sábado, 13 de septiembre de 2025

PALABRA COMENTADA


 

Sábado 23 de tiempo ordinario

Año Impar


1Timoteo 1,15-17



REFLEXIÓN


Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero


Es la experiencia de la Salvación en la propia existencia, vida e historia, la que mueve a la confesión y la misión entre los hermanos.


Porque salvaciones pueden ser varias a lo largo de la vida, pero Salvación es una por el impacto significativo y el cambio que acarrea en la determinación de la existencia y la historia personal.


Salmo responsorial: 112



REFLEXIÓN


Levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al pobre


La fe bíblica hace mucho énfasis en la intervención divina a favor del pobre y desvalido. Religión de débiles? Así se ha atacado. Es un don del Señor encontrar en esta predilección la religación o el apego que salva.


Incluso en la estrategia pacífica de la denuncia de los débiles, se puede colar el espíritu de revancha y prepotencia, que a fuerza de presión pretende establecer el reino, con el riesgo de contaminar de mundano lo cambiado.


Lucas 6,43-49




REFLEXIÓN


El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien


Hacer el bien esporádicamente puede ser improvisación, pero mantenerse en el bien obrar no.


El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó y quedó hecha una gran ruina.


Escuchar y obedecer la palabra, como construir sobre cimiento de roca, requiere una dedicación, un tiempo. No es asunto de magia, sino de amor.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1703001860682969298?s=20

https://x.com/motivaciondehoy 130925


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Sábado 23 de tiempo ordinario

1Timoteo 1,15-17

Importa reconocer que se nos tiene paciencia en nuestra frecuente debilidad para así influir en los hermanos

Salmo responsorial: 112

La alabanza es reconocer la gratuidad de Dios en misericordiosamente levantarnos de la basura para continuar la misión de construir sobre roca y no sobre arena

Lucas 6,43-49

Construir sólidamente, como árbol que da frutos buenos, requiere asumir la propia debilidad para invocar la compasión y misericordia del Señor, y poner en práctica su Palabra. Con lo cual se transforma el creyente en un testimonio a seguir.

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Sábado, XXIII
De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo
(homilía antes de partir en exilio, 1-3: PG 52, 427-430)

PARA MI LA VIDA ES CRISTO, Y LA MUERTE UNA GANANCIA

Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Nada trajimos al mundo; de modo que nada podemos llevarnos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza.

¿No has oído aquella palabra del Señor: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos? Y allí donde un pueblo numeroso esté reunido por los lazos de la caridad ¿no estará presente el Señor? Él me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas que me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Éste es mi báculo, ésta es mi seguridad, éste es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo.

Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña. Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: «Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que haga.» Éste es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también.

Además, donde yo esté estaréis también vosotros, donde estéis vosotros estaré también yo: formamos todos un solo cuerpo, y el cuerpo no puede separarse de la cabeza, ni la cabeza del cuerpo. Aunque estemos separados en cuanto al lugar, permanecemos unidos por la caridad, y ni la misma muerte será capaz de desunirnos. Porque, aunque muera mi cuerpo, mi espíritu vivirá y no echará en olvido a su pueblo.

Vosotros sois mis conciudadanos, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mis miembros, mi cuerpo y mi luz, una luz más agradable que esta luz material. Porque, para mí, ninguna luz es mejor que la de vuestra caridad. La luz material me es útil en la vida presente, pero vuestra caridad es la que va preparando mi corona para el futuro.