martes, 4 de noviembre de 2025

PALABRA COMENTADA


 

MARTES 31 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Romanos 12,5-16ª



REFLEXIÓN

Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros

El aporte de la Palabra consiste en inspirar una lectura que, con su sencillez, revela criterios para la calidad de vida, fáciles de asimilar y observar, con una lógica devastadora.

Un conjunto, un cuerpo, un organismo, una estructura, un todo, una sociedad, está constituída de partes diversas entre sí, con diferentes perspectivas, intereses, ambiciones, proyectos, intenciones.

Cristalizar la unión de tal diversidad en la unidad, sólo es posible si las partes sirven unas a otras para lograr sus fines.

Lograr la unidad mediante el mutuo servicio es indispensable, para sobrevivir como un todo.

Por qué hoy vivimos tanta suspicacia sobre la credibilidad en una parte para servir el todo?

Porque en la historia reciente y antigua hemos vivido casos frecuentes de engaño y perjuicio de las partes que propusieron servir, pero se sirvieron.

La experiencia de haber sido utilizados y perjudicados nos ha hecho ariscos.

la profecía, teniendo en cuenta a los creyentes; si es el servicio, dedicándose a servir; el que enseña, aplicándose a enseñar; el que exhorta, a exhortar; el que se encarga de la distribución, hágalo con generosidad; el que preside, con empeño; el que reparte la limosna, con agrado.

No menos importa que se de la sabiduría suficiente para que las partes identifiquen y acepten su aporte propio al conjunto.

Porque se da un problema adicional en la integración de la unidad, cuando las partes están inconformes con el carisma donado y el servicio específico al que ha sido llamado.

El enemigo del reino suscita inconformidad bajo el argumento que tal conformidad es un determinismo que limita la libertad de crecer y desarrollarse, caiga quien caiga.

Y así son muchos los que sucumben a la tentación de hacer del carisma un recurso para el propio provecho, no para el servicio que logre la unidad.

no tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde

El mundo de las celebridades, alimentado por las publicaciones dedicadas a ellas, y el mundo del narcotráfico, exhibido mediáticamente en titulares de sangre, nos han mecido en el sueño de la fama y las ganancias rápidas y exorbitantes.

Este mundo no tiene nada que ver con las aspiraciones del humilde, muchas veces a nivel de subsistencia.

Vivimos intoxicados con pretensiones desproporcionadas a nuestras fuerzas y méritos reales.

Salmo responsorial: 130



REFLEXIÓN

Señor, mi corazón no es ambicioso, / ni mis ojos altaneros; / no pretendo grandezas / que superan mi capacidad

Se trata de una oración que surge del seno de la identidad del pueblo elegido y se hace plena en Jesús de Nazareth.

Un pueblo pequeño, en el que Yavé Dios concentró la riqueza de su revelación por su Palabra, y por lo mismo se hizo capaz de mantener la misión, no obstante los fracasos recurrentes y las rebeldías.

Sino que acallo y modero mis deseos, / como un niño en brazos de su madre

La Palabra viene en auxilio de la tentación constante que sufrimos por infatuarnos con pretensiones desmedidas.

Nos anima a calmar nuestra ansia y ambición en Él, que todo lo llena.

Lucas 14, 15-24



REFLEXIÓN

Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos."

En esto consiste la justicia del reino: abrirse como festín a quienes menos dignidad tienen a los ojos del mundo.

Los que son como ellos tiene las entrañas preparadas para entender el sentido del reino, como la dicha de un banquete que estrecha lazos entre los dispuestos a compartir.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1721855607999725934?s=20

https://x.com/motivaciondehoy 041125

COMPARTIR LA PALABRA

MARTES 31 DE TIEMPO ORDINARIO

Romanos 12,5-16a

Participar en el festín de la bienaventuranza conlleva un código de conducta que propicia la fraternidad, y en este proceso morimos para resucitar y dar paso al hombre nuevo y la vida nueva. Nos crucificamos en pos de Jesucristo Crucificado para resucitar diariamente conél . Hacemos valer el bautismo cada día.

Salmo responsorial: 130

Hay actitudes que favorecen el trabajo de fe y caridad a favor de la bienaventuranza del festín inclusivo, como serían aquella que modera sus ambiciones de grandeza, riqueza para enfatizarla en los vulnerables.

Lucas 14,15-24

Compartir la mesa con el Señor es una bienaventuranza en proceso. No se plenifica sin crucifixión, mirando por aquellos más allá que no han sido convidados y viven en vulnerabilidad económica, social, cultural, familiar, laboral. Si hay esa obediencia de fe a la voluntad misericordiosa de Dios, el festín de Jesús es una bienaventuranza que desde ya podemos vivir.

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS


 Del sermón pronunciado por san Carlos Borromeo en el último sínodo
(Acta Ecclesiae Mediolanensis, Milán 1599, 1177-1178)

NO SEAS DE LOS QUE DICEN UNA COSA Y HACEN OTRA

Todos somos débiles, lo admito, pero el Señor ha puesto en nuestras manos los medios con que poder ayudar fácilmente, si queremos, esta debilidad. Algún sacerdote querría tener aquella integridad de vida que sabe se le demanda, querría ser continente y vivir una vida angélica, como exige su condición, pero no piensa en emplear los medios requeridos para ello: ayunar, orar, evitar el trato con los malos y las familiaridades dañinas y peligrosas.

Algún otro se queja de que, cuando va a salmodiar o a celebrar la misa, al momento le acuden a la mente mil cosas que lo distraen de Dios; pero éste, antes de ir al coro o a celebrar la misa, ¿qué ha hecho en la sacristía, cómo se ha preparado, qué medios ha puesto en práctica para mantener la atención?

¿Quieres que te enseñe cómo irás progresando en la virtud y, si ya estuviste atento en el coro, cómo la próxima vez lo estarás más aún y tu culto será más agradable a Dios? Oye lo que voy a decirte. Si ya arde en ti el fuego del amor divino, por pequeño que éste sea, no lo saques fuera en seguida, no lo expongas al viento, mantén el fogón protegido para que no se enfríe y pierda el calor; esto es, aparta cuanto puedas las distracciones, conserva el recogimiento, evita las conversaciones inútiles.

¿Estás dedicado a la predicación y la enseñanza? Estudia y ocúpate en todo lo necesario para el recto ejercicio de este cargo; procura antes que todo predicar con tu vida y costumbres, no sea que, al ver que una cosa es lo que dices y otra lo que haces, se burlen de tus palabras meneando la cabeza.

¿Ejerces la cura de almas? No por ello olvides la cura de ti mismo, ni te entregues tan pródigamente a los demás que no quede para ti nada de ti mismo; porque es necesario, ciertamente, que te acuerdes de las almas a cuyo frente estás, pero no de manera que te olvides de ti.

Sabedlo, hermanos, nada es tan necesario para los clérigos como la oración mental; ella debe preceder, acompañar y seguir nuestras acciones: Salmodiaré -dice el salmista- y entenderé. Si administras los sacramentos, hermano, medita lo que haces; si celebras la misa, medita lo que ofreces; si salmodias en el coro, medita a quién hablas y qué es lo que hablas; si diriges las almas, medita con qué sangre han sido lavadas, y así hacedlo todo con espíritu de caridad; así venceremos fácilmente las innumerables dificultades que inevitablemente experimentamos cada día (ya que esto forma parte de nuestra condición); así tendremos fuerzas para dar a luz a Cristo en nosotros y en los demás.