sábado, 11 de octubre de 2025

PALABRA COMENTADA


 

SÁBADO 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Joel 4,12-21



REFLEXIÓN

Judá estará habitada por siempre, Jerusalén, de generación en generación.

A pesar de las maldiciones hay bendiciones. No todo es negrura y destrucción.

Así la vida donde tejemos la existencia entre desolación y consolación: un escenario para el discernimiento como forma de vida.

Discernir para vivir mejor consiste en un proceso ininterrumpido, por el que la conciencia espiritual, ápex de la racional y sícológica, logra su realización con el tiempo como aliado.

Se fundamenta en la Palabra antigua y nueva, y se valida en la historia del pensamiento cristiano y su praxis multisecular.

Se trata de un proceso de cristalización y definición, en el que se solicita nuestra mejor energía constructiva personal y social, para edificar la ciudad de Dios y los hombres, permanente y final.

Las luces y sombras reflejadas en la Palabra, se emiten no tanto como triunfos y fracasos, cuanto como la inconmensurable realidad total que es el Señor, todo en todos, a quien nos aproximamos por flancos y enfoques, ya que somos limitadas criaturas.

Tenemos que contar con esta autenticidad nuestra, para no sufrir una merma inútil de nuestro ímpetu, que favorezca al anti-reino.

Salmo responsorial: 96



REFLEXIÓN

la alegría para los rectos de corazón.

Un bien mesiánico inestimable: la alegría del corazón. La serenidad que conlleva y se esparce, por el amor del Señor hacia nosotros.

Lucas 11,27-28



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron." Pero él repuso: "Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen."

Escuchar la palabra de Dios y cumplirla, es el sentido del elogio de “Bendita entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”.

Esa es María, la que cumplió como maestra y discípula de Jesús de Nazareth.

Como tal, un modelo para su Hijo, y una proclamación en todas sus apariciones: escuchar la palabra y cumplirla.

No es que la gloria de la mujer que le tocó por madre fuera poca cosa para Jesús.

Más bien su gloria y gozo como la de todo poseído de la fe en Jesús fue la de escuchar la Palabra, recibir su iluminación, impregnarse de su revelación y cumplirla.

La nueva familia: un catolicismo primordial generado en la escucha y práctica de la Palabra.

De ahí que toda familia, aun el mínimo boceto histórico de ella, es una figura que pasa, orientada a la consumación de la familia universal, en el Padre de todos.

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SÁBADO 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Joel 4,12-21

Sabemos que no es la venganza nuestra sino en todo caso la del Señor, que no se parece a la nuestra, la que nos llenará de bienaventuranza, y no a nosotros de carne y sangre, sino al pueblo santo

Salmo responsorial: 96

Luz y alegría para quienes celebran la Palabra del Señor. Frutos de la bienaventuranza en la peregrinación

Lucas 11,27-28

Madre de Jesús, Madre de Dios, Madre de la Iglesia; Icono de escucha de la Palabra de Dios, y de ponerla en ejecución, con “He aquí la esclava del Señor, HÁGASE en mí según tu PALABRA”. Madre de la Espiritualidad del Seguimiento de Jesús.

DOCTORES DE LA IGLESIA


 


