sábado, 15 de octubre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA



Jesús no lo sacó del Mundo, sino que en el Mundo lo invitó a seguirlo, y Carlo lo siguió


 SEGUNDA LECTURA
 
De las Obras de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia.
(Libro de su vida, cap. 22, 6-7. 12. 14)
 
ACORDÉMONOS DEL AMOR DE CRISTO

 

Con tan buen amigo presente -nuestro Señor Jesucristo-, con tan buen capitán, que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir. Él ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es amigo verdadero. Y veo yo claro, y he visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere que sea por manos de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo Su Majestad se deleita.

Muy muchas veces lo he visto por experiencia; hámelo dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos de entrar, si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos. Así que no queramos otro camino, aunque estemos en la cumbre de contemplación; por aquí vamos seguros. Este Señor nuestro es por quien nos vienen todos los bienes. Él lo enseñará; mirando su vida, es el mejor dechado.

 ¿Qué más queremos que un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones, como hacen los del mundo? Bienaventurado quien de verdad le amare y siempre le trajere cabe de sí. Miremos al glorioso san Pablo, que no parece se le caía de la boca siempre Jesús, como quien le tenía bien en el corazón. Yo he mirado con cuidado, después que esto he entendido, de algunos santos, grandes contemplativos, y no iban por otro camino: san Francisco, san Antonio de Padua, san Bernardo, santa Catalina de Siena.

 Con libertad se ha de andar en este camino, puestos en las manos de Dios; si su Majestad nos quisiere subir a ser de los de su cámara y secreto, ir de buena gana.

 Siempre que se piense de Cristo, nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes y cuán grande nos le mostró Dios en darnos tal prenda del que nos tiene: que amor saca amor. Procuremos ir mirando esto siempre y despertándonos para amar, porque, si una vez nos hace el Señor merced que se nos imprima en el corazón este amor, sernos ha todo fácil, y obraremos muy en breve y muy sin trabajo.


viernes, 14 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 28 de tiempo ordinario

Efesios 1, 11-14



REFLEXIÓN

A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad

Otra manera de decir lo que significa el designio: el destino a la herencia. Somos herederos!

La voluntad de Dios no es un oráculo caprichoso, sino un mandato a la felicidad, la plenitud, la saciedad, la perfección, el logro definitivo, la herencia. El mismo Dios!

El príncipe o princesa herederos de una casa real suelen ser preparados con exquisitez, no precisamente con exceso de mimos.

Su entrenamiento es un ejercicio para potenciar su capacidad de liderazgo y decisión.

Así nosotros como herederos somos probados, entrenados y preparados. En eso consiste la vida del creyente cristiano.

Nuestra herencia se asemeja a lo largo de nuestra existencia a los arreboles del amanecer, cuando el sol marca el inicio del día como promesa de realidades buenas por venir.

Nuestra herencia necesita un sensor apto que le permita captar que viene a nuestro encuentro. Es la esperanza.

La esperanza nos mantiene de pie, nutriéndose de signos y resistiendo los anti-signos del anti-reino.

Nuestra esperanza es un factor importante de reconstrucción personal y social, porque en ella re-establecemos y sanamos la desilusión, la frustración, la amargura y el llanto.

habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo

Marcados es sellados, como un documento oficial, como una propiedad, lo cual es efectivo para bien o para mal.

El Espíritu de Cristo es un modo nuestro de ser. Somos seres afectados por Jesús. Trastornados en cuanto a nuestro destino de muerte. Como un organismo vacunado que cuenta con defensas que lo mantienen en la lucha y afirman su vida.

el cual es prenda de nuestra herencia

La esperanza es un don-reserva del Espíritu que nos insta a mantenernos erguidos y a mirar de frente el futuro, sin aspavientos, sin jactancias, con la sencilla seguridad de un hijo heredero.

Salmo responsorial: 32



REFLEXIÓN

Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales

Es la fe en la que debemos ahincar, cuando suceden situaciones que parecen una mala jugada del Señor.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, / el pueblo que él se escogió como heredad.

La dicha es nuestro fin. Es el fin del designio. Todo hombre y mujer es por derecho un aspirante y llamado a la dicha del Señor.

Lucas 12, 1-7



REFLEXIÓN

miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros.

Probablemente no fue tanto. No hay esas cantidades en las aldeas de Galilea.

Pero es el recurso que muestra un fundamento histórico: Jesús atraía por lo que hacía y por lo que decía. Era el sistema de lealtades centrado en la palabra, en escena.

Porque en ese momento también había muchos indignados con un sistema que los excluía hasta hacerlos pecadores. Era una etiqueta clasista puesta por la élite.

Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía

Los detentores del sistema de hipocresía usaban la palabra en doble sentido: un sentido para los demás, otro para ellos.

No era transparente, sincero, único. Generaba desconfianza, malestar. Disolvía una sociedad que quisiera centrarse en la dignidad de la palabra de la persona.

Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse

Lo corrupto y lo bendito se saben porque son los fragores de la lucha por el reino de Dios.

Deben saberse para que no idolicemos este mundo en lugar del reino. Y para que no perdamos esperanza de heredar el reino.

Una actitud de coraje que permite ser transparente sin tener miedo. Sin ocultar, sin doblez. Como Jesús.

Los suyos que le seguían estaban llamados a la palabra única, transparente, confiable.

Ese sistema de palabra única tiene sus consecuencias y riesgos. Pero el temor que cause puede disiparse con una sencilla conlusión: aparte de quitar la vida, no pueden hacer más.

no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más

Lo corrupto tiene un límite del cual no puede pasar: la vida terrenal. Su dominio es la muerte. Hemos de vigorizar nuestra esperanza asumiendo que la herencia del reino vence la muerte terrenal.

Es algo intimidante si nos afincamos en la creencia de que sólo tenemos la vida que conocemos. Es la maravilla de la fe que se origina desde Abraham y culmina en Jesús: creer en Aquel que da la vida, la vida plena.

 

temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno

No cabe duda que se nos hace difícil admitir un infierno más allá de la muerte creado por un Padre amoroso. Es como un contrasentido.

Sólo una fe viva en el Señor Jesús, Palabra encarnada nos ayuda a entender esta contradicción de nuestro sistema lógico.

ni de uno solo se olvida Dios

Esa Palabra nos alienta más bien a confiar y esperar en Alguien que no olvida de cuidar ni a los más pequeño e insignificante, como las aves.

El santo o santa que expresó: Yo sé de quién me he fiado, lo dijo muy bien. Fiarse.No se necesita más.

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