martes, 29 de julio de 2025

PALABRA COMENTADA


 

MARTES 17 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Éxodo 33,7-11;34,5b-9.28



REFLEXIÓN

"tienda del encuentro".

Término que los Padres santos aplicaron como prefiguración a Jesús por ser el encuentro de Dios y hombre en su carne.

Pablo llama a nuestra existencia terrena “tienda” que ha de ser levantada, para dar a entender nuestra efimereidad.

El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo

Uno de los rasgos que caracteriza la relación del Señor y Moisés, y lo muestra amigable y receptor, contrario al prejuicio común sobre el carácter vindicativo generalizado del Dios del Antiguo Testamento.

"Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad. Misericordioso hasta la milésima generación, que perdona culpa, delito y pecado, pero no deja impune y castiga la culpa de los padres en los hijos y nietos, hasta la tercera y cuarta generación."

En generaciones posteriores esta perspectiva de la culpa generacional será revisada para dar paso a la culpa y responsabilidad individual.

tómanos como heredad tuya

Expresa el deseo ardiente de formar parte del Señor en modo exclusivo como pertenencia única.

El anhelo de pertenencia es una de las fuerzas más arraigadas en el ser humano desde que es destetado. Una búsqueda que no termina, aunque se equivoque de rumbo.

Y quizá esto enternece a Dios, porque aun equivocados sabe que lo buscamos.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

El Señor hace justicia / y defiende a todos los oprimidos;

no está siempre acusando

Como un padre siente ternura por sus hijos, / siente el Señor ternura por sus fieles.

La paternidad del Señor Padre Nuestro supera cualquier modelo y paradigma de paternidad que hayamos elaborado.

Su deformación es la caricatura que nos hace de él nuestra instancia superyoica, más enfocada en un orden que en el amor y la pertenencia a un Tú que nos rebase.

Mateo 13,36-43



REFLEXIÓN

Jesús dejó a la gente y se fue a casa

Jesús regresa a su hogar(oikos). Su refugio, su base. Allí donde se supone que puede restaurar sus fuerzas.

Los discípulos se le acercaron a decirle:

Pero no lo dejan quieto sino que le siguen para que siga instruyendo, aclarando, compartiendo su sabiduría.

En estos pequeños detalles se capta el servicio entregado de Jesús a la Palabra del Padre. Hasta copar su privacidad.

la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo

El maligno es como el autor intelectual de un anti-designio, del sabotaje al designio, para lograr que el mismo no culmine.

Hay una guerra, se dan batallas, entre las mediaciones que siembran cizaña y los seguidores del Reino.

arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados

Cada vez se enardece más la ira de los que protestan contra la corrupción rampante en todos los países.

Es una oleada cuyo fragor hace temer un tsunami.

los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre

Benditos entonces quienes no se hacen oídos sordos, autoridades y no autoridades, y ponen de su parte para salirse de la gran corrupción.

La corrupción por sexo, por codicia y por soberbia. Cadenas que atan la libertad de hombres y mujeres, denunciadas por los ejercicios espirituales ignacianos como el terreno de la bandera enemiga, al que Jesús convoca a derrotar.

Sí, se trata de una batalla sin cuartel, hasta que se extinga la vida terrena y es mejor hacerse la idea que en esa dimensión no hay descanso permanente.

Para quienes toman en serio el proceso de justificación por la Palabra, al que podemos identificar como un proceso de discernimiento, imparable mientras se vive, estas palabras de reconocimiento en el reino del Padre son un estímulo y aliciente.

Porque el mundo no se cansa de descalificar una existencia entregada al proceso de justificación, como una inversión vana.

Los creyentes que perfeccionemos nuestro proceso de discernimiento tenemos un premio: brillar en el reino del Padre.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1686325865674604544?s=20

https://x.com/motivaciondehoy  290725

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MARTES 17 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Éxodo 33,7-11;34,5b-9.28

La tienda del encuentro es más que un tema afectivo, como el de entrar en contacto pueblo y Dios, sin dejarlo, es un lugar para deliberar una decisión, como la actuación de un grupo o pueblo. Moisés es canonizado en vida como el Amigo de Dios, una pieza clave para reunir constantemente a un pueblo de dura cerviz sin alejarse él mismo.

Salmo responsorial: 102

Entre otras cosas Moisés va revelando la sustancia del Dios Yavé: lento a la cólera y rico en misericordia.

Mateo 13,36-43

Nosotros vamos discerniendo hasta el juicio final. Estamos en los prolegómenos del evento escatológico final, no como jueces sino como testigos. Testigos que ayudamos a otros a discernir, pero no a juzgar, lo cual está reservado a Dios.

DOCTORES DE LA IGLESIA


De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 103, 1-2. 6: PL 38, 613. 615)

DICHOSOS LOS QUE PUDIERON HOSPEDAR AL SEÑOR EN SU PROPIA CASA

Las palabras del Señor nos advierten que, en medio de la multiplicidad de ocupaciones de este mundo, hay una sola cosa a la que debemos tender. Tender, porque somos todavía peregrinos, no residentes; estamos aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo, pero no disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro esfuerzo, no dejemos de tender hacia ella, porque sólo así podremos un día llegar a término.

Marta y María eran dos hermanas, unidas no sólo por su parentesco de sangre, sino también por sus sentimientos de piedad; ambas estaban estrechamente unidas al Señor, ambas le servían durante su vida mortal con idéntico fervor. Marta lo hospedó, como se acostumbra a hospedar a un peregrino cualquiera. Pero, en este caso, era una sirvienta que hospedaba a su Señor, una enferma al Salvador, una creatura al Creador. Le dio hospedaje para alimentar corporalmente a aquel que la había de alimentar con su Espíritu. Porque el Señor quiso tomar la condición de esclavo para así ser alimentado por los esclavos, y ello no por necesidad, sino por condescendencia, ya que fue realmente una condescendencia el permitir ser alimentado. Su condición humana lo hacía capaz de sentir hambre y sed.

Así, pues, el Señor fue recibido en calidad de huésped, él, que vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a cuantos lo recibieron dio poder de llegar a ser hijos de Dios, adoptando a los siervos y convirtiéndolos en hermanos, redimiendo a los cautivos y convirtiéndolos en coherederos. Pero que nadie de vosotros diga: «Dichosos los que pudieron hospedar al Señor en su propia casa.» No te sepa mal, no te quejes por haber nacido en un tiempo en que ya no puedes ver al Señor en carne y hueso; esto no te priva de aquel honor, ya que el mismo Señor afirma: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

Por lo demás, tú, Marta —dicho sea con tu venia, y bendita seas por tus buenos servicios—, buscas el descanso como recompensa de tu trabajo. Ahora estás ocupada en los mil detalles de tu servicio, quieres alimentar unos cuerpos que son mortales, aunque ciertamente son de santos; pero ¿por ventura, cuando llegues a la patria celestial, hallarás peregrinos a quienes hospedar, hambrientos con quienes partir tu pan, sedientos a quienes dar de beber, enfermos a quienes visitar, litigantes a quienes poner en paz, muertos a quienes enterrar?

Todo esto allí ya no existirá; allí sólo habrá lo que María ha elegido: allí seremos nosotros alimentados, no tendremos que alimentar a los demás. Por esto, allí alcanzará su plenitud y perfección lo que aquí ha elegido María, la que recogía las migajas de la mesa opulenta de la palabra del Señor. ¿Quieres saber lo que allí ocurrirá? Dice el mismo Señor, refiriéndose a sus siervos: Os aseguro que se pondrá de faena, los hará sentar a la mesa y se prestará a servirlos.