miércoles, 6 de agosto de 2025

SAN CARLO ACUTIS DE ASIS





 Del Sermón de Anastasio Sinaíta, obispo, en el día de la Transfiguración del Señor .
(Núms. 6-10: «Mélanges d'archéologie et d'histoire» 67 [1955], 241-244)


QUE BIEN ESTARÍA QUEDARNOS AQUÍ

El misterio que hoy celebramos lo manifestó Jesús a sus discípulos en el monte Tabor. En efecto, después de haberles hablado, mientras iba con ellos, acerca del reino y de su segunda venida gloriosa, teniendo en cuenta que quizá no estaban muy convencidos de lo que les había anunciado acerca del reino y deseando infundir en sus corazones una firmísima e intima convicción, de modo que por lo presente creyeran en lo futuro, realizó ante sus ojos aquella admirable manifestación, en el monte Tabor, como una imagen prefigurativa del reino de los cielos. Era como si les dijese: «El tiempo que ha de transcurrir antes de que se realicen mis predicciones no ha de ser motivo de que vuestra fe se debilite, y por esto, ahora mismo, en el tiempo presente, os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin haber visto al Hijo del hombre presentarse con la gloria de su Padre

Y el evangelista, para mostrar que el poder de Cristo estaba en armonía con su voluntad, añade: Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia; su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se aparecieron Moisés y Elías conversando con él.

Éstas son las maravillas de la presente solemnidad, éste es el misterio, saludable para nosotros, que ahora se ha cumplido en el monte, ya que ahora nos reúne la muerte y, al mismo tiempo, la festividad de Cristo. Por esto, para que podamos penetrar, junto con los elegidos entre los discípulos inspirados por Dios, el sentido profundo de estos inefables y sagrados misterios, 
escuchemos la voz divina y sagrada que nos llama con insistencia desde lo alto, desde la cumbre del monte.

Debemos apresurarnos a ir hacia allí -así me atrevo a decirlo- como Jesús, que allí en el cielo es nuestro guía y precursor, con quien brillaremos con nuestra mirada espiritualizada, renovados en cierta manera en los trazos de nuestra alma, hechos conformes a su imagen, y, como él, 
transfigurados continuamente y hechos participes de la naturaleza divina, y dispuestos para los dones celestiales.

Corramos hacia allí, animosos y alegres, y penetremos en la intimidad de la nube, a imitación de Moisés y Elías, o de Santiago y Juan. Seamos como Pedro, arrebatado por la visión y aparición divina, transfigurado por aquella hermosa transfiguración, desasido del mundo, abstraído de la tierra; 
despojémonos de lo carnal, dejemos lo creado y volvámonos al Creador, al que Pedro, fuera de sí, dijo: Señor, qué bien estaría quedamos aquí.

Ciertamente, Pedro, en verdad qué bien estaría quedarnos aquí con Jesús, y permanecer aquí para siempre. ¿Hay algo más dichoso, más elevado, más importante que estar con Dios, ser hechos conformes con él, vivir en la luz? Cada uno de nosotros, por el hecho de tener a Dios en sí y de ser transfigurado en su imagen divina, tiene derecho a exclamar con alegría: Qué bien estaría quedanos aquí, donde todo es resplandeciente, donde está el gozo, la felicidad y la alegría, donde el corazón disfruta de absoluta tranquilidad, serenidad y dulzura, donde vemos a (Cristo) Dios, donde él, junto con el Padre, pone su morada y dice, al entrar: Hoy ha venido la salud a esta casa, donde con Cristo se hallan acumulados los tesoros de los bienes eternos, donde hallamos reproducidas, como en un espejo, las imágenes de las realidades futuras.

martes, 5 de agosto de 2025

PALABRA COMENTADA

MARTES 18 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Números 12,1-13



REFLEXIÓN

María y Aarón hablaron contra Moisés

"¿Ha hablado el Señor sólo a Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?"

Lucha por el poder. Insidias, conspiración, rebeldía.

Una autoridad, por santa que parezca e inspirada por Dios, puede ser cuestionada y desacreditada, según las ambiciones de poder, incluso de los más allegados, y hasta con motivos aparentemente honestos y buenos.

Moisés era el hombre más sufrido del mundo.

Los allegados y el pueblo lo presionaban, e incomprendían. Presiones constantes que llegan a doblegar a muchos.