Sábado, XXVII semana
San Gregorio Magno Homilías sobre los evangelios 17,3.14

Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Por tanto, para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas. Mirad cómo el mundo está lleno de sacerdotes, y, sin embargo, es muy difícil encontrar un trabajador para la mies del Señor; porque hemos recibido el ministerio sacerdotal, pero no cumplimos con los deberes de este ministerio. Pensad, pues, amados hermanos, pensad bien en lo que dice el Evangelio: Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Rogad también por nosotros, para que nuestro trabajo en bien vuestro sea fructuoso y para que nuestra voz no deje nunca de exhortaros, no sea que, después de haber recibido el ministerio de la predicación, seamos acusados ante el justo Juez por nuestro silencio. Porque unas veces los predicadores no dejan oír su voz a causa de su propia maldad, otras, en cambio, son los súbditos quienes impiden que la palabra de los que presiden nuestras asambleas llegue al pueblo. Efectivamente, muchas veces es la propia maldad la que impide a los predicadores levantar su voz, como lo afirma el salmista: Dios dice al pecador: «¿Por qué recitas mis preceptos?» Otras veces, en cambio, son los súbditos quienes impiden que se oiga la voz de los predicadores, como dice el Señor a Ezequiel: Te pegaré la lengua al paladar, te quedarás mudo y no podrás ser su acusador, pues son casa rebelde. Como si claramente dijera: «No quiero que prediques, porque este pueblo, con sus obras, me irrita hasta tal punto que se ha hecho indigno de oír la exhortación para convertirse a la verdad.»

REFLEXIÓN

Un tiempo como el nuestro también es difícil, porque la cosecha parece abundante pero hay que trabajarla mucho entre mala hierba, y no todos son diligentes en trabajar. Un tiempo de gran sobrecarga por la propia culpa y poca inocencia, que paraliza en la predicación, por el sentimiento de propia indignidad. Se requiere mucha humildad y esfuerzo de conversión para seguir en el ministerio de la palabra, edificando lo más posible, buscando los canales de mejor comunicación, aceptando el señalamiento adolorido de los fieles y ex fieles, presentando la otra mejilla, sin afán de defendernos. Sabiendo que esta debilidad la transfigurará el Señor.

viernes, 10 de octubre de 2025

PALABRA COMENTADA


 

VIERNES 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Joel 1,13-15;2,1-2



REFLEXIÓN

Que está cerca el día del Señor

Momento de juicio y gracia, que se anticipa procesualmente en acontecimientos, para elevar nuestra alerta y disponibilidad a la conversión.

Una ley de la encarnación es el tiempo para la maduración de la gracia o plenitud de los tiempos.

No consiste en una final cataclísmico, porque no se ha comportado así el Espíritu en los acontecimientos cotidianos.

Sino más bien en cambios que van trayendo los eventos imbuíos de gracia salvadora y nos llaman a una conciencia espiritual cónsona.

Salmo responsorial: 9



REFLEXIÓN

Te doy gracias, Señor, de todo corazón

Quiere decir que no obstante las frustraciones ante la lentitud que sentimos en el avance de su salvación, queremos reconocer cómo todo está en sus manos y avanza su proceso de gracia, en profundidad y verdad.

Te damos gracias en esperanza, ya que en silencio y modestia crece el reino de amor, justicia y paz en nuestras vidas.

La inclinación contemporánea al autocrecimiento, es una señal de la sensibilidad por un proceso de calidad humana, espiritual pero encarnada, que bien pudiéramos considerar de gracia.

Lucas 11,15-26



REFLEXIÓN

"Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."

Qué origina la malignidad de este pronunciamiento?: el celo mezquino de quienes monopolizaban la religión, que en ese momento era también política de Estado.

Así juzgamos nosotros de cosas buenas que hacen otros y no queremos admitir como buenas, porque los adversamos y envidiamos.

Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino?

Simple lógica. Más contundente que nuestra teoría de la conspiración que es especulativa.

vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan?

de lo que acusas eres reo también

si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros

También entonces habría estafadores de la religión y charlatanes.

Jesús los invita a superar su suspicacia y verificar que en él las señales son del reino del Padre.

Pero Jesús está muy lejos de violentar a nadie para que lo acepte.

Un reino más fuerte ha llegado. Pero nos molesta que no sea por mí que llega, sino por otro.

Como la cooperación que se da entre cristianos y musulmanas en actividades por la paz, a favor de mujeres y niños.

Signos de los tiempos del Reino que crece en la cooperación de creyentes y no creyentes.

El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama

Se puede no conocerlo pero si se sigue su causa se está con Él. Su causa es el reino de amor y justicia.

Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre…va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio."

El proceso hacia la transformación en Cristo, no es irreversible porque está asentado en la libertad de decisión del humano. Se puede dar la regresión. Es mejor estar alerta.

