lunes, 17 de octubre de 2022

BEATO CARLO

SAN FRANCISCO MARTO, pastorcito de Fátima


BEATO CARLO, estudiante de Milán

 De la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Romanos

(Cap. 4. 1-2; 6, 1--8, 3: Funk 1, 217-223)

 

SOY TRIGO DE DIOS Y HE DE SER MOLIDO POR LOS DIENTES DE LAS FIERAS

 

Yo voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco lo mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Os lo pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejad que sea pasto de las fieras, ya que ello me hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo. Rogad por mí a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos, llegue a ser una víctima para Dios.

 De nada me servirán los placeres terrenales ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reinar en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida nueva. Por favor, hermanos, no me privéis de esta vida, no queráis que muera; si lo que yo anhelo es pertenecer a Dios, no me entreguéis al mundo ni me seduzcáis con las cosas materiales; dejad que pueda contemplar la luz pura; entonces seré hombre en pleno sentido. Permitid que imite la pasión de mi Dios. El que tenga a Dios en si entenderá lo que quiero decir y se compadecerá de mi, sabiendo cuál es el deseo que me apremia.

 El príncipe de este mundo me quiere arrebatar y pretende arruinar mi deseo que tiende hacia Dios. Que nadie de vosotros, los aquí presentes, lo ayude; poneos más bien de mi parte, esto es, de parte de Dios. No queráis a un mismo tiempo tener a Jesucristo en la boca y los deseos mundanos en el corazón. Que no habite la envidia entre vosotros. Ni me hagáis caso si, cuando esté aquí, os suplicare en sentido contrario; haced más bien caso de lo que ahora os escribo. Porque os escribo en vida, pero deseando morir. Mi amor está crucificado y ya no queda en mí el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en mi interior la voz de una agua viva que me habla y me dice: «Ven al Padre.» No encuentro ya deleite en el alimento material ni en los placeres de este mundo. Lo que deseo es el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo, de la descendencia de David, y la bebida de su sangre, que es la caridad incorruptible.

 No quiero ya vivir más la vida terrena. Y este deseo será realidad si vosotros lo queréis. Os pido que lo queráis, y así vosotros hallaréis también benevolencia. En dos palabras resumo mi súplica: hacedme caso. Jesucristo os hará ver que digo la verdad, él, que es la boca que no engaña, por la que el Padre ha hablado verdaderamente. Rogad por mí, para que llegue a la meta. Os he escrito no con criterios humanos, sino conforme a la mente de Dios. Si sufro el martirio, es señal de que me queréis bien; de lo contrario, es que me habéis aborrecido.


domingo, 16 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 29 de tiempo ordinario

Éxodo 17,8-13



REFLEXIÓN

Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol

En el combate de Jesús éste levanta las manos como intercesor, y sus acompañantes colaboran para que no las baje, y continuar la batalla hasta el final.

No es su plan hacerlo solo sino con otros, que se persuadan de colaborar en la batalla que mantiene como rey eternal frente a Babilonia.

Esta imagen es sugerente para esa contemplación que inicia la segunda semana de los ejercicios ignacianos.

Desde Moisés, pasando por otros hombres de Dios, profetas según el sentido hebreo, hasta llegar a Jesús, levantar las manos y ser sostenidos por colaboradores, es el derrotero de un sacerdocio alterno, que no se enreda con sacrificios, víctimas humanas o de la fauna, altares de piedra y recintos separados.

Un sacerdocio alterno que consiste en vivir la batalla del día a día del mundo, en el esfuerzo por construir un reino de paz, justicia y amor.

Salmo responsorial: 120



REFLEXIÓN

 

No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel

Este versículo expresa un momento de consolación, cuando se siente una presencia bienechora vigilante y protectora.

Ha pasado el momento de interpelación y se da la unión en la serenidad de la confianza.

2Timoteo 3, 14-4, 2



REFLEXIÓN

conoces la sagrada Escritura; ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación

La sabiduría que conduce a la salvación es un don que se conquista, dejando labrar al Espíritu sus palabras a fuego en nuestro seno profundo.

Una sabiduría que se cuece en el dolor gozoso del paso del Señor, quien es el Absoluto Radical y en sus visitas hace temblar nuestras estructuras mentales, síquicas y hasta físicas.

Es el milagro del don en vasos de barro.

así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena.

La intuición que se tuvo sobre la importancia de la praxis transformadora de la sociedad como verdadero sentido de la filosofía, entonces encerrada exclusivamente en la intepretación del mundo, fue genial.

Solo que descansa en la intuición de fe en la Palabra de Sabiduría, cuyo derrotero es la obra buena, no la mera especulación.

La sabiduría que viene del Absoluto Radical sobrepuja y excede cualquier filosofía y sabiduría mundana, pagada de sí en auto-contemplación              

proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.

La proclamación no es charlatanería, como un borbotón de palabras en cascada que inundan y presionan para convencer, sino que es sabiduría en movimiento que plastifica un amor hasta el extremo de Alguien, el Absoluto Radical, el Padre de Jesús por sus hijos a quienes se ha determinado salvar y en ello se juega su prestigio, su gloria.

Lucas 18, 1-8



REFLEXIÓN

Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"

No debe ser una pregunta retórica sino una preocupación real.

Resistiremos posicionados en una fe en un Dios justo que hace justicia, no obstante el mentís histórico que abunda?

Jesús colabora en nuestro estímulo, disipando una imagen posible y frustrante: Dios Padre no es un juez inicuo.

Debemos apegarnos a Él con todas nuestras fuerzas de fe.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1581610041232482309?s=20&t=FOwLC1xc9cwIwFoJnmwcZA