Jueves 3 de tiempo ordinario
Hebreos 10,19-25
REFLEXIÓN
acerquémonos con corazón sincero y llenos de
fe, con el corazón purificado de
mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura
Tenemos
un trabajo que hacer, un proceso que emprender, mantener y finalizar:lograr la
disposición, la actitud apropiada para acercarnos a lo que se nos ofrece
gratuitamente.
Un
corazón sincero, purificado de malas intenciones es un interior que combate las
acechanzas que constantemente surgen contra la unidad, la paz, la justicia, el
ágape.
Es
cierto que tal acechanza es tenaz, continua y no pocas veces nos hace caer o
trastabillar.
Ni aún
así debiéramos dejar el proceso.
Se nos
llama pues a una fidelidad al proceso, sin desmayo ni desánimo.
Junto a
eso se nos provee de una baño del cuerpo que promueve nuestra progresiva
transformación:el bautismo.
Quizás
recibido cuando no teníamos ni idea, nos toque avivarlo y confirmarlo como un
baño de regeneración que nos acompaña toda la vida.
fijémonos los unos en los otros, para estimularnos a la caridad y a las
buenas obras
La
necesidad de unos con otros que se manifiesta en el común de la vida corriente,
debe llenarse de un espíritu de ágape que nos permita animarnos mutuamente,
como se hace en los grupos de ayuda de diferentes trastornos.
Pero
debemos tener en cuenta que los grupos también tienen sus tentaciones de
abandonarlos por las dinámicas de confrontación y envidia que pueden surgir.
Salmo responsorial: 23
REFLEXIÓN
El hombre de manos inocentes / y puro
corazón, / que no confía en los ídolos
La
pureza del corazón no consiste en no tener ídolos, sino en no confiar en ellos.
La
producción de ídolos no parará en toda nuestra existencia, porque nuestro
caminar constantemente anhela un absoluto y a veces claudica, por el rigor del
camino.
Marcos 4,21-25
REFLEXIÓN
Si se esconde algo, es para que se
descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz.
Cómo se
puede descubrir lo que se hace a ocultas: solamente lo que se hace por
solidaridad, pues en su momento brillará.
No por
vanagloria sino por Espíritu de edificación.
La buena
obra del reino se puede hacer con sigilo para evitar la presunción y la
búsqueda de vanagloria, pero deja huella que acaba por darse a conocer.
No nos
damos gloria pero el Señor nos cubre con la suya.
al que tiene se le dará, y al que no tiene
se le quitará hasta lo que tiene
Tener y
no tener qué? entrega, generosidad, solidaridad.
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