Sucede como en la adicción a la droga: la recaída es peor.

Por eso la oración y el amor solidario es un trabajo de colaboración con el reino, para que se mantenga su dominio y no eche para atrás la disponibilidad para el reino.

La señal del reino por sí sola no garantiza un establecimiento definitivo. Para que la casa arreglada se mantenga hay que trabajar conjuntamente con el Espíritu.

Si no la situación se vuelve más lamentable.

Pero ahí no acaba todo, si no se hace algo para que no regrese el reino del demonio.

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VIERNES 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Joel 1,13-15;2,1-2

Un tiempo como de tinieblas parece haberse instalado, para darnos conciencia de que lo que vivimos es una sujección mayor.

Salmo responsorial: 9

Debemos acudir a las fuentes de la esperanza para que nuestra fortaleza no decaiga

Lucas 11,15-26

Y en medio de todo, contra esperanza, captar las señales del Reino presente pero disipando las tinieblas

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS



 
San Vicente de Lerins
Primer Conmonitorio 23

¿Es posible que se dé en la Iglesia un progreso en los conocimientos

religiosos? Ciertamente que es posible, y la realidad es que este progreso se da.

 En efecto, ¿quién envidiaría tanto a los hombres y sería tan enemigo

de Dios como para impedir este progreso? Pero este progreso sólo

puede darse con la condición de que se trate de un auténtico progreso

en el conocimiento la fe, no de un cambio en la misma fe. Lo propio del

progreso es que la misma cosa que progresa crezca y aumente, mientras

lo característico del cambio es que la cosa que se muda se convierta en

algo totalmente distinto.

Es conveniente, por tanto, que, a través de todos los tiempos y de

todas las edades, crezca y progrese la inteligencia, la ciencia y la

sabiduría de cada una de las personas y del conjunto de los hombres,

tanto por parte de la Iglesia entera, como por parte de cada uno de sus

miembros. Pero este crecimiento debe seguir su propia naturaleza; es

decir, debe estar de acuerdo con las líneas del dogma y debe seguir el

dinamismo de una única e idéntica doctrina.

 Que el conocimiento religioso imite, pues, el modo como crecen los

cuerpos, los cuales, si bien con el correr de años se van desarrollando,

conservan, no obstante, su propia naturaleza. Gran diferencia hay entre

la flor de la infancia y la madurez de la ancianidad, pero, no obstante,

los que van llegando ahora a la ancianidad son, en realidad, los mismos

que hace un tiempo eran adolescentes. La estatura y las costumbres del

hombre pueden cambiar, pero su naturaleza continúa idéntica y su

persona es la misma.

 Los miembros de un recién nacido son pequeños, los de un joven

están ya desarrollados; pero, con todo, el uno y el otro tienen el mismo

número de miembros. Los niños tienen los mismos miembros que los

adultos y, si algún miembro del cuerpo no es visible hasta la pubertad,

este miembro, sin embargo, existe ya como un embrión en la niñez, de

tal forma que nada llega a ser realidad en el anciano que no se contenga

como en germen en el niño.

 No hay, pues, duda alguna: la regla legítima de todo progreso y la

norma recta de todo crecimiento consiste en que, con el correr de los

años, vayan manifestándose en los adultos las diversas perfecciones de

cada uno de aquellos miembros que la sabiduría del Creador había ya

preformado en el cuerpo del recién nacido.

 Porque, si aconteciera que un ser humano tomara apariencias distintas a las de su propia especie, sea porque adquiriera mayor número de

miembros, sea porque perdiera alguno de ellos, tendríamos que decir

que todo el cuerpo perece o bien que se convierte en un monstruo o,

por lo menos, que ha sido gravemente deformado. Es también esto

mismo lo que acontece con los dogmas cristianos: las leyes de su

progreso exigen que éstos se consoliden a través de las edades, se

desarrollen con el correr de los años y crezcan con el paso del tiempo.

