miércoles, 5 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 27 de tiempo ordinario

Gálatas 2, 1-2. 7-14



REFLEXIÓN

vieron que Dios me ha encargado de anunciar el Evangelio a los gentiles, como a Pedro de anunciarlo a los judíos

La misión confirmatoria de la autoridad legítima. En general la alergia por el recurso a la autoridad para ser confirmado en su decisión, puede esconder un mal espíritu: que la decisión es más propia de un ego que de un buen espíritu. Podría tratarse más bien de un interés propio.

Y en el proceso tal situación se dirigirá al fracaso del bien integral y común. La transparencia con la autoridad tiene su sentido. Hoy se cambia por la transparencia con la opinión pública. Se confronta la voz del pueblo con la de la autoridad. En caso de choque cuál debe prevalecer? La voz de Dios es ahora conducida por la mayoría de los votantes?

Una sola cosa nos pidieron: que nos acordáramos de sus pobres, y esto lo he tomado muy a pecho

La Iglesia de Jesús desde su iniciador tuvo a los pobres en un lugar central de su interés apostólico.

Porque el evangelio del reino es buena nueva para los que lo aceptan en todo el sentido de la existencia, no sólo en el espiritual.

se retrajo y se puso aparte, temiendo a los partidarios de la circuncisión

Hoy Pedro está siendo reprendido por la opinión mundial mediática, y ha debido confesar humildemente su responsabilidad como autoridad en el asunto de los curas pedófilos o pederastas.

La autoridad mostró históricamente un momento de soberbia e incapacidad de autocrítica, como se le ha reprochado desde hace mucho tiempo.

Parece entonces que nadie, ni autoridad ni voz común están libres de autocrítica.

el mismo Bernabé se vio arrastrado con ellos a la simulación

La incongruencia de los buenos es doblemente escandalosa, porque erosionan el paradigma.

Ahora que, cuando yo vi que su conducta no cuadraba con la verdad del Evangelio, le dije a Pedro delante de todos: "Si tú, siendo judío, vives a lo gentil y no a lo judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a las prácticas judías?"

Incongruencia e hipocresía. A qué obligamos, o de qué predicamos como obligatorio para otros, porque posiblemente en eso se acciona una hipocresía. No echar de menos la mota del hermano, sino eliminar nuestra viga.

Nuestra Iglesia cacarea mucho sobre el sexto mandamiento y ha hecho la vida imposible por considerarlos pecadores a muchos.

En qué está siendo reprobada desde las alturas el magisterio?: del sexto mandamiento casualmente. Las obsesiones, aun cubiertas de celo, traen funestas consecuencias.

Como se dijo en tiempos del jansenismo y las monjas de Port Royal: quien se presume de ángel, llega a hacer de bestia.

El problema del magisterio pues, ha sido su soberbia, no su castidad.

La verticalidad de Pablo fue un carisma del Espíritu para esos difíciles momentos de definición del trato a los gentiles.

En la historia de la Iglesia han aparecido otros que se encaran con el poder eclesiástico cuando no se hace digno.

El Espíritu libre del Señor y su Palabra suscitan voces que claman la verdad del evangelio aunque no nos guste.

Entonces es una llamamiento a la conversión de nuestros apegos y egoísmos que dañan el cuerpo de la comunidad.

Salmo responsorial: 116



REFLEXIÓN

su fidelidad dura por siempre

El cuidado que tiene el Espíritu del Señor para mantenernos en la verdad del evangelio permanece siempre para nosotros.

Nos suscita con su intervención personas y ocasiones para alegrarnos, recapacitar y arrepentirnos.

Lucas 11, 1-4



REFLEXIÓN

"Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos".

"Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación"".

Los discípulos ven a Jesús orar y tienen deseos de ser enseñados. Qué los mueve? Qué sabrían de la oración que Juan enseñó a sus seguidores? Cuál es el aprecio y modalidad de la oración de estos grupos religiosos que caminaban por Judea y Galilea?

Al pedírselo a Jesús sus discípulos debieron sentir que era un actividad importante, valiosa para profundizar el seguimiento en el que se encontraban con Jesús.

Pero Jesús no enseñó largas oraciones sino un conversatorio sencillo con el Señor a quien llamaba papito.

Jesús es visto por sus seguidores como alguien que inspira un estilo de vida significativo.

Cómo él ora y cómo su oración se repercute en su modo de ser atrae a los discípulos hacia una actividad que tanto bien hace.

decid:

(legete:hablen, digan, procedan a decir, a conversar?)

Porque igual se trata de una fórmula que se puede repetir intacta, porque es venerable, y ha sido guardada como un tesoro: el Padrenuestro.

