lunes, 13 de septiembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 24 de tiempo ordinario

Año Impar

 

1Timoteo 2,1-8



REFLEXIÓN

 

hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias

 

Expresar necesidades sentidas como

 

urgentes, expresar adoración, expresar intercesión para aprender la voluntad de Dios ahora, acciones de gracias por el don de Dios. Una rica gama de matices para la actividad humana y espiritual que

 

consiste en relacionarse personalmente con el Señor por fe.

 

 

 

para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro

 

Un tranquilidad sin perturbaciones que viene de fuera, y apacible con la calma que brota del interior.

 

Con reverencia y responsabilidad para las cosas del Señor, y con la gravedad y respeto que acompañan.

 

Se trata de un perfil de existencia cristiana cotidiana. Una calidad de vida de un nivel superior que expresa un modo humano de proceder armonioso y es testimonio de la inhabitación del Señor en medio de su comunidad.

 

Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad

 

Una vida así es testimonio de salvación y verdad.

 

Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones

 

Se entiende que gente que dedica algo de su tiempo a actividades de oración y discernimiento espiritual, van alcanzando un sentido de vida que no requiere la violencia para hacerse un sitio en el mundo y establecer redes de

 

relaciones con otros hombres y mujeres, con los recursos de la naturaleza y con los animales.

 

Se produce así un nivel de conciencia más responsable de la armonía universal, porque respeta y aprecia las diversidades, sin imposición de perspectivas únicas, que generan opresión.

 

Una actividad como la espiritual, que tiene en cuenta esta conciencia responsable para la vida propia y de los otros, es un testimonio de ágape fraterno, no inútil, ni ocioso, ni evasivo.

 

La humanidad en su mayoría cuenta con pueblos y credos que invierten tiempo en actividades espirituales de oración y acción de gracias, y su efecto pacificador es mostrable en la proporción de solidaridad planetaria desarrollada en comparación a la actividad guerrera y criminal fratricida.

 

Salmo responsorial: 27



REFLEXIÓN

 

El Señor es fuerza para su pueblo, / apoyo y salvación para su Ungido

 

 

 

En esto se puede sentir su respuesta a las oraciones y plegarias agradecidas: en la resistencia al dolor y dificultad que produce perseguir el bien, lo recto y lo justo, sin desmayar.

 

En parte una estrategia pastoral que rescate la actividad espiritual plural y multiforme de jóvenes y ancianos, ayuda en el ascenso de la conciencia responsable de la convivencia social solidaria.

 

Lucas 7,1-10



REFLEXIÓN

 

le rogaban encarecidamente

 

Jesús se fue con ellos.

 

no soy yo quién para que entres bajo mi techo

 

No obstante que Jesús no busca para sí fama y fortuna, sino vive en función del Padre y su Reino, el evangelio hace lugar a la fe en Jesús como aspecto primordial del advenimiento en salud de ese Reino.

 

Todo en la palabra hoy mueve hacia el rico y penetrante sentido de orar. Algo tan importante como respirar.

 

 

 

Jesús se admira que una persona que no es profesional de lo religioso y el rezo, capte el sentido salvífico de su persona.

 

Porque en la raíz de la plegaria se encuentra la fe, que abre las compuertas de la confianza en el Señor y su enviado, valorando su oferta de intervención en la vida cotidiana, nutrida de limitaciones y anhelos hacia el empoderamiento y la resiliencia.

 

Al oír esto, Jesús se admiró de él, y, volviéndose a la gente que lo seguía dijo: "Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe". Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

 

Un pagano que trata bien a un criado israelita y no lo humilla tiene una actitud fraterna que cruza las divisiones y es apta para un encuentro sanador con Jesús de Nazareth.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1437374228408455175?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Lunes, XXIV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,3-4


A vos, adolescente que no te rendís en las caídas. A vos, joven que te animás a más, que no dejas de soñar. A vos, adulto que no te dejás robar la esperanza. A vos, que te animás a apostar a lo de Dios sin saber a dónde lleva. DEDICAtoria Padre Juampi

Oigamos, pues, lo que la palabra divina, sin halagos para nadie, dice a los pastores que se apacientan a sí mismos en vez de apacentar a las ovejas: Os coméis su enjundia, os vestís con su lana; matáis las más gordas y, las ovejas, no las apacentáis. No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas; no recogéis a las descarriadas, ni buscáis las perdidas, y maltratáis brutalmente a las fuertes. Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo. Se acusa a los pastores que se apacientan a sí mismos en vez de a las ovejas, por lo que buscan y lo que descuidan. ¿Qué es lo que buscan? Os coméis su enjundia, os vestís con su lana. Pero por qué dice el Apóstol: ¿Quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿Qué pastor no se alimenta de la leche del rebaño? Palabras en las que vemos que se llama leche del rebaño a lo que el pueblo de Dios da a sus responsables para su sustento temporal. De eso hablaba el Apóstol cuando decía lo que acabamos de referir. Ya que el Apóstol, aunque había preferido vivir del trabajo de sus manos y no exigir de las ovejas ni siquiera su leche, sin embargo, afirmó su derecho a percibir aquella leche, pues el Señor había dispuesto que los que anuncian el Evangelio vivan de él. Y, por eso, dice que otros de sus compañeros de apostolado habían hecho uso de aquella f facultad, no usurpada sino concedida. Pero él fue más allá y no quiso recibir siquiera lo que se le debía. Renunció, por tanto, a su derecho, pero no por eso los otros exigieron algo indebido: simplemente, fue más allá.

REFLEXIÓN

Cuando un testimonio de vida se hace un modelo, los que no alcanzan a serlo, aunque trabajen bien, son comparados por lo que dejan de hacer, no por lo que hacen. Una crítica que mide por el mismo rasero a todos, se apodera de la opinión común. El colectivismo mental está agazapado en cualquiera, y no permite la unidad en la diferencia. Pero el evangelio nos habla de diferencias, aun como buena tierra.