 Nuestros mayores sembraron antiguamente, en el campo de la

Iglesia, semillas de una fe de trigo; sería ahora grandemente injusto e

incongruente que nosotros, sus descendientes, en lugar de la verdad del

trigo, legáramos a nuestra posteridad el error de la cizaña.

 Al contrario, lo recto y consecuente, para que no discrepen entre sí

la raíz y sus frutos, es que de las semillas de una doctrina de trigo

recojamos el fruto de un dogma de trigo; así, al contemplar cómo a través

de los siglos aquellas primeras semillas han crecido y se han desarrollado,

podremos alegrarnos de cosechar el fruto de los primeros trabajos.

jueves, 9 de octubre de 2025

PALABRA COMENTADA


 

JUEVES 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Malaquías 3,13-20ª



REFLEXIÓN

nos parecen dichosos los malvados; a los impíos les va bien; tientan a Dios, y quedan impunes

La tentación contra la fe en Dios se presenta constante en la actuación que nos escandaliza y se muestra impune.

No parece haber verdadera justicia, sino un pálido reflejo imperfecto, que nos desanima.

el día que yo preparo. Me compadeceré de ellos, como un padre se compadece del hijo que lo sirve. Entonces veréis la diferencia entre justos e impíos, entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven

No es fácil estar ante la emoción irritada del impaciente y frustrado.

Solo seguir dando testimonio de lo que aguardamos confiados.

En esto mostramos un Dios más grande que nosotros mismos, para quien nada es imposible.

Salmo responsorial: 1



REFLEXIÓN

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

Se trata de la burla o la réplica tenaz, donde sostener descaradamente lo contrario a lo que se ha tenido por verdad, sin ninguna consideración o respeto por lo que otros han creído, se presenta como una hazaña de autoafirmación.

Una consecuencia de la crítica nietzscheana al pensamiento occidental.

Impacta con el sufrimiento a quienes de corazón guardan ciertas verdades y están comprometidos con ellas, como si fueran sus padres o hijos, o hasta su propia identidad.

Algo de lo que Jesús pudo sentir en la pasión y crucifixión, según relata el evangelio, cuando experimentó las burlas de sus verdugos y de otros, incitándolo a poner en duda la autenticidad de las realidades por las que daba la vida.

no se marchitan sus hojas

Evitar esos círculos que deprimen es un recurso para mantener la juventud del corazón y el primer amor intacto: el amor de la conversión.

Sin embargo el Espíritu puede impulsar el testimonio de la verdad aun en medio de tales, para desarmar desde dentro el padre de la mentira.

el Señor protege el camino de los justos

No es un proteger clamoroso sino paradójico. A los ojos de otros parecerá lo contrario.

Lucas 11,5-13



REFLEXIÓN

Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Dicho en otra forma, la fe nos debe hacer impertinentes e inoportunos. Demandantes hasta conseguir lo que necesitamos.

En estos tiempos de tanta queja y reclamo, se pone en efecto la insistencia como medio insustituíble para obtener la escucha.

Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,

La Palabra como ninguna otra comunicación celestial conocida en la historia de las religiones muestra una divinidad con voluntad de ser importunada.

Nosotros nos cansamos primero, y desconfiamos innecesaria y tontamente, cuando medimos la generosidad del Señor por la nuestra, que es más bien mezquindad.

Más claro no canta un gallo. No podemos dejar que el mal espíritu se adueñe de nuestro buen espíritu que clama incesantemente, con el pensamiento melifluo de resignarse a la voluntad de Dios.

El buen espíritu nos impulsa a la impertinencia y sólo al final, se pone en manos del querer de Dios que nos otorgue distinto a lo pedido.

Porque la impertinencia es también voluntad del Señor, que quiere a sus hijos como demandantes, a la altura propia de un coheredero.

Nos pide la audacia y la magnanimidad de aquellos que se sienten con Él como en casa.

Se dan opiniones en el sentido de no pedir a Dios nada, sino confiar en Él absolutamente, porque sabe lo que necesitamos.

