Sábado 6 de tiempo ordinario
Santiago 3,1-10
REFLEXIÓN
la lengua, en cambio, ningún hombre es capaz
de domarla:
La
maledicencia parece un gran mal común de nuestro tiempo. Tiñe la comunicación
humana de suspicacia, incredibilidad, juicios sumarios sobre presuntos agravios
e impulsa una impaciente justicia por mano propia.
Es como
una lluvia de fuego cayendo sobre la civilización, como la torre de babel en
reedición globalizada, que dificulta la colaboración, la buena fe y el amor
profundo.
Estamos
bajo el asedio de una potencia maléfica, en nueva versión? Será el anti-reino
provocando estupor, confusión, desánimo frente a las exigentes tareas del reino
de Dios?
Lo
cierto es que hay que despertar en la medida de la conciencia y circunstancias
a actitudes más positivas, constructivas, colaborativas y esperanzadoras.
Salmo responsorial: 11
REFLEXIÓN
Sálvanos, Señor, que se acaban los buenos, / que desaparece la
lealtad entre los hombres: / no hacen más que mentir a su prójimo, / hablan con
labios embusteros / y con doblez de corazón. R.
Estirpe el Señor los labios embusteros / y la lengua
fanfarrona / de los que dicen: "La lengua es nuestra fuerza, / nuestros
labios nos defienden, / ¿quién será nuestro amo?" R.
Un
clamor que hacemos nuestro ante la impotencia de construir una comunicación
auténtica duradera, en un mundo minado por la incomunicación.
Se trata
de convertirnos a una fraternidad y ésta es bajo inspiración del Padre de
todos, para que nos reuna en una familia.
Marcos 9,2-13
REFLEXIÓN
Se formó una nube que los cubrió, y salió una
voz de la nube: "Éste es mi Hijo amado; escuchadlo." De pronto, al
mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Necesitamos una experiencia de la Palabra tan fuerte que nos
permita la memoria del Padre que da testimonio del Hijo, aunque Jesús conviva
solo con nosotros en el día a día.
Así fue el kerygma: una predicación que buscaba incoar una
vivencia y experiencia profunda del Espíritu de Jesús glorificado presente en
su comunidad, para que en los giros y dificultades de la vida de seguimiento
por fe, se mantuviera su carisma. La gracia dada fue que siempre lo
escucháramos.
y se transfiguró delante de ellos
Sus vestidos se volvieron de un blanco
deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les
aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la
palabra y le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer
tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías."
El modelo de vida nueva que presenta la palabra es la
transfiguración, la transformación de lo presente en una novedad brillante y
amable. Incluye a los que nos han precedido. Es una realidad que no se cambia
por nada y de la que no queremos apartarnos más. Pero vivida en anticipación
histórica la sentimos como un fragmento, que nos incentiva pero también nos
frustra porque no es definitiva.
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
No es un vivencia de temor, sino de trastorno de todo los
puntos de referencia conocidos. Un éxtasis que irrumpe la cotidianeidad y la
desubica de sus certezas comunes.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una
voz de la nube: "Éste es mi Hijo amado; escuchadlo."
Fue a su vez para ellos y nosotros el momento de la
convergencia de los testigos de la alianza del primer testamento en Jesús,
hacedor de la alianza definitiva y permanente.
"No contéis a nadie lo que habéis visto,
hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos." Esto se les
quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de "resucitar de
entre los muertos".
Y fueron
testigos vivenciales antes de ser enviados como testigos existenciales para
formar comunidades de salvados, comunidades del Reino.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1495003298654470144?s=20&t=egCnTykPRGk6nOJqLWSCQQ