lunes, 7 de febrero de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

LA ALEGRÍA DEL ESPÍRITU SANTO COMPARTIDA

San Buenaventura  Breviloquio, prólogo

El origen de la sagrada Escritura no hay que buscarlo en la investigación humana, sino en la revelación divina, que procede del Padre de los astros, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, de quien, por su Hijo Jesucristo, se derrama sobre nosotros el Espíritu Santo, y, por el Espíritu Santo, que reparte y distribuye a cada uno sus dones como quiere, se nos da la fe, y por la fe habita Cristo en nuestros corazones.

REFLEXIÓN

Se corta así por lo sano la discusión eterna sobre el origen de la Sagrada Escritura. Es un tema de fe, no de investigación humana. Si algo habría que discutir, es sobre la fe y su pretensión de alcanzar el origen, privando al esfuerzo humano de comprensión, dada por el mismo Creador, propia y según la coherencia y consistencia de sus métodos.

En esto consiste el conocimiento de Jesucristo, conocimiento que es la fuente de la que dimana la firmeza y la comprensión de toda la sagrada Escritura. Por esto, es imposible penetrar en el conocimiento de las Escrituras, si no se tiene previamente infundida en sí la fe en Cristo, la cual es como la luz, la puerta y el fundamento de toda la Escritura.

Se trata de una contradicción radical: conocimiento por la fe de Jesucristo mediante la fe previamente infundida, donada, dispensada y que actúa como según las imágenes como luz porque alumbra la oscuridad del misterio, como puerta porque permite entrar desde dentro y no por violencia, y fundamento porque sin ese paso lo que venga no podrá darse.

REFLEXIÓN

En efecto, mientras vivimos en el destierro lejos del Señor, la fe es el fundamento estable, la luz directora y la puerta de entrada de toda iluminación sobrenatural; ella ha de ser la medida de la sabiduría que se nos da de lo alto, para que nadie quiera saber más de lo que conviene, sino que nos estimemos moderadamente, según la medida de la fe que Dios otorgó a cada uno.

REFLEXIÓN

Se trata con la fe de una sabiduría donada, de lo alto o de lo profundo, según las tendencias espaciales de tal o cual generación a lo largo de los siglos.  Una sabiduría que opera como un sometimiento, o cesión de derechos, una sumisión, docilidad u obediencia, que obviamente resulta discordante en un ambiente rígido en cuanto a la afirmación del intelecto humano como medida de todas las cosas.

La finalidad o fruto de la sagrada Escritura no es cosa de poca importancia, pues tiene como objeto la plenitud de la felicidad eterna. Porque la Escritura contiene palabras de vida eterna, puesto que se ha escrito no sólo para que creamos, sino también para que alcancemos la vida eterna, aquella vida en la cual veremos, amaremos y serán saciados todos nuestros deseos; y, una vez éstos saciados, entonces conoceremos verdaderamente lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano, y así llegaremos a la plenitud total de Cristo.

REFLEXIÓN

El fin de tal estilo de vida, que tanto descompone la autonomía del conocimiento humano, es alcanzar la vida que, como alternativa a esta, no tiene fin, y por lo tanto implica la felicidad plena, que consiste en ver, amar y saciar todo anhelo.De esto y su valor en los tiempos presentes, nos son testigos las investigaciones humanas que plantean la dinámica de la búsqueda de la plenitud de los hombres y mujeres. Porque ellas arrojan, que llevamos muy profundamente el anhelo, el deseo, la ansiedad por ser más.

En esta plenitud, de que nos habla el Apóstol, la sagrada Escritura se esfuerza por introducirnos. Ésta es la finalidad, ésta es la intención que ha de guiarnos al estudiar, enseñar y escuchar la sagrada Escritura.


REFLEXIÓN

Dedicarse a la Escritura, es consagrarse a vivir con ilusión de eternidad y plenitud.

Y, para llegar directamente a este resultado, a través del recto camino de las Escrituras, hay que empezar por el principio, es decir, debemos acercarnos, sin otro bagaje que la fe, al Padre de los astros, doblando las rodillas de nuestro corazón, para que él, por su Hijo, en el Espíritu Santo, nos dé el verdadero conocimiento de Jesucristo y, con el conocimiento, el amor, para que así, conociéndolo y amándolo, fundamentados en la fe y arraigados en la caridad, podamos conocer lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo de la sagrada Escritura y, por este conocimiento, llegar al conocimiento pleno y al amor extático de la santísima Trinidad; a ello tienden los anhelos de los santos, en ello consiste la plenitud y la perfección de todo lo bueno y verdadero.