Es otra visión, otro enfoque frente al que afirma que el Señor lo conoce todo de nosotros y sin insistir debemos confiar en que nos ayudará.

Son enfoques excluyentes o convergentes?: insistir y confiar?.

Si así fuera la oración, madre de todas las oraciones, el padrenuestro no pediría que nos diera el pan del sustento diario y perdurable.

No debiéramos prejuzgar sobre lo que sí o lo que no agrade al Señor para solicitarle en la oración, sino pedir con la actitud del niño que confía y no se inhibe considerando por cálculo qué será mejor o qué no. Un niño piensa quizá mágicamente que el papá lo puede todo.

¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?

El que no cesa de gemir en nosotros de modo inenarrable e interpreta ante el Señor nuestro profundo deseo del Reino.

Dar Espíritu Santo no es dar cosas. Es el Espíritu el que ora en nosotros, con gemidos inenarrables. Pido el Espíritu Santo, que es el que pide en mí lo que debo pedir.

Porque el Espíritu que nos concede el Padre es la libertad de los hijos para pedir sin retención o inhibición .

Incluso es el que nos ayuda a entender al buen Padre cuando lo que pedimos no nos conviene tanto o es menos oportuno.

Pero la petición no es de cosas sino de Espíritu, de Reino. Lo demás viene por añadidura.

Ese reino ya está en nosotros, actuando.

Por eso con frecuencia sentimos resistencia y lucha. Y por que lo hay, es señal del reino avanzando y profundizando su transformación.

Se perciben, se intuyen actitudes nuevas que implican dificultad.

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JUEVES 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Malaquías 3,13-20a

Hemos de prepararnos toda la vida que se nos ha concedido para el día que el Señor prepara para la manifestación de su justicia. No puede ser con nosotros distinto de como sucedíó con su Hijo. Que propiamente no se manifestó palmariamente y abiertamente sino por revelación de testigos, dejándonos el riesgo de aceptar o no ese testimonio. Así nos toca en arras esperar la plenitud de la Justicia.

Salmo responsorial: 1

Quizá el camino del impío acaba mal, pero uno ni se entera, y por lo tanto no gratifica. Pero quizá no es asunto de gratificarse con la muerte desgraciada de uno aunque sea impío. Sino de convertirse al perdón, lo cual puede tomar tiempo, mientras desaparece la toxicidad de la decepción y el desengaño de la frustración de la verdadera justicia.

Lucas 11,5-13

Un padre o madre ahora, depauperado, desempleado, informal, no podrá aunque se le pida dar a su hijo hambriento ni pan, ni pez ni huevo. Pero por supuesto dará algo no tóxico, aunque lo encuentre entre los deshechos que dejan otros más afortunados. Se trata de la actitud del Padre buscando responder en medio de la limitación que el respeto a la “libertad” de sus crituras le impone por propia voluntad.

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS


FRASES DEL BEATO CARLO

1. "La Virgen María es la única mujer en mi vida".

2. "Cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo".

3. "Al estar ante Jesús Eucaristía nos hacemos santos".

4. "Hay gente que sufre mucho más que yo". "Ofrezco todo el sufrimiento que tendré que padecer por el Señor, por el Papa y por la Iglesia".

5. "Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que volverse tu mejor amigo".

6. "No temas, porque con la Encarnación de Jesús, la muerte se vuelve vida y no hay necesidad de escapar: en la vida eterna nos espera algo extraordinario".

7. "Jerusalén está a la vuelta de la esquina".

8. "Todas las personas nacen como originales, pero muchas mueren como fotocopias".

9. "Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida".

10. "La felicidad es mirar hacia Dios, la tristeza es mirar hacia uno mismo".

11. "No yo, sino Dios". "La santificación no es un proceso de suma, sino de resta. Menos yo para dejar espacio a Dios".

12. "¡Criticar a la Iglesia significa criticarnos a nosotros mismos! La Iglesia es dispensadora de tesoros para nuestra salvación".

13. "Lo único que debemos pedirle a Dios en oración es el deseo de ser santo".

