domingo, 1 de mayo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 3 de Pascua C

Hechos de los apóstoles 5, 27b-32. 40b-41

REFLEXIÓN

la diestra de Dios lo exaltó

Al contrario de los planes y acciones conspirativas Dios hace la historia de Salvación.

Unas veces acertamos y otras no, al llevar adelante la gestión de la historia.

Nos toca reconocer con humildad que su iniciativa supera la nuestra e incluso nos llena de felicidad, cuando es aceptada y obedecida.

para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados

Israel en la historia ha sido un pueblo con una misión:la proclamación intensa y extensa entre las naciones como su siervo del venidero perdón de los pecados por mano de Yavé.

En esta esperanza vivió cuando su Sumo Sacerdote penetraba en el lugar santo, expresión del Dios altísimo e innombrable una vez al año.

Por caminos inescrutables el Señor, confirmado como Padre, revela en Jesús de Nazareth, su hijo, la concesión del perdón de los pecados.

Qué es un pecado, y qué es un perdón, para que sea un tema que se convierta en el factor decisivo de ambos pueblos que son uno en realidad:uno que espera el perdón y otro que lo celebra?

Sobre esta relevancia y pertinencia del perdón de los pecados cada generación debe ensayar una actualización en consonancia con sus necesidades y desarrollo de conciencia.

Pero debe ser un factor crucial, nuclear; una llave de la historia humana, para entenderla y transformarla.

Es la responsabilidad de los creyentes de ambos pueblos dar luz al mundo para la intelección del sentido del pecado y su perdón.

Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús

Los conflictos y dificultades que genera caminar con, en y por el evangelio, conllevan su propia recompensa de satisfacción y firmeza.

Salmo responsorial: 29



REFLEXIÓN

sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa

Un aspecto básico del pecado, bíblicamente considerado, es que acarrea y se identifica con la muerte de la vida como don de Dios.

Y Jesús vivo significa que ese sentido ha sido eliminado y doblegado. Ya no existe más en la existencia humana una muerte eterna. Sino más bien resplandece la oferta de la vida que no termina, en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo

La dinámica del Espíritu es así:consolación y desolación.

Como los caminos tienen colinas y valles así se alternan los estados de influencia del Espíritu moldeando nuestra transformación.

Apocalipsis 5, 11-14



REFLEXIÓN

"Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza."

La aclamación de Jesús por el universo.Como un estadio en pie y conmovido aplaude atronadoramente:una expresión de la gloria que el Padre le ha concedido.

En la cuarta semana de los ejercicios espirituales ignacianos se insta a la identificación del creyente ejercitante con la alegría del triunfo de la gloria del Señor resucitado.

Pronto terminará esa jornada de oración intensa y el ejercitante de mano del Señor pedirá recibir el don del gozo de la gloria para que su peregrinaje lleve siempre, como alimento del camino, la visión del fin en el que participará.

Gozarme en el Señor por el Señor glorificado implica un salirnos de nuestra reductiva existencia sometida al límite, la falla, la debilidad, el pecado y la muerte su colofón.

Significa respirar un aire más puro que oxigena nuestro discurrir histórico y potencia el caminar con sus trabajos.

Juan 21, 1-19



REFLEXIÓN

Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades

no cogieron nada

Se vuelve al punto de inicio en otro nivel: la historia se repite en espiral.

"Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis."

Ha seguido estando con nosotros pero en Espíritu de Pascua. Y alienta nuestras acciones con su presencia inédita y novedosa.

Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor.

La visión del corazón es más certera.

Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua

Pero el amor también actúa

Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces

Un detalle insignificante en apariencia: los demás quedan haciendo lo que los líderes han olvidado. Y sin ellos las cosas no se terminan de hacer.

Una acción menos deslumbrante y más callada, pero eficaz.

Consignado en el evangelio es como si existiera alguien cuya mirada lo escruta todo y nada pasa desapercibido.Aprecia todo lo que se hace por más ínfimo que parezca.

"Traed de los peces que acabáis de coger."

Los que no traían ni Juan ni Pedro, sino los demás.Jesús supo acoger a todos en su aporte, y esperar por todos a que terminaran.

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes

El liderazgo de Pedro se completa en al acción de colaboración con los demás, por la indicación de Jesús.

Está atento a realizar el llamado del Señor en la Historia.

Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero

Quizás debió decir: cómo te quiero. Porque quizás te he querido como yo creo, pero debo quererte como tú esperas.

Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería

Jesús está rehabilitando el amor de Pedro, sanando la herida y potenciando su entrega.

"Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero."

Tú que miras en el fondo sabes cómo te quiero y lo mal que te he querido. Lo incongruente e inconsistente que he sido.

Jesús no le retira la misión, sino que la fundamenta en la debilidad de Pedro.

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios

Un don de Dios: la muerte en la que se le da gloria.

Este evangelio es de una emoción contenida, porque corresponde a una reconciliación apostólica en vista a la misión de Pedro.

Es un relato consolador porque hace sentir el perdón y la regeneración de parte de Jesús, para seguir en la obra del evangelio.

El evangelizar requiere de operarios, y éstos pueden ser regenerados y no meramente desechados cuando fallan y escandalizan.

Aunque sean pedófilos. Porque también los pedófilos, no obstante su excecrabe crimen, pueden arrepentirse y expiar y aportar su humillación como piedra viva en la construcción del reino.

No somos nosotros los que juzgamos, sino el Padre, gracias a Dios.

Dicho esto, añadió: "Sígueme."

Una vez te hayas purificado de lo peor del pecado que se centra más en la debilidad que en la fuerza de Dios.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1520728290314567680?s=20&t=3ia6cCUvsP-_TDHG0dMYnA

BEATO CARLO

De la Apología primera de san Justino, mártir, en favor de los cristianos(Cap. 66-67: PG 6, 427-431)

LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

Sólo pueden participar de la eucaristía los que admiten como verdaderas nuestras enseñanzas, han sido lavados en el baño de regeneración y del perdón de los pecados y viven tal como Cristo nos enseñó.

Porque el pan y la bebida que tomamos no los recibimos como pan y bebida corrientes, sino que así como Jesucristo, nuestro salvador, se encarnó por la acción del Verbo de Dios y tuvo carne y sangre por nuestra salvación, así también se nos ha enseñado que aquel alimento sobre el cual se ha pronunciado la acción de gracias, usando de la plegaria que contiene sus mismas palabras, y del cual, después de transformado, se nutre nuestra sangre y nuestra carne es la carne y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios encarnado.

Los apóstoles, en efecto, en sus comentarios llamados Evangelios, nos enseñan que así lo mandó Jesús, ya que él, tomando pan y habiendo pronunciado la acción de gracias, dijo: Haced esto en memoria mía; éste es mi cuerpo; del mismo modo, tomando el cáliz y habiendo pronunciado la acción de gracias, dijo: Ésta es mi sangre, y se lo entregó a ellos solos. A partir de entonces, nosotros celebramos siempre el recuerdo de estas cosas; y, además, los que tenemos alguna posesión socorremos a todos los necesitados, y así estamos siempre unidos. Y por todas las cosas de las cuales nos alimentamos alabamos al Creador de todo, por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo.

Y, el día llamado del sol, nos reunimos en un mismo lugar, tanto los que habitamos en las ciudades como en los campos, y se leen los comentarios de los apóstoles o los escritos de los profetas, en la medida que el tiempo lo permite.

Después, cuando ha acabado el lector, el que preside exhorta y amonesta con sus palabras a la imitación de tan preclaros ejemplos.

Luego nos ponemos todos de pie y elevamos nuestras preces; y, como ya hemos dicho, cuando hemos terminado las preces, se trae pan, vino y agua; entonces el que preside eleva, fervientemente, oraciones y acciones de gracias, y el pueblo aclama: Amén. Seguidamente tiene lugar la distribución y comunicación, a cada uno de los presentes, de los dones sobre los cuales se ha pronunciado la acción de gracias, y los diáconos los llevan a los ausentes.

Los que poseen bienes en abundancia, y desean ayudar a los demás, dan, según su voluntad, lo que les parece bien, y lo que se recoge se pone a disposición del que preside, para que socorra a los huérfanos y a las viudas y a todos los que, por enfermedad u otra causa cualquiera, se hallan en necesidad, como también a los que están encarcelados y a los viajeros de paso entre nosotros: en una palabra, se ocupa de atender a todos los necesitados.

Nos reunimos precisamente el día del sol, porque éste es el primer día de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia, y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro salvador, resucitó de entre los muertos. Lo crucificaron, en efecto, la vigilia del día de Saturno, y a la mañana siguiente de ese día, es decir, en el día del sol, fue visto por sus apóstoles y discípulos, a quienes enseñó estas mismas cosas que hemos puesto a vuestra consideración