martes, 19 de octubre de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


HACER SOLO LO QUE AGRADA A DIOS

San Agustín Carta a Proba 130,11,21-12,22

A nosotros, cuando oramos, nos son necesarias las palabras: ellas nos amonestan y nos descubren lo que debemos pedir; pero lejos de nosotros el pensar que las palabras de nuestra oración sirvan para mostrar a Dios lo que necesitamos o para forzarlo a concedérnoslo. Por tanto, al decir: Santificado sea tu nombre, nos amonestamos a nosotros mismos para que deseemos que deseemos que el nombre del Señor, que siempre es santo en sí mismo, sea también tenido como santo por los hombres, es decir, que no sea nunca despreciado por ellos; lo cual, ciertamente, redunda en bien de los mismos hombres y no en bien de Dios. Y, cuando añadimos: Venga a nosotros tu reino, lo que pedimos es que crezca nuestro deseo de que este reino llegue a nosotros y de que nosotros podamos reinar en él, pues el reino de Dios vendrá ciertamente, lo queramos o no. Cuando decimos: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, pedimos que el Señor nos otorgue la virtud de la obediencia, para que así cumplamos su voluntad como la cumplen sus ángeles en el cielo. Cuando decimos: El pan nuestro de cada día dánosle hoy, con el hoy queremos significar el tiempo presente, para el cual, al pedir el alimento principal, pedimos ya lo suficiente, pues con la palabra pan significamos todo cuanto necesitamos, incluso el sacramento de los fieles, el cual nos es necesario en esta vida temporal, aunque no sea para alimentarla, sino para conseguir la vida eterna. Cuando decimos: Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, nos obligamos a pensar tanto en lo que pedimos como en lo que debemos hacer, no sea que seamos indignos de alcanzar aquello por lo que oramos. Cuando decimos: No nos dejes caer en la tentación, nos exhortamos a pedir la ayuda de Dios, no sea que, privados de ella, nos sobrevenga la tentación y consintamos ante la seducción o cedamos ante la aflicción. Cuando decimos: Líbranos del mal, recapacitamos que aún no estamos en aquel sumo bien en donde no será posible que nos sobrevenga mal alguno. Y estas últimas palabras de la oración dominical abarcan tanto, que el cristiano, sea cual fuere la tribulación en que se encuentre, tiene en esta petición su modo de gemir, su manera de llorar, las palabras con que empezar su oración, la reflexión en la cual meditar y las expresiones con que terminar dicha oración.

REFLEXIÓN

El Padrenuestro es nuestra oración guía, y toda otra debe contrastarse con ella para verificar el sello del Espíritu Santo, quien mueve nuestras personas a comunicarse con Él. El enfoque nunca podrá ser darle algo al Señor, quien nos la dio para nuestro provecho. Sino más bien que nos urge a poner en funcionamiento los deseos en esta oración contenidos. Y tampoco es un momento en el que valga algo lo que hicimos o hacemos, como méritos que nos ganan su indulgencia, sino verificando cuán lejos estamos de hacer esos deseos peticiones una realidad en nuestras vidas y la de nuestros hermanos.

domingo, 17 de octubre de 2021

PALABRA COMEN TADA

 

Domingo 29 de tiempo ordinario

Isaías 53, 10-11



REFLEXIÓN

El Señor quiso(chapets:aprobó) triturarlo(daka:aniquilar) con el sufrimiento

La Palabra revela el Misterio absoluto del Señor en el decir histórico-cultural humano. Esto ayuda y estorba.

Alguien amado del Señor, su siervo por decir su enviado, su ungido, su elegido, es triturado, hecho trizas por el sufrimiento.

En el aire está el escándalo que se levanta en los corazones por una víctima inocente.

Qué decir de nuestra sensibilidad humana crece a sus máximos de queja y reclamo cuando topa con el sufrimiento de una víctima inocente.

Es un escándalo para lo que creemos del Señor, porque pone en tela de juicio su bondad y el resto de su revelación, su designio.

Será que el Señor no ha encontrado otro lenguaje, para que el corazón humano se convierta de su dureza?

Y así el sufrimiento de la víctima inocente no es precisamente para reclamarle a Él, sino para que Él nos reclame a nosotros por nuestra falta de ternura y compasión para los demás.

A veces un padre o madre recurre al sufrimiento de algún hijo, negándole algún bien o satisfacción, para que despierte de su engreimiento y egoísmo, y mire más por sus hermanos.

y entregar su vida como expiación

Y así la expiación es ante sus hermanos, para que se conmuevan y salgan de su desvío de la fraternidad.

Por los trabajos de su alma verá la luz,

el justo se saciará de conocimiento.

En la fe activa que portamos se ofrece esa secreta voz que nos asegura, que los trabajos de la solidaridad y la fraternidad, no quedarán sin reconocimiento.

Mi siervo justificará a muchos,

porque cargó con los crímenes de ellos

Es como si un representante de una víctima inocente proclamara ante los verdugos, que salgan de la culpabilidad de su crimen y daño, y se abran a una realidad de ternura, perdón y fraternidad.

Porque los victimarios necesitan una voz que los haga encontrar el camino de vuelta y mostrar su conversión en la reparación del daño.

Salmo responsorial: 32



REFLEXIÓN

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Pero que venga como una responsabilidad para ser misericordiosos con los hermanos y las víctimas, que puedo producir en mi existencia. Las que produzco intencionalmente pero también por omisión.

Por eso pedimos las entrañas de misericordia del Dios leal, para hacernos en nuestra escala como Él.

Hebreos 4, 14-16



REFLEXIÓN

ha atravesado el cielo

En esto radica la angustia existencial humana ante la evidencia de su final eventual pero seguro: la inseguridad sobre el reinado de Dios.

Porque no es suficiente despejar la existencia o no de Dios, sino lo que significa en términos salvíficos: es qué tiene consecuencia signficativas para mi vida? Para nuestro mundo?.

Por eso Jesús contribuye a nuestra fe en nosotros como humanidad, con destino significativo, porque en él se revela la comunicación del Misterio del Señor. En él el cielo está abierto.

acerquémonos con seguridad

La seguridad nos la da el mediador, no el resultado pronosticado por nuestra sabiduría.

Marcos 10, 35-45



REFLEXIÓN

"Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir."

La ambición y el poder son nuestros acompañantes frecuentes y constantes. Están disponibles para que aparezcan en cualquier coyuntura de poder, o cuando creemos estar cerca de él. Los seguidores de Jesús eran muy ambiciosos y esperaban, como mercenarios, recibir buena paga.

Nos extrañamos de la impureza de las motivaciones nuestras y de otros, en las mejores causas. Más bien es con lo que debemos contar inicialmente.

¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?

El siervo Jesús deberá enderezar esos mercenarios a una conversión de servicio al reino. El sufrimiento ayudará a ver, en el testimonio de sus seguidores, que no iban por ambición de poder.

el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos

Los creyentes de Jesús de Nazareth con nuestro sufrimiento podemos dar testimonio a favor de Jesús: víctima inocente, y del compromiso para la reparación solidaria a toda víctima inocente.

Porque nuestra solidaridad no es un generoso excedente de nuestra bondad, sino una deuda de reparación frente a un orden injusto, que se manifiesta poblando la creación con víctimas inocentes.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1449706225520848899?s=20