lunes, 31 de octubre de 2022

BEATO CARLO


 
De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo
(Núms. 82-83)
 
NECESIDAD DE INCULCAR SENTIMIENTO QUE LLEVAN A LA PAZ

 

Procuren los hombres no limitarse a confiar sólo en el esfuerzo de unos pocos, descuidando su propia actitud mental. Pues los gobernantes de los pueblos, como gerentes que son del bien común de su propia nación y promotores al mismo tiempo del bien universal, están enormemente influenciados por la opinión pública y por los sentimientos del propio ambiente. Nada podrían hacer en favor de la paz si los sentimientos de hostilidad, desprecio y desconfianza, y los odios raciales e ideologías obstinadas, dividieran y enfrentaran entre sí a los hombres. De ahí la urgentísima necesidad de una reeducación de las mentes y de una nueva orientación de la opinión pública.

 Quienes se consagran a la educación de los hombres, sobre todo de los jóvenes, o tienen por misión educar la opinión pública consideren como su mayor deber el inculcar en todas las mentes los sentimientos nuevos que llevan a la paz. Es necesario que todos convirtamos nuestro corazón y abramos nuestros ojos al mundo entero, pensando en aquello que podríamos realizar en favor del progreso del género humano si todos nos uniéramos. No deben engañarnos las falsas esperanzas. En efecto, mientras no desaparezcan las enemistades y los odios y no se concluyan pactos sólidos y leales para el futuro de una paz universal, la humanidad, amenazada ya hoy por graves peligros a pesar de sus admirables progresos científicos, puede llegar a conocer una hora funesta en la que ya no podría experimentar otra paz que la paz horrenda de la muerte. La Iglesia de Cristo, que participa de las angustias de nuestro tiempo, mientras denuncia estos peligros no pierde con todo la esperanza; por ello no deja de proponer al mundo actual, una y otra vez, con oportunidad o sin ella, aquel mensaje apostólico: Ahora es el tiempo propicio, para que se opere un cambio en los corazones, ahora es el día de salvación.

 Para construir la paz es preciso que desaparezcan primero todas las causas de discordia entre los hombres, que son las que engendran las guerras; entre estas causas deben desaparecer principalmente las injusticias. No pocas de estas injusticias tienen su origen en las excesivas desigualdades económicas y también en la lentitud con que se aplican los remedios necesarios para corregirlas. Otras injusticias provienen de la ambición de dominio, del desprecio a las personas, y, si queremos buscar sus causas más profundas, las encontraremos en la envidia, la desconfianza, el orgullo y demás pasiones egoístas. Como el hombre no puede soportar tantos desórdenes, de ahí se sigue que, aun cuando no se llegue a la guerra, el mundo se ve envuelto en contiendas y violencias.

 Además, como estos mismos males se encuentran también en las relaciones entre las diversas naciones, se hace absolutamente imprescindible que, para superar o prevenir esas discordias y para acabar con las violencias, se busque, como mejor remedio, la cooperación y coordinación entre las instituciones internacionales y se estimule sin cesar la creación de organismos que promuevan la paz.


domingo, 30 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 31 de tiempo ordinario

Sabiduría 11, 22-12,2



REFLEXIÓN

no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado

Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida

Producir muerte en cualquiera de sus formas no es trasunto del Dios de vida. Es blasfemia en acción.

Todos llevan tu soplo incorruptible

corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti

Una corrección más en sintonía con la paciencia permanente, a fuer de tontos, que con una radicalidad vengativa.

Porque en la base se encuentra una convicción antropológica: que el ser humano está hecho de una pasta de la cual se puede esperar un gol de último minuto.

Sí, el ser humano es capaz del arrepentimiento del último minuto.

Cosa que a los hermanos mezquinos no le parece justo.

Salmo responsorial: 144



REFLEXIÓN

alabaré tu nombre por siempre jamás

El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan

La madre co-dependiente del hijo drogadicto, que sufre con él su esclavitud, pero no lo rechaza de su seno, a pesar de las voces que claman su deber hacerlo para hacerlo reaccionar, está más cerca de la imagen del Padre bueno incansable en su espera y paciencia de la recuperación de su hijo más débil.

2Tesalonicenses 1, 11-2, 2



REFLEXIÓN

con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe

Una tarea importante en este mundo donde abundan las tentaciones que erosionan la fe.

Tareas que se resumen en el agape que da la vida por el amigo.

Mayor tarea y amor que éste no lo hay.

Lucas 19, 1-10



REFLEXIÓN

"Zaqueo,(gr. Zakjáios; del heb. Zakkay, "sin tacha [puro, justo")baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."

Zaqueo es un caso en el que el nombre que lleva puesto por sus padres, se distorsiona con las experiencias pecaminosas de la vida, hasta que Jesús de Nazareth, imagen del Padre misericordioso, rescata su nombre para devolverle el sentido original, y con el nombre su identidad, su dignidad, su pureza primera.

Tantas veces, en nuestro lecho, lloramos de desconsuelo porque los errores cometidos en nuestra cotidianeidad, muchos de ellos por debilidad, nos afean nuestra autoimagen y la ilusión primera de nuestra inocencia.

Es así que en nombre del Padre Jesús recupera lo perdido.

"Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador."

No hay que temer las envidias y comidillas mezquinas que pueden tener dos orígenes: la incapacidad de reconocer las propias culpas para devolverse al camino recto y la autosuficiencia y orgullo que engendra la autojustificación basada en unas cuantas buenas obras.

"Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más."

Conversión y generosidad en la restitución forman un todo.

a salvar lo que estaba perdido

El ágape alcanza su ápex cuando el amigo por el que se da la vida está perdido.

En este mundo salvar lo perdido requiere enfrentar voces contrarias que intentan disuadir del intento de perdonar contra toda esperanza de regeneración.

Para el mundo perdido cualquier esfuerzo en esa dirección es inútil, porque la base antropológica de esa visión es siempre ganar, e intolerable perder.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1586690812150259715?s=20&t=qFw4I1UIP0Aw_kSwKdFhPg