; / exhalan el espíritu y vuelven al polvo

Solo debemos dejarnos del Señor, Espíritu que puede salvar y alejarnos de la dependencia de los seres de polvo que no pueden salvar.

Cuando en la tradición de la Iglesia, la comunidad, a través de los siglos, ha madurado la fe en Jesús de Nazareth como hijo unigénito del Padre, y  confesó su cualidad divina, más que categorías culturales griegas, expuso una iluminación vital para la existencia humana: creer que alguien de carne y hueso era portador de una salvación definitiva y radical para la angustia humana.

Más que Jesús que sana, es Jesús Vida Nueva a quien confesamos, desde lo profundo de nuestra fe.

Mateo 13, 47-53



REFLEXIÓN

¿Entendéis bien todo esto?"

Se entiende que está en juego un juicio para una vida nueva? O todavía estamos perdidos sobre el sentido trascendente del reino?

La diferencia entre ser llamado y ser seleccionado, entre red que se llena al comenzar la pesca y la selección que se realiza entre buenos y los otros, al final.

No nos podemos gloriar sólo por ser llamados y haber escuchado su voz, sino que el esfuerzo completo se tensiona hasta un juicio final. 

Nuestro compromiso absoluto estriba en su misericordia.

"Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familiaque va sacando del arca lo bueno y lo antiguo."

Un padre-madre de familia tiene una responsabilidad por el conjunto, y su sabiduría va más allá de las idelogías de izquierda o derecha, de los dictámenes médicos, antropológicos, científicos. 

Es una sabiduría para la salvación de la vida nueva que se procesa ya en nosotros. Así no terminamos en polvo.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1552617540177862659?s=20&t=EPSnr07eJkErRt0vlaFueA


motivaciondehoy


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Jueves 17 de tiempo ordinario

Jeremías 18, 1-6

Salmo responsorial: 145

Mateo 13, 47-53