O puede ser una provocación, una incitación, una propuesta, un tema de conversación para desarrollar un coloquio al estilo ignaciano de contemplación y oración.

Un Dios Padre, un misterio que solo un hijo como Jesús nos colabora en desvelar.

Cuyo nombre es sinónimo de prestigio y verdad. Una identidad misteriosa que no se agota y nos produce una admiración sin fin.

Que ejerce un dominio que nos parece que se retrasa, y nos impacienta que no termine de reinar.

En quien dejamos o intentamos dejar nuestra preocupación por el sustento de vida, con frecuencia amenazado por los órdenes económicos que tergiversamos.

Que nos potencia para la fraternidad y la sororidad a través del perdón que no se puede otorgar sino somos autocríticos, y captamos nuestra responsabilidad y culpa en relación a otros.

Y a quien pedimos que nos mantenga en la brecha, hasta que todo termine, y nos preserve para la alegría final.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1577633029698240512?s=20&t=kTQwK99mECBlVhuBNKdCJw

BEATO CARLO


 De la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Tralianos
(Cap. 8, 1-9, 2; 11, 1-13, 3: Funk 1, 209-211)
 
CONVERTÍOS EN CREATURAS NUEVAS POR MEDIO DE LA FE, QUE ES COMO LA CARNE DEL SEÑOR, Y POR MEDIO DE LA CARIDAD, QUE ES COMO SU SANGRE

 

Revestíos de mansedumbre y convertíos en creaturas nuevas por medio de la fe, que es como la carne del Señor, y por medio de la caridad, que es como su sangre. Que ninguno de vosotros tenga nada contra su hermano. No deis pretexto con ello a los paganos, no sea que, ante la conducta insensata de algunos de vosotros, los gentiles blasfemen de la comunidad que ha sido congregada por el mismo Dios, porque ¡ay de aquel por cuya ligereza ultrajan mi nombre!

 Tapaos, pues, los oídos cuando oigáis hablar de cualquier cosa que no tenga como fundamento a Cristo Jesús, descendiente del linaje de David, hijo de María, que nació verdaderamente, que comió y bebió como hombre, que fue perseguido verdaderamente bajo Poncio Pilato y verdaderamente también fue crucificado y murió, en presencia de los moradores del cielo, de la tierra y del abismo y que resucitó verdaderamente de entre los muertos por el poder del Padre. Este mismo Dios Padre nos resucitará también a nosotros, que amamos a Jesucristo, a semejanza del mismo Jesucristo, sin el cual no tenemos la vida verdadera.

 Huid de los malos retoños: llevan un fruto mortífero y si alguien gusta de él muere al momento. Estos retoños no son plantación del Padre. Si lo fueran aparecerían como ramas de la cruz y su fruto sería incorruptible; por esta cruz Cristo os invita, como miembros suyos que sois, a participar en su pasión. La cabeza, en efecto, no puede nacer separada de los miembros, y Dios, que es la unidad, promete darnos parte en su misma unidad.

 Os saludo desde Esmirna, juntamente con las Iglesias de Asia, que están aquí conmigo y que me han confortado, tanto en la carne como en el espíritu. Mis cadenas, que llevo por doquier a causa de Cristo mientras no ceso de orar para ser digno de Dios, ellas mismas os exhortan: perseverad en la concordia y en la oración de unos por otros. Conviene que cada uno de vosotros, y en particular los presbíteros, reconfortéis al obispo, honrando así a Dios Padre, a Jesucristo y a los apóstoles.

 Deseo que escuchéis con amor mis palabras, no sea que esta carta se convierta en testimonio contra vosotros. No dejéis de orar por mí, pues necesito de vuestro amor ante la misericordia de Dios para ser digno de alcanzar aquella herencia a la que ya me acerco, no sea caso que me consideren indigno de ella.

 Os saluda la caridad de los esmirniotas y de los efesios. Acordaos en vuestras oraciones de la Iglesia de Siria, de la que no soy digno de llamarme miembro, porque soy el último de toda la comunidad. Os doy mi adiós en Jesucristo a todos vosotros, los que estáis sumisos a vuestro obispo, según el querer de Dios; someteos también, de manera semejante, al colegio de los presbíteros. Y amaos todos, unos a otros, con un corazón unánime.

 Mi espíritu se ofrece como víctima por todos vosotros, y no sólo ahora, sino que se ofrecerá también cuando llegue a la presencia de Dios. Aún estoy expuesto al peligro, pero el Padre es fiel y cumplirá, en Cristo Jesús, mi deseo y el vuestro. Deseo que también vosotros seáis hallados en él sin defecto ni pecado