lunes, 14 de junio de 2021

BEATO CARLO

 BEATO CARLO


“Si nos ponemos delante del sol, nos bronceamos; pero cuando nos ponemos delante de Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos”

71(70)

 

Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa

Hay quienes aceptan que Jesús designó como piedra a Pedro individuo, y otros a una comunidad.

Lo importante es que en Jesús, compartido fraternalmente, se encuentra la fortaleza de la roca de Dios, que nos preserva del embate del anti-reino.

Cuando se ocupa la persona permanentemente de una vida de buena voluntad y busca en lo posible hacer bien, encuentra obstáculos para persistir, con la intención de hacerle desistir.

Es posible que con el candor que atribuye a otros buena fe, se resista a aceptar que existan intenciones perversas.

Más vale dejar abierta esa posibilidad.

Qué sería hoy una imagen de la fortaleza que buscamos en Dios. Nuestra cultura es de ciudad, y la roca no se ofrece como una imagen diáfana de solidez. Al contrario, se tritura, para dar paso a terrenos aptos para otros menesteres.

Más bien nuestra cultura moderna adolece de falta de imágenes de estabilidad y firmeza, que sacramentalicen la experiencia del Dios sólido y firme.

Todas las realidades que experimentamos son débiles, caóticas, inciertas, riesgosas. Vivimos un tiempo de penuria.

Parece entonces importante entender su Palabra, que está disponible siempre, como un recurso único de afianzamiento y solidez.

Venimos a ti todos los días para ser nutridos y persistir contra los embates de una existencia moderna cambiante.

A ti, Señor, me acojo: / no quede yo derrotado para siempre; / tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo

El debate por la verdad es como un juicio, que puede quedar en una mera victoria de palabras y agudezas, pero no en hacer pensar la posición alternativa contraria.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti, / en el seno tú me sostenías

La Palabra nos insta al respeto de la vida desde sus inicios de la gestación en el seno de la familia.

Pero si el custodio de la vida se convierte en su agresor? No hemos tocado fondo?

No es entonces de extrañar la violencia creciente y rampante de nuestras sociedades, la cual muestra un menosprecio de la vida humana y su dignidad.

Es la muestra de una civilización de muerte cuando la misión humana y creyente es la de una civilización de vida y amor.

Mi boca contará tu auxilio, / y todo el día tu salvación

También los fanáticos y radicales pueden alucinar con un llamado y una misión de frente a cualquiera. Cómo distinguir y discernir?

Ignacio de Loyola se sintió llamado y en una primera etapa asumió conductas extremas de penitencia y oración. Incluso mostró intolerancia cuando estuvo dispuesto a despachar un moro.

Pero su conversión evolucionó a la búsqueda del bien común, de la salvación de las almas entonces, mejor entendido como reino hoy.

Entonces busco medios aptos para canalizar la radicalidad de su motivación: educarse mejor, organizarse con un grupo, compartir su carisma.

Esta experiencia de vida plasmada en sus Ejercicios Espirituales siempre fue acompañada de Examen, discenimiento y acción de gracias.

Entrega y disponibilidad al Señor con prudencia siempre.

Dios mío, me instruiste desde mi juventud, / y hasta hoy relato tus maravillas.

Porque la vocación primera y la consagración, es la opción fundamental humana por el bien absoluto y radical.

Los sacramentos como el bautismo y otros inciden en tal vocación, haciéndola plena y desplegando sus virtualidades, pero no la suplantan.

Tampoco las ideologías de cualquier tipo lo hacen.

No me rechaces ahora en la vejez, / me van faltando las fuerzas

La agonía de la fe encarnada en el mundo es hasta el último día, por el proceso de la Palabra. Y aun cuando Él está siempre con nosotros, su misterio total nos sigue aterrando con un posible abandono. Porque nuestra carne es frágil y la presencia del Señor se toma como ausencia.

Yo, en cambio, seguiré esperando, / redoblaré tus alabanzas

Según las reglas de discernimiento para la desolación, no se debe hacer mudanza. Hay que persistir en el amor primero y confiar hasta el final.


 


domingo, 13 de junio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 11 tiempo ordinario

Ezequiel 17,22-24



REFLEXIÓN

Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos.

Altura y lozanía de mano del Señor que repercute en los que así, de su propia y exclusiva mano, se engríen.

Es que no tiene el ser humano dignidad y potencial suficiente para andar por sí mismo, escalar alturas y reflejar bienestar por su tesón?

Sí y no.

La saga de la Palabra es un constante memorial de la responsabilidad que tenemos de reconocer al Señor. “Alabar, hacer reverencia y servir” en lenguaje del siglo 16 de Ignacio de Loyola en el Principio y Fundamento.

Algo de gloria, algo de alabanzas  y algo de servicio conocía este hombre ex-cortesano de Carlos V.

En su momento captó por iluminación que esa gloria no era suficiente como Principio y fundamento, como sentido de una existencia.

Y optó por el Señor.

De esa gloria trata Ezequiel con su imagen del cedro glorificado.

Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas

Esa gloria otorgada por el Señor es una misión de servicio a la amplitud de la creación. Como amplio es el mismo Señor que llama y envía.

Salmo responsorial: 91



REFLEXIÓN

 

proclamar por la mañana tu misericordia / y de noche tu fidelidad

Porque nos sigues dando la luz de la existencia cotidiana y nos mantienes toda la jornada a tu servicio.

En la vejez seguirá dando fruto / y estará lozano y frondoso, / para proclamar que el Señor es justo, / que en mi Roca no existe la maldad

No hay retiro ni jubilación en esta misión y servicio. Aun con fuerzas menguantes y menguadas podemos alabar, hacer reverencia y servir.

2Corintios 5,6-10



REFLEXIÓN

 

tal nuestra confianza, que preferimos desterrarnos del cuerpo y vivir junto al Señor.

El ímpetu de la confianza lleva a desasirnos. El justo vivirá por fe, de fe en fe. De destierro en destierro.

Con el pasar del tiempo por fe vamos validando el extrañamiento del mundo y dejándonos cribar y preparar para entrar en su presencia definitivamente.

por lo que hayamos hecho mientras teníamos este cuerpo

Nuestro cuerpo es el sembrado asignado a nuestra responsabilidad y nuestro compromiso primario. Porque cuerpo no es sólo individualidad sino además relación.

Marcos 4,26-34



REFLEXIÓN

 

la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.

La primera parábola enfoca el crecimiento fuera del control humano. Nos llama a reconocer que así es el reino.

se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas

La segunda es semejante a la de Ezequiel. Lo más pequeño por la mano misteriosa de Dios se encumbra sobre todo lo demás. Así también es el reino.

El reino es un crecimiento que sólo Dios da. El reino es una transformación desde lo más pequeño hasta lo más alto, que sólo Dios otorga.

Cuándo optaremos por alabarlo, reconocerlo y servirlo, sin temor de perder nuestro protagonismo y significatividad?

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