domingo, 24 de septiembre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

domingo 25 de tiempo ordinario

Isaías 55,6-9



REFLEXIÓN

Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca

Nuevamente se ofrece un contraste de nuestra perspectiva del tiempo y la del Señor en la palabra del Profeta Isaías.

Son textos del Deutero Isaías, proferidos en su momento para el consuelo del resto de pueblo en el exilio.

A ellos se les anima a una conversión. No obstante sus males y tribulaciones, no están confirmados en la buena voluntad ante el Señor, y son llamados a la conversión, mientras, y aquí chocan las perspectivas el Señor, está disponible para el perdón.

Esta disponibilidad en el tiempo o Kayros, es temporal? Es coyuntural? Es un tiempo de calidad y preñado de gracia? NO desfigura un Señor estable y firme como una roca en su promesa y alianza, disponible siempre hasta la muerte?.

Quien compulsa el sentido de coyuntura o de permanente disponibilidad sólo lo aclara en la sinceridad de su corazón, en la actitud más profunda y autocrítica, sobre cuán dispuesto se encuentra para el cambio y para volverse al Señor con toda su alma, su fuerza y su corazón.

es rico en perdón

Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos -oráculo del Señor-

Dejemos el cálculo y la premeditación sobre lo que debe ser su designio, planes y caminos para dejarnos conducir, convencer, seducir y llenar de los suyos, por más lejanos y extraños que nos parezcan.

Qué lejano tenía Israel de su plan que su Señor se les haría cercano en la postración del exilio.

Qué lejano tenía Jesús de su plan, dice Hebreos, que su Señor se le haría propicio en la obediencia de la crucifixión.

Salmo responsorial: 144



REFLEXIÓN

Día tras día, te bendeciré

Cada día al paso del tiempo presente. Es el punto gravitacional más fuerte en el despliegue de la existencia: el aquí y ahora.

El Señor es justo en todos sus caminos

Tenemos que ponernos serios: lo crees o no lo crees?

Filipenses 1,20c-24.27ª



REFLEXIÓN

Hermanos: Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.

En toda forma gano, nunca pierdo. Una convicción que puede generar una actitud saludablemente triunfadora en la existencia.Lo único que se puede equiparar al anhelo de estar con Cristo ya, en su gloria, es la posibilidad de seguir en el tiempo sirviendo con fruto a los demás por el reino de Jesús.

Mateo 20,1-16



REFLEXIÓN

al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña

Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo

Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo

Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña."

Tenemos aquí un perfil de empresario al estilo del Reino de Dios. Es un emprendedor que da trabajo a toda hora y no le importa la productividad en base al tiempo dedicado a la labor. Contrata a lo largo del día por el mismo salario.

Todo un contrasentido al inversionista capitalista globalizado neoliberal de nuestros días.

Toda una apuesta por otro tipo de productividad: la de la satisfacción de las necesidades, la de ocuparse honestamente en algo productivo, la de una ganancia que no es sólo económica sino social, cultural, humana integral.

"Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros."

Porque el que paga manda, y en el contexto de los valores del Reino ciertas precedencias no funcionan.

Sólo funciona el criterio de la justicia del Señor, que aquí se manifiesta estridente respecto al orden que nosotros hemos construído.

pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo:

La mentalidad vieja no es privativa del empresario ni del capital.

También el trabajador tiene su perfil nuevo en el Reino.

Ha de aceptar que la retribución no es en proporción directa a su esfuerzo, sino que depende de la justicia de Dios.

Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos."

Por supuesto que hay un contexto judío de tiempos de Jesús para esta parábola. Parece estar en la presunción de elegidos a toda prueba por parte de los dirigentes judíos.

Jesús deconstruye esa presunción y da a entender que otros que no han sido considerados podrán o serán los primeros. Todo un ejemplo de lenguaje inclusivo.

Pero al recogerlo el evangelista para su comunidad y en base a su catequesis que asume como fiel al Jesús auténtico, da entender una actualidad y vigencia de ese mensaje, aunque ya no haya judíos a la vista porque han sido desbancados por Roma.

Se trata de vacunar a la pequeña comunidad de su presunción de elegidos exclusivos para siempre.

Porque también ellos y nosotros podemos ser esos primeros que deben hacerse últimos.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1705910388716437597?s=20

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Isaías 55,6-9

Así el totalmente Otro se da a saborear en aquellos momentos en los que mis caminos no son los de él, y debo bajar la cabeza y aprender su camino gratuito

Salmo responsorial: 144

Sus caminos son los justos, no los nuestros. Así nuestra justicia se regula conforme a la de El.

Filipenses 1,20c-24.27a

Pablo entiende los caminos del Señor como los mejores aunque su deseo es otro: estar ya con Cristo.

Mateo 20,1-16

La justicia de Dios y la de los hombres no son la misma cosa, porque la de Dios es gratuidad, no derecho.

 



Domingo, XXV semana
San Agustín Sermón sobre los pastores 46,13

No fortalecéis a las ovejas débiles, dice el Señor. Se lo dice a los malos pastores, a los pastores falsos, a los pastores que buscan su interés y no el de Jesucristo, que se aprovechan de la leche y la lana de las ovejas, mientras que no se preocupan de ellas ni piensan en fortalecer su mala salud. Pues me parece que hay alguna diferencia entre estar débil, o sea, no firme –ya que son débiles los que padecen alguna enfermedad–, y estar propiamente enfermo, o sea, con mala salud. Desde luego que estas ideas que nos estamos esforzando por distinguir las podríamos precisar, por nuestra parte, con mayor diligencia, y por supuesto que lo haría mejor cualquier otro que supiera más o fuera más fervoroso; pero, de momento, y para que no os sintáis defraudados, voy a deciros lo que siento, como comentario a las palabras de la Escritura. Es muy de temer que al que se encuentra débil no le sobrevenga una tentación y le desmorone. Por su parte, el que está enfermo es ya esclavo de algún deseo que le está impidiendo entrar por el camino de Dios y someterse al yugo de Cristo. Pensad en esos hombres que quieren vivir bien, que han determinado ya vivir bien, pero que no se hallan tan dispuestos a sufrir males, como están preparados a obrar el bien. Sin embargo, la buena salud de un cristiano le debe llevar no sólo a realizar el bien, sino también a soportar el mal. De manera que aquellos que dan la impresión de fervor en las buenas obras, pero que no se hallan dispuestos o no son capaces de sufrir los males que se les echan encima, son en realidad débiles. Y aquellos que aman el mundo y que por algún mal deseo se alejan de las buenas obras, éstos están delicados y enfermos, puesto que, por obra de su misma enfermedad, y como si se hallaran sin fuerza alguna, son incapaces de ninguna obra buena. En tal disposición interior se encontraba aquel paralítico al que, como sus portadores no podían introducirle ante la presencia del Señor, hicieron un agujero en el techo, y por allí lo descolgaron

REFLEXIÓN

La gracia no tiene hoja de ruta rígidamente precisada, y aún en condiciones malas es capaz de remover obstáculos en los alejados para inspirar su vuelta al Amor de Dios. Las condiciones de enfermedad o debilidad, aunque dificultan y aun gravemente impiden avanzar en la voluntad de Dios que es su reinado, no logran detener su crecimiento, el cual es imparable. Por eso la exhortación a acercarse y hacer algún esfuerzo por el bien, es lo propio de quien sirve a los peregrinos de la fe. Ciertamente no hay un claro-oscuro en la disposición y la entrega del creyente, sino un gran diversidad y variedad, análoga a la creación.