lunes, 17 de agosto de 2020

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Gregorio Magno Tratados morales sobre el libro de Job 3, 39-40*

Los santos varones, al hallarse involucrados en el combate de las tribulaciones, teniendo que soportar al mismo tiempo a los que atacan y a los que intentan seducirlos, se defienden de los primeros con el escudo de su paciencia, atacan a los segundos arrojándoles los dardos de su doctrina, y se ejercitan en una y otra clase de lucha con admirable fortaleza de espíritu, en cuanto que por dentro oponen una sabia enseñanza a las doctrinas desviadas, y por fuera desdeñan sin temor las cosas adversas; a unos corrigen con su doctrina, a otros superan con su paciencia.


COMENTARIO

La vida como lucha es una comprensión que alcanza todas las dimensiones de la misma, desde la evolución de las especies, hasta las castas angélicas, según el gnoticismo apocalíptico. Lo interesante es cómo se diferencia esta lucha en la peregrinación hacia la casa definitiva. Entre ataques y seducciones. Porque algunas instrucciones espirituales sólo se han conformado con repeler o aguantar ataques, que no se pueden disimular. Pero pocos has trabajado en las seducciones, en el mal menor, el conflicto de bienes, en el bien disimulado. Que requiere más astucia.

 Padeciendo, superan a los enemigos que se alzan contra ellos; compadeciendo, retornan al camino de la salvación a los débiles; a aquéllos les oponen resistencia, para que no arrastren a los demás; a éstos les ofrecen su solicitud, para que no pierdan del todo el camino de la rectitud Veamos cómo lucha contra unos y otros el soldado de la milicia de Dios. Dice san Pablo: Ataques por fuera, temores por dentro. Y enumera estas dificultades exteriores, diciendo: Con peligros de ríos, con peligros de bandoleros, peligros entre mi gente, peligros entre gentiles, peligros en la ciudad, peligros en despoblado, peligros en el mar, peligros con los falsos hermanos. Y añade cuáles son los dardos que asesta contra el adversario en semejante batalla: Muerto de cansancio, sin dormir muchas noches, con hambre y sed, a menudo en ayunas, con frío y sin ropa. Pero, en medio de tan fuertes batallas, nos dice también cuánta es la vigilancia con que protege el campamento, ya que añade a continuación: Y, aparte todo lo demás, la carga de cada día, la preocupación por todas las Iglesias. Además de la fuerte batalla que él ha de sostener, se dedica compasivamente a la defensa del prójimo. Después de explicarnos los males que ha de sufrir, añade los bienes que comunica a los otros. Pensemos lo gravoso que ha de ser tolerar las adversidades, por fuera, y proteger a los débiles, por dentro, todo ello al mismo tiempo. Por fuera sufre ataques, porque es azotado, atado con cadenas; por dentro sufre por el temor de que sus padecimientos sean un obstáculo no para él, sino para sus discípulos. Por esto, les escribe también: Nadie vacile a causa de estas tribulaciones. Ya sabéis que éste es nuestro destino. Él temía que sus propios padecimientos fueran ocasión de caída para los demás, que los discípulos, sabiendo que él había sido azotado por causa de la fe, se hicieran atrás en la profesión de su fe. ¡Oh inmenso y entrañable amor! Desdeñando lo que él padece, se preocupa de que los discípulos no padezcan en su interior desviación alguna. Menospreciando las heridas de su cuerpo, cura las heridas internas de los demás. Es éste un distintivo del hombre justo, que, aun en medio de sus dolores y tribulaciones, no deja de preocuparse por los demás; sufre con paciencia sus propias aflicciones, sin abandonar por ello la instrucción que prevé necesaria para los demás, obrando así como el médico magnánimo cuando está él mismo enfermo. Mientras sufre las desgarraduras de su propia herida, no deja de proveer a los otros el remedio saludable.


COMENTARIO

Quien cuida de otros, como el Padre Dios de todos, se preocupa de los que han caído, para que retornen, de los que flaquean para que se sigan levantando sin cansancio, de los que son servidores para que no dejen ni la siembra ni la cosecha, del daño del escándalo a las víctimas, para que no pierdan todo sentido.

*Doctores de la Iglesia de Jorge Leignadier

domingo, 16 de agosto de 2020

PALABRA COMENTADA

 

domingo 20 de tiempo ordinario A[i]

Isaías 56,1.6-7

1Así dice el SEÑOR: "Preserven el derecho y hagan justicia, Porque Mi salvación está para llegar Y Mi justicia para ser revelada.
6
Y a los extranjeros que se unan al SEÑOR Para servirle, y para amar el nombre del SEÑOR, Para ser Sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo, Y se mantienen firmes en Mi pacto,
7
Yo los traeré a Mi santo monte, Y los alegraré en Mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre Mi altar; Porque Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos."