14. "Nuestra alma es como un globo aerostático. Si por casualidad hay un pecado mortal, el alma cae al suelo. La Confesión es como el fuego debajo del globo que permite al alma volver a elevarse. Es importante ir a confesarse con frecuencia".

15. "Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en las cosas que no agradan a Dios".

16. "Nuestra meta debe ser lo infinito, no lo finito. Lo infinito es nuestra patria. El cielo nos ha estado esperando desde siempre".

17. "La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo".

18. "El Rosario es la escalera más corta para subir al Cielo". "Después de la Santa Eucaristía, el Santo Rosario es el arma más poderosa para combatir al demonio".

19. "¿Por qué a los hombres les preocupa tanto la belleza de su cuerpo y no les importa la belleza de su alma?". "Una vida es verdaderamente hermosa sólo si llegamos a amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a nosotros mismos".

20. "La conversión no es más que mover la mirada de abajo hacia arriba, un simple movimiento de los ojos es suficiente".

 
San Ignacio de Antioquía
Carta a los Filadelfios 1,1-2,1; 3,2-5

Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la

Iglesia de Dios Padre y del Señor Jesucristo que habita en Filadelfia del

Asia, que ha alcanzado la misericordia y está firmemente asentada en

aquella concordia que proviene de Dios, y tiene su gozo en la pasión

de nuestro Señor y la plena certidumbre de la misericordia que Dios ha

manifestado en la resurrección de Jesucristo: mi saludo en la sangre del

Señor Jesús.

 Tú, Iglesia de Filadelfia, eres mi gozo permanente y durable, sobre

todo cuando te contemplo unida a tu obispo con los presbíteros y

diáconos, designados según la palabra de Cristo, y confirmados establemente por su Santo

 Espíritu, conforme a la propia voluntad del Señor.

 Sé muy bien que vuestro obispo no ha recibido el ministerio de servir

a la comunidad ni por propia arrogancia ni de parte de los hombres ni

por vana ambición, sino por el amor de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Su modestia me ha

 maravillado en gran manera: este hombre es mas eficaz con su silencio que otros muchos con

 vanos discursos. Y su vida está tan en consonancia con los preceptos divinos como lo puedan

estar las cuerdas con la lira; por eso, me atrevo a decir que su alma es santa y su espíritu feliz;

 conozco bien sus virtudes y su gran santidad: sus modales, su paz y su mansedumbre son como

 un reflejo de la misma bondad del Dios vivo.

 Vosotros, que sois hijos de la luz y de la verdad, huid de toda división

y de toda doctrina perversa; adonde va el pastor allí deben seguirlo las ovejas.

 Todos los que son de Dios y de Jesucristo viven unidos al obispo;

y los que, arrepentidos, vuelven a la unidad de la Iglesia también serán

porción de Dios y vivirán según Jesucristo. No os engañéis, hermanos

míos. Si alguno de vosotros sigue a alguien que fomenta los cismas no

poseerá el reino de Dios; el que camina con un sentir distinto al de la

Iglesia no tiene parte en la pasión del Señor.

 Procurad, pues, participar de la única eucaristía porque una sola es

la carne de nuestro Señor Jesucristo y uno solo el cáliz que nos une a

su sangre; uno solo el altar y uno solo el obispo con el presbiterio y los

diáconos, consiervos míos; mirad, pues, de hacerlo todo según Dios.

 Hermanos míos, desbordo de amor por vosotros y, lleno de alegría,

intento fortaleceros; pero no soy yo quien fortifica, sino Jesucristo, por

cuya gracia estoy encadenado, pero cada vez temo más porque todavía

no soy perfecto; sin embargo, confío que vuestra oración me ayudará

a perfeccionarme, y así podré obtener aquella herencia que Dios me

tiene preparada en su misericordia; a mí, que me he refugiado en el

Evangelio, como si en él estuviera corporalmente presente el mismo

Cristo, y me he fundamentado en los apóstoles, como si se tratara del

presbiterio de la Iglesia