Miércoles 1 de Adviento
Isaías 25,6-10ª
REFLEXIÓN
Aquel día
Entretanto
gemimos con ansiedades y miedos por los riesgos que corremos. Aprender la
espera y afrontar confiadamente el embate de las circunstancias, que incluso
hemos desatado, es una prueba de fe y esperanza.
En
Jesús, líder de la esperanza contra toda esperanza, nos queremos inspirar para
seguir esperando contra nuestra debilidad.
arrancará en este monte el velo que cubre a todos los
pueblos, el paño que tapa a todas las naciones
Basados
en el sentido mesiánico, portavoz y portador de salvación total, por su
situación de elección de parte de la Palabra, Israel se hizo triunfalista, como
si en todo momento, hiciera lo que hiciera, tanto el pueblo como los
dirigentes, tenía asegurado el respaldo incondicional del Señor.
Así como
distintos pueblos en la historia antigua y reciente, Israel se autoproclamó
líder mundial de la salvación de Yavé.
Israel
sintió que era obligación del Señor apoyarlo y sacarlo de todas sus aventuras y
errores, y encima hacerlo protagonista por encima de los demás pueblos, que le
deberían, si no la existencia, sí la gloria del Señor.
Los
entendidos en desarrollo humano a través de las diferentes ciencias e
investigaciones aplicadas, creen poder distinguir un proceso de maduración que
toma años en hombres y mujeres.
Una de
las etapas radica en una autoafirmación autocentrada, egocéntrica, necesaria
para definir la propia identidad y valor, pero que resulta perversa cuando se
extiende más allá de lo necesario.
Solo la
realidad de frustración y contratiempos va labrando una autoimagen más cónsona a
la convivencia en equidad con los otros.
Así
Israel debió aprender y, con nosotros el nuevo Israel, seguir aprendiendo, en
qué consiste el verdadero mesianismo y la misión de salvación entre los
pueblos.
El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros
Entretanto
felices si lloramos, de acuerdo a las felicidades del Sermón del Monte.
"Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos
salvara; celebremos y gocemos con su salvación
Todo
evoluciona tan rápidamente que casi no da tregua.
Buscamos
cómo hacer para ayudar al necesitado, pero no se nos ocurre.
Sólo
podemos implorarte humildemente que tu voluntad sobre nosotros se haga, y lo
comprendamos y aceptemos y demos gracias.
En
algunos momentos iremos degustando los preámbulos del festín final. Son los
anticipos de la paga. Recompensas para que no perdamos ánimo.
Gozar
esos momentos en fraternidad es una consolación que reduce nuestra desesperanza
e inconformidad, y alienta el fuego de la paciencia.
En los
ejercicios espirituales ignacianos son momentos de gracia que, como el maná, no
se pueden acumular sino disfrutar, y en ellos construir la fortaleza para lo
que venga en el futuro.
Salmo
responsorial: 22
REFLEXIÓN
El Señor es mi pastor, nada me falta
me conduce hacia fuentes tranquilas
Porque
ahora son aguas tumultuosas.
Y lo que trae sonido
estridente no parece del buen espíritu.
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me
unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa
Mientras
más inclusivo sea el festín más de Dios será.
No deben
faltar ni los enemigos, que según la costumbre semita, estaban protegidos de
cualquier acechanza, aun la propia, si se sentaban a mi mesa.
Porque
la mesa es un santuario.
Me guía por el sendero justo
Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo
Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de
mi vida
Tu modo
de ser más allá de lo imaginable, pero que alienta por su bondad y benignidad.
Mateo
15,29-37
REFLEXIÓN
Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se
sentó en él
Parece
una alusión premeditada y calculada: sentarse en el monte es decir, para los
conocedores de las escrituras, que Jesús es ese Señor Dios que prepara un
festín final. Y que el de Moisés no se le compara.
"Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días
conmigo y no tienen qué comer.
Jesús
anticipa ese festín para ahora por la necesidad de la gente, que como boceto de
nuevo pueblo, encaravanado lo va siguiendo.
El Señor
anticipa el final por amor cuando la carencia mueve sus entrañas.
"¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes
suficientes para saciar a tanta gente?"
La voz
de la impotencia y el realismo craso, no es un buen acompañamiento apostólico
de la Palabra, porque no da testimonio del verdadero Dios, sino de mezquindades
humanas.
Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias,
los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente
También
es calculada la colaboración de sus discípulos, porque la anticipación del festín
de la equidad no la hace solo la Palabra sino también la libertad de hombres y
mujeres, a quienes la carencia de otros les mueve las entrañas.
Está en
nuestras manos, en colaboración con la Palabra, ir anticipando el festín de la
fraternidad.
De lo
que se puede dar, el Señor hace más, pero espera de nuestra generosidad.
Como el
ofertorio de la misa es un momento de devolución generosa al Señor, para que Él
en su misericordia, multiplique.
Siempre
es posible hacer algo más para que el Señor sienta nuestra invitación de
multiplicar nuestro aporte.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1466007529398353921?s=20
https://x.com/motivaciondehoy/status/1732354232206950864?s=20
COMPARTIR LA PALABRA
Isaías
25,6-10a
Se
puede decir que Jesús recoge el sueño del profeta sobre el banquete
final como nueva vida o nuevo modo de vivir, nunca visto. Lo empieza
a cumplir dando de comer, pero quiere anticipar en nosotros las
esperanza que nos ha de sustentar siempre: una nueva vida
interminable.
Salmo
responsorial: 22
Haciéndolo así Jesús
se relaciona con el Pastor que es Dios, quien guía y protege a su
pueblo, propiciando comida y bebida. El Pastor es la imagen de un
Dios compañero y providente. Lo cual disgusta mucho a quienes creen
que nos bastamos solos para resolver nuestros asuntos.
Mateo
15,29-37
Jesús se
distingue por sentir la necesidad de otros y otras, en este caso,
aquellos que pendientes de sus enseñanzas, están con hambre física
y no pueden hallar comida en ese paraje y momento. Jesús es así un
líder empático, compasico y proactivo, porque busca ayuda entre sus
discípulos en primer lugar, y después en su Padre, para que a
través de él intervenga.