A él le hablo cara a cara; en presencia y no adivinando contempla la figura del Señor.

Se acredita de parte de Dios la calidad de inspiración de Moisés, que no es como la del común, sino más directa y cercana.

Con ello la categoría de portavoz de Moisés se ubica entre las de mayor rango, si no la más grande.

Pero aun así depende de la credibilidad de los que la aceptan y guardan.

Tal es la política de inspiración y profecía por parte del Señor, siempre en canales de lenguaje humano.

Se puede entender de muchos, que han vivido con una convicción que sirve al mundo para su cambio y redención, cómo hacen su discurso con humildad y casi pidiendo perdón.

Porque son conscientes de la incredibilidad y el desprestigio que ronda en los que reciben el mensaje, así como la reacción contraria de fanatismo y falta de crítica.

Salmo responsorial: 50



REFLEXIÓN

limpia mi pecado

Pues yo reconozco mi culpa

Si no se reconoce el error y el desvío, no es posible regenerarlo.

Esta colaboración entre la sanación del Espíritu y nuestra debilidad, requiere de voluntad libre, de honestidad, sinceridad y de humildad para aceptar la propia realidad, y dejarse transformar.

contra ti, contra ti solo pequé

Su sanción debe llegar hasta la comprensión de cuán afectada queda la relación con el Señor con el pecado.

crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme

Es preciso que se abra desde el fondo de nosotros mismos, como un don inédito y original en cada uno.



Mateo 14,22-36



REFLEXIÓN

Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaron a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo

Jesús protege a su discípulos y se purifica por la oración de la ambición de poder que puede contaminarlos, después de haber servido el hambre de la gente, con la multiplicación de los panes.

Da gracias porque el Padre ha estado con él en esa multiplicación. Se ubica en la correcta correlación de cooperación con el Señor.

Sabe estar solo en compañía del Padre. Le es suficiente su presencia.

Jesús va más allá de Moisés, porque encarna la ruah divina, su soplo e inspiración.

No obstante se ubica en su dimensión cuando ora, porque vive la incredibilidad y desconfianza del entorno respecto de él y su mensaje.

viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma

Una aparición fantasmagórica, alguien que camina en la oscuridad sobre las aguas. Mueve a miedo a hombres pescadores curtidos.

Son realidades que, para algunos son temerosas como mensajeros de dimensiones desconocidas, frente a las cuales se siente gran inseguridad.

Jesús les dijo enseguida: "¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!

Sin embargo Jesús no se presenta como una realidad procedente de una dimensión misteriosa que mete miedo, sino que se manifiesta siempre como alguien que anima, pacifica, quita los miedos.

Así es en las apariciones de Resucitado. Viene para dar confianza y paz.

al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse

En qué momento nuestra fe es lo suficientemente fuerte para enfrentar los miedos? Si nos fijamos, Jesús lo sabe y lo muestra en su constante orar al Padre.

Siempre dudamos Señor. Nuestra fe es deleznable. Se agrieta con las dificultades que nos meten miedo.

El miedo es el enemigo de la confianza, pero alerta contra la temeridad.

"¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?"

La duda es para la fe una señal de su inmadurez y la necesidad de perfeccionarse.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1688858139494416384?s=20

https://x.com/motivaciondehoy  050825

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MARTES 18 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Números 12,1-13

La autoridad y el poder están en tensión creciente en sociedades y personas, de todo tipo.Un momento que se desvirtúa todo lo establecido y es parte de una convención, constitución, arreglo, costumbre. Una época para reinventarse y reinvertar a otros. Un trabajo que nos compete a todos para que emerja una concepción que vuelva a consensuar a pueblos por líderes aptos.

Salmo responsorial: 50

Es evidente entonces que todos debemos clamar que el Señor nos de la oportunidad de reinventarnos y para ello nos siga dando luces y ganas, aun si la cuesta es muy empinada y se sufre en el ascenso

Mateo 14,22-36

En medio de la apostasía abundante de nuestro tiempo también debemos poder reinventar una fe que de visos de credibilidad y atraiga al consenso, para evitar los escollos de la credulidad y el dogmatismo, y tenga como asidero la firmeza de vida de la autoridad ya sin poder. Porque caminamos en una Iglesia que se reinventa como pobre y humilde apta para suscitar la fe en creyentes de poca fe.