REFLEXIÓN

Tal es el compromiso con la plenitud que anima este estudio de La Escritura por fe, que no se puede dar sin un trabajo por la perfección de lo bueno y verdadero,  de lo ético, lo conveniente, lo razonable y lo responsable desde ahora en esta convivencia humana.

domingo, 6 de febrero de 2022

PALABRA COMENTADA

 

domingo 5 de tiempo ordinario

Isaías 6, 1-2a. 3-8



REFLEXIÓN

"¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!"

La Palabra se expresa en el profeta que narra una teofanía, una exhibición de la divinidad del Señor de los cielos.

La narra con recursos que visualizan una cima de esplendor y poder, como una corte de un rey oriental, con trono y sirvientes bellísimos, que realzan la majestad y la total y absoluta diferencia con el común de los mortales.

Es esta quizá la intención de fondo de la visión:transmitir la experiencia del totalmente OTRO, del Trascendente, más allá de todo lo más allá.

Se lo comunica a sus contemporáneos para quienes a la muerte del rey, pueden perder la esperanza y el sentido de protección y de un liderazgo de justicia incorruptible.

Y se pretende entonces mantener en alto esos valores refiriéndolos al único verdadero rey de Israel: el Dios altísimo.

Así la teología de la Palabra apuntala la fe de los creyentes para que no degenere en desesperanza. Si captamos que el Señor es Santo, que está por encima de todo, seremos capaces de afrontar las viscisitudes de la historia, en la que suben y caen los poderes terrenales.

"Mira; esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado."

La Palabra revela también nuestra indignidad. De suyo no pertenecemos a la estirpe del totalmente Otro, como su corte.

Pero esto tiene remedio desde el mismo Señor, porque Él no guarda su ser Otro y su diferencia para sí y los suyos, sino que la comparte.

Es una lectura que nos diferencia de otros credos, que mantienen inalterable la alteridad inalcanzable de Dios. Una lectura cuyo cambio está en la clave Jesús de Nazareth, que nos ayuda a cruzar en su carne nuestra indignidad.

"Aquí estoy, mándame."

Era la marca de un profeta entre los Israelitas al dar fe de un llamado: vocación y misión.

En Jesús todos hemos sido incluídos en potenciales misioneros. Es un criterio para determinar si tenemos su fe: si somos capaces de evangelizar, como quiera y donde quiera.

Salmo responsorial: 137



REFLEXIÓN

cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma

El hecho de animarnos a acercarnos e invocar es augurio de ser llamados. Porque nos llaman nos acercamos, no obstante que reconozcamos la distancia.

1Corintios 15, 1-11



REFLEXIÓN

el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando

Un cuestionamiento que debemos hacernos de tiempo en tiempo es el sugerido por Pablo: en realidad aceptamos y nos mantenemos aceptando la proclamación de TODO el evangelio? Nos vemos y vivimos fundamentados en él? Captamos que estamos viviendo su salvación? La podemos y queremos expresar en nuestra historia cotidiana?

Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras

Para que volvamos a ese examen básico de nuestra fe, confrontemos los elementos del evangelio proclamado, que lo debemos repetir como un credo. En primer lugar la muerte y resurrección de Jesús apoyada en la Palabra.

se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los me apareció también a mí.

El soporte a nuestra credulidad son los testigos nombrados y sus experiencias del Jesús histórico y resucitado.

He aquí nuestra sencilla plataforma de fe en la que nos apoyamos para nuestro compromiso.

por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí

Como el profeta Pablo reconoce que sin el acercamiento del totalmente Otro, no sería digno de su divinidad en Cristo.

Lucas 5, 1-11



REFLEXIÓN

la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios,

La gente tiene hambre de pan pero no menos de Palabra de Dios, preferiblemente escuchada de labidos purificados, pero humanos, para vivir el acercamiento del Santo.

llenaron las dos barcas, que casi se hundían

Por qué no hacemos memoria y acción de gracias al recordar cómo recibimos en la propia historia colmos de beneficios inesperados y desproporcionados para nuestras expectativas.

No nos habla eso de Alguien que nos acompaña persistentemente para salvarnos?. Salvarnos en sentido cotidiano.

"No temas; desde ahora serás pescador de hombres

Porque solo nos moveremos a transmitir la fe si dejamos de temer su presencia y nos dejamos transformar.

El que proclama de palabra y obra, ese ha sido purificado por el Señor Santo, que se ha acercado en Jesús de Nazareth.

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