COMENTARIO

mi casa es casa de oración

La oración es fe viva, activa. Es don de Dios para el Corazón, que se eleva a una dimensión desconocida, y se abre a tesoros de esperanza. Don que purifica el corazón, para acercarlo a la unión con el designio del Señor.

Citado por Jesús, explicita el sentido de su acción profética, que expulsa los vendedores del atrio del templo.

Un celo que compite con la etiqueta de radical y fundamentalista, manoseada por nuestro mundo tibio y mediocre, pero presente y vivo en todo aquél que pone la causa del reino por delante.

Salmo responsorial: 66


COMENTARIO

conozca la tierra tus caminos, / todos los pueblos tu salvación

Porque el Señor enseña el cómo para el qué: el proceso, el caminar, la disposición para recibirlo, hallarlo, encontrarlo.

Romanos 11,13-15.29-32

 13Pero a ustedes hablo, Gentiles. Entonces, puesto que yo soy apóstol de los Gentiles, honro mi ministerio, 14si en alguna manera puedo causar celos a mis compatriotas (Israelitas) y salvar a algunos de ellos. 15Porque si el excluirlos a ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? 

29Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. 30Pues así como ustedes en otro tiempo fueron desobedientes a Dios, pero ahora se les ha mostrado misericordia por razón de la desobediencia de ellos, 31así también ahora éstos han sido desobedientes, para que por la misericordia mostrada a ustedes, también a ellos ahora les sea mostrada misericordia. 32Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todo


COMENTARIO

los dones y la llamada de Dios son irrevocables.

Es lo único irrevocable, frente a los pretenciosos proyectos mesiánicos históricos meramente humanos, mal llamados procesos irreversibles o revoluciones.

Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos

Por ser pecadores y rebeldes, merecemos perdón, misericordia.

No merecen los que niegan ser pecadores, los que no reconocen ser rebeldes.

Es preciso reconocerse para merecer.

El reconocimiento es un primer acto en la dirección salvífica: es el repudio a la complicidad del corazón en la iniquidad.

Mateo 15,21-28

21Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. 22Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada." 23Pero El no le contestó nada. Y acercándose Sus discípulos, Le rogaban: "Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros." 24Y Jesús respondió: "No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." 25Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: "¡Señor, ayúdame!" 26Y El le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos." 27Ella respondió: "Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos." 28Entonces Jesús le dijo: "Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento.


COMENTARIO

Mi hija tiene un demonio muy malo

Nos parece que todo mal que nos acontece es el peor, sin comparación.

Es el clamor individual universal propio del dolor humano.

El proceso de conversión pasa  por abrirse a la conciencia de la fraternidad común en el sufrimiento, aunque no todo es sufrimiento.

Y así una etapa de la salvación está en la solidaridad, por la que sentimos lo ajeno como propio.

Él no le respondió nada

Pasa así: que no responde, o eso creemos.

Intervienen otros para colaborar en la presión a su misericordia.

No calla por Èl sino por nosotros, por nuestro crecimiento.

Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: "Atiéndela, que viene detrás gritando."

Como los afectados de alguna necesidad no encuentran modo de llamar la atención sino desplegando pancartas y cerrando vías, así nuestros amigos intercesores arman un barullo y alboroto, que nos hermana en el compartir el objetivo del ruego.

"Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel."

Porque el Señor también tiene sus prioridades, que sólo Él conoce, pero hemos de confiar que son justificadas y razonables.

Tenemos que insistir para que nos ubique en la lista de espera, en un buen puesto.

Aunque hay algunos casos que entran por urgencia.

"No está bien echar a los perros el pan de los hijos."

Su dilación no es desamor, sino provocación a un compromiso mayor.

Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos."

Un compromiso mayor con nuestra realidad y la de nuestro entorno, para no seguirnos engañando y falseando, y asumirnos tal como somos, sin máscaras ni maquillajes.

Como la pagana que admitió ser “perra” o infiel, y en ello descubrió su derecho inalienable a sobrevivir.

qué grande es tu fe

Porque en el proceso de la oración nuestra fe debe ir creciendo a medida que aceptamos los desafíos del Señor.

Jesús expresó la bienaventuranza de aquél que mantiene activo el resorte existencial fundamental que lo lleve a catapultar otros logros: la fe en sí mismos y en el Padre.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1294965337016938499?s=20



[i] https://bibliaparalela.com/

Palabra Comentada Tiempo Ordinario Domingos Ciclo A de Jorge Leignadier